Medio Oriente,
se extienden
las protestas

El dictador pierde el control del este de Libia

Gadafi lanza al Ejército contra el pueblo

Algunos testigos calculan en más de 200 los muertos en la capital
Hay deserciones de políticos y jefes militares

Por Ignacio Cembrero
El País, 22/02/11

Seis días después de que se iniciaran las protestas en Libia, el régimen de Muamar el Gadafi se tambalea. Pero las que pueden ser las últimas horas del gobernante más antiguo de un país africano –Gadafi lleva casi 42 años en el poder– se están desarrollando en medio de un baño de sangre.

Todas las informaciones procedentes de Trípoli apuntan que desde helicópteros y también aviones militares se está ametrallando e incluso lanzando bombas a los manifestantes, a los que además se reprime en las calles con carros de combate. Primero les tocó el turno a los distritos de Tajura y Fashlum y, al caer la noche, al barrio residencial de República. Las cifras de muertos, ninguna de ellas confirmada, se disparan. La televisión panárabe Al Yazira, que informó insistentemente de los raids sobre Trípoli, sostiene que podrían ser 250 en la jornada de ayer.

La información relativa a los bombardeos aéreos fue desmentida por Saif el Islam, hijo del coronel Gadafi, en declaraciones a la agencia oficial Jana transmitidas luego por la televisión nacional en un mensaje sobreimpreso en pantalla. "Las Fuerzas Armadas han bombardeado depósitos de armas situados en zonas alejadas de concentraciones urbanas", afirmó Saif el Islam, quien desmintió "informaciones según las cuales las Fuerzas Armadas han bombardeado las ciudades de Trípoli y Bengasi".

Mientras, un grupo de oficiales del Ejército libio han urgido en un comunicado a los soldados que "se sumen al pueblo" y contribuyan a la marcha de Gadafi, informó anoche Al Yazira. La televisión señaló además que los militares han pedido a las tropas que marchen hacia Trípoli para incrementar la presión sobre el dictador, informa Reuters.

Los datos fragmentarios sobre lo que es probablemente una gran matanza de civiles llegan a través de los testimonios que recogen las televisiones árabes, sobre todo Al Yazira; de las ONG de derechos humanos y también, sin pulir, a través de Internet, que, curiosamente, volvió a funcionar en parte del país, así como los teléfonos móviles. Sea cual sea la cifra final, parece ya evidente que será en el país menos poblado del norte de África (6,3 millones de habitantes) donde más habrá corrido la sangre.

Trípoli, donde la Fuerza Aérea intentaba aplastar la rebelión civil, ha sido prácticamente la última aglomeración urbana alcanzada por la oleada de protestas, que arrancó el martes pasado en Bengasi, la segunda ciudad del país (un millón de habitantes) y se propagó de este a oeste. La Federación Internacional de Derechos Humanos proporcionó incluso una lista de las ciudades liberadas por los manifestantes, que encabeza Bengasi seguida por Musratha, Tobruk y Sirte.

Cuando Saif el Islam, el hijo designado por Gadafi para sucederle, pronunciaba, el domingo por la noche, un discurso por televisión, se produjeron en Trípoli los primeros enfrentamientos serios. La intervención televisiva de Saif el Islam, en la que advirtió del peligro de una guerra civil, tuvo un efecto contraproducente. No amedrentó a los manifestantes, sino todo lo contrario. Los choques se generalizaron ayer en la capital, en la que fueron quemados al menos dos edificios públicos, entre ellos la sede de la televisión y varias comisarias y locales oficiales y de los comités revolucionarios del régimen.

Gadafi estuvo todo el día en paradero desconocido, aunque pasada la medianoche hizo una brevísima aparición (22 segundos) en la televisión pública, que fue recogido por la cadena panárabe Al Arabiya. "Estoy en Trípoli y no en Venezuela, contrariamente a lo que informan las emisoras de los perros", dijo, en referencia al rumor que le situaba en el país sudamericano. El Gobierno venezolano y el viceministro de Exteriores libio, Jalid Kayem, lo habían desmentido horas antes.

Pero su hijo Saif, que no desempeña ningún cargo, parece haber cogido las riendas. Ayer volvió a hablar en televisión y se mostró algo más flexible. Prometió abrir "una investigación" sobre el uso de la violencia, que será presidida por un juez libio.

