Afganistán

El Talibán es gobierno de facto en un gran número de pueblos en Afganistán

¿La sartén por el mango?

BBC World, 30/09/09

La fuerza política que más impacto podría tener en el contexto de la presente contienda electoral en Afganistán es precisamente la que no participa en los comicios de este 20 de agosto: el Talibán

Esta organización fundamentalista no sólo constituye la principal amenaza para el actual gobierno afgano, sino que se ha convertido en un factor desestabilizador en el vecino Pakistán, donde controla buena parte del noroeste del país.

Un informe del Consejo Internacional para la Seguridad y el Desarrollo (ICOS, por sus siglas en inglés), un influyente centro de análisis con sede en Bruselas, señala que los insurgentes tienen una "presencia permanente" en el 72% del territorio afgano. Sin embargo, la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que encabeza la fuerza internacional en Afganistán, niega estas cifras.

"Los talibanes están en casi todos los sitios y están para quedarse. Su influencia y su presencia se está expandiendo; están ganando apoyo local y constituyen el gobierno de facto en muchos distritos y pueblos del país. Es una situación muy grave" dijo a BBC Mundo Jorrit Kamminga, consultor y experto del ICOS.

Hace unos años, la presencia de la organización fundamentalista se limitaba a su tradicional bastión en el sur del país. Hoy en día, ha expandido su influencia en provincias del oeste y noroeste del país, y en zonas ubicadas al norte de Kabul.

¿Cuestión de matices?

Nick Gromo, vicepresidente de la consultora International Crisis Group, señala que hay que poner en contexto las cifras sobre cuánta influencia tiene el Talibán.

"El Talibán es una fuerza insurgente y los insurgentes van y vienen y ejercen influencia, pero no es cierto que controlen amplias áreas del país. Hay muchas zonas de Afganistán donde el gobierno no tiene el control, pero eso no quiere decir que lo tiene el Talibán", señaló a BBC Mundo Nick Gromo.

Pese a esto, pocos dudan que los insurgentes están ganando terreno y sus ataques están poniendo en jaque a las tropas extranjeras.

El propio general estadounidense David Petraeus admitía hace unas semanas que los embates del Talibán habían alcanzado su punto más alto a mediados de junio pasado.

Petraus habló pocos días después de que se registraran más de 400 ataques insurgentes en una sola semana.

Estadísticas como éstas dan una buena medida de la fuerza que está ganando esta organización. Cifras de las Naciones Unidas señalan que 2008 fue el año mas violento en Afganistán desde la ofensiva estadounidense de 2001, con un promedio de al menos 857 ataques por mes.

Los analistas ya están previendo que las cifras de este año sobrepasaran con creces las de 2008.

Claves del Éxito

El talibán no sólo ha estado activo en el terreno militar. Contrario a lo que se esperaría, están logrando con éxito promover sus mensajes entre la población con el uso incluso de medios como la internet.

Nick Gromo señaló a BBC Mundo que "diferentes grupos dentro del Talibán están movilizándose, tienen sus sitios de internet y varias publicaciones, distribuyen cartas durante las noches entre la población, o emiten grabaciones de radio".

Pero, el principal factor que ha contribuido a que los fundamentalistas islámicos ganen terreno es el fracaso del presente gobierno y de la gestión internacional en Afganistán.

"Ellos están creciendo entre la gente normal, entre el 80% o el 90% que no tiene empleos ni oportunidades, y es a esa gente a la que en 2001, cuando la ofensiva de Estados Unidos derrotó al gobierno del Talibán, se le ofreció una mejoría en su situación, una mejoría que no ha llegado", senala Jorrit Kamminga.

De hecho, el informe de diciembre pasado del Consejo Internacional para la Seguridad y el Desarrollo destaca que el Talibán no sólo está ganando el favor y la simpatía de la gente, sino que "pese a los esfuerzos internacionales, el Estado afgano está una vez más en riesgo de caer en manos de éstos".

Sin embargo, no sólo se trata de que las condiciones de vida de la gente no hayan mejorado.

"Yo no diría que el Talibán está ganando el favor y la simpatía de la gente. El problema es que es muy difícil esperar que la población apoye a un gobierno que ve como corrupto y que no está respondiendo a sus expectativas. Hay un gran número de investigaciones que señalan que no es tanto que apoyan al Talibán sino que se oponen al gobieno", asegura Gromo.

Estrategia internacional

Uno de los aspectos que destacan un gran número de analistas internacionales es que el Talibán no es una fuerza monolítica.

"Se trata más bien de un conjunto de grupos diferentes", dice Jorrit Kamminga, y señala que la mayoría de ellos no son necesariamente ultra–fundamentalistas, como es el núcleo central de la organización.

Según Kamminga, hay que distinguir entre este núcleo y la mayoría "a la que sí se puede conquistar".

De hecho, el propio presidente afgano Hamid Karzai instó al Talibán a participar en las elecciones de este mes de agosto en un intento por llegar a ciertos sectores del grupo.

La nueva estrategia de Estados Unidos, que implica el envío de 17.000 soldados adicionales, contempla también "atraer a elementos moderados dentro del Talibán", aunque no es claro todavía como se llevaría esto a cabo.

De hecho, el canciller británico, David Milliband, señala que negociar con esos sectores del movimiento islámico debe ser una de las prioridades.

Según Jorrit Kamminga, esto es un reconocimiento de que el Talibán tiene tanto peso que al final es una fuerza política que no se va a poder ignorar.

Independientemente del resultado de los comicios de agosto, todo indica que por el momento esa organización parece tener la sartén por el mango en el terreno militar y hasta en el político.

Y el futuro del nuevo gobierno va a depender de cuán exitosa es la nueva ofensiva promovida por el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de combatir o de incluir al Talibán en el futuro de Afganistán.