Af-Pak, la guerra
de Obama

El fracaso de una farsa electoral

Escepticismo con el ballottage de
las elecciones fraudulentas

Por Julius Cavendish y David Usborne
Desde Kabul y Nueva York
The Independent, 21/10/09
Página 12, 22/10/09

En Afganistán hubo votos fraudulentos en la última elección, de acuerdo con un informe de la ONU. Los observadores descreen de una futura transparencia electoral. Estados Unidos podría hacer inminente su anuncio sobre un refuerzo de tropas.

La Casa Blanca remarcó ayer que la decisión del presidente afgano Hamid Karzai de aceptar una segunda vuelta electoral podría acelerar la medida de Washington acerca de enviar o no más tropas al país asiático. Pero al tiempo que Robert Gibbs, vocero de Barack Obama, deslizó ayer que esa decisión podría tomarse incluso antes del ballottage previsto para comienzos de noviembre, diversos analistas en Kabul advirtieron que poco y nada se está haciendo para garantizar que el ballottage sea más creíble que la fraudulenta primera vuelta. Ayer, funcionarios estadounidenses comentaban la posibilidad de que en Afganistán las partes lleguen a un acuerdo para compartir el poder y no tener que ir de vuelta a las urnas.

Es que, a pesar de un vasto esfuerzo logístico a través del país, con la Comisión Electoral Independiente (CEI) encargada de volver a transportar miles de urnas, millones de papeletas y cientos de tarros de tinta indeleble, para los observadores internacionales las chances de que esta segunda vuelta sea justa y transparente son mínimas.

“Lo preocupante en esta elección es el hecho de que, tras la primera vuelta, sabíamos que se había cometido fraude a gran escala. Ello, a pesar de que la CEI había diseñado decenas de códigos de procedimientos para evitarlo. Pero nadie los siguió... ¿Qué podría cambiar ahora? No lo sé, no tengo la más mínima idea”, admitió una fuente electoral occidental encargada de supervisar los comicios afganos.

La decisión de Karzai de someterse a una inevitable segunda vuelta sólo sobrevino luego de que una comisión de investigación respaldada por la ONU dictaminara que un tercio de sus votos eran fraudulentos, lo que redujo su caudal electoral justo por debajo del 50 por ciento, el umbral necesario para consagrarse en primera vuelta. Si acaso el mandatario hubiese resistido las presiones internacionales hasta el final, el caos se habría desatado en Afganistán. Sin embargo, lo cierto es que una nueva votación no arreglará los problemas electorales del país.

El continuo escepticismo sobre la falta de transparencia electoral en Afganistán ayuda poco y nada a aumentar la confianza de la opinión pública estadounidense en la misión militar en ese país. Una encuesta realizada por la cadena ABC y el diario The Washington Post divulgada ayer muestra a la población de Estados Unidos dividida en cuanto a si Obama debe seguir el consejo de sus generales y enviar más tropas para derrotar a los talibán. Según el mismo sondeo, lo que sí está claro para la población es que el gobierno en Washington no tiene un plan claro para ganar la guerra. Para una administración norteamericana desesperada por buenas noticias que provengan de Kabul, un ballottage en tierra talibán sería al menos un alivio.

Los preparativos electorales ya comenzaron y la misión no parece sencilla. La ONU confirmó ayer que despedirá a 200 de los 380 jefes de mesa electorales como un esfuerzo por reducir las posibilidades de fraude. Pero lo cierto es que una movida de esta naturaleza, a quince días de las elecciones, podría convertirse en una pesadilla.

La Comisión Electoral deberá recontratar a decenas de personas para llenar los cupos en las mesas de todos los distritos, y ello salteándose a todos aquellos que estuvieron involucrados de un modo u otro en el fraude de la primera vuelta. Nuevos observadores y fiscales tienen que ser entrenados. Y las tropas afganas e internacionales, movilizadas una vez más para proteger a los centros de votación de los ataques talibán.

“Dijeron que iban a tratar de seleccionar a gente idónea, pero claro, cumplir con todas las metas en tan sólo dos semanas es imposible”, enfatizó un diplomático occidental desde Kabul.

