Francia

Un empleado de France Télécom reabre la crisis
de los suicidios al quemarse a lo bonzo

Por Antonio Jiménez Barca
Desde París
El País, 26/04/11

El Gobierno tuvo que tomar medidas en 2009 tras quitarse la vida 44 trabajadores en año y medio por las condiciones de explotación en la empresa

Un empleado de France Télécom se ha quemado a lo bonzo hoy, en el aparcamiento al aire libre que se encuentra a la salida de su empresa, en Mérignac, en las afueras de Burdeos (Gironde), reabriendo de golpe la crisis de los suicidios que sacudió a esta compañía de telecomunicaciones (y a toda Francia) en el otoño de 2009. Entonces, el Gobierno de Nicolas Sarkozy obligó a la dirección de France Télécom a reaccionar ante una estadística espeluznante: 44 suicidios en un año y medio, la mayoría en el lugar donde trabajaban.

Los sindicatos relacionaron los suicidios con las estresantes condiciones de trabajo, con los traslados fulminantes que debían encarar los trabajadores por la reestructuración de la empresa y con la presión incesante de los jefes sobre los empleados a fin de cumplir determinados objetivos comerciales. También con los cambios de destino que de un día a otro, por ejemplo, colocaban a un operario experto en tender cables en la calle a atender averías por teléfono.

Poco se sabe aún del empleado que se ha quemado hoy: tenía 57 años y, según varios compañeros, llevaba muchos de ellos trabajando en la empresa. "Burdeos es una de las zonas en las que más ha existido lo que nosotros llamamos la violencia social de la empresa, y este trabajador había confesado a sus compañeros que se sentía afectado", explicaba hoy en la cadena de Televisión i–Télé el sindicalista Sebastien Crozier.

Un informe de la inspección de Trabajo confirmó en 2010 que las intenciones de la empresa, con su terminante e incesante política de traslados y cambios de actividad, era minar la moral y suprimir 22.000 puestos de trabajo, la mayoría funcionarios, de los 100.000 con que cuenta France Télécom.

La oleada creciente de suicidios, las críticas de los sindicatos, la descripción de las condiciones de trabajo y su repercusión mediática tuvo efectos en la cúpula de la empresa: en noviembre de 2009 dimitió el número dos de la empresa, Louis Wenès,considerado por los trabajadores el responsable de la deriva estresante de la compañía. Pocos meses después, en febrero de 2010, el presidente ejecutivo del grupo, Didier Lombard, dejaba también el cargo. La nueva cabeza visible de la compañía, Stéphane Richard, presionado por el Gobierno (el Estado regenta el 26% de las acciones) decidió modificar las condiciones de trabajo.

Esto no ha bastado, según los sindicatos, que aseguran que en 2010 se han suicidado 25 trabajadores. "Esta violencia social se paró con Richard. Pero pasará mucho tiempo hasta que se reconstruya la empresa por completo. La anterior etapa ha dejado huellas en los trabajadores y lo que ha pasado hoy es una prueba", explica el sindicalista Crozier.


France Telecom paga a los ejecutivos según los trabajadores que dejan la empresa

Revelan la política de presión sobre la plantilla
tras el suicidio de 25 empleados

El País, 19/11/09

París.– La resaca de la ola de suicidios que ha sacudido a la plantilla de France Télécom y que ha llevado al propio presidente de la República, Nicolas Sarkozy, a abrir una investigación sobre el asunto, está arrojando algo de luz sobre las presiones a las que estaban sometidos los trabajadores. De hecho, según revela la edición española de la revista Vanity Fair, la dirección de la compañía de telecomunicaciones renumeraba a los ejecutivos en función de la cantidad de empleados que abandonaban la empresa. En concreto, entre un 15 y un 40% del sueldo de los directivos dependía de que consiguieran un objetivo: incitar a un mínimo de 22.000 trabajadores a abandonar la compañía.

El artículo, en el que se recogen numerosos testimonios de los propios trabajadores en los que se llega a recordar cómo se quitaron la vida 25 compañeros en un año y titulado “Suicídise, s'il vous plaît”, señala que la forma de instar a los empleados a abandonar la empresa pasaban por estresantes métodos de trabajo y organización, en los que no se excluía los ataques personales y dejar en ridículo a los que menos ventas lograban, así como constantes cambios de ubicación y departamento. Y apunta a un responsable último: Olivier Barberot, director del departamento de recursos humanos de France Télécom, que a partir de 2002 puso en marcha un proyecto en el que llamaba a los trabajadores "a tomar las riendas de su futuro profesional mediante la creación de una empresa en el exterior".

Durante la vigencia del programa, suspendido a finales de 2008 y que un directivo de la empresa ha llegado a calificar a la revista como "la caza del hombre", se han suprimido 30.000 puestos de trabajo "invitando a que los trabajadores se vayan" sin ninguna negociación con los sindicatos ni acuerdo con los trabajadores, explica esta fuente anónima. Aunque el artículo también añade algunos nombres del grupo directivo como Sébastien Croizier: "Todos los jefes tienen entre sus objetivos la reducción de personal. Si no lo consiguen, no obtienen la parte variable de su sueldo. No es una prima, forma parte de su trabajo".