Afganistán

EEUU lanza la mayor ofensiva militar en
lo que va del gobierno de Obama

Por Kim Sengupta
Corresponsal en Kabul
The Independent, 02/07/09
La Jornada, 03/07/09
Traducción de Gabriela Fonseca

Kabul.- En la más grande ofensiva militar ocurrida durante la presidencia del estadounidense Barack Obama, artillería pesada y helicópteros militares irrumpieron en el corazón del territorio talibán en Afganistán, en un primer asalto que un comandante bautizó “la decisión de este verano”. La acción tiene el objetivo de estabilizar la región antes de las elecciones afganas del mes próximo.

A medida que se desarrollaba la misión, se dio a conocer que un soldado estadounidense fue secuestrado en Paktika, provincia en el sur de Afganistán. Se cree que el uniformado, cuya identidad no se difundió por temor a ponerlo en peligro, es el primer militar estadounidense plagiado en Irak o Afganistán en los últimos dos años.

Sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron que el soldado no estaba de servicio cuando desapareció, mientras comandantes del talibán afirmaron que el secuestrado fue hallado borracho afuera de su base militar.

La Operación Janjar, que en idioma pashtu significa “golpe de espada”, envió a las tropas a atacar un valle que ha sido “campo de sangrientas batallas” con los jihadistas e importante centro de cosecha de amapola.

“Vamos a cambiar el mundo este verano, a partir de esta mañana”, arengó a sus tropas el teniente coronel Christian Cabaniss, comandante del segundo batallón de la octava división de los marines, quienes vestían uniforme de camuflaje para terreno desértico.

“Estados Unidos y el mundo están mirándolos”, agregó, según la agencia Reuters. “Las expectativas son enormemente altas durante este verano decisivo”, dijo. Luego los marines abordaron helicópteros y vehículos Humvee.

En un indicio de los peligros que enfrentan las tropas de la coalición, se confirmó que Gran Bretaña ha perdido a su soldado de más alto rango desde que el coronel G. Jones murió en las islas Malvinas. Se trata del teniente coronel Rupert Thorneloe, oficial al mando de las Guardias Galesas, quien murió junto con su subalterno cuando el vehículo artillado Viking en que viajaba fue hecho estallar con una bomba colocada a un lado del camino, en la localidad de Helmand. Otros seis soldados resultaron heridos en el ataque.

La operación de este jueves, en la que participaron también 400 efectivos castrenses del gobierno afgano, marcó la primera gran prueba para la estrategia de Washington de incremento militar. El brigadier general Larry Nicholson dijo que la operación es distinta a otras agresiones previas, debido a su “escala masiva”. “La intención es que el golpe sea fuerte, grande y rápido, para así salvar vidas en ambos bandos”, indicó.

El número de marines desplegado es similar al que se usó durante el sangriento y controvertido sitio sobre Fallujah, centro de Irak, llevado a cabo en 2004.

La operación se detuvo antes de obtener el control total sobre la localidad, luego de que la comunidad internacional reaccionó con horror a las imágenes de la carnicería. Durante los seis meses que siguieron, Fallujah se convirtió en cuartel de los insurgentes, con oleadas de atentados suicidas por toda la región.

Los marines son parte de un grupo de refuerzos de 22 mil elementos enviado a Afganistán por Obama en un intento de contener la violencia ante lo que Washington llama la coyuntura original en el conflicto bélico. El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, ha dicho que la paciencia de su país se agota y que debe haber mejoras en lo referente a las guerras antes de que termine el año en curso.

A la Operación Janjar siguió una acción de menor envergadura, que tuvo lugar más al norte del valle del río Helmand, con la que se retomó el control sobre la aldea de Babaji y zonas al norte de la capital de la provincia, Lashkar Gar. Fuerzas británicas han tenido, no obstante, dificultades para defender el terreno que lograron ganar, debido a su escasez de soldados.

La misión estadounidense comenzó cuando helicópteros dejaron a los marines en el poblado de Nawa, a unos 32 kilómetros de Lashkar Gar, en una zona que nunca ha estado dominada ni por fuerzas extranjeras ni por fuerzas afganas.

El ejército de Estados Unidos dijo que esto sirvió para tomar por sorpresa al enemigo. “En cierta forma, estamos forjando un nuevo camino. Llegamos a un lugar donde nadie ha estado antes”, afirmó el capitán Drew Shoenmaker.

