Estado español

Reforma laboral del gobierno “socialista” a la medida de los capitalistas

Vendidos al peor postor

Por Sergio Martín
Desde Madrid
Para Socialismo o Barbarie, 03/08/10

Mientras el Presidente Zapatero se felicitaba por haber sacado la reforma del trabajo adelante, muchos parados, jóvenes y trabajadores, pensaban en sus casas: “nos vendió”.

De nuevo se impuso en las negociaciones el poder de los empresarios, lo consiguieron, lloraron al gobierno que necesitaban una reforma laboral, su ansiada facilidad para despedir a los trabajadores, como si de maquinas obsoletas se tratara. Todo esto a lo que llaman empresarios y ciertos economistas “flexibilización del trabajo”.

Pero antes de nada pongamos sobre la mesa, los puntos más importantes, de este decretazo, apoyado exclusivamente por CIU y PNV, en busca de intereses electorales.

El primer punto, uno de los más incoherentes, es la subvención del despido; me explico,  si un empleado con un contrato indefinido es despedido de forma improcedente, la empresa solo deberá de pagar la indemnización equivalente a 25 días y los restantes 8 días los pagará el Estado por medio de el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA). Esto implica no solo el apoyo del Estado al despido del trabajador, además provocará un aumento de los despidos improcedentes, puesto que a la hora de cuadrar cuentas, los empresarios preferirán despedir a buscar alternativas (muy común en el empresariado español, el cual nunca ha pensado la formación como  futuro aliciente de la productividad).

El segundo punto, en combinación con el primero,  por el cual el empresario solo deberá acreditar pérdidas como justificación de los despidos objetivos. Según dice el texto, cuando “de los resultados de las empresas se desprenda una situación negativa” se podrá justificar el despido objetivo.  Si bien es cierto que se mantiene la tutela judicial efectiva, aunque los jueces se basan en la ley, una ley que ahora aboga por el despido y que utiliza al trabajador como mula de carga, que con su trabajo paga por los fallos del mercado y de los empresarios, los cuales todavía no han asumido culpa, sin embargo siguen recibiendo subvenciones y apoyo por parte del gobierno.

El tercero, la reforma no tendrá carácter retroactivo. Significa que aquellos trabajadores los cuales tenían un contrato indefinido antes de la reforma no se verán afectados por la reforma. Esta media puede parecer en un principio positiva, pero tras la manta dorada, hay una mancha. La mancha que llevará a los futuros trabajadores (parados y estudiantes), a pagar por el atropello de esta reforma contra los derechos del trabajador. Está claro, el gobierno ha pensado que con este carácter retroactivo tendrían a las masas con trabajo lejos de la confrontación y de las futuras huelgas, por tanto solo debería reprimir a los futuros trabajadores.

Por ello todos debemos estar unidos, no diferenciar entre unos y otros según como nos afectará la reforma, porque perder  la batalla de la reforma del trabajo, será hipotecar el futuro de la clase trabajadora.

Por último la cuestión de los contratos temporales y las famosas ETTs (Empresas de Trabajo Temporal). Han utilizado un arma de doble filo, mientras por un lado “endurecían” la contratación de trabajo temporal, aumentando de 8 a 12 días la indemnización por la finalización del  trabajo, que aumentará progresivamente cada año. Con esto los trabajadores deberían estar anestesiados, eso han pensado en el Gobierno, así han levantado la veda de la destrucción del trabajo público, pues se ha concedido a las ETTS la posibilidad de operar dentro de este sector, es decir, ha vendido el trabajo más seguro sobre el que ya había empezado a caer con toda fuerza las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea.

No debemos dejar al gobierno que venda el futuro de la clase trabajadora a sus vínculos empresariales.

Con esta reforma subvenciona y abarata el despido, incita al crecimiento de uno de los grandes males de nuestro mercado laboral, la temporalidad. Pero esto no es lo único, todos estos meses los han pasado diciendo que esta reforma la estaban negociando con sindicatos y empresas por medio del “dialogo social”, otro engaño más, el gobierno ha pactado con las empresas y mientras ha mantenido al margen a los sindicatos repartiéndoles migajas insignificantes de la reforma laboral.

Y no contento el Gobierno con provocar el desgaste de la clase trabajadora, ha utilizado el verano, como salvoconducto para introducir y aprobar esta reforma.

Por ello en la huelga general de septiembre, los trabajadores y futuros trabajadores debemos  ser un bloque, debemos dirigirnos a la consecución de las mejoras que desde hace décadas faltan por conseguir en España.

Mejoras como la eliminación del concepto español de flexibilización el trabajo, e inclusión del concepto escandinavo.

Por otro lado se debe de conseguir un aumento en la inclusión de los trabajadores en las decisiones de la empresa, a través de los sindicatos, ¿Por qué ha de pagar el trabajador por algo en lo que no  ha intervenido?

Dirigirnos hacia un aumento progresivo de las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de las empresas, a su vez controlar que estas no sean cargadas en el contrato del trabajador.

El gobierno en contra de lo que digan los centristas europeos, deberá aumentar el gasto social y el trabajo estatal, pues al margen del mercado es este el único mercado laboral que se puede controlar. Y gracias a esta crisis se ha demostrado que se debe de controlar la economía, pues los ciclos de la economía tendrán reflejo más inmediato en el mercado laboral.

Deben los trabajadores luchar por una idea única  y no permitir que los distintos gobiernos los vendan como si de mercancía se tratase (¡Marx tendría entonces razón!), según la situación en la que se encuentre el país.

Sin un progreso social, no habrá progreso ninguno en la economía nacional.