Se inició Af-Pak,
la guerra de Obama

Cientos de civiles heridos agonizan
abandonados en hospitales de Swat

Por Sajjad Tarakzai
Desde Pakistán
Gara, 13/05/09

La ofensiva lanzada por el Ejército paquistaní contra los talibán está desencadenando una crisis humanitaria entre los civiles que habitan en el valle de Swat, atrapados entre dos fuegos. Abandonados a su suerte por el personal sanitario que ha huido hacia Peshawar, agonizan durante horas sin agua, sin electricidad, sin medicamentos y sin asistencia. Esta situación se registraba hace ocho días y la situación ha empeorado notablemente desde entonces.

Sin electricidad, agua o medicamentos, el principal hospital de Swat no es capaz de acoger a los civiles heridos en la ofensiva del Ejército paquistaní contra los talibán en el noroeste de Pakistán, según relatan los médicos que han huido.

El establecimiento de 500 camas situado en Saidu Sharif, un barrio de la periferia de Mingora, la capital del distrito de Swat, ha sido literalmente abandonada por su personal, cuenta por teléfono un cirujano ortopédico que ha huido y que ha alcanzado Peshawar, la capital de la provincia del Noroeste.

«Ninguna infraestructura médica está en condiciones de funcionar en Mingora», una ciudad de unos 300.000 habitantes, continúa este hombre que no quiere ser identificado.

Los demás hospitales del valles de Swat y alrededores, escenario desde hace más de dos semanas de una vasta ofensiva del Ejército contra los talibán vinculados a Al-Qaeda, están también a punto de ser cerrados, dejando sin esperanza a los numerosos heridos -combatientes o civiles atrapados entre dos fuegos- de la zona, según aseguran los responsables de la administración local.

Cientos de enfermeros, médicos y farmacéuticos no han tenido otra alternativa que huir, confirma a través del teléfono Lal Noor, director del hospital de Saidu Sharif.

«Soy el último que abandonó el establecimiento el pasado domingo», explica, también desde Peshawar. «Los heridos que habían logrado recorrer el camino hasta el hospital me contaron que la gente agonizaba en sus casas, gritando para recibir ayuda», añade este médico.

«Esto sucedía hace ya ocho días, y ya entonces no había electricidad ni carburante para hacer funcionar los generadores. Reclamé sin cesar a las autoridades que nos protegiesen, pero fue en vano», se desahoga, amargamente ante la imposibilidad de atender a los heridos.

La organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció ayer que los talibán impiden huir a los habitantes de Swat, mientras que el Ejército bombardea indiscriminadamente las zonas habitadas.

El Ejército aseguro que ha tomado la iniciativa frente a los combatientes islamistas, pero numerosas personas de los 360.000 desplazados desde hace diez días cuentan que hasta hace poco los talibán eran los dueños de las calles de Mingora.

Los conductores de las ambulancias se niegan a coger el volante por miedo a convertirse en objetivo de los disparos de los talibán o de los obuses de mortero del Ejército, asegura Noor. «Sabemos que hay víctimas civiles y gente que necesita asistencia urgente. Todo está cerrado. ¿Cómo sobrevivirán?».

Seis muertos en atentados suicidas en Afganistán

Al menos seis personas, miembros de las fuerzas de seguridad y civiles, murieron y trece más resultaron heridas ayer en los atentados suicidas llevados a cabo por los talibán contra edificios oficiales en Khost, en el este de Afganistán, indicó un responsable médico.

Una serie de atentados suicidas que tenían como objetivo edificios municipales y del gobierno provincial y que fueron reivindicados por los talibán golpearon la pequeña ciudad de Khost, situada a 40 kilómetros de la frontera paquistaní, según el Ministerio del Interior.

«Por el momento, hemos recibido seis cadáveres y tenemos a trece heridos en el hospital», indicó a France Presse el director de la sanidad pública de la provincia de Khost, Amir Padshah Rahmatzai.

