Egipto

Decenas de heridos y cientos de detenidos

Huelga general contra la subida de precios

Mundo Árabe, abril 2008

Los enfrentamientos en el norte de Egipto entre la policía y manifestantes que participaban en una huelga general se han saldado con decenas de heridos y 500 detenidos.

Convocado por la oposición y el sector textil, el paro busca una subida salarial que compense la inflación desbocada. La localidad en la que se produjeron los incidentes más graves fue Mahalla el Kubra, en la región del delta del Nilo y el principal centro textil del país. Hasta el momento no ha sido confirmada la noticia sobre la muerte de dos personas como consecuencia de los impactos de balas de goma lanzados por la policía antidisturbios contra los manifestantes. Otras 40 personas han resultado heridas y cientos más padecen problemas respiratorios debido a que los agentes utilizaron gases para dispersar a los huelguistas, según informaron fuentes policiales.

Durante las protestas fueron incendiados varios comercios y dos colegios de la ciudad. Los policías arremetieron contra los manifestantes en las calles de la ciudad, donde fueron incendiados un colegio de primaria, un instituto de bachillerato y una agencia de viajes, además de varios comercios de esta ciudad, predominantemente obrera. Los huelguistas cortaron también el tráfico ferroviario incendiando neumáticos en las vías, según testigos. La policía, por su parte, utilizó proyectiles de goma y gas lacrimógeno para reprimir a los manifestantes.

"Abajo Mubarak"; "Mubarak, ladrón"

La huelga supone un nuevo peldaño en el malestar social contra el régimen del presidente Hosni Mubarak y su gobierno de tecnócratas, a tan sólo dos días de la celebración de las elecciones municipales, en las que las autoridades han puesto todo tipo de obstáculos para impedir que concurran los candidatos de la oposición.

La huelga contra el alza de los precios –que han crecido un 13% en 2008– fue convocada por organizaciones y partidos de oposición, pero no consiguió sumar a los Hermanos Musulmanes, la mayor asociación opositora del país, cuya implicación habría sido decisiva para movilizar a más gente.

Desde primeras horas de la mañana decenas de camiones policiales y cientos de agentes antidisturbios desplegados en las calles y sobre todo en las plazas del centro de El Cairo, pedían la documentación a cualquier persona sospechosa de tener intenciones de manifestarse e impedían a la gente detener el paso, especialmente a los grupos compuestos por más de tres personas.

Una de las pocas manifestaciones que consiguieron celebrarse fuera de Mahalla el Kubra reunió a cerca de medio millar de personas en la sede del Sindicato de Abogados, en pleno centro de la capital egipcia, donde los asistentes gritaron consignas como "abajo Mubarak" o "Mubarak ladrón", ante la mirada de un imponente despliegue policial.

Apoyo juvenil a través de Internet

La policía impidió que decenas de egipcios que pasaban por la avenida Ramsis, frente al sindicato, se unieran a los manifestantes y finalmente optó por cerrar la calle a los peatones. "Venimos de la Universidad de Ein Shams para protestar contra el encarecimiento de los precios", aseguran dos chicos y una chica que gritan consignas desde la terraza de la sede de los abogados egipcios.

"Levántate Egipto, mañana empieza la revolución", "Libertad, Libertad, Hosni Mubarak deja de robar", coreaban los presentes con los brazos en alto. Estudiantes de la universidad de El Cairo publicaron un comunicado de solidaridad con la huelga, pero afirmaron que la activa Asociación de los Hermanos Musulmanes no participará en ella.

Además de las universidades, numerosos colegios han cerrado este domingo sus puertas, aunque estos últimos parece que más por precaución que por solidaridad.

Un grupo de organizadores que discutía el resultado de las movilizaciones, destacó que, a pesar de moderada respuesta, la huelga general supone un nuevo paso en la lucha por las reformas ya que ha sido organizada por primera vez por jóvenes a través de internet y de mensajes de móviles.


