Crisis institucional
en Italia

La ley de Berlusconi para que Berlusconi no vaya preso

No ir a juicio abre una crisis institucional

Por Rossend Domènech
orresponsal en Roma
El Periódico, 25/11/09

Se busca una ley para salvar a Silvio Berlusconi de sus procesos. Después de haber sido suprimida, por inconstitucional, la inmunidad para los altos cargos, los conservadores están buscando una solución urgente para los problemas judiciales del primer ministro italiano. Pero, las posibles medidas presentadas están provocando un enfrentamiento nunca visto en Italia entre el Ejecutivo, de un lado, y, por el otro, el Parlamento, la magistratura, la Presidencia de la República, el Órgano de Autogobierno de los Jueces (CSM) y una parte de la opinión pública. La razón es que para salvar a Berlusconi, quedarían también zanjados, para siempre y sin culpables, una cantidad enorme de procesos, alguno de ellos con muchas víctimas.

Incluso el escritor Roberto Saviano ha hecho un llamamiento para que se retiren las medidas, y la carta, publicada en la edición digital de el diario La Repubblica, ha recogido ya 350.000 adhesiones. Varias personalidades del mundo de la cultura y el espectáculo han firmado, entre ellas el actor y director de cine, Roberto Benigni, su mujer, la actriz Nicoletta Braschi o el premio Nobel de Literatura, Dario Fo, entre otros.

Los conservadores presentaron ayer en el Senado el proyecto de ley para acortar la prescripción de los procesos. La norma impone que desde que se ordena el procesamiento de un ciudadano hasta su condena definitiva, incluido un eventual recurso al Supremo, no transcurran más de seis años. La ley se aplicaría a todos los procesos, incluidos los que estén curso, en los que la pena prevista sea inferior a 10 años. Es decir, encaja a medida para que dos procesos contra Berlusconi ––que a falta de inmunidad han vuelto a ponerse en marcha en Milán–– prescriban.

Múltiples prescripciones

La Asociación Nacional de Magistrados (ANM) ha explicado que la medida llevará a la prescripción del 50% de los procesos de Roma, Bolonia y Turín, y entre el 20 y 30% de los de Florencia, Nápoles y Palermo. Angelino Alfano, ministro de Justicia, ha invitado a lo magistrados a «no jugar con las palabras ni con las cifras». El expresidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, que no suele intervenir en cuestiones políticas, ha afirmado que «las reformas se hacen para los ciudadanos» y que «basta ya con las leyes para una persona».

La nueva norma ha unido a todas las minorías parlamentarias y provocado malestar entre algunos conservadores. «La reglas se cambian junto con la oposición», ha pedido Gianfranco Fini, presidente del Congreso. Italia de los Valores (IDV) de Antonio Di Pietro ha convocado una manifestación el 5 de diciembre bajo el lema: No Berlusconi Day.

Los progresistas del Partido Democrático (PD) han organizado protestas para el 12 y 13 de diciembre, y el centrista Pierferdinando Casini del UCD, en la oposición, ha propuesto a los conservadores que «asuman la responsabilidad política de decir claramente a los ciudadanos que, dado que el problema es Berlusconi, se hace una ley para Berlusconi». «Puede que sea impopular, pero yo trabajo para evitar el hundimiento del sistema judicial», añadió. Lo único que ha comentado Berlusconi es que irá a la televisión a «explicar las nuevas leyes a los italianos».