Afganistán

El mundo real frente a la imaginería comercializada de Obama

La guerra afgana de Estados Unidos

Por Marc W. Herold (*)
Rebelión, 17/04/09
Traducido por Sinfo Fernández

“La omisión es la forma más poderosa de mentira” (George Orwell)

Durante la guerra, las noticias deben tener como objetivo,
más que informar, adoctrinar” (
Joseph Goebbels)

Primero Bush, y después Obama y sus aliados de la OTAN,
han asesinado dos veces más mujeres y niños civiles que
hombres civiles en la guerra afgana de EEUU
(Marc W. Herold)

El 31 de marzo de 2009, Jon Stewart, en su “Daily Show”, anunció que la misión del Comandante en Jefe Obama de “Redefinición Lograda” se encontraba en pleno apogeo1. Obama ha inventado y comercializado un nuevo vocabulario más tranquilizador y políticamente correcto para la ciudadanía estadounidense. Pero, como señaló Peter Baker del New York Times: “El Sr. Obama ha dejado intacta hasta ahora, y a pesar del cambio de palabras, casi toda la infraestructura de seguridad nacional de Bush”2. Como documentaré a continuación, en el mundo real, afganos y pastunes de las zonas fronterizas pakistaníes están padeciendo una continuada brutalidad diaria mientras los estadounidenses siguen en gran medida ajenos a la misma, enganchados a todas esas chorradas del “Sí, podemos” y “El cambio en el que creemos”. Como revela una búsqueda en Google, la frase “víctimas civiles” no existe en el vocabulario de Obama. Los civiles muertos afganos y pastunes han sido sencillamente redefinidos como no existentes.

Con toda seguridad, cuando el “incremento” de Obama tome fuerza, aumentarán las muertes de combatientes y de civiles (así como los renovados esfuerzos, por parte de EEUU, para redefinir, omitir y suprimir la información sobre las mismas). Los medios dominantes estadounidenses seguirán en su mayoría constituyéndose en socios colaboradores de la manipulación de las noticias que el Pentágono acometa. En Afganistán no hay muchos que vean perspectivas realistas de paz mientras los soldados extranjeros permanezcan en el país y los talibanes no tengan incentivos para comprometerse con esa paz al estar en la posición del ganador3. Entre 17.000–21.000 soldados más –el incremento de Obama– no significan nada en un país donde los expertos militares estiman que serían necesarios unos 4.500.000 soldados para poder sofocar la resistencia4.

Aunque se prosigue en general con las políticas de Bush, se han introducido algunos cambios oportunistas en la ejecución de la guerra afgana. La mayoría se inspiran en el objetivo de vender mejor “la buena guerra” al público estadounidense. Por ejemplo, con Obama, las fuerzas estadounidenses y de la OTAN están utilizando menos los letales ataques aéreos, que son entre cuatro y diez veces más mortíferos para los civiles afganos que los ataques por tierra. Como consecuencia, el total mensual de civiles5 afganos ha descendido moderadamente, a la vez que ha aumentado la cifra mensual de muertos entre las fuerzas ocupantes (Tabla 1).

Aunque Associated Press ha informado que durante los dos primeros meses de 2009 los “insurgentes” habían matado a 60 personas y las fuerzas dirigidas por EEUU a 100, los datos con los que cuento me indican que los ataques estadounidenses y de la OTAN provocaron la muerte de entre 137–142 civiles afganos (Tabla 1)6.

Tabla 1
Cifras de víctimas civiles afganas (asesinadas por acciones de EEUU/OTAN) y de tropas ocupantes entre octubre 2008 y marzo 2009

 

(1) Muertos civiles afganos

(2) Muertes soldados EEUU/OTAN

Ratio

(1) (2)

Octubre 2008

91–97

19

4,8–5,1

Noviembre 2008

95–138

12

7,9–11,5

Diciembre 2008

41

27

6,8

Enero 2009

84–88

25

3,4–3,5

Febrero 2009

53

24

2,2

Marzo 2009

36–38

28

1,3–1,4

Fuentes: Las cifras de civiles afganos se han obtenido de mi base de datos del Proyecto para el Memorial de las Víctimas Afganas; las bajas de las tropas ocupantes de ICasualties.org, en: http://www.icasualties.org/oef/