Si Gadafi sigue aún en el país, otros se van o renuncian a servirle. Es el caso de dos pilotos de la Fuerza Aérea que llegaron a la vecina isla de Malta y pidieron asilo. Es también el caso del ministro de Justicia, Mustafá Abdelijali, que dimitió para protestar por el "uso desproporcionado de la violencia" contra los manifestantes. Y de una retahíla de diplomáticos que dimiten en cascada, como el embajador adjunto de Libia ante la ONU y su equipo, lo que demuestra la descomposición del régimen.

El Ejército egipcio anunció que abría la frontera común sin restricciones, así como la instalación de dos hospitales de campaña para acoger a los heridos. Los hospitales tunecinos más cercanos a la frontera recibieron refuerzos para atender a las posibles víctimas que les lleguen.


Liberada Bensasi, la segunda ciudad de Libia

"Ahora vamos a por Trípoli"

afrol News, 21/02/11

La segunda ciudad de Libia, Bengasi, está en manos del pueblo, que cuentan con el apoyo de tropas del ejército. Los manifestantes están acudiendo en masa a la capital, Trípoli, para la batalla final.

Numerosas fuentes información desde Bengasi – incluyendo a los funcionarios de hospitales y del poder judicial, manifestantes en las calles y fuentes diplomáticas – coinciden en que la ciudad del este de Libia está firmemente en manos de los manifestantes que han protagonizado las protestas de los últimos días contra el régimen de Gadafi. Incluso Saif el Islam Gadafi, hijo del líder libio Muammar Gadafi, admitía en un discurso televisado anoche, más o menos, que la ciudad ya se encontraba en manos de los manifestantes.

La batalla en Bengasi ha conllevado un gran costo para los manifestantes, en su mayoría jóvenes, frente a los ataques del ejército, la policía y las tropas utilizando helicópteros y ametralladoras. Fuentes sanitarias, alrededor de la medianoche, hablaban de "al menos 300 muertos", incluyendo a manifestantes y miembros del ejército.

Pero desde la tarde del domingo, la atmósfera en Bengasi ha sido más festiva. Con la mayoría de las fuerzas de seguridad dejando las armas o incluso fraternizando con los manifestantes, grandes grupos de residentes de la ciudad se atrevieron a salir a las calles para demostrar su apoyo y celebrar la inesperada victoria.

Después de tomar el control de la sede de las fuerzas de seguridad en Bengasi, los residentes de la ciudad salieron hoy en grandes masas a la calle para celebrar el pleno control popular de Bengasi. En la calle se puede observar hoy todo tipo de personas, desde jueces y abogados bailando con alegría ante los tribunales, a médicos y enfermeras mostrando su alegría frente a los hospitales.

En las inmediaciones de Al–Bayda, también una importante ciudad del este de Libia, la situación es menos clara. La mayoría de las informaciones que llegan desde la ciudad concluyen que los manifestantes se están haciendo con el control total del poder y las fuerzas armadas han cesado la lucha.

Algunos insisten en que "Al–Bayda es más segura y estable que nunca". Otras informaciones no confirmadas hablan de ofensivas del ejército en el aeropuerto de Al–Bayda.

En otras partes de la región este de Libia – históricamente llamada Cirenaica – se indicanque las ciudades de Derna, Tobruk, Al Marj y Ajdabya ya han sido igualmente "liberadas", representando así la mayor parte de los grandes asentamientos de población en el este del país, hacia la frontera con Egipto.

En Derna y Al–Bayda, las tropas de la policía local cambiaron de bando y dispararon contra el ejército cuando éste abrió fuego contra los manifestantes. En Tobruk – lugar emblemático por su batalla en la 2ª Guerra Mundial – los manifestantes afirman haber tomado el control y abierto la cercana frontera egipcia, para que ahora puedan ser enviados suministros a las "zonas liberadas".

El oeste de Libia, nuevo campo de batalla

Ayer, el muro del miedo incluso se rompía en la capital del país, Trípoli. Antes de esto, muchos pueblos del oeste de Libia ya habían registrado protestas tan contundente como en el este, mientras el gobierno denunciaba que los disturbios eran un "movimiento separatista" en el este de Libia.

