Afganistán

Entrevista con jefe guerrillero

“EEUU y la OTAN perdieron la guerra de Afganistán”

Por Syed Saleem Shahzad (*)
Asia Times, 15/10/09
Rebelión, 16/10/09
Traducido por Germán Leyens

Angorada, Waziristán del Sur, en el cruce de caminos con Afganistán.– Una reunión de alto nivel el 9 de octubre en el palacio presidencial entre dirigentes civiles y militares de Pakistán avaló una operación militar contra los talibanes paquistaníes y al Qaeda en el área tribal de Waziristán del Sur, calificada por los analistas como la madre de todos los conflictos regionales.

Al mismo tiempo, al Qaeda implementa su plan táctico en el teatro de operaciones del Sur de Asia como parte de su campaña general contra la hegemonía global estadounidense que comenzó con los ataques en EE.UU. del 11 de septiembre de 2001.

El objetivo de al Qaeda siguen siendo EE.UU. y sus aliados, como Europa, Israel y la India, y no prevé diluir esta estrategia abrazando resistencias musulmanas en parámetros estrechos. En este contexto, la actividad militante en Pakistán se ve como una complicación más que como parte de la estrategia de al Qaeda.

Los militantes han estado particularmente activos durante los últimos días. El jueves pasado, un coche cargado de explosivos se estrelló contra el muro del complejo de la embajada india en Kabul, capital de Afganistán, matando a por lo menos 17 personas. Luego, el sábado, hubo un audaz ataque contra el cuartel militar paquistaní en Rawalpindi, la ciudad gemela de la capital, Islamabad. El lunes, un atacante suicida detonó una bomba en una ciudad mercado en la región del Valle Swat, matando a 41 personas e hiriendo a 45.

Pakistán se encuentra en una coyuntura crítica, con sus fuerzas armadas reunidas en la mayor cantidad de todos los tiempos (casi un cuerpo, hasta 60.000 soldados) alrededor de Waziristán del Sur para eliminar a Pakistan Tehrik–e–Taliban (PTT), al Qaeda y sus aliados de las áreas tribales paquistaníes.

En estos tiempos de tensión, Mohammad Ilyas Kashmiri, un dirigente de al Qaeda quien, según los servicios de inteligencia estadounidenses es el jefe de operaciones militares de al Qaeda, cuya muerte había sido erróneamente confirmada en un reciente ataque de drones Predator de EE.UU. en Waziristán del Norte, habló con Asia Times Online.

Invitó a este corresponsal a un escondite secreto en la región fronteriza entre Waziristán del Sur y Afganistán, donde los drones vuelan regularmente.

Es la primera interacción con los medios de Ilyas desde que se unió a al Qaeda en 2005. Es un veterano comandante de la lucha contra la India por Cachemira dividida.

En los últimos meses, los combatientes parecen que llevan las de perder. Una serie de dirigentes han resultado muertos en ataques de drones en Pakistán, incluidos Osama al–Kini, keniano y jefe de operaciones exteriores de al Qaeda; Khalid Habib, comandante de Lashkar al–Zil o Ejército de la Sombra, la fuerza combatiente de al Qaeda; Tahir Yuldashev, dirigente del Movimiento Islámico de Uzbekistán, vinculado a al Qaeda; el líder del PTT Baitullah Mehsud, y varios más.

Los talibanes paquistaníes también han recibido una tremenda paliza de los militares en áreas tribales y urbanas. También se emprendieron negociaciones para llegar a acuerdos de paz con algunos comandantes talibanes en diversas provincias afganas.

Después, la semana pasada, por lo menos nueve soldados estadounidenses junto con varias docenas de miembros del Ejército Nacional Afgano (ANA, por sus siglas en inglés] murieron en una incursión contra un puesto avanzado en la provincia Nuristán, aparte del secuestro de más de 30 oficiales y soldados del ANA por los talibanes.