Con este clima de fondo, ayer comenzaron a circular por Kabul diversos rumores acerca de un posible acuerdo para compartir el poder. Según un informe de ayer a última hora enviado por una agencia estadounidense, un oficial del Departamento de Defensa en Washington se habría reunido tanto con Karzai como con su principal rival, Abdulá Abdulá, y las tratativas estarían en curso. No obstante, Karzai afirmó públicamente que prefiere derrotar a su ex canciller en las urnas antes que firmar un compromiso. “Le quiere ganar con los votos del pueblo”, aseguró Ahmed Wali Karzai, el medio hermano del presidente.

Abdulá, por su parte, aclaró que sólo se presentará a una segunda vuelta si se le garantizaban ciertas mínimas para evitar un nuevo fraude. “Para poder encarar este proceso seriamente y garantizar la transparencia de unos comicios libres y justos hace falta tomar muchas medidas. Se las estamos exigiendo al gobierno –expresó–. Lo que sí es seguro es que no se podrá hacer mucho para impedir que los talibán intimiden a los votantes”, agregó el ex ministro y ahora rival de Karzai.


Abdullah, candidato “opositor” amenaza
con boicotear comicios

BBC World, 31/10/09

Kabul.– Abdullah Abdullah, el principal rival del presidente Hamid Karzai en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales afganas, dijo que anunciará el domingo si permanece o se retira de los comicios.

El anunció se hizo desde el comité de campaña de quien fuera ministro de Exteriores, después de que el viernes un asesor del candidato le dijo a la BBC que se podrían retirar, por temores a que el voto pueda ser tan fraudulento como el de la primera vuelta.

Abdullah pidió el retiro del jefe de la Comisión Electoral Independiente afgana, una exigencia que Karzai rechazó.

Este sábado el grupo de Abdullah dejó claro que hasta ahora no se ha tomado una decisión final. No obstante, adelantó que dentro de las próximas 24 horas anunciarán la postura del candidato.

Legitimidad

Uno de los corresponsales de la BBC en Kabul, Ian Pannell, dijo que si el líder opositor se retira de la segunda vuelta programada para el 7 de noviembre, podría crear serias dudas sobre la credibilidad de la elección.

Sin embargo, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, declaró que una segunda vuelta con un sólo candidato no tiene por qué amenazar la legitimidad del proceso.

"Lo hemos visto en nuestros países donde, por cualquiera que sean las razones, uno de los candidatos decide no salir adelante", agregó Clinton desde los Emiratos Arabes Unidos.

Cientos de miles de votos fueron anulados durante la primera vuelta que se llevó a cabo en agosto por cuenta de denuncias de irregularidades.

Una decisión de la Comisión de Quejas Electorales, organismo respaldado por Naciones Unidas, que significó que el total del voto por Karzai cayera por debajo del umbral del 50%. El mínimo requerido para una victoria definitiva en primera vuelta. Motivo por el cual se tuvo que llamar a una segunda vuelta.

¿Retiro inminente?

Andrew North, de la BBC en Kabul, informó que en la capital afgana, Kabul, existen rumores no confirmados sobre el posible retiro de la contienda electoral del único oponente al presidente Karzai.

El corresponsal recordó que este sábado se cumplió la fecha límite establecida por Abdullah para una serie de "condiciones mínimas" que permitirían llevar a cabo unas elecciones relativamente justas y libres.

Eso incluye el cierre de muchos puestos de votación y la destitución del jefe de la Comisión Electoral Independiente, Azizullah Lodin, dentro de los siguientes cinco días, agrega.

El lunes Abdullah dijo que Lodin no tiene "credibilidad alguna". Mientras que Lodin rechaza las acusaciones de haber favorecido a Karzai.

"Nada ha cambiado"

Uno de los principales asesores de Abdullah, Ahmed Wali Massoud, dijo estar descontento porque nada se había hecho para afrontar los problemas del sistema electoral.

"El hecho es que la infraestructura de este fraude todavía está aquí. Casi 1,5 millones de votos tuvieron irregularidades. Nada ha cambiado", le dijo a la BBC.

"Así que si se vuelve y se hace la segunda ronda, quiere decir que volverá a pasar. Por lo tanto, yo no creo que nosotros estaríamos dispuestos a participar".

La Comisión Electoral Independiente anunció que planea abrir 6.322 puestos de votación para la segunda vuelta, más de los que estuvieron disponibles para la primera vuelta.

La Comisión de Quejas Electorales había recomendado recortar el número de 6.000 a 5.800, para asegurar de que hubiese suficientes monitores para limitar el fraude y tropas para garantizar la seguridad.