Haití

En emergencia

ALAI, América Latina en Movimiento (*), 09/04/08

Haití vive una tensa situación. Hoy, en Puerto Príncipe, continúan las protestas contra el alto costo de la vida y la presencia de los soldados de la ONU. Las manifestaciones se iniciaron la semana pasada en varias ciudades del país, dejando un saldo de cinco muertos y decenas de heridos. Ayer, manifestantes intentaron derribar la barrera principal del Palacio nacional en Puerto Príncipe siendo repelidos por los soldados de la ONU.

Las protestas que se iniciaron pacíficamente en la sureña ciudad de Les Cayes para reclamar por el alto costo de la vida han devenido en una confusa y caótica situación en la que están presentes robos, asaltos y saqueos.

El principal lugar público y centro administrativo de Puerto Príncipe, conocido como Champ de Mars, ayer fue el teatro de innumerables actos de violencia cuando millares de manifestantes tomaron posesión de estas áreas. En las primeras horas de la mañana, grupos de manifestantes intentaron, con ayuda de un gran cubo de hierro, derribar la barrera principal del Palacio nacional. Los soldados de la ONU utilizaron la fuerza para frustrar las intenciones de los manifestantes.

El fotoperiodista Jean–Jacques Augustin, del diario Le Matin, y el fotógrafo de prensa, Mackenzie Blanc, fueron heridos de bala, cuando cubrían los acontecimientos.

Frente al Palacio Nacional, se registraron varios enfrentamientos con los cascos azules. Los manifestantes lanzaron piedras en dirección de los soldados de la ONU que formaron un cordón de seguridad alrededor de la sede de la Presidencia. Los soldados de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) respondieron con tiros de armas automáticas y gas lacrimógeno.

Además de las reivindicaciones contra el incremento del costo de la vida, los manifestantes piden el regreso del ex Presidente Bertrand Aristide, actualmente exiliado en Sudáfrica, y rechazan la presencia de la Minustah. En Petit–Goâve (Sur), los manifestantes prendieron fuego a una base de la Minustah, según corresponsales de prensa. En estos enfrentamientos varias personas fueron heridas de bala.

Nueve mil soldados de la Minustah se encuentran desplegados en el país desde 2004. Organizaciones de la sociedad civil y de mujeres han denunciado que los militares enviados por la ONU, en lugar de contribuir a la paz y a solucionar los graves problemas sociales, se han visto involucrados en abusos sexuales a mujeres y menores, sin que los culpables hayan sido sancionados.

Las movilizaciones también se dirigen contra la incapacidad del actual gobierno de René Preval para combatir la carestía de la vida, la miseria y el desempleo que afectan al pueblo.

Crisis alimentaria

Las manifestaciones se iniciaron la semana pasada en la ciudad de Les Cayes (sur), la ciudad de Gonaives (norte) y en Puerto Príncipe, donde la gente se lanzó a las calles para protestar contra el alto costo de los alimentos. También pedían la dimisión del gobierno presidido por René Preval.

En Les Cayes hubo tres muertos, nueve heridos y varios detenidos. Las fuerzas militares de la ONU dispararon contra la población, según ellas, en respuesta a ataques con armas de fuego.

El Primer Ministro, Jacques Edouard Alexis, reconoció que los ciudadanos tienen el derecho de expresar su rechazo al incremento del costo de la vida, sin embargo, señaló que quienes prendieron la primera llama del movimiento fueron los traficantes de droga y contrabandistas.

Tras admitir posibles infiltraciones en el conflicto en curso, sectores de derechos humanos criticaron el laxismo de las autoridades que, más allá de las promesas aún no cumplidas, no adoptaron ninguna medida inmediata para prevenir el deterioro de la situación global del país.

El detonante de la situación actual es la acelerada subida de los bienes esenciales de consumo como consecuencia de un nuevo aumento de los precios del petróleo a finales de marzo de 2008 y de los deslaves y de las inundaciones.

