Gran Bretaña

Despidos en el sector público y masivo recorte de gastos sociales

También Gran Bretaña lanza un ajuste

Agencia Reuters, 25/05/10

Londres.– El flamante gobierno conservador de Gran Bretaña seguirá hoy los pasos de Grecia, España, Portugal e Italia, y anunciará fuertes medidas de ajuste para reducir su enorme déficit presupuestario en medio de la crisis, que ya ha traspasado la frontera de la eurozona y amenaza con afectar a todo el continente.

La coalición de conservadores y liberales demócratas de Gran Bretaña anunciará los detalles de un plan de ahorro de 8620 millones de dólares que afectará a varios sectores del gobierno este año, medida que busca dar seguridad a los mercados.

Las puesta en marcha del plan coincide con el profundo malestar que causó en la corona británica la filtración a la prensa del discurso de la reina en el que presentará los planes del gobierno encabezado por David Cameron, y con el inicio de una huelga de British Airways, que se extendería durante cinco días.

Con un déficit presupuestario que llegaría este año al 11% del PBI británico, Cameron y su socio, el líder liberal demócrata Nick Clegg, diseñaron un plan que, en principio, eliminaría cientos de miles de empleos públicos en 2010 que se traducirían en un ahorro de 8620 millones de dólares.

Así, Gran Bretaña se sumaría a varios países de la eurozona, que anunciaron en los últimos días y semanas fuertes ajustes para achicar los agujeros negros del gasto público.

La primera batería de medidas, que serán anunciadas por el ministro de Finanzas británico, George Osborne, y el secretario del Tesoro, David Laws, dejaría en la calle a 300.000 empleados del Estado. A partir de septiembre, en una segunda etapa, el gobierno reduciría en hasta un 25% el presupuesto de varios ministerios y secretarías.

Algunos analistas incluso estimaban ayer que la pérdida de empleos en la administración pública alcanzaría a los 700.000 puestos, incluidos decenas de miles de profesionales del Servicio Nacional de Salud, entre ellos gerentes, médicos y enfermeras.

El Tesoro apuntará al corazón de la denominada burocracia de Whitehall al intentar eliminar gastos de viajes de funcionarios por 4300 millones de dólares, entre los que se incluyen 180 millones de dólares en taxis, 462 millones en hoteles y 101 millones en vuelos. El gobierno también ahorraría 1500 millones de dólares en publicidad oficial y otros 840 millones en mobiliario para las dependencias de la administración.

En el orden previsional, la edad de jubilación de las mujeres se elevaría de 60 a 65 años y la de los hombres, de 65 a 66 años, mientras que también se espera que el seguro de desempleo se torne más estricto.

Mientras tanto, Cameron, que ha reducido el número de escoltas y choferes de los ministerios, se ha comprometido a pagar él mismo los gastos de la reforma de su residencia de Downing Street.

Cameron y su familia dejarán esta semana su domicilio particular y se trasladarán al departamento de dos dormitorios del número 10 de esa famosa calle. Según varios medios británicos, como parte del plan de ahorro se instará a secretarios de Estado y otros altos funcionarios a usar el transporte público como cualquier ciudadano.

El rechazo que ya anticiparon algunos sindicatos y la creciente preocupación de los británicos sobre el futuro de su economía obligaron ayer a Clegg a defender el ajuste y atacar al saliente gobierno laborista de Gordon Brown. "No creo que hayamos anticipado cuán severamente se deteriorarían las condiciones económicas de la zona euro", declaró Clegg.

"El gobierno saliente arrojó dinero por todos lados como si no hubiera un mañana, probablemente a conciencia de que iban a perder las elecciones", advirtió Clegg, y recordó que cuando llegó a su lugar de trabajo la semana pasada, el secretario del Tesoro se encontró con una nota de su predecesor, que decía: "Me temo que no hay más plata".

En este contexto, el sindicato del servicio civil se mostró particularmente preocupado por el recorte del 25% en el ministerio de Defensa, que podría afectar a los empleados del sector. Por su parte, el sindicato Unison, de empleados públicos, agregó que será imposible una reducción de 8600 millones sin impacto en la gente. "Los pobres, los enfermos y los vulnerables serán los que sufran y la medida sólo prolongará la recesión", dijo una vocera de Unison.

El anuncio llega en un momento complicado para el gobierno de Cameron, que desde ayer enfrenta el primer frente de tormenta con la corona, que le exigió explicaciones por la filtración a la prensa del discurso que la reina dará mañana ante el Parlamento.

Varios extractos del discurso de la reina Isabel II fueron publicados ayer por los diarios, que revelaron más detalles de los planes económicos del gobierno, que se instrumentarán en 21 leyes (cinco aplicadas por el Tesoro), sobre un programa que se extenderá durante 18 meses.

