Libia

Gadafi advirtió que habrá un éxodo masivo de inmigrantes ilegales si es derrocado

"Llegarán millones de negros a Europa"

Agence France–Press (AFP), 08/03/11

Trípoli.– En un tono desafiante, Muammar Gadafi volvió a amenazar ayer a Occidente sobre los riesgos de que se produzca una emigración masiva si pierde el poder. "Hay millones de negros que pueden ir al Mediterráneo para cruzar a Francia e Italia, y Libia tiene un papel clave en seguridad en esa zona", declaró el dictador libio al canal de televisión France 24.

Gadafi recordó que su país es un socio importante de Occidente en la lucha contra el terrorismo islámico de Al–Qaeda y en la política contra la inmigración ilegal con destino a Europa. "Libia tiene un papel vital para la paz regional y mundial", dijo el líder libio. En los últimos años, varios gobiernos del sur de Europa confiaron en la ayuda libia para detener el flujo de inmigrantes subsaharianos que intentan cruzar el Mediterráneo.

Los gobiernos occidentales han acusado al dirigente libio de perpetrar una masacre en su país desde hace tres semanas, cuando estallaron las protestas contra su régimen. Varios líderes mundiales, como el norteamericano Barack Obama y el británico David Cameron, exigen su renuncia inmediata.

En la entrevista, Gadafi arremetió contra el gobierno francés, al que acusó de "injerencia en los asuntos internos de Libia" por su respaldo al consejo nacional constituido por los grupos rebeldes en Benghazi. "Nos hace reír esta injerencia en nuestros asuntos internos. ¿Y si nosotros nos metemos en los asuntos de Córcega o Cerdeña?", se preguntó.

El líder libio insistió en que la revuelta está orquestada por Al–Qaeda, y cifró en un centenar el número de rebeldes muertos desde que comenzaron los combates. Algunas organizaciones humanitarias han elevado las bajas de los opositores a 6000.

Por otra parte, la cadena Al–Jazeera informó ayer que Gadafi habría ofrecido a los rebeldes celebrar una reunión en el Congreso General del Pueblo para preparar el camino de su renuncia, con ciertas garantías. La propuesta habría sido rechazada por el consejo nacional de la oposición.

En el ámbito militar, los combates continuaron en el frente este de Libia. El anunciado avance de las tropas rebeldes hacia Sirte, la ciudad natal de Gadafi y enclave de vital importancia en la ruta hacia Trípoli, sigue sin concretarse, después de que las tropas gubernamentales expulsaron a los insurgentes de la ciudad de Bin Jawad, obligándolos a replegarse al puerto de Ras Lanuf (ver Pág. 2). Sometidos a varios ataques de la aviación de Gadafi, numerosos ciudadanos de esa ciudad huyeron hacia Benghazi.

"No sigan avanzando, quédense acá, debemos proteger el petróleo", repetían una y otra vez los milicianos desde los megáfonos de un vehículo en un puesto de control a las puertas de Ras Lanuf. En por lo menos tres ocasiones las baterías antiaéreas de la posición rebelde intentaron sin éxito derribar los aviones de Gadafi, que hostigaron a los opositores.

Superada la etapa de euforia inicial, el desconcierto parece haberse adueñado de los rebeldes, que no aparentan contar con una estrategia militar definida. Según Ahmed Fathi, un ex militar que se unió a los rebeldes, "muchos milicianos aprendieron a manejar las armas en sólo 24 horas".