Este ataque se complementó con una serie de ataques contra bases de la OTAN en las provincias sudorientales de Khost, Paktia y Paktika, lo que obligó al máximo general de EE.UU., Stanley McChrystal a sacar a todos los soldados de puestos aislados en áreas remotas en esas provincias para reinstalarlos en centros de población.

Esto creó un inmenso espacio para que los talibanes operen libremente, lo que quiere decir que si Pakistán realiza operaciones en Waziristán del Sur, los combatientes podrían moverse a través de la frontera sin encontrar dificultades para buscar refugio.

Los ataques durante los últimos días también han mostrado que los guerrilleros siguen siendo capaces de atacar importantes objetivos a voluntad. También representan un rediseño del teatro de operaciones en el cual Pakistán tendrá que trasladar sus soldados del frente oriental (India) al frente occidental (Afganistán), ya que los talibanes son ahora el enemigo número uno.

Washington planifica el envío de por lo menos otros 40.000 soldados a Afganistán, mientras India complementará esos esfuerzos con su pericia en la inteligencia y en lo militar contra el enemigo común, los grupos musulmanes militantes.

La próxima batalla

Ilyas Kashmiri dio sus puntos de vista sobre cómo será la próxima batalla, cuáles serán sus objetivos y cómo impactará a Occidente en relación con la desestabilización de un Estado musulmán como Pakistán.

El contacto con Asia Times Online comenzó con un llamado de los combatientes el 6 de octubre, invitando a este corresponsal a la ciudad de Mir Ali en Waziristán del Norte. No se mencionó el motivo. Al día siguiente, viajé a Mir Ali, una ciudad que fue duramente atacada por drones durante el año pasado. Después de siete horas de viaje continuo, me recibió un grupo de hombres armados quienes me transfirieron a la casa de un miembro de la tribu local.

“El comandante [Ilyas Kashmiri] está vivo. Usted sabe que el comandante nunca ha hablado antes con los medios, pero ya que todos están seguros de su muerte como resultado de un ataque de drone [en septiembre], el shura [consejo] de al Qaeda decidió desmentir esa noticia mediante una entrevista de su persona con un periódico independiente, y por ello el shura se decidió por usted,” me dijo en cuanto llegué a la casa segura una persona que yo conocía como elemento clave en la famosa Brigada 313 de Ilyas. La brigada, una colección de grupos yihadistas, combatió durante muchos años contra India en Cachemira administrada por India.

“Tendrá que permanecer en esta habitación hasta que le informemos del próximo plan. Puede escuchar los drones que vuelan arriba, por ello no abandonará la habitación. El área está repleta de talibanes, pero también de informantes cuya información sobre la presencia de extranjeros en una casa puede llevar a un ataque de drones,” dijo el hombre.

Al día siguiente, me transfirieron a otra casa en un lugar desconocido, a unas tres horas de distancia. Durante ese tiempo me acompañó permanentemente una escolta armada. No me permitieron que hablara con ellos, y ellos no pudieron comunicarse conmigo. Es el mundo interno de al Qaeda. Finalmente, temprano por la mañana del 9 de octubre, unos pocos hombres armados llegaron en un coche blanco.

“Por favor deje aquí todos sus artefactos electrónicos. Ni teléfono celular ni cámara, nada. Le daremos pluma y papel para que escriba la entrevista,” me informaron. Después de varias horas de un viaje muy poco cómodo, pasando por senderos enlodados y pasos montañosos, llegamos a una habitación en la que Ilyas debía encontrarse con nosotros.

Después de un par de horas, el silencio fue repentinamente roto por un poderoso vehículo. Mi escolta y los hombres que ya estaban en la habitación tomaron posiciones rápidamente. Todos llevaban bolsas de balas y fusiles de asalto AK–47.

Ilyas ingresó en la pieza. Tenía mucha presencia: más de 1,80 m de alto, llevaba un turbante color crema y qameez shalwar (camisa y pantalones tradicionales) blancos, portaba un AK–47 sobre su hombro y un bastón de madera en una mano, e iba flanqueado por comandos de su famosa Brigada 313.

