Egipto

Cediendo a la presión popular, el Ejército
disuelve el partido de Mubarak

Gara, 17/04/11

Tras dos meses de inmovilismo, y forzados por la presión popular, los militares egipcios han tenido que ceder. Tras procesar a Mubarak, ayer mismo se anunció la disolución de su otrora todopoderoso partido.

El Cairo.– El Tribunal Supremo Administrativo del Cairo ordenó la disolución del Partido Nacional Democrático, del expresidente Hosni Mubarak, desalojado del poder el pasado 11 de febrero por la revuelta egipcia.

El tribunal determinó, asimismo, la expropiación de todos sus bienes y propiedades, que pasarán al Estado, según la agencia estatal MENA.

El Partido Nacional Democrático (PND) fue creado en 1978 y dirigido por el entonces presidente Anuar al Sadat, que un año antes había promulgado una ley para permitir la formación de agrupaciones políticas en el país, prohibidas desde enero de 1953, tras el triunfo de la revolución encabezada por Gamal Abdel Naser.

Desde su creación, la estructura del omnímodo PND se confundió con la del Estado y su presencia se impuso en todas las instituciones del país favorecido por unas leyes que constreñían las actividades del resto de agrupaciones. Asimismo, entre acusaciones de fraude, arrasó en todas las elecciones parlamentarias celebradas desde su creación, la última en noviembre–diciembre de 2010, en la que copó más de un 80% de los escaños.

Esta situación, que se prolongó hasta la caída de Mubarak, ha dejado al país huérfano de formaciones políticas más allá de la organización islamista de los Hermanos Musulmanes que, a pesar de trabajar en la semiclandestinidad, se ha convertido en la mayor fuerza política.

La junta militar que dirige el país promulgó el28 de marzo una nueva ley de partidos políticos sin las restricciones impuestas por el régimen anterior para permitir el surgimiento de nuevas agrupaciones ante las próximas elecciones parlamentarias, previstas para setiembre.

Odio de la población

El odio popular hacia el PND quedó plasmado durante la rebelión popular con la quema de su sede principal, situada en el centro de El Cairo.

Tras un interregno de dos meses en los que los militares han tratado por todos los medios de salvar en la medida de lo posible el estatus quo anterior, los protagonistas de la revuelta, que no han cejado en salir a la calle todos los viernes para exigir cambios reales, aumentaron sus protestas en las últimas semanas, brutalmente reprimidas por los soldados.

Pero el Ejército no ha tenido más remedio que ceder a la presión. La decisión de disolver el partido de Mubarak llega tras la apertura de un proceso judicial contra el clan.

El PND, liderado ahora por un sobrino de Anuar al Sadat, anunció la semana pasada la creación de otra formación.