Italia

Reducirá el gasto público en 24.000 millones de euros en los próximos
dos años; duras críticas

Berlusconi se suma a la ola de
recortes fiscales de Europa

Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia
La Nación, 26/05/10

Roma.- Tal como se preveía, presionado por las cuentas en rojo y una crisis económica cada vez más dramática para toda Europa, el gobierno de Silvio Berlusconi se vio obligado ayer a aprobar un agresivo plan de austeridad con el que apunta a reducir el déficit del Estado en 24.000 millones de euros en el bienio 2011-2012.

Similares a las que tomaron en las últimas semanas otros países de la zona euro, el ajuste prevé, entre otras medidas, el congelamiento de los salarios de los más de tres millones de empleados públicos que hay en Italia a partir de este mismo año y hasta 2013; el aumento de 60 a 65 años de la edad de jubilación de las mujeres, y la creación de un impuesto de 10 euros a los turistas que se alojen en Roma, iniciativa que provocó encendidas protestas de la federación de hoteleros.

Aprobada después de una jornada de tensas reuniones entre el ministro de Economía, Giulio Tremonti, con sindicatos y demás grupos, la denominada "maniobra" ahora deberá ser aprobada por el Parlamento. El texto prevé, entre otras medidas, recortes del 10% en los gastos de los ministerios.

También deberán ajustarse el cinturón los magistrados que tengan un ingreso de más de 80.000 euros al año, y sufrirán una reducción de entre el 5 y el 10% del salario los directivos de empresas públicas que ganen más de 90.000 euros al año.

Por otra parte, en medio de medidas para luchar contra la elevada evasión fiscal y la economía sumergida, de ahora en más no se podrán hacer pagos en efectivo que superen el techo de 5000 euros.

Los jubilados que reciben una pensión que excede al menos 13 veces la mínima se verán obligados a hacer una "contribución solidaria" consistente en el 10% de su retribución. Y se abre la posibilidad de cobrar peaje en las autopistas que rodean las ciudades, hasta ahora gratuitas.

"Se trata de sacrificios muy duros para evitar el riesgo de que podamos terminar como Grecia", explicó el subsecretario de la presidencia del gobierno y brazo derecho de Berlusconi, Gianni Letta.

"Es una maniobra extraordinaria, que nos impone Europa, así como a los otros países, de España a Portugal, de Francia y Gran Bretaña a Alemania", agregó.

Las palabras de Letta significaron un abrupto cambio de posición en el seno del gobierno de Berlusconi, que en los últimos dos años se caracterizó por las previsiones optimistas y la reiterada negación de la existencia de una crisis. "El ajuste da un mensaje claro: el Estado debe costar menos a los ciudadanos", dijo ayer, durante el consejo de ministros, Berlusconi, que explicará las medidas de austeridad hoy en una conferencia de prensa junto con Tremonti.

Como no podía ser de otra manera, la oposición y los sindicatos criticaron las draconianas medidas anunciadas. "Se les pide siempre a los trabajadores, públicos y privados, el grueso de los sacrificios; y no hay ninguna medida de apoyo a la ocupación y a las inversiones", denunció Guglielmo Epifani, secretario general de la Confederación General Italiana de los trabajadores, que no descartó una huelga.

"Es una maniobra insostenible por las recaídas que tendrá y por los servicios que las regiones deben prestar", clamó por su parte Pier Luigi Bersani, líder del Partido Democrático, el principal de la oposición.

El ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro disparó munición gruesa contra el Cavaliere : "Quien fracasa y quien dice mentiras se tiene que ir a casa. Berlusconi dijo que Italia no estaba en crisis y después dijo que ya la había superado, pero hoy estamos en la antesala de Grecia".

Y acusó: "Si queremos salvar al país, Berlusconi y su gobierno se deben ir a casa".