Elecciones municipales en Egipto

Entre el desinterés y el boicot

Por Karen Maron
Gara, 08/04/08

Dos días después de que se produjeran manifestaciones y disturbios en diferentes partes del país, la jornada amaneció límpida y templada. Las calles atestadas de automóviles como de costumbre, los hombres colgados de las manivelas de los buses a punto de caerse y los vendedores ambulantes en las calles del centro de la ciudad, que ofrecen desde patas de corderos hasta queso de cabra bajo un sol intenso.

Ningún indicio apuntaba a que era jornada electoral. Desde temor a indiferencia; eran las sentimientos que expresaban los egipcios frente a un resultado anunciado, pues el oficialista Partido Nacional Democrático del presidente –durante 26 años–, Hosni Mubarak, tiene asegurados el 70% de los cargos electivos al eliminar a través de diferentes métodos a la oposición política.

Desde temprano, el desinterés por un lado y el boicot de los Hermanos Musulmanes por otro, se notaba en los centros de votación. En Bulaq, frente al puente que cruza el otrora mítico Nilo, una escuela vacía de votantes estaba custodiada por militares que dialogaban entre sí, bajo los afiches de la candidata oficialista Mona Mahmud Gadasi que llamaba a la votación con el slogan «El país se acerca a nosotros» y una foto fuera de foco que llamaba a la confusión.

«Yo no voy a votar porque las elecciones son un fraude y hay mucha violencia en las calles», señaló Gamal, enfundado en su chaqueta de cuero negra, dos horas después de que se dieran por iniciados los comicios municipales a las 8 de la mañana. «Las autoridades te matan en cualquier parte», denunció el hombre de 40 años que se negó, por temor, a ser retratado. «Egipto es una cárcel sin libertad», repetía Gamal, mientras sus amigos lo alentaban a no seguir hablando.

En otro lugar del centro de la capital, circulando por calles poceadas y caminando debajo de balcones de los que cuelgan coloridas ropas o alfombras y que parecen derrumbarse en cualquier momento pese al artificio de los pilotes –muy diferente al Cairo histórico nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO e invisible a los turistas–, seis hombres fumaban la tradicional pipa de agua o narguile.

Minimizando la inflación

Sentados en las vereda y mientras tomaban café fuerte o té azucarado, comentaban relajados que seguirán apoyando a Mubarak, el sucesor de Anwar el Sadat tras su asesinato el 6 de octubre de 1981. «Yo estoy contento con mi gobierno; por eso fui a ir a votar», dice un sonriente Mohamed de 77 años que cobra una pensión de 700 libras egipcias mensuales (127 dólares) y minimiza la tensión social ante la escalada de precios que ahoga a unos 20 millones de egipcios. «Los precios han subido aquí y en todo el mundo. Eso no es un problema particular de este Gobierno», defiende el anciano.

En Dokki, el barrio donde se enclava el mercado de Siliman Gohor, el nivel de afluencia era similar que en otros sectores de la capital más grande de África: veinte personas hasta las 15:00 horas y sin miras de mejorar esa cifra al finalizar la votación de los consejos locales que estaban inicialmente previstas para abril de 2006, pero el que el Gobierno aplazó hasta hoy, a raíz de la fuerte proyección de la Hermandad Musulmana tras las legislativas de 2005.

Por ello, el grupo islamista, «una asociación ilegal pero tolerada», el principal partido de la oposición, llamó a no participar de las elecciones después de que su líder máximo, Mohamed Mehdi Akef, denunció que de los 5.159 candidatos que trataron de registrarse sólo 438 fueron autorizados formalmente a hacerlo.

«No hay elecciones reales, porque el Partido Nacional Democrático es el único competidor», dijo Abdelmonim Abul Fotuh, miembro de la Ejecutiva de la Hermandad, a través de un comunicado.

En los últimos meses, las fuerzas de seguridad lanzaron una persecución a gran escala contra los miembros de la asociación, que acabó con la detención de más de 1.000 de sus integrantes y que redujo el número de candidatos elegibles y en libertad a sólo 21. Pese a haber sido ilegalizados en 1954 por Gamal Abdel Naser, los Hermanos Musulmanes gozan de una cierta tolerancia política que en 2005 les permitió conseguir un quinto de los escaños del Parlamento.

