Cine y revolución

“El Capital” al cine

Noticias de la Antigüedad ideológica,
Arqueología de un film

Por Jorge Terracota
Para Socialismo o Barbarie, 11/11/11

¿A  quien se le pudo ocurrir filmar El Capital?, por supuesto… al genial S. Einsentein,  sueño que ocho décadas después realizara el cineasta de vanguardia Alexander Kluge y que se acaba de exhibir en Buenos Aires, nos propone analizar las intimas relaciones del cine y la revolución durante el ultimo siglo.

Durante el mes de agosto en el pequeño auditorio de la fundación proa se repuso el film “Noticias de la Antigüedad ideológica” de  Alexander Kluge(*).

El director de la generación del “nuevo cine alemán” consagro el sueño más faraónico  de Sergei Eisenstein (**)… adaptar al cine El capital de Carlos Marx. En 1928 en vísperas del estreno de Oktubre el genial  cineasta soviético expresaba su deseo de llevar al cine esta descarnada tomografía del sistema capitalista, afirma en sus apuntes "Está decidido filmar El capital, según Karl Marx. Es la única alternativa formal posible". Pero el avance de la reacción estalinista empezaba a clavar sus espuelas en el movimiento cultural y Eisenstein como gran parte de la intelectualidad soviética  tuvo que acomodarse el traje del “realismo socialista” una singular concepción de hacer arte bajo el látigo de la burocracia.

Tras pasarse una década sin estrenar ninguna película, en 1938 Eisenstein volvió a rodar otra obra maestra con el relato épico del príncipe Alexander Nevsky. Durante ese período el cineasta trabajó en la formulación de sus teorías del montaje cinematográfico, influenciado por sus contactos con directores extranjeros y espoleado por los nuevos horizontes que abría la llegada del cine sonoro. Eisenstein tenía que enfocar el proyecto de Alexander Nevski con enorme cuidado ya que había pasado a ser una persona non grata para el aparato político. Tras ser obligado a realizar un ejercicio de cierta autocrítica ante el partido, el autor de El acorazado Potemkin concibió el proyecto encomendado como una película de exaltación patriótica del pueblo soviético, sin entrar en ningún tipo de crítica interna. Así, (haciendo alarde de una notable cintura pugilística) Eisenstein propone una epopeya popular destinada a despertar en las masas soviéticas un sentimiento patriótico contra la amenaza de la Alemania de Hitler. Planteó Alexander Nevski como una gran película épica, como un gran espectáculo dirigido al mayor número de espectadores posible. En el sustrato de la narración era fácil adivinar el intento de concienciar a las masas sobre la necesidad de defender el país ante la posibilidad de una invasión por parte de huestes extranjeras. De este modo, satisfacía por igual la necesidades políticas y las creativas.

Tuvieron que pasar 80 años para  que el sueño de Eisenstein se hiciera realidad, Noticias de la Antigüedad Ideológica fue una serie televisiva de casi diez horas de duración, que Kluge redujo a ochenta y tres minutos para presentar el filme en el festival de Moscú. En la película se ven memorables imágenes —como una escena de la ópera Al gran sole carico d`amore, de Luigi Nono—, secuencias de películas mudas de Eisenstein, se leen fragmentos de El Capital, se exhiben fotos del crac de la Bolsa de Nueva York y se realiza una visita al mausoleo de Karl Marx, que está en un cementerio de Londres, y asimismo a su verdadera tumba, que se encuentra casi perdida en la misma necrópolis. La dosis de humor (ironía) la proporciona el obrero desocupado Helge Schneider, que está asistiendo a un seminario de marxismo. Entre las  ocurrencias de Schneider le llega a consultar a Kluge si existe algún tipo de parentesco entre el autor de El Capital y Los Hermanos Marx.

El nacimiento del cine es contemporáneo de la revolución rusa y  en esta el arte alcanza un altísimo nivel de desarrollo, en esos tiempos y en medio del fragor de la revolución L.Trotski (***): Dirá que "en este campo [el del arte y la educación], el instrumento mas importante, el que supera de lejos a todos los demás es, sin duda, el cine. Esta  invención desconcertante en materia de espectáculos ha entrado en la vida de los hombres con una rapidez fulminante. En las ciudades capitalistas el cine forma parte de la vida corriente, en la misma medida que el baño, la taberna, la iglesia y otras instituciones más o menos útiles y recomendables. La pasión del cine se basa en el deseo de distraerse, de ver algo nuevo, inédito, de reír y hasta de llorar, no sobre la propia suerte sino sobre la de otro. El cine ofrece una satisfacción óptica totalmente viva e inmediata a todas esas necesidades sin exigir nada del espectador, ni siquiera la capacidad de leer. De ahí la afición y la gratitud del espectador hacia el cine, fuente inagotable de impresiones y de sensaciones. He ahí el punto, no solamente el punto, sino la vasta superficie donde pueden comenzarse los esfuerzos en vista a la educación socialista."