Como consecuencia, la ratio de civiles afganos asesinados por cada soldado ocupante muerto –una medida de la relativa letalidad de la guerra afgana de EEUU para los civiles afganos en relación con la de las tropas ocupantes estadounidenses y de la OTAN– ha estado descendiendo de más de 5 durante los últimos meses de 2008, a 1,4 durante marzo de 2009. En 2008, esa ratio era de 2,9–3,5, 4,4–5,6 en 2007, y de 3,4–4,0 en 20067. Combatir a la resistencia afgana mediante operaciones por tierra es claramente mucho más peligroso para las fuerzas extranjeras que acudir a los ataques aéreos. Al reducir los ataques aéreos, las fuerzas extranjeras matan menos civiles afganos por ataque pero sufren más bajas y heridos lo que, a su vez, fomenta la oposición a la guerra en el país de donde proceden. Un buen ejemplo lo tuvimos en agosto de 2008 cuando doce soldados franceses resultaron muertos y otros veintiuno heridos, lo que provocó una corriente pública que cuestionaba el papel de Francia en Afganistán. Las dos terceras partes de los ciudadanos franceses se oponían ya a cualquier implicación francesa en el conflicto afgano8.

Estados Unidos manipuló astutamente a algunos países de la OTAN en 2004 enviándolos a las zonas de combate más duras (para que asumieran los muertos) en Afganistán, por ejemplo, los británicos en Helmand, los canadienses en Kandahar, los holandeses y australianos en Uruzgan. Velozmente, las bajas de tropas extranjeras no estadounidenses aumentaron de forma espectacular en términos tanto relativos como absolutos (Tabla 2).

Tabla 2
Distribución de muertos de las tropas ocupantes extranjeras en Afganistán (2004–2008)

Año

Muertos estadounidenses

Otros muertos tropas extranjeras

Total muertes tropas extranjeras

% en el total de otras muertes

2003

48

9

57

15,8%

2004

52

7

59

11,0%

2005

99

32

131

24.4%

2006

98

93

191

48,7%

2007

117

115

232

49,6%

2008

155

139

294

47,3%

2009*

47

37

84

44,0%

Fuente: ICasualties.org, en: http://icasualties.org/oef/

* Hasta el 8 de abril de 2009

En efecto, como he referido ya, la letalidad relativa de las tropas extranjeras no estadounidenses es mayor que la de los soldados estadounidenses9. La ratio de letalidad (que se define como los soldados muertos por cada 1000 tropas presentes en el escenario de guerra) de las fuerzas ocupantes de la OTAN en 2003 fue 2–3 veces superior a la de las tropas estadounidenses. Los franceses parecían haber entendido la dinámica y anunciaron que a finales del año 2006 retirarían del sur y del este de Afganistán (donde estaban desplegadas desde julio de 2003) sus 200 tropas de combate de las Fuerzas Especiales.

Tabla 3
La letalidad relativa de las tropas que combaten en Afganistán (2006)

Estados Unidos

4,45

Gran Bretaña

6,3–9,8

Canadá

14,4

OTAN

5,0–12,9

Soviéticos (años década 1980)

12,5

El nivel de letalidad de las fuerzas ocupantes estadounidenses es en la actualidad mucho más alto de lo que sugieren las cifras expuestas arriba. La razón se debe al “fenómeno de larga cola”, según se aplica al ejército estadounidense (la cifra de personal de apoyo –la cola– necesario para apoyar a las tropas de combate –el diente–). La cola se ha visto también en gran medida alargada en cuanto que el ejército estadounidense ha subcontratado a contratistas privados (por ejemplo, Halliburton–KBR, Dyncorp, Triple Canopy, Blackwater, Executive Outcomes, etc.) para servicios de apoyo (aparejando todo tipo de problemas que tienen que ver con la ausencia de supervisión, corrupción, sobrefacturación, etc.). Esos subcontratos se han llevado a cabo no tanto por consideraciones de costes como por un deseo de reducir las víctimas militares, que en Estados Unidos suelen ser políticamente costosas.