Ilyas lleva ahora una larga barba blanca teñida con henna roja. A los 45 años, tiene una constitución fuerte, aunque con las cicatrices de la guerra, ha perdido un ojo y un dedo índice. Cuando nos dimos la mano, me dio un apretón fuerte. El anfitrión sirvió de inmediato almuerzo y nos sentamos a comer en el suelo.

“Así que ha sobrevivido un tercer ataque con drones… ¿por qué anda husmeando tanto alrededor suyo la CIA? pregunté.

La pregunta era más bien retórica. Es un de los comandantes más destacados de al Qaeda, con una recompensa paquistaní de 50 millones de rupias (600.000 dólares) sobre su cabeza. Su posición es definida de modo diferente por diversas organizaciones de inteligencia y de los medios. Algunas dicen que es comandante en jefe de las operaciones globales de al Qaeda, mientras que otras dicen que es jefe del ala militar de al Qaeda.

Si actualmente al Qaeda está dividida en tres esferas, Osama bin Laden es indudablemente el símbolo del movimiento y su adjunto Ayman al–Zawahiri define la ideología de al Qaeda y su visión estratégica más amplia. Ilyas, con su pericia guerrillera sin igual, convierte la visión estratégica en realidad, suministra los recursos y logra objetivos, pero prefiere trabajar entre bastidores y mantiene un perfil muy bajo.

Sus bases y actividades han permanecido siempre envueltas en un velo de misterio. Sin embargo, el arresto de cinco de sus hombres en Pakistán a comienzos de este año y su interrogatorio ayudaron a alzar el velo. Su información condujo a ataques con drones de la CIA en su contra, el primero en mayo y luego el 7 de septiembre, en el que la inteligencia paquistaní anunció su muerte, y finalmente el 14 de septiembre, después del cual la CIA dijo que estaba muerto y lo llamó un gran éxito en la “guerra contra el terror.”

Ilyas respondió orgullosamente: “Tienen razón en sus esfuerzos. Conocen bien a su enemigo. Saben lo que me propongo.”

Nacido en Bimbur (antiguo Mirpur) en el Valle Samhani de Cachemira administrada por Pakistán el 10 de febrero de 1064, Ilyas pasó el primer año de un curso de comunicación de masas en la Universidad Abierta Allama Iqbal, Islamabad. No continuó debido a su fuerte participación en actividades yihadistas.

El Movimiento por la Libertad de Cachemira fue su primer contacto con el campo de la militancia, luego Harkat–ul Jihad–i–Islami (HUJI) y finalmente su legendaria Brigada 313. Ésta se convirtió en el grupo más poderoso en el Sur de Asia y su red está fuertemente consolidada en Afganistán, Pakistán, Cachemira, India, Nepal y Bangladesh. Según algunos despachos de la CIA, las huellas de la Brigada 313 están ahora en Europa y es capaz del tipo de ataque en el cual un puñado de combatientes aterrorizó la ciudad india de Mumbai en noviembre pasado.

Se sabe poco de la vida de Ilyas, y lo que se ha informado es a menudo contradictorio. Sin embargo, es descrito invariablemente, por cierto por las agencias de inteligencia del mundo, como el más efectivo, peligroso y exitoso líder guerrillero del mundo.

Abandonó la región de Cachemira después de su segunda liberación de la detención por la Inteligencia Inter–Servicios (ISI) de Pakistán y partió a Waziristán del Norte. Previamente había sido arrestado por fuerzas indias, pero escapó de la cárcel. Luego fue detenido por la ISI como el presunto cerebro de un ataque contra el entonces presidente Pervez Musharraf, en 2003, pero fue absuelto y liberado. La ISI entonces volvió a detener a Ilyas en 2005 después que se negó a terminar sus operaciones en Cachemira.

Su traslado a las turbulentas áreas fronterizas provocó escalofríos en Washington, ya que se dieron cuenta de que con su vasta experiencia, podía convertir modelos primitivos de batalla en Afganistán en una audaz guerra de guerrillas moderna.