Sectores de la sociedad civil han señalado que la liberalización del comercio impuesta a Haití, en el marco del acuerdo firmado con el FMI y el Banco Mundial, ha venido a agravar la situación. El paquete de ayuda ofrecido al Gobierno estaba condicionado a la liberalización del comercio y éste no tenía otra elección que abrir su economía y aceptar las reformas políticas propuestas.

“En Haití, los resultados de la reducción de los derechos de aduana sobre los productos agrícolas han sido catastróficos. El aumento de las importaciones de productos alimenticios fue tan espectacular que Haití importa actualmente más productos alimenticios que cualquier otro producto. Mientras que anteriormente Haití era autosuficiente y satisfacía las necesidades alimentarias de su población, actualmente utiliza alrededor de 80 % de sus ingresos de las exportaciones solamente para pagar importaciones de productos alimenticios”, señala un documento elaborado por Christian Aid sobre la liberalización agrícola de Haití.

Haití es uno de los países más pobres del mundo. El 80 por ciento de su población vive con menos de dos dólares por día, y se ubica en el puesto 150 de 177 en el Índice de Desarrollo Humano que es medido por Naciones Unidas.


(*) Con información de AlterPresse.


Crecen las protestas en Haití por el alto costo de la vida

La Haine, 09/04/08

La sublevación, que comenzó el viernes, ya lleva 5 muertos y varios heridos. El levantamiento es contra el alza de precios y contra la MINUSTAH. Hay bien documentados 114 casos de violaciones, por lo menos, y la población vive aterrorizada. Además de la noticia enviada por amigos de La Haine, ofrecemos un despacho de agencias (L.H.)

Puerto Príncipe, 9 abr.– La inusitada violencia policial y de la MINUSTAH registrada en Haití desde hace una semana, ante las manifestaciones y reclamos populares, no consigue atraer la atención de la prensa occidental.

Las protestas se iniciaron el pasado 2 de abril, cuando cientos de haitianos salieron a las calles en el sureño puerto de Les Cayes y luego se extendieron a otras ciudades y la capital Puerto Príncipe, donde este miércoles la tensión continúa subiendo.

El diario dominicano Listín Digital reportó que "Fuerzas de Paz" de la ONU dispersaron con balas de caucho y gases lacrimógenos a la multitud congregada frente al Palacio Presidencial en Puerto Príncipe, aunque otras fuentes aseguran que se usaron balas de plomo, ya que hasta ahora se han contabilizado cinco muertos.

También hubo decenas de heridos por la violenta represión a las revueltas protagonizadas por los manifestantes en contra del alto costo de los productos alimenticios, de acuerdo con el reporte periodístico.

Lo que en principio fueron reclamos pacíficos por el alto costo de la vida y el aumento de los precios de los artículos de primera necesidad, devino incendios y saqueos ante la represión y la falta de respuesta de las autoridades.

Procedentes de todos los barrios de la capital, grupos de manifestantes asaltaron almacenes y tiendas de lujo, oficinas públicas, restaurantes, estaciones de servicio en todas las regiones del área metropolitana: Champ–de–Mars, Delmas, Pétion–Ville, Frères...

El gobierno, en una maniobra reiterada cada vez que hay disturbios, dice que elementos relacionados con el narcotráfico y contrabandistas se han infiltrado en las protestas, por lo que reclamó el apoyo de las fuerzas de la eufemística Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH).

Los precios de los alimentos, que han aumentado en promedio 40 por ciento desde mediados de 2007, han provocado reacciones de violencia en Haití, uno de los países más pobres del mundo. Según diversos estudios de organismos internacionales, los haitianos en las mejores épocas tiene grandes dificultades para comer a diario y ante la actual situación ni siquiera pueden ingerir una ración de alimentos al día.

El reporte del periódico dominicano destacó que los haitianos más desesperados han llegado a depender de un común paliativo de galletas de barro, aceite vegetal y sal.