En este situación los egipcios se preguntan entonces, después de Mubarak, quién? Cuando falta una mes para que cumpla 80 años, el gobernante no ha nombrado un vicepresidente –quien según la Constitución debería reemplazarlo en caso de muerte}, ni permite que surja una figura política para sustituirlo. Aunque los rumores señalan que su hijo Gamal, –rechazado por la amplia mayoría consultada–, estaría en los planes para la sucesión presidencial.

Otro muerto

Un adolescente murió ayer por los disparos sufridos a mano de la Policía en la represión de las protestas el lunes en Mahalla, en el Delta del Nilo.


Clima enrarecido en Egipto

Por Matías Zibell
BBC World, El Cairo, 06/04/08

Una tormenta de arena azotó este domingo El Cairo y otras ciudades egipcias dejando el aire tan turbio y oscuro como la atmósfera política que se vive en este país árabe por estas fechas.

El jamsin, como se conoce a este fenómeno climático, se produjo el mismo día que movimientos opositores convocaron a una huelga general en protesta por la subida de los precios de los productos básicos y dos días antes de las elecciones municipales.

La arena no pudo cubrir el inmenso operativo policial que se desplegó frente a sedes de partidos políticos, sindicatos y fábricas. Fuentes de seguridad informaron el arresto de unas 60 personas, en su mayoría miembros del movimiento Kifaya ("Basta"), que querían participar de estos reclamos.

A pesar del despliegue de policías, se produjeron manifestaciones en diversas zonas del Cairo –una de las más numerosas y ruidosas frente al sindicato de abogados– y otras localidades, aunque el lugar de origen de la protesta, la planta textil de Ghazl al–Mahala, no registró grandes movilizaciones.

Esta fábrica ubicada en el norte de la capital fue la primera en llamar a la huelga para este 6 de abril y su ejemplo fue seguido por partidos políticos, movimientos civiles y trabajadores críticos al gobierno de Hosni Mubarak.

Pero los Hermanos Musulmanes, el grupo político opositor más poderoso del país, no se sumaron a esta convocatoria, aunque miles de sus representantes han sido vetados como candidatos en los comicios que tendrán lugar en las próximas 48 horas.

El ejemplo de Mahala

Los obreros de la planta textil de Mahala se fueron a la huelga por primera vez en diciembre de 2006 en reclamo de aumentos en sus salarios y mejoras en sus condiciones de trabajo.

En un país desacostumbrado a este tipo de protestas, los trabajadores lograron varias promesas del gobierno y la disolución de la junta directiva de la compañía, a la que acusaban de corrupta, lo que no pasó desapercibido en otras fábricas.

Según el sitio de internet egipcio arabist.net, en los primeros seis meses de 2007 se registraron en el país unas 380 huelgas similares. En septiembre de ese año, cuando Mahala fue nuevamente a la huelga, su nombre ya era un emblema.

Por eso no sorprendió que varios movimientos civiles y políticos que pensaban marchar contra el gobierno debido al aumento en el precio del pan y otros productos básicos eligieran para manifestarse el día que los trabajadores de esta planta decidieron irse por tercera vez al paro.

Pero este domingo BBC Mundo visitó la fábrica textil y la vio funcionando con normalidad. Según los líderes la protesta, la policía no dejó llegar a Mahala a varios trabajadores que pensaban sumarse al reclamo.

Kareem El–Behirey, empleado de la fábrica y autor del blog egyworkers.blogspot.com, denunció la presencia de policías de civil dentro de la planta y dejó en claro que habían perdido una batalla pero no la guerra:

"Si no podemos parar hoy, pararemos mañana y si no la próxima semana. Los precios se han vuelto locos y nuestros hijos no pueden comer promesas".

Por la tarde, dos personas morirían cuando policías y manifestantes se enfrentaron en la plaza principal de la ciudad. Una de las víctimas fatales tenía 9 años.