Las informaciones que llegan ahora desde las ciudades del oeste del país son más escasas y contradictorias, pero hay indicios de que los manifestantes se han hecho con el control de varios lugares clave, como es el caso concreto de la zona sur de Trípoli. El pueblo de Az–Zintan parece ser el núcleo de la "zona liberada" en el oeste, ayudando a otras ciudades y pueblos a aplastar la resistencia que todavía muestra el ejército.

Ayer, los principales pueblos y ciudades cerca de Trípoli –en la región histórica de Tripolitania– organizaron grandes protestas contra el gobierno. La gran ciudad de Khoms, a unos 120 kilómetros al este de Trípoli, registró la mayor protesta, y la lucha continúa.

Desde la ciudad costera de Sirte, situada entre Cirenaica y Tripolitania, también llegan un número creciente de informaciones sobre el avance de los manifestantes después de que tropas del ejército dejasen las armas. Una victoria en Sirte abriría un corredor clave de este a oeste para los manifestantes, permitiendo que el las partes "liberadas" del este de Libia puedan ayudar a los manifestantes en la zona de Trípoli.

Pero la cuenta atrás para el régimen de Gadafi parece que ya tiene lugar en la capital. Fuentes independiente informan de duros combates hoy con más de 60 muertos en Trípoli. También aquí, el miedo ha desaparecido a pesar de que las fuerzas armadas están utilizando artillería pesada.

En Trípoli, agentes del gobierno vestidos de civiles se están infiltrando en las protestas, sacando repentinamente cuchillos y apuñalando a los manifestantes. Los manifestantes también informan de que suelen aparecer en las calles coches de civiles disparando violentamente a la multitud.

Sin embargo, los manifestantes en Trípoli están ganando terreno, sobre todo expulsando "a los manifestantes a favor de Gadafi" – supuestamente pagados por el régimen – de la céntrica Plaza Verde. Varios edificios del gobierno en el centro de Trípoli están ardiendo, incluida la Casa del Pueblo o "parlamento".

Los combates en Trípoli parecen estar aumentando a medida que pasan las horas. La mayoría de los extranjeros ya han sido evacuados de la ciudad, mientras numerosos altos cargos libios se apresuran a dejar de sus puestos. La mayoría cree que el régimen está luchando su última batalla final y está condenado a perder.


Opositores a Gadafi queman el "parlamento" en Trípoli

afrol News, 21/02/11

Horas después de que el hijo del dictador Gadafi advirtiese en televisión del peligro de una guerra civil en Libia, los manifestantes arrasan edificios oficiales en la capital, Trípoli. Las fuerzas del orden prácticamente han desaparecido.

Saif el Islam Gadafi, conocido como el hijo "reformista" del líder libio Muamar Gadafi, pronunciaba anoche un discurso poco común e improvisado en la televisión estatal libia, hablando por primera vez de los disturbios y oleada de violencia que han sacudido el país durante los últimos días. En su discurso, bastante contradictorio, dijo que la situación en el este de Libia está fuera de control, pero que el ejército no "escatimará esfuerzos para recuperar el control".

Sus palabras, sin embargo, no parecen haber calmado los ánimos de los miles de manifestantes que piden la caída del régimen Gadafi. Poco después de su discurso, se registraron disparos y numerosas protestas en la capital del país, Trípoli, donde en los últimos días el régimen había impedido las protestas multitudinarias contra Gadafi.

Distintos testigos en Trípoli han informado de duros enfrentamientos esta madrugada entre manifestantes prodemocráticos y simpatizantes del régimen Gadafi. La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch cifra hasta el momento un total 233 muertos y un millar de heridos. Por su parte, fuentes médicas en Libia han confirmado al menos 200 muertos.

Varios testigos en Trípoli han podido informar a través de Tweeter que los manifestantes han prendido fuego a varios edificios gubernamentales en Trípoli, entre ellos la sede del parlamento (casa del pueblo). Además, las sedes de la televisión y la radio públicas han sido saqueadas y quemadas por una enfurecida multitud, pocas horas después de la emisión del discurso televisado de Saif el Islam Gadafi.

