Iraq

El costo de los conflictos de Irak y Afganistán ha crecido a proporciones asombrosas

La Guerra de los Tres Trillones de Dólares(*)

Por Joseph Stiglitz y Linda Bilmes (**)
CEPRID, 09/03/08
Traducido por Meysalun Cage H.

La Administración Bush se equivocó en cuanto a los beneficios de la guerra, así como en cuanto a sus costos. El presidente y sus consejeros esperaban un conflicto rápido y económico. Pero en vez de eso, tenemos una guerra que está costando más de lo que nunca nadie pudo haber imaginado.

El costo de las operaciones militares directas de los Estados Unidos, sin incluir los costos de largo plazo, como el cuidado a veteranos heridos, ya excede el costo de la guerra de 12 años en Vietnam y es mayor que el costo de la guerra de Corea.

En el mejor de los casos, estos costos se proyectan para alcanzar casi diez veces el costo de la Primera Guerra del Golfo, casi un tercio más que el costo de la Guerra de Vietnam, y el doble de la Primera Guerra Mundial. La única guerra de nuestra historia que costó más fue la Segunda Guerra Mundial, cuando 16,3 millones de tropas estadounidenses pelearon en una campaña que duró 4años, con un costo total (en dólares al 2007, luego de hacer ajuste por inflación) de cerca de 5 trillones de dólares (que es 5 millones de millones de dólares, o 2,5 millones de millones de libras). Prácticamente con todas las fuerzas armadas comprometidas en la lucha contra los Alemanes y los Japoneses, el costo por tropa (en dólares hoy día) era menor que 100.000 dólares actualmente. El contraste con la guerra de Irak es que en esta el costo asciende los 400.000 dólares por tropa.

A la mayoría del pueblo Americano aún le queda sentir estos costos. El precio en sangre se ha pagado con nuestros militares voluntarios y empleados contratados. El precio en el tesoro se ha financiado, en cierto modo, casi todo con préstamos. Los impuestos no han aumentado para pagar la guerra – de hecho, los impuestos de los ricos han disminuido. El gasto del Déficit da la impresión de que las leyes de la economía se pueden derogar, que podemos tener tanto armas como mantequilla. Pero claro que las leyes no se derogan. Los costos de la guerra son reales, aunque hayan sido aplazados, posiblemente a otra generación.

En la víspera de la guerra hubo discusiones sobre los posibles costos. Larry Lindsey, consejero económico del presidente Bush y máxima autoridad del Consejo de Economía Nacional, sugirió que podrían alcanzar los 200 billones de dólares. Pero este estimado fue rechazado por el Secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld, y considerado una tontería. Su segundo, Paul Wolfowitz, sugirió que la reconstrucción posguerra podría pagarse a sí misma a través del incremento de los ingresos petroleros. Mitch Daniels, director de la Oficina de Administración y Presupuesto, y el Secretario Rumsfeld estimaron los costos en un rango de 50 a 60 billones de dólares, una porción de lo que creían que sería financiado por otros países. (Haciendo Ajustes por Inflación, en dólares al 2007, ellos proyectaban costos de entre 57 a 69 billones de dólares). El tono de la Administración era arrogante, como si las cifras fueran insignificantes.

Hasta Lindsey, después de señalar que la guerra podría costar 200 billones de dólares, dijo: “el exitoso cumplimiento de la guerra podría ser bueno para la economía”. En retrospectiva, Lindsey subestimó enormemente tanto el costo de la guerra como el de la economía.

Suponiendo que el Congreso aprueba el resto de los 200 billones de dólares de suplemento de guerra requeridos para el año fiscal del 2008, mientras esta cuenta se atiende, el Congreso ya habrá asignado un total de más de 845 billones de dólares para operaciones militares, reconstrucciones, costos de embajadas, refuerzo de seguridad en las bases norteamericanas, y programas de ayuda exterior en Irak y Afganistán.

Mientras el quinto año de la guerra llega a su final, se proyecta que los costos de operación (gastos de la guerra, o lo que se podría llamar “gastos de gestión”) para el 2008 excederán los 12.5 billones al mes sólo para Irak, mucho más que los 4.4 billones de dólares en el 2003, y con Afganistán el total es de 16 billones de dólares al mes. Este total es equivalente al presupuesto anual de las Naciones Unidas, o al menos al de 13 estados de los Estados Unidos. Aún así, esto no incluye los 500 billones de dólares que ya gastamos cada año en gastos regulares del Departamento de Defensa. Ni tampoco incluye otros gastos ocultos, como las reuniones de inteligencia o los fondos mezclados con el presupuesto de otros departamentos.

Como hay tantos costos que la Administración no cuenta, el costo total de la guerra es mucho más alto que las cifras oficiales. Por ejemplo, oficiales del gobierno hablan frecuentemente de las vidas de nuestros soldados como si no tuvieran precio. Pero desde la perspectiva de los costos, estas vidas “sin precio” aparecen en la contabilidad del Pentágono simplemente como 500.000 dólares – monto pagado a sobrevivientes, en pensiones por muerte y seguros de vida. Luego de que empezó la guerra, estos costos se incrementaron de 12.240 a 100.000 dólares (por pensiones de muerte) y de 250.000 a 400.000 dólares en seguros de vida. Estos montos incrementados son una fracción de lo que los sobrevivientes podrían haber recibido de haber perdido sus vidas en un absurdo accidente de tránsito. En áreas como la salud y las regulaciones de seguridad, el Gobierno de Estados Unidos valora la vida de un joven en el mejor momento de su capacidad de ingresos futuros en más de 7 millones de dólares – mucho más de lo que paga el ejército en pensiones por muerte. Usando esta cifra, el costo de las casi 4.000 tropas americanas muertas en Irak, suman cerca de 28 billones de dólares.