Tres de los muertos son civiles y los otro tres, hombres que llevaban uniformes de las fuerzas de seguridad afganas, precisó.

Un soldado estadounidense también resultó herido, sin que su vida corriese peligro, como consecuencia del intercambio de disparos con los insurgentes que atacaron los locales del gobierno provincial, al que no pudieron acceder, indicó un portavoz del Ejército estadounidense, el brigadier Brian Naranjo. En Khost se ubica la base militar estadounidense de Camp Salerno.


Pakistán: éxodo masivo por conflicto

BBC World, 15/05/09

Miles de personas están huyendo del valle de Swat, en el noroeste de Pakistán, aprovechando la suspensión temporal del estado de sitio declarado en el escenario de intensos combates entre el ejército paquistaní y los militantes del Talibán.

La mayoría de los civiles provienen de la ciudad principal, Mingora, donde están varadas miles de personas más y donde ha comenzado a escasear el gas, la electricidad y los alimentos.

Según señala el corresponsal de la BBC en la zona, la carretera que va hacia Mingora está repleta de vehículos atiborrados de gente.

El primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, prometió retomar el control del valle de Swat que desde hace meses se encuentra bajo la influencia del Talibán.

Los combates desarrollados en los últimos meses, indicó la ONU, han provocado el desplazamiento de más de 800.000 personas.

Muchas de ellas están viviendo en campamentos provisorios alrededor de la ciudad de Mardan.

Versiones contradictorias

El gobierno paquistaní ha desplegado unos 15.000 soldados en el valle de Swat y las zonas aledañas con el fin de combatir a los 5.000 miembros de la insurgencia Talibán que operan en la zona.

Los operativos militares incluyeron el uso de fuego de artillería contra presuntos escondites del Talibán en Swat y en el vecino distrito de Lower Dir. La operación dejó un saldo de 124 militantes y 9 soldados muertos en las 24 horas previas al levantamiento del toque de queda, señaló el ejército.

Sin embargo Muslim Khan, portavoz del Talibán, afirmó que su movimiento había acabado con la vida de 37 soldados desde el miércoles y que las víctimas dentro de sus filas ascendían a tres.

El corresponsal de la BBC en Karachi, M. Ilyas Khan, explicó que ambas versiones eran difíciles de confirmar dado que el sistema telefónico de Swat no está funcionando y los celulares tampoco debido a la falta de electricidad.

En opinión de diversos analistas de Pakistán, el Talibán ha comenzado a perder apoyo desde que salió a luz pública un video en marzo en el que se ve a un grupo de militantes azotando a una niña.

Los enfrentamientos en el valle de Swat se han incrementado en las últimos días. Esta semana, el ejército abrió un nuevo frente, con el envío por aire de tropas a Peochar, a unos 65 km. al noroeste de Mingora.

El ejército dice haber logrado avances en la zona de Peochar, pero los militantes aseguran estar haciéndole frente a las tropas paquistaníes con éxito.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, advirtió que la situación de los desplazados puede avivar aún más el conflict.

"Si no se pueden resolver los problemas que se presentan por la enorme cantidad de desplazados... esta población puede convertirse en un factor de desestabilización", dijo Guterres después de visitar un campamento de desplazados.


Más de un millón de desplazados en Pakistán

Estrella digital/EFE, 16/05/09

Islamabad.– El éxodo de población civil a causa de la nueva ofensiva del Ejército de Pakistán contra la insurgencia talibán en el norte del país supera ya el millón de personas, para las que el ACNUR pidió un "apoyo masivo" a la comunidad internacional. En rueda de prensa, el máximo responsable de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, de visita en Pakistán, se refirió al asunto como "la mayor crisis de desplazamiento interno" en la historia del país. Según datos de ACNUR, desde comienzos de mayo, 1.171.000 civiles han tenido que desplazarse desde sus lugares habituales de residencia debido a la creciente inestabilidad en el norte de Pakistán.