Cuando sólo de pan vive el hombre

Marzo ha sido un mes para olvidar en Egipto debido a lo que todos llaman "la crisis del pan". Este país, uno de los principales importadores de trigo del mundo, ha visto como los precios de este grano se han triplicado en los mercados internacionales.

Para los millones de egipcios que viven debajo de la línea de la pobreza el pan subsidiado por el gobierno es uno de los alimentos básicos de su dieta.

(Según el Banco Mundial en su informe sobre Egipto del año 2005, unos 16 millones de personas viven en este país debajo de esta línea. Los datos que se manejan actualmente dan un panorama más desolador e incluso el gobierno ha incluido a 25 millones más en la lista de los que pueden recibir alimentos subsidiados).

Cuando este pan comenzó a escasear en los puestos de distribución y se registraron incidentes en las colas que en más de una ocasión terminaron con derramamiento de sangre, las autoridades acusaron a los vendedores de revender el pan subsidiado en el mercado negro (el pan subsidiado cuesta entre 10 y 12 veces menos que el pan sin subsidiar).

Pero la oposición culpó al gobierno de no saber manejar la crisis e incluso un parlamentario, Talaat El Sadat, pidió la renuncia de Mubarak y todo su gabinete.

El mismo Mubarak ordenó en marzo al ejército que colabore con la producción y distribución del pan a nivel nacional.

Los comicios

En este clima enrarecido se celebrarán este martes las elecciones municipales postergadas desde hace dos años.

Los Hermanos Musulmanes, el partido islámico declarado fuera de la ley desde 1954 cuyos representantes suelen presentarse en los comicios como "independientes", ha visto como ni siquiera esta estratagema le ha permitido ahora escapar del veto a miles de sus candidatos.

"Las autoridades parecen haber perdido la paciencia con este grupo legalmente prohibido pero previamente tolerado", señaló el diario Daily Egypt al informar sobre la detención el miércoles pasado de 147 hermanos musulmanes que protestaban por no poder participar en la elección.

Pero el grupo decidió no sumarse al reclamo originado en Mahala, aunque varios de sus seguidores se manifestaron este domingo en otras protestas como las organizadas por los sindicatos en la capital.

Además de cantos contra Mubarak y su gobierno, BBC Mundo pudo escuchar en el sindicato de abogados el grito de "Alá es grande" coreado por cientos de personas mientras la policía trataba de contener a los manifestantes y a la arena, ambos protagonistas de un día enrarecido y turbio.


Egipto: poco entusiasmo en las urnas

Por Matías Zibell
BBC Mundo, El Cairo, 08/04/08

Las elecciones municipales en Egipto no suelen atraer la atención de la prensa internacional ni de la mayoría de los 80 millones de personas que viven en este país, pero este martes los comicios locales tenían un atractivo especial, aunque esto no se haya traducido en el número de votantes que asistieron a las urnas.

La crispación social por el aumento en los precios de los alimentos básicos, sumada a los incidentes que se produjeron en marzo en las colas de distribución del pan subsidiado, más la inusual huelga general de este domingo y el boicot a las elecciones del principal grupo de la oposición, la Hermandad Musulmana, hacían presagiar un día electoral complicado.

Pero si no hubiera sido por algunos carteles proselitistas en las paredes desgajadas de los edificios cairotas y por la presencia de policías en las puertas de escuelas reconvertidas en centros de votación, hubiera sido difícil descubrir que en la capital egipcia había una votación en marcha.

Debido al tradicional ausentismo que marca este tipo de comicios locales en Egipto, al atardecer del martes y sin datos oficiales era complicado atribuir la falta de entusiasmo a la costumbre o al llamado a no votar formulado por la Hermandad Musulmana.

El grupo islamista, que vio cómo sólo pasaban el filtro oficial 21 de los 10.000 candidatos que presentó para ocupar alguno de los 52.000 puestos que se ponían en juego en ayuntamientos y consejos municipales, ha comprobado que la táctica de presentar a sus miembros como políticos independientes ya no sirve para esquivar la prohibición que pesa sobre esa organización desde 1954.