En lo que se refiere a las víctimas civiles afganas, funciona a pleno rendimiento una compensación mortal. En tanto que se produzcan menos ataques aéreos, muy letales, va a haber más ataques, menos mortíferos, por tierra [para los afganos]. Las cifras de incidentes estadounidenses y de la OTAN en los que perecieron civiles afganos durante 2009 son: enero, 11; febrero, 28; y marzo, 31. El número total de civiles afganos muertos en acciones de EEUU y la OTAN entre el 1 de enero y el 8 de abril de 2009 es de entre 194–202. Esta cifra aumentará considerablemente según vaya pasando el invierno y la estación de los combates empiece en serio, cuando todo se vea propulsado al duplicarse las tropas ocupantes estadounidenses en Afganistán bajo el “incremento” de Obama. Las cifras de civiles asesinados de las que aquí se informa están infravaloradas por dos importantes razones: no se dispone de información sobre los ataques aéreos en zonas remotas como Kunar y Nuristan; y Waheed Muzhda, un analista político culpó también a las fuerzas internacionales de estar dando información inexacta sobre los muertos civiles en Afganistán. Muzhda dijo que había habido varios incidentes en los que habían muerto civiles y las tropas extranjeras dijeron que habían muerto combatientes10. Incluso los funcionarios afganos difieren en muchas ocasiones de la información proporcionada por las tropas extranjeras sobre las muertes de civiles, añadió11. Esa pauta de actuación ha continuado con Obama.

“Cada incidente sigue una pauta muy similar, las fuerzas estadounidenses informan de que han matado a un número de combatientes, después aparece un informe de las autoridades locales diciendo algo parecido a esto: “No, se trataba de una familia de nuestro pueblo (o una fiesta de boda, o…), y queremos respuestas”. Al final, hay un informe que dice que un oficial estadounidense ha visitado el pueblo, ha entregado algún cheque… y ha expresado ‘nuestras más profundas disculpas’, y después un comandante en Kabul emite un comunicado muy serio acerca de ‘cuánto me preocupan las víctimas civiles, y de cómo vamos a cambiar ahora nuestro enfoque para adoptar todo tipo de medidas para proteger a los civiles’. La más reciente de esas declaraciones incluía una promesa de coordinar todos los ataques con las fuerzas locales afganas12”.

A un nivel más general, una revisión cuidadosa de las operaciones de contrainsurgencia desarrolladas por la Rand Corp apuntaba que la historia nos indica que aumentar los niveles de tropas para combatir a una contrainsurgencia no es una fórmula conveniente si se quiere ganar. Los soviets lo aprendieron después de diez años en Afganistán; los franceses lo aprendieron en Argelia y Estado Unidos tuvo su lección en Vietnam. Cuanto mayor es la presencia de tropas extranjeras en guerras de contrainsurgencia, “peor tiende a ser el resultado”. Esa fue la dramática conclusión a la se llegó en un estudio realizado por la Rand Corp en 200813. Otros han afirmado que la presencia de más tropas extranjeras en Afganistán aumentará las cifras de civiles muertos. La inmensa huella dejada por las fuerzas extranjeras en Afganistán, ya sea matando civiles, destrozando e irrumpiendo en las casas, golpeando y/o secuestrando personas, encapuchando a prisioneros y otros actos deleznables, como fotografiar desnudo a un afgano capturado14, etc., ha fomentado la resistencia afgana ante el ocupante extranjero. Graeme Smith de The Globe & Mail informó que los asaltos nocturnos llevados a cabo por las fuerzas extranjeras crean casi tanto resentimiento como los más letales ataques aéreos15.

Por ejemplo, el 24 de enero de 2009, en el ataque en Laghman en el que murieron asesinados 22 civiles (18 niños, 2 mujeres y 2 hombres), Ghazi Gul, un oficial de inteligencia del ejército de Karzai, perdió a su padre, madre, dos hermanos, un primo, un sobrino y dos sobrinas, asesinados por las fuerzas estadounidenses en el ataque contra el pueblo de Garoch en la provincia de Langhman. El 18 de febrero, Gul dijo al Chicago Tribune: “Si hablamos de los estadounidenses, son mis enemigos. Y voy a hacerles tanto daño como pueda”.

En un importante y reciente ensayo sobre la guerra afgana, el erudito francés Gilles Dorronsoro fue explícito:

“La mera presencia de soldados extranjeros combatiendo en una guerra en Afganistán es probablemente el factor más importante del resurgimiento de los talibanes”16.

