Francia

Presidenciales del 22 de abril

Elecciones en medio de la crisis

Por Flor Beltrán
Desde París para Socialismo o Barbarie, 14/03/2012

En Francia se realizarán las elecciones presidenciales el 22 de abril próximo. Desde hace unas cuántas semanas los candidatos van a las fábricas en conflicto. En las anteriores elecciones eran más bien los candidatos de extrema izquierda los que aparecían en las huelgas.

Los trabajadores de ArcelorMittal, Petroplus, PSA, Lejaby, Photowatt, etc. recibieron las visitas de los candidatos. Incluso Sarkosy, el actual presidente de derecha, fue a la siderúrgica ArcelorMittal y prometió que no sería cerrada. ¿Quién le puede creer?

El candidato “socialista” a la pesca de votos en Arcelor Mittal

Ya sabemos que después de la elección presidencial los despidos se acelerarán. Desde el año 2009, 900 empresas han cerrado y se perdieron 100.000 puestos de trabajo en la industria. ¡Y sólo en 2011, desaparecieron más de 20 mil empleos en general por trimestre! El ministro del Trabajo “presiona” para que las empresas aguanten los despidos hasta después de las elecciones.[1] ¡Todos recuerdan que el hábil Sarkosy había ganado las elecciones con el slogan “Trabajar más, para ganar más”!

Pero el eje de campaña preferido de Sarkosy es atacar a la inmigración, dando a entender que son los extranjeros los que viven de las ayudas sociales. Es que ha elegido disputar el electorado de extrema derecha de Marine Le Pen, que se ha mantenido con 17% en los sondeos.

Sarko también recorrió las fábricas, como si su gobierno no tuviese nada que ver con cierres
y despidos: aquí en la empresa en bancarrota PhotoWatt, fabricante de paneles solares

Sarkosy, en sus últimas declaraciones, se presenta también como “proteccionista” frente a la crisis para demarcarse ahora de la Unión Europea, cuando sabemos que ha seguido a la Merkel de Alemania como un perrito faldero. E incluso llega a amenazar con cerrar las fronteras a la inmigración de otros países de la UE, denunciando el pacto europeo de Schengen que permite la libre circulación. Se justifica diciendo que las fronteras de Europa no están bien vigiladas, pero claramente da a entender que sería bueno impedir que españoles, griegos e italianos vengan a trabajar a Francia...

François Hollande, otro neoliberal al gobierno

El candidato del Partido Socialista, Hollande, ganaría las elecciones, como producto de la alternancia centro-derecha/centro-“izquierda” y el mecanismo de “voto castigo” al partido que está en el gobierno. Pero ahora hay noticias de que Sarko podría aventajarlo en la primera vuelta, como consecuencia de su demagogia proteccionista y “anti-Unión Europea”. Todo esto indica que aún no hay, por lo menos a nivel electoral, una gran radicalización política.

Es que el eventual triunfo del PS no indica tampoco cambios de fondo. De no ser por los conocidos escándalos, el candidato “socialista” hubiera sido Strauss-Kahn, director del FMI. Hollande llevará adelante la misma política neoliberal como han hecho además los anteriores gobiernos del PS. Ahora trata de engañar diciendo que va aumentar los impuestos a los ricos... pero, contradictoriamente, en otra intervención posterior tranquiliza a los inversores sobre sus ganancias.

Se muestra crítico de la política de la Unión Europea, pero al final hará lo mismo que Zapatero y Papandreu: continuar los planes neoliberales de la UE, aunque la derecha europea no lo vea hoy con muy buenos ojos.

Los otros candidatos del sistema

Lo nuevo es que además de la extrema derecha, que tradicionalmente gira alrededor del 16%, han aparecido otros candidatos con cierta influencia como Bayrou, de centro derecha, con 13% en los sondeos.

Está también Mélenchon, que llegaría al 10%. Es el candidato “antineoliberal” del Front de Gauche (Frente de Izquierda) integrado principalmente por el PdG (Parti de Gauche) y el PCF. Renegado del trotskismo y hoy hombre de la masonería francesa, fue ministro, senador y profesional del PS durante largos años. Este señor ha logrado acaparar el electorado de la extrema izquierda con una hábil campaña de “unidad”. Para ello aprovechó las debilidades de la política del NPA, el partido que surgió de la LCR trotskista.[2]

Además de ganar un sector de votantes de viejos socialistas y comunistas, Mélenchon logró su objetivo de ocupar el espacio electoral del trotskismo, que en anteriores elecciones había llegado al 8% para sus dos partidos principales, la Liga Comunista Revolucionaria y Lutte Ouvrière.

Poutou, el candidato obrero

El NPA, Nuevo Partido Anticapitalista, logró presentar la candidatura de Phillipe Poutou, dirigente obrero de la industria del automóvil. Los militantes tuvieron que recoger 500 firmas de alcaldes, viajando de pueblo en pueblo. Se trataba de convencer a estos “elegidos”, en su mayoría de derecha, para que apoyen la candidatura obrera por conciencia democrática. Es una victoria importante porque una fuerte ala derecha del NPA, afín a Mélechon, está en contra de la candidatura obrera independiente, llegando a sabotearla directamente en los medios burgueses. Prefieren apoyar al “antineoliberal” Front de Gauche. Asimismo, Lutte Ouvrière también logró presentar su candidato, Nathalie Artaud.

La “extrema izquierda” ha logrado presentarse, pero va dividida. Otro problema es que ambos candidatos, en sus apariciones en la televisión y la prensa, hacen una campaña abstracta sobre los problemas que enfrenta la clase trabajadora y las experiencias de sus luchas, especialmente las de septiembre/octubre del 2010, cuando se movilizaron grandes sectores obreros y juveniles y se estuvo al borde de una huelga general indefinida. No denuncian a la burocracia sindical como la culpable de la derrota, ni proponen una recomposición antiburocrática del movimiento obrero.

Poutou va a las fábricas en conflicto y llama a la “convergencia de las luchas”. Pero esos llamados quedan abstractos, porque no marca a los que impiden esa “convergencia” dividendo y entregando cada pelea.

La clase obrera pesa en la campaña

A pesar de haber perdido muchos de sus bastiones históricos por el desmantelamiento de la industria, las luchas de la clase obrera siguen presentes en la campaña. Porque desde hace años los trabajadores resisten. Y si bien la gran lucha del 2010 fue derrotada, Francia tiene presente que fueron los obreros de las refinerías los que casi paralizaron el país, y que los de Grand Puits resistieron en aquel momento hasta el final del movimiento. Y todos los días siguen resistiendo en otras fábricas, como explicamos al principio. Por eso todos los candidatos –¡hasta Sarkosy!– tienen que tomarlos en cuenta en la campaña.


Notas:

1.- « Bertrand ferait pression pour décaler les licenciements », Le Figaro, 16/02/12.

2.- Sobre este tema ver “Francia: la crisis del Nuevo Partido Anticapitalista”, en www.socialismo-o-barbarie.org/revista_26/120228_revista_sob26_p173_francia_npa.pdf