Por su parte, la cadena 'Al Yazeera' informa de que la sede central del Gobierno libio y el edificio que alberga el Ministerio de Justicia en Trípoli también han sido pasto de las llamas, al mismo tiempo que las fuerzas del orden prácticamente han desaparecido de las calles de Trípoli.

De esto modo, todo parece indicar que los jóvenes manifestantes en Trípoli, hasta ahora feudo de Gadadi, han perdido el miedo y han salido a las calles. Ya a lo largo de esta noche un millar de jóvenes se ha hizo con el control de la céntrica Plaza Verde, ahora centro de las manifestaciones de protesta, hasta que las policía ha dispersado a los manifestantes con el uso de gases lacrimógenos.


Gadafi amenaza con una guerra civil en Libia

afrol News, 21/02/11

Saif el Islam, el hijo "reformista" de Gadafi, ha culpado de los disturbios en Libia, en un discurso televisado, a los separatistas de Bengasi, los drogadictos, los extranjeros y los islamistas, admitiendo que la situación está fuera de control.

Saif el Islam Gadafi, conocido como el hijo "reformista" del líder libio, pronunció un discurso poco común y acorazonado en la televisión estatal esta noche, hablando por primera vez de los disturbios que han sacudido el país durante los últimos días.

En el discurso, bastante contradictorio, dijo que la situación en el este de Libia está fuera de control, con el país "en una encrucijada, pero que el ejército no escatimará esfuerzos para recuperar el control.

Gadafi dijo que los disturbios en Bengasi habían ocurrido tras la inspiración de los acontecimientos en Túnez y Egipto, con los medios de comunicación extranjeros alentando a los "elementos separatistas". Sin embargo, afirmó que en su mayoría son extranjeros y toxicómanos quienes estaban participando en las protestas en Bengasi.

El ejército no estaba bien preparado y efectivos de la policía habían respondido disparando a la multitud, algo que, naturalmente, había desatado la furia, admitió Gadafi. "Se han cometido errores por ambos partes", dijo en un momento dado, mientras que poco después culpaba de toda la situación a toxicómanos y extranjeros.

En Al–Baida, también en el este de Libia, culpó de las protestas a los islamistas radicales que anteriormente habían salido de la cárcel. Estos "habían declarado un emirato en Al–Baida", afirmó Gadafi, contradiciendo completamente las informaciones emitidas por los propios manifestantes en esta ciudad.

Admitió que los manifestantes habían tomado prácticamente el control de Bengasi y Al–Baida. En ambas ciudades, los civiles habían tomado el control del material del ejército, incluyendo tanques, armas y municiones. Los manifestantes han informado de otra manera, mencionando en su lugar que algunos efectivos de la policía se habían sumado a las protestas, obteniendo así un mayor control de estas dos ciudades del este de Libia.

En su improvisado discurso, Saif el Islam Gadafi ha recordado en varias ocasiones a los libios que el país no es como Túnez o Egipto, haciendo alusión a las guerras civiles en la década de 1930 y los "tribus y clanes" que, según él, siguen constituyendo la sociedad libia. "Ahora, todo el mundo está armado", advirtió, y dijo que una escalada de la violencia llevaría a una sangrienta guerra civil y una división del país.

Por otra parte, ofreció una segunda opción en materia de reformas democráticas y sociales. Si los libios deciden o no ir a una guerra civil, el gobierno convocará mañana una reunión popular – sin mencionar a quien se invitaría – para finalmente redactar una constitución y embarcarse en reformas democráticas.

Sin embargo, Gadafi volvió de nuevo a llamar a los manifestantes drogadictos, extranjeros, islamistas y separatistas, sin dar una apertura a conversaciones a a quienes ahora protestan contra el régimen.

Poco antes del discurso, un diplomático libio había dicho a la popular emisora árabe 'Al Yazeera' que Gadafi "ya había abandonado el país, rumbo a Venezuela", añadiendo que se había producido un tiroteo entre sus propios hijos.

Había, por lo tanto, una gran decepción ante el discurso en Libia. Pero pocos creen que va a servir mucho para detener las protestas. Más bien lo contrario, ya que el régimen ha demostrado ahora que sus poderes son limitados. El reinado del miedo, definitivamente, se ha roto en Libia.


