Afganistán

Postura del gobierno francés

Karzai es “un corrupto”, pero “es nuestro hombre,
tenemos que legitimarlo”

El Periódico, 06/11/09

París.– El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, considera que el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, es «un corrupto» pero, pese a ello, llama a la comunidad internacional a legitimarle.

«Karzai es un corrupto, de acuerdo», afirmó el titular de Exteriores francés según publicó en su edición de ayer el diario International Herald Tribune, para puntualizar que la corrupción es endémica en Afganistán. A renglón seguido, Kouchner añadió: «Es nuestro hombre, tenemos que legitimarlo». El ministro considera que, de esta manera, la OTAN tendrá más opciones de consolidar el país y, en consecuencia, poder abandonarlo. Pese a este argumentario, reconoció que Karzai está debilitado por una elección marcada por el fraude.

Kouchner no tuvo reparos en cargar contra la OTAN. «En Europa, actuamos, nos batimos, vamos a la guerra, pero no hablamos, y eso es malo», aseguró, antes de subrayar que la OTAN «no funciona en Afganistán. ¿Cuál es el objetivo? ¿Cuál es el camino? ¿Y en nombre de qué?».

En el mismo sentido se pronunció ayer el presidente francés, Nicolas Sarkozy: «Queremos trabajar con el presidente Karzai, que es el presidente elegido». Sarkozy, que defendió el trabajo de la fuerza internacional, apuntó que la situación «progresa» en Afganistán a pesar de las «dificultades considerables».


Tras la retirada de su rival, el presidente fue proclamado ganador de los comicios

A pesar del fraude, EEUU y la ONU lo felicitaron
por retener el poder

Por Kim Sengupta
Corresponsal en Afganistán
The Independent, 02/11/09
Página 12, 03/11/09
Traducción de Celita Doyhambéhère.

Kabul.– Hamid Karzai fue declarado presidente de Afganistán, presentando a Barack Obama y a Occidente la tarea de apoyar a un gobierno despojado de legitimidad, con tropas y recursos en una guerra profundamente impopular. Al final del proceso de votación envuelto en fraude y controversia, Karzai fue declarado el ganador –después de que una segunda vuelta de elecciones fuera cancelada– por funcionarios que él mismo había nombrado para la comisión de elecciones.

Estados Unidos y la ONU felicitaron a Karzai por retener el poder. Pero los cumplidos sonaron vacíos dadas las anteriores quejas sobre la corrupción que rodea la administración de Karzai y sobre el fraude y otras prácticas dudosas en la primera ronda de votación. Fueron estas quejas las que forzaron al actual presidente a aceptar una segunda vuelta contra su rival principal, Abdulá Abdulá; esto fue abortado cuando éste se retiró de la contienda.

Se espera que Karzai haga una declaración formal hoy en la que probablemente tome una línea conciliatoria hacia sus opositores y se comprometa a una forma de gobierno más compartida. Anoche los diplomáticos occidentales señalaban que se le ha dicho al presidente afgano que tendrá que aceptar una reforma más amplia y un mayor examen por parte de la comunidad internacional.

Un alto funcionario dijo: “Se le recomendará fuertemente que no tenga señores de la guerra y narcotraficantes en su gabinete, como lo ha hecho en el pasado. Debemos justificar ante nuestros pueblos en nuestros países por qué exactamente nuestros hombres y mujeres están luchando y muriendo en Afganistán”.

David Axelrod, un importante asesor del presidente estadounidense Obama, dijo en Washington: “Obviamente hay temas que necesitamos discutir, tales como reducir el alto nivel de corrupción. Estos son temas que retomaremos con el presidente Karzai”.

La investidura de Karzai tuvo lugar en un edificio prefabricado cerca de un estacionamiento en las oficinas de los cuarteles de la Comisión Electoral Independiente (CEI) en medio de escenas aciagas. Los funcionarios eran repetidamente cuestionados sobre cómo podría ser electo Karzai a pesar de no tener el 50 por ciento de los votos requeridos por la Constitución, y si tenían el derecho legal de otorgar la victoria al presidente saliente.

Una segunda vuelta fue necesaria después de que Karzai perdiera más de un millón de votos de la primera vuelta por el difundido fraude. Cuando Abdulá se retiró de la contienda durante el fin de semana, la CEI sostuvo al principio que la elección continuaría y luego manifestó que el asunto sería decidido por la Corte Suprema del país. Sin embargo, ayer a la tarde, sin consultar a la Corte Suprema, la CEI declaró que Karzai era el ganador, después de todo.

La reforma de la CEI era una de las exigencias que pidió Abdulá como precondición para su participación en la planeada segunda vuelta –exigencia bruscamente rechazada por el gobierno–. La decisión fue anunciada por Azizullah Ludin, el jefe de la CEI, cuya destitución había sido otro de los requerimientos del contendiente de Karzai.

Se le preguntó a Ludin, quien previamente había declarado que consultaría a la Corte Suprema, si Karzai tenía un mandato legal y podía ser presidente sin tener el requisito del 50 por ciento de los votos. El respondió: “Somos la comisión, hemos decidido esto y éste es el final del asunto”.

Abdulá, que había tenido conversaciones discretas con Karzai, inmediatamente afirmó que la decisión era incompatible con la legislación del país, aunque su vocero se negó a decir si la cuestionaría. “El anuncio por la comisión electoral no solucionará los problemas de Afganistán y no tiene ninguna base legal”, dijo Fazel Sancharaki, un vocero de Abdulá. Continuó: “Esperábamos que esta comisión anunciara una decisión como ésta porque esta comisión nunca ha sido independiente y siempre apoyó al presidente Karzai”.