Los insurgentes retrocedieron hacia las mesetas y se liaron en tiroteos con los marines. Las fuerzas afganas fueron atacadas con granadas lanzadas con morteros. Los pobladores de la zona corrieron a refugiarse en sus casas de adobe mientras el ruido del fuego de artillería hacía eco a su alrededor.

Se espera que al término de la Operación Janjar se lleven a cabo “minimisiones”, que se lanzarán tras una pausa. Con toda probabilidad, las fuerzas estadounidenses y británicas se abstendrán de lanzar ofensivas justo antes de las elecciones del 20 de agosto próximo y en el periodo que siga a los comicios para “no dar provocación a la violencia”.

Este miércoles, el vocero de los talibán, Qari Yousef Ahmadi declaró que no se permitirá a los estadounidenses “ocupar tierra afgana”. Añadió: “tenemos gran número de combatientes en el área. Los estadounidenses no tendrán la victoria permanente”.


Encarnizados combates en Afganistán

“La lucha aún no ha empezado”, responde el Talibán

Reuters, 03/07/09

Garmser.- El ejército de Estados Unidos libraba este viernes encarnizados combates con el talibán en el sur de Afganistán, donde la víspera lanzó una vasta operación contra la insurgencia, en la que uno de sus soldados perdió la vida.

El jueves, cuatro mil marines estadounidenses llevaban a cabo la Operación Janjar, apoyados por 500 policías y soldados afganos, quienes fueron desplegados en los distritos de Garmser y de Nawa en “casi ocho horas”, y “aproximadamente la mitad en helicóptero”, según Nicholson.

Sin embargo, Yusuf Ahmadi, uno de los voceros de la insurgencia, afirmó que realmente aún no habían entrado en combate contra los estadounidenses, lo que contradice el anuncio de los mandos de Washington.

Los soldados estadounidenses están “enzarzados en un durísimo combate en el sur del sector”, informó el general Larry Nicholson (comandante de la operación militar) en el distrito Garmser de la provincia afgana de Helmand, considerada bastión de los talibanes. Estos militares “tendrán que hacer frente a duros desafíos”, indicó el general, quien añadió que otras tropas desplegadas en el sector tropezaron con “débil resistencia”.

En tanto, en el vecino Pakistán, un avión estadounidense no tripulado disparó misiles hacia la región de Waziristán del Sur, matando a 10 rebeldes, mientras un helicóptero militar paquistaní se estrelló en el noroeste del país debido a una falla técnica, con saldo de 26 oficiales de seguridad muertos.

Operación Janjar

Al toparse con poca resistencia lograron avanzar rápidamente hacia el sur y tomar el control del distrito aledaño de Janisin, donde en los últimos años los talibanes instauraron un gobierno local paralelo. Nicholson confirmó que un soldado estadounidense murió el jueves por disparos de los rebeldes, lo que es la primera baja en la operación.

El viernes, los marines que luchaban contra los rebeldes se encontraban en la zona de Toshtay, 25 kilómetros al sur de la ciudad de Garmser, capital del distrito que lleva el mismo nombre, y la víspera destruyeron una base enemiga en las inmediaciones, agregó el comandante.

La operación estadounidense, la mayor en Afganistán desde la llegada de Barack Obama al poder, en enero pasado, tiene por objetivo imponer la seguridad en esta región inestable con vistas a las elecciones presidenciales y provinciales del 20 de agosto.

Por otro lado, en el vecino y convulso Pakistán, un avión estadounidense no tripulado –conocido como drone– disparó este viernes misiles hacia la región de Waziristán del Sur, matando a 10 militantes talibanes, afirmaron funcionarios.

Asimismo, un helicóptero militar paquistaní se estrelló en el noroeste del país debido a una falla técnica, causando la muerte de 26 oficiales de seguridad, indicaron fuentes oficiales.

El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, prosiguió hoy su visita a Irak con reuniones destinadas a ganar mayor incidencia política en esa nación, luego del repliegue de las tropas estadounidenses, el pasado 30 de junio.

Biden se reunió con el presidente iraquí, Jalal Talabani; el primer ministro, Nouri Maliki, y el jefe del Parlamento, Ayad Samarrai.

La visita del vicepresidente estadounidense empezó la noche del jueves y provocó este viernes el rechazo de los seguidores del clérigo radical chiíta Moqtada Sadr, quienes salieron a las calles de Bagdad a protestar.

Asimismo, un alto responsable estadounidense, quien pidió el anonimato, dijo que Biden amenazó a sus interlocutores iraquíes con desistirse de su compromiso político si la violencia confesional o étnica resurge en el país.