Una "guerra urbana" se extiende en
las ciudades de Libia

afrol News, 20/02/11

Mientras los manifestantes en Libia están siendo masacrados por las fuerzas de seguridad de Muamar Gadafi, matando a casi 200, los libios hablan ya de una "guerra urbana". La lucha se ha extendido a Trípoli, la capital.

Al menos 174 muertes han sido confirmadas por los hospitales locales, según la última actualización de la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW). Fuentes hospitalarias confirman que se está utilizando munición de guerra de gran calibre contra los manifestantes, y algunos llegan a los centros hospitalarios con heridas de arma de fuego de hasta 4 centímetros de diámetro.

Manifestantes en Libia – que sólo pueden comunicarse por teléfono ya que Internet está bloqueado – confirman estas informaciones.

Un manifestante en Bengasi – la segunda ciudad de Libia y centro de los disturbios – informa por teléfono que aproximadamente 900 personas han sido asesinadas o gravemente heridas por la munición, tan sólo en esta ciudad. "Muchos heridos están en estado crítico", añade. Los hospitales se están quedando sin sangre.

Distintas informaciones desde Bengasi indican que la ciudad es una zona en guerra. Los "guardias revolucionarios" se han instalado en un edificio, a modo de fortaleza, en el centro de la ciudad, y disparando hacia las zonas de las protestas. Se han usado helicópteros para disparar a los manifestantes, y hay numerosos "coches con cuatro personas en el interior con armas de fuego, pasando por la calle y disparando a la gente".

Aún más preocupante, hay cada vez más informaciones sobre el uso de tropas de mercenarios africanos contra los manifestantes en Bengasi.

Los residentes en Bengasi hablan ya de una "masacre" en referencia a la "batalla" que se libra en este momento. "Los jóvenes aquí en Bengasi no quieren parar, porque si se detienen, eso es todo, Bengasi se acabó. Así que no quieren parar. Todos ellos están en las calles", informa esta tarde un residente en Bengasi.

En Al–Baida, otro centro de disturbios cercano a Bengasi, se han recibido informes similares de la guerra urbana entre jóvenes manifestantes y el régimen de Gadafi, disparando contra los manifestantes. El movimiento de protesta sigue siendo más fuerte en esta región este de Libia.

La novedad del día es que las protestas se han extendido a la capital, Trípoli, que hasta ahora había estado totalmente bajo el control del régimen. También hoy, los partidarios de Gadafi han ocupado la Plaza Verde en el centro de Trípoli, lo que dificulta a los manifestantes a favor de la democracia hacerse con esta posición central.

Sin embargo, se han desatado numerosas protestas y luchas en numerosos suburbios de Trípoli. El área de Fashloom se ha convertido en el primer centro de las protestas, pero el régimen ha enviado rápidamente a la Guardia Revolucionaria, policía y francotiradores a la zona, utilizando munición y cuchillos para dispersar a la multitud.

Pero tan pronto como las multitudes fueron dispersadas en Fashloom, otras multitudes protestando aparecieron espontáneamente alrededor de la ciudad. "En cuestión de minutos, la gente del comité revolucionario se lanzaron sobre ellos", según informa un manifestante en Trípoli, diciendo que agentes vestidos de civil, de repente, sacaron cuchillos en el medio de la multitud, apuñalando a los manifestantes. Varios han sido asesinados y hay numerosos heridos.

"Lo juro por Dios, esto es la guerra urbana", dice el manifestante en Trípoli.

Las protestas en Bengasi, Trípoli y otras muchas ciudades libias continúan, desplazándose de un lugar a otro. De hecho, a lo largo del día, se han intensificado. Los manifestantes lo saben: si lo dejan ahora, la guerra está perdida.

Ambas partes están obligadas a intensificar la lucha. En Bengasi, los últimos informes indican que los jóvenes manifestantes están utilizando piedras y "jalateena" – pequeñas granadas que se utilizan para capturar peces – para defenderse. Al mismo tiempo, el régimen está enviando más tropas a la ciudad.

La guerra urbana en Libia, al parecer, sólo ha comenzado. Human Rights Watch, mientras tanto, advierte de en el país se está desarrollando un gran desastre, un desastre de derechos humanos.