El Capital llega a la pantalla para ayudarnos a comprender la actual debacle del capitalismo que despierta y sacude a las masas, esta vez el espectro recorre el mundo (“Filmé El Capital para defender a nuestros chicos de la catástrofe” declara Kluge en un reportaje). Y posee la respuesta a preguntas como las que ya se hacia Engels en el prologo de la primera edición inglesa ¿Qué hacer con los obreros desocupados?

Coincidimos con el critico de cine Germán Cáceres:” Un filme para no perder: hay que buscarlo desesperadamente en internet, en Dvd o en cualquier ciclo que ande por ahí , pero… atentos al titulo de la película, nada mas ajeno al materialismo dialectico que el concepto de ideología, sin que esto signifique  de ningún modo una censura a la perspectiva fílmica del autor nos permitimos aclarar que:

En todas las sociedades encontramos teorías del mundo o ideologías puesto que, como señaló Engels, "todo lo que mueve a los hombres tiene que pasar necesariamente por sus cabezas". Pero el marxismo añade a este concepto general las siguientes peculiaridades: que las ideologías no describen al hombre y su situación en el mundo y la sociedad de un modo correcto, sino de un modo deformado, falso y que  esa deformación en la descripción del hombre es consecuencia del interés de la clase dominante por mantenerse en su situación de dominio; como nos dice Marx en “La ideología alemana”, “las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes”. Por lo tanto el materialismo dialéctico en cuanto critica radical de la realidad toda y a la vez instrumento de cambio revolucionario tiene tanto de ideología como la ley de gravitación universal o la circulación de la sangre y El Capital es la obra mas acabada de esta perspectiva científica.

La superación definitiva de las ideologías sólo podrá realizarse con la desaparición de la explotación del hombre por el hombre, y el cine de la mano del marxismo pueden ser magníficos aliados en esa fílmica epopeya.


Notas:

 (*) Alexander Kluge (Halberstadt (Alemania), 14 de febrero de 1932) es director de cine y escritor.Estudió derecho, historia y música en la universidades de Marburgo y Fráncfort del Meno, y se doctoró en derecho en 1956. Durante su época de estudiante en Fráncfort, Kluge fue amigo del filósofo Theodor Adorno, que había vuelto a Alemania procedente de Estados Unidos y era profesor en el Instituto de Investigación Social, institución central de la llamada Escuela de Fráncfort.Kluge trabajó como asesor legal para el instituto, y comenzó a escribir sus primeros relatos durante este período. Por consejo de Adorno, Kluge empezó también a investigar sobre el cine, y en 1958 Adorno le presentó al director alemán Fritz Lang. Hoy Kluge sigue en activo y es un reconocido cineasta y escritor, principalmente en Alemania, donde se le han concedido casi todos los grandes premios literarios, como el premio Georg Büchner, que recibió en 2003, considerado el galardón literario más importante en lengua alemana.

(**) Cuando contaba 25 años, Serguéi Eisenstein puso fin a su carrera teatral, al ver la artificiosidad del resultado en su montaje de Máscaras de gas, donde, según sus propias palabras, «el carro se rompió en pedazos y el conductor se cayó de cabeza en el cine». Esto hizo que dejara el teatro y se centrara en el medio que le dio prestigio internacional, el cine.Eisenstein fue un pionero del uso del montaje en el cine. Para Eisenstein, la edición no era un simple método utilizado para enlazar escenas, sino un medio capaz de manipular las emociones de su audiencia. Luego de una larga investigación en el tema, Eisenstéin desarrolló su propia teoría del «montaje». Sus publicaciones al respecto serían luego de gran influencia para varios directores de Hollywood.Eisenstein no utilizaba actores profesionales para sus películas. Sus narrativas evitaban el individualismo y, en cambio, iban dirigidas a cuestiones más amplias de la sociedad, especialmente a conflictos de clases. Sus actores eran por lo usual personas sin entrenamiento en el campo dramático, tomadas de ámbitos sociales adecuados para cada papel.

Su principal mensaje político se basó en la organización, la participación y la lucha «Como quieras, quiero. Sus ideales comunistas lo condujeron en varias ocasiones a conflictos con funcionarios del gobierno soviético. Stalin era consciente del poder del cine como medio de propaganda, y consideró a Eisenstein como una figura controvertida. Su popularidad se profundizó más tarde con el éxito de sus películas, entre ellas El acorazado Potemkin (1925), calificada una de las mejores películas de todos los tiempos.

(***) En la imponente biografía de L.Trotski que  hizo, Isaac Deutscher nos cuenta: “No sólo de política vive el hombre...” fue el título que Trotsky le dio a un breve ensayo suyo que apareció en Pravda en el verano de 1923. Menos que nadie podía él vivir sólo de política. Aun en los momentos más vitales de la lucha por el poder sus actividades literarias y culturales absorbieron una gran parte de sus energías; y esas actividades lo ocuparon aún más cuando salió del Comisariado de la Guerra y la controversia en el seno del Partido [comunista ruso] se aplacó durante algún tiempo. No es que Trotsky tratara de escapar de la política. Su interés en la literatura, el arte y la educación siguió siendo político en un sentido más amplio."