Los costos para la sociedad son obviamente mucho más altos que los números que aparecen en el presupuesto del gobierno. Otro ejemplo de costos ocultos es entender las bajas del ejército de los Estados Unidos. Las estadísticas de bajas del Departamento de Defensa se enfocan en las bajas que resultan de acciones hostiles (de combate) – determinadas por el ejército. Así, si un soldado es herido o muere en un accidente de auto durante la noche, se califica oficialmente como “no relacionado al combate” – aún cuando sea igual de peligroso para los soldados viajar durante el día.

De hecho, el Pentágono guarda dos grupos de libros. El primero contiene la lista oficial de bajas publicada en el sitio web del DOD (***). El segundo grupo, difícil de conseguir, está disponible sólo en un sitio web diferente y se puede obtener bajo la Ley de Libertad de Información. Estos datos muestran que el número total de soldados heridos, afectados o que han sufrido de alguna enfermedad es el doble del número de heridos por combate. Hay quienes dicen que un porcentaje de estos daños no relacionados con el combate, pudieron haber ocurrido incluso si los soldados no hubiesen estado en Irak. Nuestra nueva investigación muestra que la mayoría de estos daños y enfermedades sí guardan relación directa con el servicio prestado en la guerra.

Dado el brebaje malsano del financiamiento de emergencia, múltiples libros y crónicas que subestiman los recursos necesarios para proseguir con la guerra, hemos intentado calcular cuánto hemos estado gastando – y cuánto más tendremos que gastar finalmente. La cifra ala que llegamos es mayor a 3 trillones de dólares. Nuestros cálculos están basados en suposiciones cautelosas; son simples conceptualmente, aunque ocasionalmente sean técnicamente complicadas. La cifra del costo total de 3 trillones de dólares nos parece certera, y tal vez sea mucho más baja que el costo real. Y no es necesario decir que este monto representa el costo de Estados Unidos solamente. No refleja el enorme costo para el resto del mundo o para Irak.

Desde el comienzo, el Reino Unido ha jugado un papel crucial desde el punto de vista estratégico, militar y político en el conflicto de Irak. En lo militar, Reino Unido contribuyó con 46.000 tropas, 10% del total. No es una sorpresa que luego la experiencia británica en Irak sea análoga a la de Estados Unidos: aumento en las bajas, incremento en los costos de operación, poca transparencia en cuánto a dónde va el dinero, recursos militares demasiado estirados, y escándalos sobre las escuálidas condiciones y cuidado médico inadecuado para muchos veteranos gravemente heridos.

Antes de la guerra, Gordon Brown apartó 1 billón de libras para gastos de guerra. Para finales del 2007, Reino Unido había gastado aproximadamente 7 billones de libras en gastos directos de operaciones en Irak y Afganistán (76% en Irak). Esto incluye dinero de una “reserva especial” suplementaria, más gastos adicionales del Ministerio de Defensa.

La reserva especial llega al tope del presupuesto regular de defensa del Reino Unido. El sistema británico es particularmente opaco: fondos de la reserva especial “bajan” al Ministerio de la Defensa, cada vez que lo requiera, sin la aprobación del Parlamento. Como resultado, la ciudadanía británica tiene muy poca claridad sobre cuánto se gasta realmente.

Además, los costos sociales en Reino Unido son similares a los de Estados Unidos – familias que abandonan sus empleos para cuidar a soldados heridos, y la disminución de la calidad de vida de los cientos que quedan inválidos.

Del mismo modo, ha habido costos macroeconómicos para Reino Unido, así como los ha habido para América, aunque los costos a largo plazo podrían ser menores por dos razones: Primero, Gran Bretaña no tenía la misma política fiscal ruin, y segundo, hasta el año 2005, Reino Unido fue un exportador neto de petróleo.

Hemos supuesto que las fuerzas británicas en Irak se reduzcan a 2.500 este año y permanezcan en ese nivel hasta el 2010. Esperamos que las fuerzas británicas en Afganistán se incrementen ligeramente de 7.000 a 8.000 en el 2008., y permanezcan estables por tres años. El Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes se ha encontrado recientemente con que a pesar del corte en los niveles de las tropas, los costos de la guerra de Irak se incrementarán en 2% este año y los costos de personal descenderán en sólo 5%. Mientras tanto, el costo de operaciones militares en Afganistán aumentaría en un 39%. Los cálculos en nuestro modelo podrían ser significativamente muy bajos si estos patrones continúan.

Basados en suposiciones en nuestros registros, el costo presupuestario del Reino Unido de las Guerras en Irak y Afganistán totalizará para el 2010 más de 18 billones de libras. Si incluimos los costos sociales, el impacto total excedería los 20 billones de libras.


Notas:

(*) Trillón en EEUU = 1 billón en español.

(**) Joseph Stiglitz y Linda Bilmes, 2008. Extraído de “The Three Trillion Dollar War”, (La Guerra de los Tres Trillones de Dólares) publicado por Allen Lane el 28 de febrero. Joseph Stiglitz fue jefe economísta del Banco Mundial y ganó el Premio Nóbel de Economía en el año 2001. Linda Bilmes es profesora de políticas públicas en la Escuela Kennedy de Gobierno en la Universidad de Harvard.

(***) DOD: Departamento de Defensa.