Con la prioridad de restaurar el crecimiento económico y de "acelerar la reducción del déficit fiscal estructural", Osborne creará una Oficina de Responsabilidad Presupuestaria y le devolverá el poder regulador al Banco de Inglaterra por medio de la ley de regulación de servicios financieros, el primer paso para la introducción de un impuesto bancario y el recorte de los bonos "inaceptables" del sector.


Londres anunció un drástico recorte fiscal

Italia y Alemania también preparan medidas

Deutsche Presse Agentur (DPA), 26/05/10

Londres.– El gobierno de coalición británico presentó ayer el plan de ajuste del gasto público para reducir en 8900 millones de dólares el enorme déficit del país, estimado en el 12% del PBI, mientras Italia y Alemania anunciarían en las próximas horas severas medidas de austeridad para mantener la confianza en el euro.

El ministro de Economía británico, George Osborne, advirtió que varias áreas resultarán afectadas por las medidas, que consideró esenciales para asegurar la recuperación económica, proteger los empleos y enviar una señal de seguridad de la economía a los mercados.

Amenazado por la crisis del euro y por la posibilidad de contagio de todo el continente europeo, el nuevo gobierno de coalición entre conservadores y liberales demócratas dio así el primero de varios pasos destinados a bajar el déficit público, estimado en 220.444 millones de dólares.

El recorte afectará especialmente al sector informático del gobierno, los viáticos de los funcionarios públicos, las ayudas financieras para los recién nacidos y los asesores externos financiados por la administración pública.

La apertura de una cuenta bancaria para los recién nacidos con una contribución gubernamental de 350 dólares, una de las medidas más populares del anterior gobierno laborista, quedará suprimida a partir de enero próximo.

Entre otros ahorros importantes revelados ayer figuran 964 millones de dólares en el Ministerio de Transporte; 1102 millones de dólares en Gobiernos Municipales; 1181 millones de dólares en el Ministerio de Empresa; 945 millones de dólares en Educación, y otros 458 millones en el Ministerio de Justicia.

"Los años de abundancia del sector público están acabados", explicó Laws.

Osborne, que advirtió que será necesario subir impuestos en una segunda etapa, también anunció la creación de una Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, independiente de su ministerio para hacer más transparente la ejecución del presupuesto. Una de las acusaciones al anterior gobierno laborista es que manipulaba cifras para que el presupuesto gubernamental se viera más fuerte de lo que era.

En este contexto, Alemania e Italia anunciarían en las próximas horas una fuerte reducción de sus presupuestos para mantener la confianza de los inversores en el euro.

En un ambicioso programa quinquenal que pretende ser un ejemplo para toda la zona euro, Berlín reducirá su presupuesto en 13.000 millones de dólares por año hasta 2016.

Por su parte, el gabinete italiano aprobaría hoy un plan de recortes de 16.000 millones de dólares para 2011, que incluiría el congelamiento de las contrataciones del sector público y bajas en los salarios para los empleados jerárquicos y políticos.


La reina Isabel II inauguró las sesiones del Parlamento

Programa del nuevo gobierno del
conservador David Cameron

Agence France–Presse, 25/05/10

Londres.– La reina Isabel II de Inglaterra abrió hoy las sesiones oficiales del Parlamento en una ceremonia de pompa y tradición en la que dio a conocer el programa del nuevo gobierno de coalición conservador–liberal democrático.

El programa, que no contiene ninguna novedad con respecto al acuerdo de coalición anunciado la semana pasada por David Cameron y su viceprimer ministro Nick Clegg, incluye 22 proyectos y un anteproyecto de ley que serán sometidos a la Cámara de los Comunes en los próximos 18 meses.

En el ámbito financiero, la reina anunció planes para crear una nueva Oficina para la Responsabilidad representantes.

La Cámara de los Lores, la cámara alta formada por miembros no electos y en algunos casos hereditarios, pasará a ser "total o mayormente elegida".

Sentada en el trono, con su larguísima capa de armiño y una pesada corona incrustada de piedras preciosas, la reina anunció otros proyectos en materia de educación, de empleo y, algo anacrónicamente, para crear una red de tren de alta velocidad.

También se anunciaron medidas para la reforma del sector financiero tras la crisis económica, referendos sobre futuros tratados de la Unión Europea (UE), cambios en el sistema tributario y de pensión, y más poderes para el Parlamento escocés.

"El programa legislativo de mi gobierno estará basado en los principios de la libertad, la justicia y la responsabilidad", afirmó la monarca, sentada junto a su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, en el trono real de la Cámara de los Lores.

