Grecia

Las medidas anticrisis vuelven a paralizar Grecia

Tercera huelga general en 2010

20 detenidos en enfrentamientos con la policía

El País, Madrid, 11/03/10

Atenas.– Aeropuertos cerrados, colegios y hospitales paralizados, monumentos, como la Acrópolis, sin servicio para turistas, rotativas apagadas. Grecia se paraliza, por tercera vez en lo que va de año, en protesta contra las medidas del Gobierno para afrontar la crisis. Los sindicatos de los sectores público y privado se han unido para convocar una jornada de paro en todo el país.

El Ejecutivo del primer ministro socialista Yorgos Papandreu, sin embargo, no tiene visos de suavizar un plan de austeridad que ha conseguidoel visto bueno de la UE y que incluye un drástico recorte del gasto social y subidas de impuestos para rebajar el déficit más de nueve puntos en tres años (del 12,7%, hasta el 3% en 2013), lo que ha provocado una enorme desconfianza en todos los mercados extranjeros.

Las nuevas medidas anunciadas la pasada semana (incremento del IVA, congelación de las pensiones, rebaja de sueldos de los funcionarios) ponen de manifiesto la determinación de un Ejecutivo decidido a tomar "duras y posiblemente injustas medidas".

20 detenidos

El sindicato del partido comunista, PAME, muy activo en Grecia, ha sido el más madrugador. Su marcha ha arrancado a las nueve de la mañana (las diez, hora española) y ha llegado hasta el Parlamento. Varios miles de personas han acudido a esta protesta, portando banderas como "la guerra a los capitalistas es la respuesta de los obreros", "que los plutócratas paguen la crisis", o "abajo las medidas antipopulares". la concentración ha concluido sin problemas.

No ha sucedido lo mismo una hora después, en la protesta más numerosa, con 20.000 personas. Convocada por la Confederación General del Trabajo de Grecia (GSEE, un millón de afiliados) y por la Federación de Funcionarios Griegos (375.000 afiliados), unos 200 jóvenes encapuchados se han mezclado entre los participantes y han lanzado cócteles molotov a las autoridades, que a su vez han respondido con gases lacrimógenos.

Al menos 20 manifestantes han sido detenidos y 13 policías han resultado heridos en los enfrentamientos. Los radicales se han hecho fuertes en la zona de la Universidad Politécnica, mientras que la gran mayoría de manifestantes se encaminaba al Parlamento.

Servicios paralizados

Las distintas convocatorias afectan a empleados de banca, bomberos e incluso policías. También permanecerán parados periodistas y operarios del transporte público. Trenes y autobuses seguirán detenidos en sus respectivas estaciones.

Lo mismo sucede con los aviones en los aeropuertos, ya que se ha suspendido la práctica totalidad de vuelos desde y hacia Grecia. En Atenas, de hecho, sólo funciona una línea de metro: la que permite a los griegos desplazarse a las manifestaciones.


Grecia vive su tercera huelga general en un mes

Agencia EFE, 12/03/10

Atenas.– Los sindicatos griegos llevan a cabo desde medianoche la tercera huelga general en un mes contra el recorte del gasto público anunciado por el Gobierno.

Como en las anteriores, los aeropuertos y transportes están completamente paralizados. Esta semana, el primer ministro, Yorgos Papandréu anunció la posibilidad de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) si la UE decide no salir a su rescate. La decisión cuenta con el visto bueno de EEUU.

Los trabajadores griegos han vuelto a salir a la calle con el lema “la crisis que la pague la plutocracia”. El pasado mes de febrero, el Gobierno se vio obligado a anunciar un plan de recortes acuciado por la crisis financiera. El objetivo es ahorrar a las arcas del estado unos 4.800 millones de euros en el próximo año, lo que rebajaría el déficit en 4 puntos porcentuales, hasta dejarlo en el 8,7% del Producto Interno Bruto (PIB).

Pero los sindicatos ven en los planes del Gobierno un ataque. Creen que están pagando ellos el naufragio de la banca y de ahí la tercera huelga.

Atenas, parada

Desde la madrugada el centro de Atenas se ha colapsado entre vehículos privados y taxis porque el transporte público ha respaldado el paro. Sólo los trenes de cercanías respetan los servicios mínimos.

Los aeropuertos, incluido el internacional de Atenas, han repetido las escenas de los días anteriores. Permanecen cerrados desde la pasada medianoche, lo que supuso la cancelación de cientos de vuelos y la modificación de los horarios de varias decenas más.

Los barcos y los servicios de trenes están detenidos; los hospitales y los servicios de administración de luz, telefónica y agua funcionan con personal de emergencia; y muchos bancos trabajan con un mínimo de personal. Las universidades y colegios permanecen cerrados.

También cerradas están hoy las oficinas de servicios estatales. Incluso los medios de comunicación transmiten sólo música y programas de entretenimiento, ya que los periodistas se han sumado también a la huelga.

Sólo el comercio en Atenas estaba abierto esta mañana, pero los dueños de las tiendas en el centro de la capital se preparaban ya para bajar la rejas como medida de precaución contra posibles disturbios.

La UE dividida

Entre las medidas adoptadas por Grecia para reducir el déficit está el aumento del IVA y la congelación de las pensiones. El paquete de austeridad promovido por Papandréu recibió el respaldo de la Unión Europea, pero hay voces disonantes que se niegan a ayudar al país heleno.

Alemania dejó bien claro la semana pasada que no piensa dar “ni un euro a Grecia”. Papandréu estuvo reunido con la canciller Angela Merkel, quien le transmitió su apoyo al recorte pero no le ofreció ningún tipo de ayuda. Dos diputados alemanes llegaron a sugerir al primer ministro que vendiera sus islas para paliar la crisis.

Este tipo de declaraciones fueron criticadas por el presidente francés Nicolas Sarkozy, que recordó a los socios europeos que si ahora no se ayuda a Grecia, entonces la unión monetaria no tiene sentido. Papandréu reaccionó diciendo que si la UE no ayuda, entonces recurrirán al FMI.

El nuevo parón, que incluye una marcha por las calles de Atenas esta tarde, vuelve a poner de nuevo a prueba la fortaleza del Gobierno socialista.