El historial de Ilyas hablaba por sí mismo. En 1994, lanzó la operación al–Hadid en la capital india, Nueva Delhi, para lograr la liberación de algunos de sus compañeros yihadistas. Su grupo de 25 personas incluía al Jeque Omar Saeed (secuestrador del periodista estadounidense Daniel Pearl en Karachi en 2002) como su adjunto. El grupo secuestró a varios extranjeros, incluyendo a turistas estadounidenses, israelíes y británicos y los llevó a Ghaziabad cerca de Delhi. Luego exigió que las autoridades indias liberaran a sus compañeros, pero en lugar de hacerlo atacaron el escondite. El Jeque Omar fue herido y arrestado. (Después fue liberado en un cambio por los pasajeros de un avión indio secuestrado). Ilyas escapó indemne.

El 25 de febrero de 2000, el ejército indio mató a 14 civiles en la aldea Lonjot en Cachemira administrada por Pakistán después que comandos habían cruzado la Línea de Control que separa las dos Cachemiras. Volvieron al lado indio con muchachas paquistaníes secuestradas, y lanzaron las cabezas cortadas de tres de ellas a soldados paquistaníes.

El mismísimo día siguiente, Ilyas realizó una operación de guerrilla contra el ejército indio en el sector de Nakyal después de cruzar la Línea de Control con 25 combatientes de la Brigada 313. Secuestraron a un oficial del ejército indio quien fue decapitado – su cabeza fue exhibida en los bazares de Kotli en territorio paquistaní.

Sin embargo, la operación más significativa de Ilyas tuvo lugar en un acantonamiento de Akor en Cachemira administrada por India contra las fuerzas armadas indias después de la masacre de musulmanes en la ciudad india de Gujarat en 2002. En ataques ingeniosamente planificados que involucraron a la Brigada 313 dividida en dos grupos, generales, brigadieres y otros altos oficiales indios fueron atraídos a la escena del primer ataque. Dos generales fueron heridos (el ejército paquistaní no pudo herir a un solo general indio en tres guerras) y varios brigadieres y coroneles fueron muertos. Fue uno de los más contundentes reveses para India en la prolongada insurgencia cachemirí.

A pesar de lo que aseveran algunos informes, Ilyas nunca formó parte de las fuerzas especiales de Pakistán, ni siquiera del ejército. Hace cerca de 30 años, cuando se sumó al yihad afgano contra los soviéticos desde la plataforma de HUJI, desarrolló su pericia en la guerra de guerrilla y en explosivos.

Unos meses después de llegar al teatro de operaciones de la guerra afgana en 2005, Kashmiri redefinió la insurgencia dirigida por los talibanes sobre la base de la estrategia de guerra de guerrilla en tres flancos del legendario general vietnamita Vo Nguyen Giap. Para los talibanes, el principal énfasis era cortar las líneas de aprovisionamiento de la OTAN desde los cuatro lados de Afganistán, y realizar en Afganistán operaciones especiales similares al ataque en Mumbai.

Durante los años, Ilyas ha adoptado deliberadamente una presencia de bajo perfil en la jerarquía de los combatientes. Sus ataques son todo lo contrario, aunque nunca emite declaraciones ni reivindica la responsabilidad por alguna operación.

Se cree que su Brigada 313 es el principal catalizador de operaciones prominentes como la de Mumbai y otras en Afganistán, así como operaciones de al Qaeda en Somalia y en cierta medida en Iraq.

“¿Cree que la próxima operación en Waziristán del Sur será la ‘madre de todas las operaciones’ en la región, como dicen algunos analistas?” pregunté después que terminamos de almorzar y estaba solo con Ilyas y su confidente.

“No sé cómo jugar con palabras durante una entrevista,” respondió Ilyas. “Siempre he sido un comandante en el terreno y conozco el lenguaje de los campos de batalla. Trataré de responder a sus preguntas en el lenguaje con el que estoy familiarizado. (Ilyas habló sobre todo en urdu, mezclado con un poco de punjabi.)