"La primera prioridad será reducir el déficit y restaurar el crecimiento económico", agregó.

Aunque suscita críticas, esta ceremonia conocida como el "Discurso del Trono", se celebra prácticamente sin cambios desde hace casi 500 años.

La soberana, acompañada de su esposo Felipe, Duque de Edimburgo, llegó al parlamento en una elegante carroza de caballos, para participar por 56ª vez en esta ceremonia que sólo se ha perdido dos veces a lo largo de su reinado.

La Cámara de los Comunes, cuyos diputados –entre los que destacan 232 recién llegados– juraron sus cargos la semana pasada, se reunirá este martes.

Entre sus 650 escaños, 306 estarán ocupados por conservadores y 57 por liberal demócratas –que conjuntamente disponen de una cómoda mayoría de 363 escaños–, y 258 por laboristas, que volvieron a la oposición tras 13 años en el poder.


El ajuste, la gran obsesión del gobierno británico

Fuerte énfasis en la reducción del déficit

Por Graciela Iglesias
Corresponsal en Gran Bretaña
La Nación, 26/05/10

Londres.– Por quincuagésima sexta vez, luciendo su clásico collar de perlas de dos vueltas y la corona imperial con 2000 diamantes, Isabel II inauguró ayer el nuevo período parlamentario con un discurso marcado por el énfasis en la austeridad.

Lo hizo, en realidad, mediante el tradicional acto de ventriloquismo político que obliga al monarca británico a leer, en primera persona, el programa de gobierno previsto para los próximos 18 meses.

Este ritual, conocido desde hace siglos como el "Discurso del Trono", presentó ayer dos importantes innovaciones. Una fue que, por primera vez, la reina leyó un texto redactado, no por su premier, sino por un gobierno de coalición. Es decir, por los equipos del conservador David Cameron y del liberal demócrata Nick Clegg. La segunda novedad fue que el mensaje estuvo lejos de ser optimista.

"La prioridad absoluta de mi gobierno será reducir el déficit y recuperar el crecimiento económico", proclamó la reina, confirmando así que, de ahora en más, sus súbditos tendrán que apretarse el cinturón.

Poco más tarde, en la Cámara de los Comunes, Cameron afirmó que las duras medidas de austeridad por tomar son necesarias porque sus predecesores laboristas dejaron al país "en el más horroroso embrollo".

La líder interina del Partido Laborista, Harriet Harman, por su parte, sostuvo que los drásticos recortes por realizarse, especialmente en el sector público, aumentarán el desempleo, reducirán el poder adquisitivo de los británicos y, con ello, pondrán en peligro el aún frágil proceso de recuperación económica iniciado durante la gestión de Gordon Brown.

Con la promesa de gobernar bajo los principios de "libertad, justicia y responsabilidad", la agenda de la coalición conservadora–liberal demócrata incluye una serie de ambiciosas reformas. En el área económica, por ejemplo, una nueva oficina para la responsabilidad del presupuesto se encargará de vigilar que todos los ministerios y oficinas estatales controlen sus gastos. El banco de Inglaterra tendrá mayores poderes para regular a los bancos y otras entidades financieras.

En materia de subsidios sociales, el bono de 350 dólares que se entregaba a cada recién nacido será eliminado, y los desempleados que rechacen una oferta de empleo verán sus pagos reducidos a más de la mitad. Con vistas a impedir que extranjeros ocupen puestos vacantes, el gobierno establecerá un cupo anual de inmigrantes no europeos.

Entre los 23 proyectos de ley por ser debatidos por el Parlamento hasta fines de 2011, figuran varios destinados a salvaguardar las libertades individuales. Al tope de la lista se encuentra la eliminación de la exigencia de contar con un carnet de identidad introducida por el anterior gobierno laborista. A ello le siguen restricciones al acceso de archivos personales de e–mails y la reducción del número de cámaras de circuito cerrado que funcionan en lugares públicos. Con 4,2 millones de estas cámaras, Gran Bretaña es uno de los países más vigilados del mundo.

En el área constitucional, el programa incluye un referéndum sobre el sistema electoral, de modo de hacerlo más representativo, exigencia esta última liberal demócrata.

Lo que la coalición liberal–conservadora no podía darse el lujo de dejar en el tintero es el establecimiento de períodos gubernamentales fijos de cinco años. Hasta ahora, el primer ministro puede convocar a comicios generales cuando lo estima más oportuno, siempre que no pase el quinto aniversario de los comicios que lo llevaron al poder. La oposición, por su parte, puede hacer caer al gobierno con ganar una votación de confianza por simple mayoría. De prosperar esta propuesta, ambas prerrogativas serían eliminadas, desterrando así el fantasma de una "traición" en el seno mismo de la coalición.