Salen a relucir ahora los incumplimientos de los compromisos de donantes y demás factores en relación con Haití, donde la comunidad imperialista internacional reforzó su presencia desde el secuestro y expulsión del ex presidente Jean Bertrand Aristide, el 29 de febrero de 2004.

En el contexto de las protestas, Brasil, que dirige el ejército multinacional responsable de asesinatos y violaciones, anunció una donación de 14 toneladas de alimentos "en respuesta al pedido del gobierno haitiano de asistencia humanitaria alimentaria".

Haití, donde 80 por ciento de la población vive con menos de dos dólares diarios, se ubica en el puesto 150 de 177 países a quienes la ONU mide el índice de Desarrollo Humano.


Reclamamos enérgicamente la salida inmediata de las fuerzas de ocupación de la MINUSTAH

Exigimos una investigación independiente y castigo
para los responsables de los asesinatos

Por Aníbal Quijano y Ana Esther Ceceña
La Haine, 10/04/08

El pueblo de Haití ha salido a las calles: sus calles, y lo ha hecho para defender su vida. Ha salido a protestar porque los alimentos básicos han triplicado su precio desde noviembre de 2007 aumentando dramáticamente los problemas de hambre, desnutrición y satisfacción de las necesidades elementales de la población, sin que el gobierno tome ninguna medida para evitarlo o contrarrestarlo.

Las políticas neoliberales impuestas por Washington y los organismos internacionales han llevado a Haití a una situación dramática caracterizada por la pérdida de su soberanía alimentaria, por la destrucción de la economía campesina y del potencial agrícola del país, a la desnutrición del 45 % de los niños menores de 5 años y causaron pérdidas masivas de empleo estimadas en 800 mil trabajadores del campo. Son estas políticas las que han conducido a la actual situación de emergencia.

Pero el pueblo de Haití ha salido también a protestar por la presencia y atropellos de la llamada Misión de Paz (MINUSTAH), que desde junio de 2004 ocupa su territorio. A exigir la salida de los 7 080 cascos azules que la conforman (1211 de Brasil, 1147 de Uruguay, 562 de Argentina, 502 de Chile, 114 de Guatemala en diciembre 2007), y que violan los derechos humanos con total y escandalosa impunidad, en flagrante contradicción con el mandato definido por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le atribuye la tarea de impulsar el respeto a los derechos humanos y reforzar el sistema judicial.

La propia MINUSTAH ha tenido que repatriar recientemente a 114 soldados de Sri Lanka por encontrarlos culpables de abuso sexual y violaciones de mujeres y niñas en varias regiones del país.

Paradójicamente, el presupuesto anual de esta Misión asciende a 535 millones de dólares, el 9 % del PIB del país, mientras la población carece de lo más elemental.

La situación, hoy, es de emergencia. Los gases lacrimógenos son lanzados contra la población indiscriminadamente. El número de muertos es incierto pero está confirmado que 3 de ellos fueron ultimados por las fuerzas uruguayas integrantes de la MINUSTAH.

No podemos aceptar la actuación de cascos azules en Haití como fuerza de represión, matando a manifestantes que reclaman el derecho a la vida y la alimentación básica.

Exigimos una investigación independiente y castigo para los responsables de los asesinatos.

Llamamos a vigilar que la repatriación de los 114 soldados de Sri Lanka no signifique su exoneración. Que la repatriación no se convierta en una comedia de impunidad.

Los pueblos de nuestro continente no pueden aceptar que el dinero de los ciudadanos sea usado para sostener ejércitos de ocupación en países hermanos. La presencia que requiere Haití es la de la ayuda solidaria: brigadas de alfabetización, de salud, de cooperación agrícola. Brigadas de atención sicológica a la población atemorizada por la actuación de las fuerzas de la MINUSTAH.

Reclamamos enérgicamente la salida inmediata de las fuerzas de ocupación de la MINUSTAH de Haití y nos solidarizamos con la lucha del pueblo haitiano por recuperar sus condiciones de vida y de autodeterminación.