Frederico Manfredi, asesor del gobierno belga, escribió recientemente acerca de su viaje al sur de Afganistán donde se le presentó a un líder comunitario tradicional en un pueblo de casas de adobe situado a una hora de Kandahar. Manfredi escribe:

“Un gentil anciano entró en la habitación. Era alto y delgado… presentó su linaje y dijo indiferente: ‘¿Sabe? La mitad de mi familia es talibán’… Yo escuchaba con toda atención: ‘Aquí, en el sur, cuando la gente ve ejércitos apoderándose de todo, quieren luchar contra ellos. No culpo a los que se unen a los talibanes. Al menos los ‘talibanes’ son afganos, son pastunes, son familiares… Yo no soy talibán. Pero quiero que acabe la ocupación’”17.

El caso de la provincia de Logar es muy instructivo a ese respecto. La presencia de tropas extranjeras antes de 2009 era mínima. En consecuencia, los talibanes no tenían peso en la zona. Se habían producido relativamente pocos combates y había habido pocos civiles heridos o muertos. Entonces, los estadounidenses –el Grupo de Combate Espartano junto con las tropas de la 10ª División de Montaña, formando parte del incremento de Obama– llegaron allí a primeros de febrero de 2009. Los combates se reanudaron y los civiles empezaron a morir: cinco en febrero, seis en marzo y siete en la primera semana de abril. Por ejemplo, el 13 de marzo, Abdul Rashid y sus cuatro hijos fueron asesinados por soldados estadounidenses, lo que produjo protestas públicas18.

“Indignados por la matanza por las fuerzas estadounidenses de cinco personas inocentes de una familia en un ataque de la pasada noche en la provincia central de Logar, los manifestantes asaltaron el edificio de los cuarteles del distrito de Charkh el sábado. Más de trescientos manifestantes, cantando eslóganes anti–estadounidenses, pidieron el juicio inmediato de los asesinos”.

Entre el 1 de enero y el 9 de abril de 2009, las regiones con más altas cifras de civiles asesinados por tropas extranjeras fueron Laghman, las zonas fronterizas de Pakistán, Helmand, Logar, Kapisa y Herat (Tabla 4). Es decir, la guerra afgana de EEUU hierve en las provincias próximas a la capital Kabul, en las regiones fronterizas pakistaníes donde los aviones de combate teledirigidos de la CIA llevan a cabo las matanzas y en el grupo de provincias situadas en el sur del país (Uruzgan, Helmand, Herat y Kandahar). Los ataques de los mortíferos aviones teledirigidos de la CIA dentro de Pakistán han proseguido desde que Obama tomó el mando. De los sesenta ataques de los teledirigidos estadounidenses al otro lado de la frontera, en Pakistán, entre el 14 de enero de 2006 y el 8 de abril de 2009, sólo diez pudieron alcanzar sus objetivos actuales, matando a catorce dirigentes buscados de al–Qaida, junto a los que perecieron 687 civiles pakistaníes.

El porcentaje de éxito de los ataques de los Predator estadounidenses no supera por tanto más del 6%