"¡Saleem! Llamaré su atención a los elementos básicos del actual escenario de la guerra y los utilizaré para explicar toda la estrategia de las próximas batallas. Los que planificaron esta batalla realmente apuntaban a atraer al mayor Satanás del mundo [EE.UU.] y a sus aliados a esta trampa y pantano [Afganistán]. Afganistán es un país único en el mundo, donde el cazador tiene la posibilidad de elegir todo tipo de trampas.

“Pueden ser desiertos, ríos, montañas y también centros urbanos. Fue el pensamiento de los planificadores de esta guerra, repugnados por las intrigas globales del gran Satanás, que apuntan a su fin para hacer que este mundo sea un sitio de paz y justicia. Sin embargo, el gran Satanás estaba lleno de la arrogancia de su superioridad y pensó que los afganos eran estatuas indefensas que podían ser atacadas de los cuatro lados por sus máquinas de guerra, y que no tendrían el poder y la capacidad para contraatacar.

“Fue la ilusión con la que una gran alianza de potencias mundiales vino a Afganistán, pero debido a sus concepciones erróneas quedaron gradualmente atrapados en Afganistán. Hoy en día, la OTAN no tiene ninguna importancia o relevancia. Han perdido la guerra en Afganistán. Ahora, cuando se dan cuenta de su derrota, han desarrollado un énfasis en que toda esta batalla se está librando desde fuera de Afganistán, es decir, desde los dos Waziristanes. Para mí, esa tesis militar es un espejismo que ha creado una situación compleja en la región y creado reacciones y contra–reacciones. No quiero entrar en detalles, para mí no fue más que una desviación. Como comandante militar, la realidad es que la trampa de Afganistán es exitosa y que los objetivos militares básicos en el terreno han sido logrados.”

Respondí que el traslado de la Brigada 313 desde Cachemira era en sí una prueba de que había manos extranjeras involucradas en Afganistán.

“Toda la base de su argumento es errónea, de que esta guerra está siendo librada desde fuera de Afganistán. Es sólo un entendimiento fuera de contexto de toda la situación. Si usted habla de mí y de la Brigada 313, decidí unirme a la resistencia afgana como individuo y tuve un buen motivo para hacerlo. Todos saben que hace sólo una década estaba luchando en una guerra de liberación de mi patria Cachemira.

“Sin embargo, me di cuenta de que décadas de luchas armadas y políticas no podían ayudar a hacer avanzar una solución de ese problema. No obstante, el tema de Timor Oriental fue resuelto sin perder mucho tiempo. ¿Por qué? Porque todo el juego estaba en manos del gran Satanás, EE.UU. Órganos como la ONU y países como India e Israel eran simplemente la extensión de sus recursos y por eso no se resolvía el problema palestino, el problema de Cachemira y el sufrimiento de Afganistán.

“De modo que yo y mucha gente de todo el mundo nos dimos cuenta de que el análisis de la situación desde una estrecha perspectiva política regional era un enfoque incorrecto. Ésta es una situación totalmente diferente para la cual es obligatoria una estrategia unificada. La derrota de la hegemonía global estadounidense es indispensable si quiero la liberación de mi patria, Cachemira, y por ello ese hecho produjo el razonamiento para mi presencia en este escenario de operaciones bélicas.

Ilyas siguió diciendo: “Cuando llegué aquí vi que mi paso era justificado; cómo las potencias regionales del mundo operan bajo el manto del gran Satanás y cómo apoyan sus grandes planes. Esto puede ser visto aquí en Afganistán.” Agregó que la estrategia de guerra regional de al Qaeda, en la cual han atacado objetivos indios, es realmente cercenar la fuerza estadounidense.

“RAW [Ala de Investigación y Análisis de India] tiene centros de comando de destacamentos en las provincias afganas de Kunar, Jalalabad, Khost, Argun, Helmand y Kandahar. Las operaciones encubiertas son compañías de construcción de carreteras. Por ejemplo, el contrato de construcción de carretera de la ciudad de Khost al área tribal Tribai es operado por un contratista quien es en realidad un coronel del ejército indio. En Gardez, compañías de telecomunicaciones son la cobertura para operaciones de la inteligencia india. En su mayoría, sus hombres operan bajo nombres musulmanes, pero en realidad los empleados son indios.”