Excepto en Trípoli, el "Día de la ira"
se extiende en Libia

afrol News, 17/02/11

Las protestas en Libia se extienden como un reguero de pólvora por todo el país, con pequeñas ciudades y capitales de provincias liderando las manifestaciones, mientras las fuerzas de seguridad impiden grandes manifestaciones en la capital, Trípoli.

Para hoy se había anunciado un día de ira en Libia contra el régimen de Muamar Gadafi a través de los medios de comunicación sociales, y la idea fue recibida con tanto entusiasmo que las protestas ya comenzaban ayer en algunas partes del país.

Las protestas durante esta mañana se han centrado en la mitad este del país – alrededor de las ciudades de Bengasi y Al–Baida – que tradicionalmente se ha opuesto al régimen de Gadafi y la región de Trípoli. Una insurgencia armada en la región, en la década de 1990, había amenazado seriamente al régimen de Gaddafi.

En Bengasi, la segunda ciudad de Libia, las protestas de ayer se enfrentaron a la brutalidad policial, con más fuerzas policiales que manifestantes. Según informan varios activistas a afrol News, en la ciudad de Al–Baida, sin embargo, las protestas de ayer continuaron con rabia durante toda la noche, a pesar de que se usaron helicópteros para disparar contra los manifestantes.

Las fuerzas de seguridad también utilizaron gas lacrimógeno y municiones para poner fin a las protestas, matando a al menos tres personas en Bengasi y Al–Baida durante los enfrentamientos de la noche de ayer. Informaciones no confirmadas hablan de hasta 15 manifestantes asesinados, sobre todo por los ataques de los helicópteros.

Durante el día de hoy, las protestas prosiguen de nuevo en las dos ciudades del este. Desde Al–Baida y Benghazi, activistas informan a afrol News que comercios, tiendas y bancos están cerrados, las clases escolares se han suspendido y miles de manifestantes en las calles piden que Gadafi deje el poder. La manifestación en Bengasi está tratando de ocupar la céntrica Plaza de Omar Mukhtar.

Tal vez más sorprendente es el hecho de que también ciudades más pequeñas en el interior de Libia y la parte occidental del país se han unido hoy a las protestas, amenazando con extenderse a todo el país.

En el pueblo de Az–Zintan, situado en las montañas del oeste de Libia y cercano a Ar–Rujban, los manifestantes han "tomado el control" de las calles.

Informaciones locales desde Az–Zintan citan que los "Guardianes de la Revolución" han huido de la ciudad y las oficinas locales de las fuerzas de seguridad han sido tomadas por el pueblo, que al mismo tiempo está prendiendo fuego a varios edificios. También en las inmediaciones de Ar–Rujban, los vecinos han conseguido echar de la ciudad a las fuerzas de seguridad.

Nuevas informaciones no confirmadas indican que los manifestantes en la ciudad noroccidental de Yifrin (Yefren) también han prendido fuego a un edificio del gobierno local. Igualmente informes no confirmadas desde la ciudad oriental de Darnah (Derna) afirman que "todos están protestando".

La zona más tranquila de Libia hasta el momento es la capital, Trípoli, donde el gobierno se ha asegurado prepararse para evitar protestas. Ya ayer, todos los estudiantes fueron obligados a participar en manifestaciones a favor de Gadafi, bajo la amenaza de perder su derecho a estudiar. Sin embargo, la multitud que acudió a una manifestación a favor del régimen en el centro de Trípoli era más bien pequeña.

También activistas de defensa de los derechos humanos que están organizando protestas en Trípoli han sido arrestados durante los últimos días, lo que representa un gran impedimento para las protestas previstas en la capital libia.

Hoy, las calles de Trípoli están en gran parte vacías, con la mayoría de la población local quedándose en casa para evitar ser asociada con cualquiera de los lados. Se han observado, no obstante, pequeños grupos manifestándose a favor del régimen, e incluso más pequeñas manifestaciones contra Gadafi en algunas en algunas partes de la ciudad.

En otras partes de Libia, y entre la diáspora libia en el extranjero, la falta de grandes protestas en Trípoli está causando una gran decepción. "¡Vamos Trípoli! ¡Despierta", es uno de los numerosos mensajes que están llegando a Twitter durante el día de hoy a medida que se ha hecho evidente que la capital no se va a unir a protestas que se viven en el resto del país.