Las cifras recopiladas por las autoridades pakistaníes muestran que un total de 701 personas, incluidos los 14 dirigentes de al–Qaida, fueron asesinadas desde enero de 2006 en 60 ataques llevados a cabo con los aviones Predator estadounidenses sobre zonas tribales de Pakistán. Dos de esos ataques, perpetrados en 2006, mataron a 98 civiles, mientras que tres ataques llevados a cabo en 2007 habían asesinado a 66 pakistaníes; ninguno de los dirigentes talibanes o de al–Qaida buscados fueron alcanzados por los estadounidenses en esas acciones. Sin embargo, de los cincuenta ataques con teledirigidos perpetrados entre el 29 de enero de 2008 y el 8 de abril de 2009, diez alcanzaron sus objetivos, matando a 14 operativos buscados de al–Qaida. La mayor parte de esos ataques se llevaron a cabo a partir de la información de inteligencia proporcionada, al parecer, por miembros de tribus afganas y pakistaníes que habían estado espiando para las fuerzas aliadas dirigidas por EEUU y estacionadas en Afganistán. Los restantes cincuenta ataques de los teledirigidos fracasaron debido a fallos en la información de inteligencia, matando a cientos de civiles inocentes, incluidos mujeres y niños. La cifra de civiles pakistaníes asesinados en esos cincuenta ataques fue de 537, en la cual 385 personas perdieron la vida en 2008 y 152 fueron asesinados en los primeros noventa y nueve días de 2009 (entre el 1 de enero y el 8 de abril)… De los catorce ataques contra Pakistán en 2009, tres se llevaron a cabo en enero, matando a 30 personas, dos en febrero, matando a 55 personas, cinco en marzo, matando a 36 personas y cuatro se perpetraron en los primeros nueve días de abril, matando a 31 personas… De los catorce ataques desarrollados en los primeros 99 días de 2009, sólo uno tuvo éxito, matando a dos de los más buscados altos dirigentes de al–Qaida: Osama al Kini y el Sheij Ahmed Salim Swedan. Ambos perdieron la vida en un ataque con teledirigidos llevado a cabo el primer día del año 2009 en la región del Sur de Waziristan19.

Es decir, en ochenta días en el poder, Obama ha conseguido aumentar la tasa media mensual de muertos conseguida por Bush de 32, durante 2008, a 45 por mes (en febrero–marzo de 2009).

La mayor parte de toda esta información ha sido omitida o tergiversada en los Estados Unidos. Nunca se publican cifras totales. Incluso si se publican, como UNAMA hizo para 2007 y 2008, o Associated Press, las cifras no son fiables porque no se proporcionan datos disgregados, violando por tanto una premisa básica de las ciencias sociales, a saber, que deberían poder reproducirse todos los resultados. George Orwell tacharía todo eso de mentiras.

Tabla 4
Distribución geográfica de los civiles afganos asesinados en las acciones de EEUU y la OTAN en 2009 (hasta el 8 de abril de 2009)

Región

Total de víctimas civiles

Número de incidentes

Laghman

53

3

Zonas fronterizas Pakistán

23–27–152

5–14

Uruzgan

19

3

Logar

18

5

Helmand

18

8

Kapisa

15–19

1

Herat

16

3

Kandahar

14

4

Khost

13

5

Kabul

6

1

Kunduz

5

1

Nangarhar

3

2

Ghazni

2

1

Paktika

1

1

Kabul

1

1

TOTALES

194–202–354

44–53

Un análisis de la demografía de los civiles afganos que perecieron a manos de EEUU y la OTAN desde que Obama asumió la presidencia revela lo siguiente Tabla 5: Las mujeres y los niños asesinados por las fuerzas de EEUU y la OTAN representaron el 63% de las muertes identificables (los hombres, el 37%). Esto en comparación con las cifras, respectivamente, del 72% y del 28% que se produjeron entre enero y agosto de 200820. La diferencia se explica porque durante 2008 se utilizaron mucho más los bombardeos aéreos. Es decir, que en la guerra afgana de Estados Unidos, primero Bush y después Obama y sus aliados de la OTAN han matado al doble de mujeres y niños civiles que de hombres civiles. Muy pocos cambios se han producido desde que Obama se convirtió en Comandante en Jefe. Mi debate aquí incluye, como civiles, a los hombres, no cayendo de ese modo en la elemental trampa de igualar sólo a mujeres y niños con civiles inocentes21. La alta proporción de mujeres y niños asesinados refleja el hecho de que las fuerzas de EEUU y la OTAN están atacando los espacios domésticos.

Tabla 5
La demografía de los civiles afganos asesinados en actos de EEUU y la OTAN durante la Presidencia de Obama (21 de enero a 9 de abril de 2009)

Hombres

41–43

27,6% del total

Mujeres

15

9,9%

Niños

56

36,8%

Sin determinar

38–40

25,7%

Total

150–54

100,0%

Fuente: Base de datos del Proyecto de Memorial por las Víctimas Afganas

¿Qué es lo que está poniendo de relieve la imaginería de Obama? Al hablar del incremento de Obama se nos instruye que: “Esas tropas van a ayudarnos a contrarrestar los avances territoriales de los talibanes, a que no cuenten con refugios seguros y a crear seguridad para los civiles afganos”, dijo un alto funcionario de la administración Obama, hablando bajo anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente22.

