Afganistán

'The New York Times' dice que no se sabe "qué figura legal ha invocado Estados Unidos para llevar a cabo redadas en un país amigo"

Bush autoriza ataques al Talibán en Pakistán sin
el permiso de Islamabad

Agencia EFE, 11/09/08

El presidente George Bush ha dado autorización a las Fuerzas Armadas y los servicios secretos de EEUU para llevar a cabo ataques contra los talibanes en Pakistán sin pedir el permiso del Gobierno paquistaní, según ha informado hoy The New York Times. El mandatario dio órdenes en este sentido en julio pasado, según los "funcionarios estadounidenses de alto nivel" a los que cita el rotativo neoyorquino.

Estos funcionarios han afirmado que EEUU notificará al Gobierno de Pakistán cuándo efectúa ataques y redadas en territorio paquistaní, como hizo la semana pasada en un pueblo cerca de la frontera con Afganistán donde murieron una veintena de personas, "pero no le va a pedir permiso". El diario dice que "no queda claro exactamente qué figura legal ha invocado Estados Unidos para llevar a cabo redadas, aunque sean limitadas, en suelo de un país amigo".

La CIA lleva tiempo lanzando desde Afganistán ataques aéreos contra objetivos dentro de Pakistán, mediante aviones sin piloto que disparan misiles aire–tierra, pero "las nuevas órdenes para las unidades de operaciones especiales de las fuerzas armadas reducen las restricciones sobre la realización de redadas en el territorio de un aliado importante sin su permiso," según el diario.

El jefe del Ejército de Pakistán, general Ashfaq Kayani, declaró ayer que "se defenderá la soberanía y la integridad territorial del país cueste lo que cueste" y que "no se permitirá que ninguna fuerza externa lleve a cabo operaciones dentro de Pakistán".

El ataque de la semana pasada fue efectuado por "más de dos docenas" de miembros de los Seals, las fuerzas especiales de la Marina, "que pasaron varias horas en el país y mataron a unas dos docenas de presuntos combatientes talibanes", antes de ser sacados de la zona en helicópteros, según las fuentes de The New York Times.

El Gobierno paquistaní ha advertido que ataques como el de la semana pasada, realizados por las fuerzas de EEUU de forma unilateral, "no ayudan en la guerra contra el terrorismo porque solo indignan a la opinión pública", dijo el viernes pasado el embajador de Pakistán en Washington, Husain Haqqani.


Nuevo enfoque de la guerra a los siete años del 11–S

EEUU lleva la lucha contra Pakistán tras
el fiasco afgano

Agencia Reuters, 12/09/08

Washington ordena operaciones militares dentro de territorio paquistaní sin permiso de Islamabad. La OTAN se desmarca del cambio de estrategia mientras que el presidente de Afganistán lo elogia.

Siete años después de los atentados del 11–S, Estados Unidos empieza a admitir en voz alta el fiasco de la "guerra contra el terror" del presidente George Bush. El fracaso de los objetivos y los intentos de enmendarlo causan malestar en sus dos principales aliados en la zona, Pakistán y Afganistán. Para la Casa Blanca ha llegado el momento de cambiar la estrategia. Ahora se trata de reforzar el potencial bélico en Afganistán, no en Irak, y enviar comandos especiales a territorio paquistaní para sacar de sus guaridas y eliminar a los extremistas islámicos.

La nueva táctica militar ya se ha puesto en marcha, según reveló ayer The New York Times. El pasado mes de julio Bush dio luz verde para que militares de EEUU entren en Pakistán sin esperar el permiso de las autoridades de Islamabad. La primera incursión –terrestre– fue el 3 septiembre en el sur de Waziristán. El ataque acabó con la via de "unas dos docenas de presuntos combatientes de Al Qaeda", según el diario norteamericano. Otras fuentes dijeron que entre los muertos había mujeres y niños. Según dijo el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, "se ha buscado una estrategia nueva y global", que afecta "a ambos lados de la frontera".

La incursión militar y la decisión de Bush han irritado a Pakistán, que desde el pasado martes tiene nuevo presidente, Asif Alí Zardari –viudo de Benazir Bhutto– que sustituyó en la jefatura del Estado al dimisionario general Pervez Musharraf, uno de los grandes aliados de Washington en la zona. El jefe del Ejército de Pakistán, Ashfaq Kayani, dijo ayer que "cueste lo que cueste" no permitirá que "ninguna fuerza externa lleve a cabo operaciones en Pakistán".

Demarque de la OTAN

La Alianza Atlántica, por su lado –que comparte con el Pentágono la lucha contra el terrorismo en Afganistán– se desmarcó ayer de la nueva estrategia de la Casa Blanca. "El mandato de la OTAN acaba en la frontera. No hay incursiones terrestres ni tampoco aéreas de la OTAN en territorio paquistaní", señaló uno de sus portavoces. La única voz que ha saludado la iniciativa de Bush es el presidente afgano, Hamid Karzai, que ve también con muy buenos ojos la próxima llegada de 4.500 soldados de EEUU más a su país. Karzai ha pedido que los refuerzos se desplieguen "en lugares donde tengan un efecto en la lucha contra el terrorismo".

Con estas nuevas medidas Washington espera revertir la situación en el país centroasiático, después de que altos mandos militares de EEUU hayan reconocido que no se está ganando la guerra en Afganistán. Las acciones de los talibanes han llegado incluso a las puertas de Kabul, la capital. Además, entre la población afgana ha crecido el sentimiento contra EEUU y las tropas extranjeras después de que varios ataques aéreos de la coalición hayan matado a decenas de civiles.

"Después de los ataques del 11S, cuando Estados Unidos y sus aliados derrocaron a los talibanes, los estadounidenses nos prometieron estabilidad, protección y trabajo", dijo ayer a la agencia Reuters Haji Allah Dad, comerciante afgano. "Pero no han hecho nada por nosotros. Han tirado bombas contra la población civil y han matado a miles de afganos en los últimos siete años, mientras los talibanes se han hecho más fuertes cada día".

Al fiasco de Afganistán hay que sumar también el de Irak. Tras cinco años de ocupación militar, Bush va a dejar a su sucesor en la Casa Blanca un país dividido, plagado de milicias armadas y en el que han muerto decenas de miles de personas, la mayoría civiles. La seguridad en el país ha mejorado en los últimos meses, "pero la situación sigue siendo frágil", dijo ayer a la BBC el jefe de las tropas de EEUU en el país árabe, el general David Petraeus. "Hay muchas nubes de tormenta en el horizonte", añadió. Petraeus dijo que no sabía si algún día podría utilizar la palabra "victoria" en Irak.