Estado español

El Estado español en la crisis europea

El fin del "estado de bienestar"

Por Sergio Martín
Desde Madrid
Para Socialismo o Barbarie, 29/07/10

La última crisis no solo se ha llevado por delante todos los postulados liberales, millones de puestos de trabajos y toda la frágil estructura económica del estado español, además ha terminado con el "estado del bienestar".

Pero, ¿Qué es el estado del bienestar? Se ha definido de muchas maneras, los sociólogos lo suelen definir como un fenómeno de las sociedades modernas, el compromiso del estado de cubrir las necesidades de la población.

Ahora completo esa definición adaptándola a la historia española (pues como el materialismo histórico nos ha enseñado, debemos estudiar nuestra historia, para estudiar el presente).

En España el "estado de bienestar" apareció con la misión de ayudar a las clases más desprotegidas, asalariados sin poder ni capital, es así como nos vendieron los partidos progresistas o "socialistas"(PSOE), en la redacción de la constitución de 1978.

Nuestro "estado de bienestar" a partir de su base, la seguridad social, se centró en resolver las "imperfecciones" del sistema capitalista, hasta la llegada del gobierno sus ayudas se basaban en sistemas de protección a los desempleados, y políticas de educación pública.

La llegada del PSOE debía de haber significado el progreso en estas medidas que nos debían de acercar a los países de Europa central, pero para entonces, el PSOE había dejado de pensar en los trabajadores en la base de la que fue su aparición, así como las medidas que se iban dando no significaban grandes pasos adelante.

Una crisis, provocó que subiera al poder un partido de derechas (con cierto legado de la dictadura que provocó nuestro retraso respecto a muchos países de Europa), sus medidas se basaron en el despido más barato, disminución de los impuestos a las rentas altas, privatización de la sanidad y de la educación. Tras 8 años de infierno para la clase trabajadora, con un gran saldo: la mayor huelga general acontecida en España (hasta ahora) y la intrusión en una guerra que no nos pertenecía con muertos tanto combatientes como civiles.

Al llegar el actual gobierno era joven, parecía traer ideas renovadas, propuestas como legalización de los matrimonios homosexuales (la cual si consiguió llevar adelante), y ayudas en los ámbitos sociales.

Se propuso el Gobierno leyes de ayuda como la de la dependencia, ayudas a las familias que tuvieran hijos, la regularización de los millones de inmigrantes y la mejora de las condiciones en las que se encontraban (explotados en los trabajos más duros y con sueldos bajísimos), querían introducir la escolarización gratuita en las guarderías, la igualdad de la mujer y el hombre, la lucha contra la violencia de género (gracias a un supuesto incremento de los servicios con la creación de un Ministerio).

Todo parecía bueno, pero en alguna esquina entre el balcón donde celebró Zapatero su primera victoria, posteriormente la segunda, y la Moncloa, estas medidas se fueron perdiendo entre una neblina de principios de ley que las suavizaban hasta su transparencia total.

La segunda legislatura comenzó con el temible cheque de los 400 euros, sería así un vaticinio de la crisis que había comenzado a gestarse en los grandes capitales, los bancos empezaban a poner trabas a los créditos de la clase trabajadora, las hipotecas eran insostenibles y las prejubilaciones estaban basadas en un sistema calculado con la teoría económica del despido más barato y con menor coste para el estado y la empresa. Y todo estalló con la crisis mundial, el efecto dominó cayó sobre la población española endeudada más que nunca, los empresarios se dedicaban a sanear sus empresas mediante la sutil táctica del despido, los bancos congelaban los créditos y para colmo el gobierno intentaba engañarnos con la terminología económica de estancamiento, mientras nos hundíamos en la recesión y en la crisis mundial, la mayor de la historia del país y de la historia del mundo.

Las medidas llegaron tarde y mal, se dio dinero a los sectores que habían provocado esta crisis, se salvaron bancos sin condiciones previas, los gestores de los bancos siguieron sin dar créditos y utilizaron ese dinero del Estado (el dinero de los trabajadores de este estado) para mejorar el margen de beneficios a final de año.

Y como una bomba empujada por un mechero, llegó la U.E para exigir (no recomendar) al gobierno de España, unas medidas, dadas a todos los países como si se trataran en todos los casos de una enfermedad idéntica con un mismo tratamiento. Este tratamiento fueron las medidas llamadas de austeridad (en otro siglo serían denominadas por los teóricos socialistas: como medidas para la sustentación de la burguesía y los grandes capitales a base de exprimir los derechos de las clases trabajadoras).

Las consecuencias de las medidas han sido nefastas, la política de ahorro a socavado la crisis de la demanda interna, el paro no ha bajado excepto el estacional, y los trabajadores se ven traicionados por los sindicatos del gobierno que firmaron pactos hace varios años donde dejaron en mano de las empresas el futuro de sus compañeros. Las ayudas para la educación, la sanidad, y el desempleo han disminuido, las oposiciones a trabajadores del estado no existen, lo que significa el deterioro parcial de las instituciones públicas, se está provocando un principio de marginalidad de zonas geográficas.

Parece ser que los trabajadores tras varios años dormidos, han despertado de este letargo y al ver como les quitan derechos y privilegios por los que lucharon, están reaccionando.

Debemos (y me incluyo) al menos recuperar "el estado de bienestar" por el que lucharon nuestros padres, abuelos y hermanos. Utilizo el término al menos porque la solución real, la que acabaría con esta patraña, sería la destrucción del capitalismo y así acabar con su agonía. Pues el verdadero "estado del bienestar", no puede venir desde una forma económica que se basa en desigualdad social.