La foto siguiente muestra a uno de los 56 niños afganos asesinados por las fuerzas de EEUU y la OTAN desde que Obama se convirtió en Comandante en Jefe.

Un aldeano mira a Jannat Gul, el bebé de seis días asesinado en un ataque terrestre estadounidense perpetrado a medianoche, a las 00,30 horas del 8/9 de abril de 2009, en el distrito de Gorbaz, cerca de la ciudad de Khost (Foto de Reuters)

Conclusión

Lo que en sus orígenes (2001–2004) fue una guerra de Estados Unidos (con el caniche de Blair arrimándose después) se convirtió en 2005–2008 en una guerra de EEUU y la OTAN, pero eso está cambiando ahora. Como se ha visto con claridad, Europa –especialmente la vieja Europa– trata de despegarse de EEUU. Consideran Afganistán como la guerra de EEUU. Los esfuerzos de Obama en la reciente cumbre de la OTAN en Estrasburgo para engatusar y pedir a los europeos que combatan más y aporten más pasta, fracasó miserablemente23. Patrick Buchanan traza claramente el pensamiento europeo:

“Porque Europa no ve amenaza por parte de Afganistán y no tiene intereses vitales en un país lejano donde los europeos de la OTAN no han combatido desde que el Imperio Británico plegó velas hace ya mucho tiempo. Al–Qaida no atacó a Europa fuera de Afganistán. Fue a EEUU a quien atacaron. Porque, dijo Osama bin Laden en su “declaración de guerra”, EEUU estaba ocupando el suelo sagrado de Arabia Saudí, estrangulando hasta asfixiarlo al Iraq musulmán y proporcionando las armas a Israel para reprimir a los palestinos. Como Europa no tiene tropas en Arabia Saudí, como salió de Iraq y apoya un estado palestino, los europeos piensan que es menos probable que les ataquen si van que si siguen combatiendo y matando musulmanes en Afganistán24.

A pesar de su retórica tranquilizadora, el continuismo que Obama da a las políticas de Bush es inquietante. Obama prosigue con el aumento de tropas comenzado por Bush durante 2008. Los ataques de aviones teledirigidos se multiplican en Pakistán. Los ataques a medianoche de fuerzas extranjeras contra hogares afganos continúan. Los esfuerzos desesperados para desarrollar una fuerza de policía afgana persisten, o de “afganizar” la guerra de la misma forma que EEUU intentó hacer, fracasando, en Vietnam. Y más importante aún, la justificación primordial de Obama para la prosecución y escalada de la guerra de EEUU contra Afganistán ha vuelto a ser precisamente la misma que el Presidente Bush lanzó tras el 11–S: el bombardeo y la invasión para impedir que al–Qaida se refugie en Afganistán donde podría planear nuevos ataques. No importa que los ataques del 11–S se planearan en Hamburgo. Los campos de entrenamiento de al–Qaida en Afganistán no son sino operaciones primitivas con muy baja tecnología donde el énfasis primordial se pone en el entrenamiento físico y en la discusión/educación. Ese tipo de actividades pueden fácilmente ser implementadas en cualquier otro lugar del mundo: ciertamente, Yemen, Pakistán y el Sahara son lugares perfectos. Los efectos de los bombardeos y de la invasión estadounidense de Afganistán no han hecho más que provocar el odio hacia occidente y la descentralización de grupos islámicos radicales, creando por tanto un “enemigo” oculto y mucho más peligroso. Obama está siguiendo precisamente una política táctica militar guiada por las tres propuestas peligrosas o engañosas contra las que Gilles Dorronsoro advirtió: “actuar contra los locales”, “perseguir a los ‘talibanes moderados’” y “presionar a Pakistán”25.