“¿De modo que el mundo debe esperar más ataques como en Mumbai?” pregunté.

“Eso no fue nada comparado con lo que ya ha sido planificado para el futuro,” respondió Ilyas.

“¿Incluso contra Israel y EE.UU.?” pregunté.

“Saleem, yo no soy un clérigo yihadista tradicional involucrado en el lanzamiento de eslóganes. Como comandante militar, diré que cada objetivo tiene un tiempo y motivos específicos, y que las respuestas vendrán en su momento,” dijo Ilyas.

Mientras tomaba nota de las respuestas de Kashmiri, pensaba en cómo hace algunos años era el favorito de las fuerzas armadas paquistaníes, su orgullo. Los más altos oficiales militares estaban orgullosos de encontrarlo en su base en Cachemira, pasaban tiempo con él y escuchaban las leyendas de sus actos de guerra. Hoy, tenía frente a mí una persona diferente– un hombre condenado como terrorista por el establishment militar paquistaní y su mayor deseo es su muerte.

“¿Qué lo impresionó para unirse a al Qaeda?” pregunté.

“Éramos víctimas del mismo tirano. Hoy todo el mundo musulmán está cansado de los estadounidenses y por eso están de acuerdo con el Jeque Osama. Si a todo el mundo musulmán le pidieran que eligiera a su líder, su elección sería [el líder talibán] Mullah Omar o el Jeque Osama," dijo Ilyas.

“Si es así, ¿por qué una sección de los combatientes está decidida a la guerra contra Estados musulmanes como Pakistán? ¿Piensa que eso sea correcto?”

“Nuestra batalla no puede ser contra musulmanes y creyentes. Como dije antes, lo que sucede actualmente en el mundo musulmán es complejo debido a los juegos del poder estadounidense que han resultado en reacciones y contra–reacciones. Es un debate totalmente diferente y podría desviarme del verdadero tema. Lo que está en juego realmente es la lucha contra el gran Satanás y sus adherentes,” dijo Ilyas.

“¿Qué hizo que pasara de ser el amigo preferido a ser el enemigo más odiado a los ojos del establishment militar paquistaní?” pregunté.

“Pakistán es mi amado país y la gente que vive allí, son nuestros hermanos, hermanas y parientes. Ni siquiera puedo pensar en oponerme a sus intereses. Nunca fue el ejército paquistaní el que estaba en mi contra, sino ciertos elementos que me marcaron como enemigo para encubrir sus debilidades y apaciguar a sus amos,” dijo Ilyas.

“¿Qué es la Brigada 313?” pregunté.

“No se lo puedo decir, excepto que la guerra es toda táctica y que de eso se trata en la Brigada 313: leer la mente del enemigo y reaccionar correspondientemente. El mundo pensó que el Profeta Muhammad sólo dejó atrás a las mujeres. Olvidaron que hubo verdaderos hombres que no sabían lo que era una derrota. El mundo sólo está familiarizado con esos así llamados musulmanes, quienes sólo siguen la dirección del aire y que no tienen su propia voluntad. No tienen sus propias dimensiones o sus propias mentes. El mundo todavía tiene que ver a los verdaderos musulmanes. Hasta ahora sólo han visto a Osama y al Mullah Omar, mientras hay miles de otros. Los lobos sólo respetan el golpe de hierro del león; a los leones no los impresiona la lógica de una oveja,” dijo Ilyas.

Mientras emergían las sombras, la conversación terminó. El día siguiente, impondrían un toque de queda en Waziristán del Norte en preparación para la gran operación en la región, y tuve que abandonar el área. Ilyas también tenía que irse a un nuevo destino, como lo hace regularmente para ocultarse a los ojos de los drones Predator.


(*) Syed Saleem Shahzad es jefe del Buró Pakistán del diario Asia Times de Hong Kong.