"Durante décadas Pakistán ha acogido a millones de refugiados afganos. Es importante expresar exactamente la misma solidaridad" que los paquistaníes, expuso Guterres, quien subrayó que es necesario un apoyo económico "masivo" de la comunidad internacional, para lo que instó a que se haga efectivo "rápidamente", ya que "no es momento para gestos simbólicos".

Si las ayudas no llegan, la crisis humanitaria se convertirá en un gran "factor desestabilizador" para Pakistán, que ya acoge a 1,7 millones de refugiados afganos y a otros 550.000 desplazados internos por las ofensivas emprendidas por el Ejército en el 2008 en otros lugares de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP) y las adyacentes áreas tribales fronterizas con Afganistán.

Incluso el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, describió el pasado jueves en el Parlamento la crisis como el mayor desplazamiento de civiles desde la creación del Estado y la partición del subcontinente en 1947, tras la independencia del Imperio Británico, momento en el que millones de personas vinieron a Pakistán desde la India y viceversa.

El Gobierno paquistaní anunció esta semana la celebración el próximo día 21 de una conferencia internacional de donantes para recabar ayuda para los afectados por el conflicto.

Aunque EEUU, Francia, China y la Unión Europea ya han prometido una ayuda económica, el ministro paquistaní de Economía, Shaukat Tarin, cifró este viernes, entre 600 y 800 millones de dólares la cantidad que Pakistán necesita para asistir a los desplazados en todo el proceso hasta la reconstrucción de sus hogares.

Guterres evitó este sábado ofrecer números, aunque fuentes de la ONU aseguraron que tan sólo ACNUR está a punto de elevar su ayuda en 80 millones de dólares, mientras que otras agencias como UNICEF o el Programa Mundial de Alimentos también harán lo propio. Igualmente, Guterres explicó que la ONU está desarrollando un mecanismo para poder transportar comida, probablemente por vía aérea, a las decenas de miles de personas que se hallan atrapadas en áreas aisladas.

Según datos facilitados a Efe por ACNUR, del total de desplazados, 130.950 se hallan en los diversos campos de acogida habilitados en zonas de la NWFP cercanas a los distritos de Swat, Buner, Dir y Shangla, donde se está llevando a cabo la ofensiva contra la insurgencia talibán.

"La situación es de agobio. La gente pasa por estados psicológicos. Primero, de alivio por haber abandonado el lugar de confrontación, pero después sufren un bajón", explicó la portavoz de UNICEF en el país, Antonia Paradela, quien estimó que la mitad de los desplazados son menores. "Unos 7.000 niños están asistiendo a clases" en escuelas improvisadas en los campos, agregó Paradela, quien indicó que se necesita desde alimentos hasta agua, pasando por sanitarios, ventiladores y ropa para que puedan afrontar las altas temperaturas.

Un millar de insurgentes muertos en la ofensiva

Mientras, el Ejército prosigue con su ofensiva y aseguró este sábado haber dado muerte a otros 47 insurgentes, 45 de ellos en la demarcación de Dir, donde atacaron a los talibanes en un edificio gubernamental que habían tomado.

En rueda de prensa en Islamabad, el portavoz militar, Athar Abbas, explicó que cuatro integristas fueron arrestados, mientras que dos destacados cabecillas fueron abatidos en Shangla y Swat, donde las tropas avanzaron hacia Mingora, la principal población del valle.

Según los partes militares, que carecen de confirmación independiente, las fuerzas de seguridad han acabado con la vida de cerca de un millar de insurgentes desde que a finales de abril iniciaron sus ofensivas.

Este además además un ataque con misiles de un avión estadounidense no tripulado causó 25 muertos en la región tribal de Waziristán del Norte y un atentado contra un autobús escolar acabó con la vida de nueve civiles, cuatro de ellos niños, en la ciudad septentrional de Peshawar.