Las políticas militares de Obama continúan matando civiles afganos. En las altas horas de la madrugada del 19 de marzo de 2009, un ataque por tierra estadounidense mató a dos civiles. Un periodista de Reuters, Rafeeq Shirzad, describió lo ocurrido:

“El ataque a altas horas de la madrugada tenía como objetivo acabar con una célula de al–Qaida de planificadores y constructores de bombas en el distrito Bati Kot de la provincia de Nangarhar… El ejército estadounidense declaró en un comunicado: ‘Dos militantes armados en actitud combativa murieron, deteniéndose a un total de cuatro sospechosos de pertenecer a la insurgencia’, se dijo. Pero el gobernador del distrito Khaibar Momand condenó los asesinatos, diciendo que las víctimas eran civiles y que la operación no se había coordinado con las tropas afganas. Alrededor de cien vecinos se reunieron para protestar contra la matanza, declarando que no enterrarían los cuerpos hasta recibir una explicación. En el ataque se habían destruido cuatro casas, dijeron los vecinos a Reuters. ‘Es mejor unirse a los talibanes que ser neutral y que te maten’, dijo un vecino llamado Rahmatullah. ‘Las fuerzas extranjeras no están aquí por nuestra seguridad; capturan civiles en medio de la noche y les matan. El gobierno no sirve para nada y no queremos nada de él. Nosotros mismos nos vengaremos’, dijo26”.

Pero el embajador de Afganistán en EEUU, Said Jawad, no lo entendía. Recientemente proclamó que lo que tenían que hacer todos los estadounidenses tras matar civiles afganos era pedir disculpas y que así todo iría bien27. Una especie de “lo siento” haría que los deseos de venganza desaparecieran. Desde la seguridad y el confort de Washington, Jawad instruía a sus sufridos compatriotas en Afganistán: “Ese es el precio que tenemos que pagar si queremos seguridad y estabilidad en Afganistán, en la región y en el mundo”.

Simon Jenkins, corresponsal de The Guardian en Moscú durante la época de los combates contra los soviéticos en Afganistán, sintetizó el futuro de forma admirable:

“Va a pasar con Occidente como pasó con los rusos: ese pobre, y muy particular país, despedirá algún día a otro invasor que ha intentado reorganizar su historia a base de armas, bombas y dinero. Eso no ha funcionado nunca. Por desgracia, ya estamos empezando a darnos cuenta de ello28”.


(*) Profesor de Desarrollo Económico y Estudios de la Mujer, Whittemore School of Business & Economics, University of New Hampshire. Es autor del libro “Afghanistan como un espacio vacío - El perfecto estado neocolonial del siglo XXI, AKAL, Madrid, 2007.

Notas:

1 Véase y escúchese en: http://www.thedailyshow.com/video/index.jhtml?videold=222759&tittle=redefinition-accomplished

2 Peter Baker, “The Words Have Changed, but Have the Policies?”, New York Times (2 de abril de 2009), asícomo Michael Barone: “Obama’s Foreign Policy is Very Much a Continuation of the Bush Policies”, U.S. News&World Report (8 de abril de 2009), en: http://www.cbsnews.com/stories/2009/04/09/usnews/whispers/main4932324.shtml

3 Por ejemplo, así lo expresó Chris Sands en: “War-Weary People Fear Little Hope for Peace”, The National (9 demarzo de 2009), en: http://www.thenational.ae/apps/pbcs.dll/article?AID=/20090309/FOREIGN/614496422/1002 , Kathy Gannon: “Afghans Fed up with Government, U.S.”, Associated Press (5 de septiembre de 2008) en: http://www.commondreams.org/headline/2008/09/07-3 , y Abdus Sattar Ghazali: “Obama Embraces Bush’s ‘War on Terror’ Policy Without Naming it So”, OpEdNews ( 25 de febrero de 2009), en: http://www.amperspective.com/html/obama_embraces_html

4 Paul Daley: “Taliban Thwart Bid to Rebuild”, Sydney Morning Herald (1 de febrero de 2009), en: http://www.smh.com.au/text/articles/2009/01/31/1232818793464.html

5 Se incluyen en estas cifras, la gente de las tribus pastones que viven en las regiones de la frontera afgano-paksitaní.