"Yo no voy a votar porque estas elecciones son un fraude", le dijo a BBC Mundo Gamal, uno hombre de unos 50 años que tomaba un té cerca de un centro de votación.

"Además hay mucha violencia en las calles y el gobierno te mata en cualquier parte", dijo este egipcio haciendo referencia a los incidentes entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que tuvieron lugar en la ciudad de Mahalla el pasado domingo.

Este martes, un joven de 15 años que había resultado herido durante esa jornada murió luego de una larga agonía.

En Mahalla funciona una planta textil que se ha vuelto un emblema en la lucha por mejores condiciones de trabajo.

Cuando los trabajadores anunciaron una huelga para el pasado domingo, sindicatos, partidos y organizaciones sociales opuestas al gobierno de Hosni Mubarak llamaron a una huelga general para el mismo día contra el aumento de la inflación en todo el país.

Este martes, un ex empleado estatal de 77 años llamado Mohamed le señaló a BBC Mundo antes de votar que "los precios han subido en Egipto y en todo el mundo, ese no es un problema particular de este gobierno".

El presidente Mubarak ha prometido aumentar los salarios y extender su programa de alimentos subsidiados a otros 15 millones de personas. Se estima que un tercio de la población vive debajo o apenas por encima de la línea de la pobreza, es decir, que no pueden o apenas logran gastar US$2 al día.

Tras la reforma

Según la agencia oficial de noticias MENA y el diario oficialista al–Gomhuria, el Partido Democrático Nacional del presidente ya habría obtenido el 70% de los 52.000 puestos en disputa, debido a que sus candidatos no tenían rivales.

Estas elecciones municipales también han cobrado importancia porque son las primeras que tienen lugar tras la reforma constitucional del año 2005, que obliga a los candidatos a la presidencia a contar con el apoyo de los funcionarios locales.

Cualquier político que quiera presentarse a las elecciones presidenciales requiere a partir de esta reforma del apoyo de al menos 140 concejales.

Los próximos comicios para jefe de Estado serán en 2011, el mismo año que Mubarak cumpliría tres décadas en el poder.


Boicot electoral en Egipto

Por Matías Zibell
BBC Mundo, El Cairo, 07/04/08

El principal partido opositor egipcio, los Hermanos Musulmanes, anunció que boicoteará las elecciones municipales de este martes debido al veto al que han sido sometidos miles de sus candidatos.

El partido islamista había presentado unos 10.000 representantes para estos comicios donde se renovarán los consejos municipales y ayuntamientos en 26 provincias, pero sólo 20 pasaron el filtro oficial.

"No tiene sentido participar con 20 personas para competir por 52.000 asientos (...) nosotros no queremos servir como decoración en una democracia falsa establecida por este régimen", dijo a la BBC uno de los líderes de esta agrupación, Essam Elerian.

Los Hermanos Musulmanes están prohibidos desde 1954 pero suelen participar en las elecciones colocando a sus representantes como "políticos independientes".

Este año, además del veto a sus candidatos, más de 800 de sus miembros han sido detenidos por las autoridades.

Paro y movilización

Estas elecciones municipales tienen lugar tras una huelga general y en medio del descontento popular por el alza de los precios de los productos básicos.

Este domingo, cientos de personas se manifestaron en El Cairo y otras ciudades iraquíes en protesta por el rebrote inflacionario. Otras decidieron no abrir sus negocios como señal de apoyo al reclamo.

La "crisis del pan", como se llamó en marzo al desabastecimiento de pan subsidiado entre las clases menos favorecidas, ha convulsionado la realidad egipcia con más fuerza que cualquier reclamo político, a tal punto que el presidente Hosni Mubarak ordenó al ejército colaborar en la producción y distribución de este alimento básico.

Además, estas elecciones municipales son las primeras que tienen lugar en el país tras la reforma constitucional de 2005 que obliga a los candidatos a la presidencia a contar con el apoyo de consejeros municipales.

Cualquier político que quiera presentarse a las elecciones presidenciales requiere el respaldo de al menos 140 de estos funcionarios locales.