6 “Toll: More US Tropps More Casualties”, Press TV (1 de marzo de 2009), en: http://www.presstv.com/detail.aspx?id=87200&sectionid=351020403

7 Detalles en mi: Matriz of Death. A New Dossier on the (Im)Precision of U.S. bombing and the (Undervaluation) of Afghan Lives”, Frontline. India’s National Magazine 25,21 (11-24 octubre 2008): portada y págs. 4-23. También apareció publicado en Canadá, en Global Research, en: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=10506. Y su traducción en castellano en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=74578

8 “Afghan Ambush Kills French Troops”, BBC News (19 de agosto de 2008), véase en: http://news.bbc.co.uk/2/hi/south_asia/7569942.stm

9 Véase análisis y datos en mi “Relative Lethality. Survival Odds for Civilians and Occupiers in Afganistán and Iraq”. Cursor.org (6 de enero de 2006), en: http://cursor.org/stories/relativelethality.html

10 Hay cientos de casos de ese tipo documentados en mi base de datos, El Proyecto para el Memorial por las Víctimas Afganas, en: http://pubpages.unh.edu/~mwherold

11 Javed Hamim Kakar: “Taliban Dispute UN Report on Civilian Deaths”, Pajhwok Afghan News (19 de febrero de 2009).

12 De “An Afghan Surge… in Civilian Casualties” (15 de marzo de 2009), en: http://firedoglake.com/2009/03/15/an-afghan-surge-in-civilian-casualties/

13 David C. Gompert y John Gordon IV, “War by Other Means. Building Complete and Balanced Capabilities for Counterinsurgency” (Santa Monica: RAND National Defensa Research Institute, RAND Corp., 2008).

14 Para la foto del periodista alemán Perry Kretz, véase: http://stern.de/politik/ausland/;Afghanistan-Osama-Laden--/526526.html?cp=5

15 Graeme Smith: “Report Slams Tactic of Night Raids on Afghan Homes”, The Globe & Mail (23 de diciembre de 2008).

16 Gilles Dorronsoro: “Focus and Exit: An Alternative Strategy for the Afghan War”, Carnegie Endowment for International Peace report (enero 2009), en: http://carnegieendowment.org/files/afghan_war-strategy.pdf

17 Frederico Manfredi: “Rethinking U.S. Policy in Afghanistan”, World Policy Journal 25, 4  (Invierno 2008-09): 23

18 Detalles en Shahpur Arab: “US Forces hill Five sibilinas in Logar: Officuials”, Pajhwok Afghan News (14 de marzo de 2009), en: http://www.rawa.org/temp/runews/2009/03/14/us-forces-kill-five-civilians-in-logar-officials.phtml

19 60 Drone Hits Hill 14 Al-Qaeda Men, 687 Civilians”, The News, (10 de abril de 2009), en: http://www.thenews.com.pk/print3.asp?id=21440

20 Derivadas dee mi “ Matrix of Death”, Frontline, India’s National Magazine 25, 21 (11-24 de octubre de 200): 21.

21 Es un tema exploado por R. Charli Carpenter en: “Innocent Women and Children”: Gender, Norms and the Protection of Civilians” (Farnham, U.K. Ashgate Publishing, 2006) 217 pág.

22 Julian Barnes y Greg Miller: “Obama Orders More Troops to Afghanistan”, Los Angeles Times (18 de febrero de 2009), en: http://www.latime.com/news/nationworld/world/lag-fg-afghan-troops18-2009feb18.0.7002157,print.story

23 Magníficamente articulado por Hans Vogel en: “The Emperor’s New Clothes: Mr. Change’s Recent Europe Trip”, Pravda.RU (10 de abril de 2009), en: http://english.pravda.ru/opinion/columnists/10-04-2009/107385-Change_Emperor-0

24 Patrick J. Buchanan, “Why Europe Won’t Fight”, Antiwar.org (9 de abril de 2009), en: http://original.antiwar.com/buchanan/2009/04/09/why-europe-wont-fight/

25 Dorronsoro (2009), op.cit: 4-7

26 Énfasis añadido por M.H.-Rafeeq Shirzad: “afganis Protest anti-Qaeda Raid Which Kills Two”, Reuters (19 de marzo de 2009), en: http://www.reuters.com/article/latestCrisis/idUSISL434097

27 “Afghan Envoy Defendí US Raids”, Al Jazeera.net (11 de abril de 2009), en: http://english.aljazeera.net/news/asia/2009/04/2009410225414127835.html

28 Simon Jenkins: “Parallels with Nam” The Guardian (31 de marzo de 2009), en: http://www.mg.co.za/article/2009-03-31-parallels-with-nam