Libia

“Reunión de Amigos de Libre Libre”

Cumbre en París para repartirse la torta petrolera

Por Eduardo Febbro
Desde París
Página 12, 02/09/11

Protagonistas principales de la operación que puso de rodillas al régimen de Gadafi y mayores beneficiarios de los contratos que vendrán, Francia y Gran Bretaña activaron una conferencia para legitimar al nuevo régimen.

Muammar Gadafi usa los medios y las palabras como bombas. El mismo día en que los rebeldes libios iban a plasmar en París su victoria política con la reunión de unos 60 países y organizaciones internacionales para discutir sobre la ayuda de urgencia y la reconstrucción de Libia, el fantasmagórico coronel se despachó con una nutrida salva de amenazas. Muammar Gadafi aseguró que no se rendiría nunca y exhortó a sus partidarios a seguir la lucha. “No nos rendiremos, no somos mujeres, y proseguiremos el combate”, dijo el dirigente, que está escondido desde que el pasado 23 de agosto los rebeldes tomaron el control de la capital del país, Trípoli. Gadafi agregó que si “quieren una batalla larga, entonces que sea larga. Si Libia se quema, ¿quién podrá gobernarla?”, preguntó y luego respondió: “Que se queme”.

Protagonistas principales de la operación que puso de rodillas al régimen de Gadafi y mayores beneficiarios de los contratos que vendrán, Francia y Gran Bretaña activaron esta conferencia con la intención de presentar con un rostro legítimo al órgano que agrupa a la rebelión, el CNT, Consejo Nacional de Transición, y obtener con ello el respaldo de la aún dubitativa comunidad internacional. Los libios miran con cierto escepticismo tanto al CNT como a los dos máximos dirigentes que vinieron a la capital francesa, Mustapha Abdeljalil y Mahmud Djibril.

Si la ayuda de urgencia a un país desfigurado por seis meses de guerra es el tema oficial de la conferencia tampoco está ausente la problemática que plantea la construcción de una transición política en una sociedad que carece de toda referencia a la cultura y las prácticas democráticas. En este contexto, tanto París como Londres quieren evitar los garrafales errores que se cometieron en Irak luego de la intervención anglo-norteamericana que puso fin al régimen de Saddam Hussein.

Según declaró el jefe de la diplomacia francesa a la cadena de radio RTL, Alain Juppé, hoy se “trata de ayudar al CNT porque el país está devastado, la situación humanitaria es difícil, faltan el agua, el combustible y la electricidad”. Sin llegar a dar crédito a las revelaciones del matutino Libération, según el cual los rebeldes prometieron mucho petróleo a Francia a cambio de su ayuda, el canciller francés afirmó que el operativo de los occidentales en apoyo a la oposición libia era “una inversión para el futuro porque una Libia democrática será un país que se desarrollará”. Desde luego, quien dice desarrollo está hablando de buenos negocios. El diario Libération publicó ayer una carta del Consejo Nacional de Transición en la cual esta estructura creada a finales de febrero, justo después de que estallara la revuelta libia, promete a Francia la atribución del 35 por ciento del petróleo libio como compensación al respaldo de París. Cabe recordar que, en marzo pasado, Francia fue el primer país del mundo que reconoció al CNT como el “representante legítimo” del pueblo libio. Portavoces del CNT negaron el jueves esta información, a la cual calificaron de “broma”. A su vez, Alain Juppé no restó crédito a la información, sino que, más bien, buscó oficializarla en un buen sentido. El responsable de la diplomacia dijo que no estaba al corriente de la existencia de una carta semejante, pero resaltó que, desde el principio, el CNT había dicho “muy oficialmente” que, cuando llegara la fase de la reconstrucción, se dirigiría “preferentemente a quienes lo respaldaron”. Para Alain Juppé, esto es “bastante lógico y bastante justo”.

Por lo pronto, unos 30 jefes de Estado y de gobierno se desplazaron este jueves a París. Washington envió a la secretaria de Estado norteamericano, la infatigable Hillary Clinton. París se puede frotar las manos, no sólo por los buenos negocios en perspectiva, sino también porque logró atraer a la capital francesa a representantes de dos países, Rusia y China, ambos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que habían manifestado serias reservas ante la intervención militar occidental que respaldó a los rebeldes. Moscú recién acaba de reconocer la legitimidad del CNT, mientras que China sólo aceptó decir que el CNT había desempeñado un “papel considerable” en la caída de Gadafi. Sin embargo, en el camino quedó un país rebelde. Se trata de Africa del Sur. Pretoria, que piloteó las negociaciones con Gadafi que nunca llegaron a nada, sigue considerando que la resolución 1973 de la ONU, que instauró zonas de protección aérea en Libia, no implicaba el recurso a la fuerza.

Por ahora, el principal caballo de batalla del Consejo Nacional de Transición consistirá en pedir el desbloqueo inmediato de los haberes libios. Se trata de decenas de miles de millones de dólares congelados a pedido de la ONU. Luego de Estados Unidos y Gran Bretaña, Francia acaba de obtener la autorización para liberar mil quinientos millones de dólares de los 7,6 mil millones de fondos libios que detentan los bancos franceses. Estas cifras bastan como prueba de la implacable hipocresía de las grandes potencias que juegan con el dinero de las tiranías mientras los déspotas descuartizan a sus pueblos.

Nicolas Sarkozy le ofreció a la insurgencia libia, representada por el CNT, el marco ideal: París y una conferencia internacional en la cual los rebeldes presentan su “hoja de ruta” para la transición, al tiempo que obtienen el revoque político que les faltaba. La danza de los contratos y los millones puede comenzar. Las potencias que tantos ejemplos de democracia dan al mundo hicieron negocios suculentos con el tirano. Ahora los harán con sus vencedores en nombre de la democracia.


Las potencias compiten por la prioridad para
explotar el petróleo libio

Por Eduardo Febbro
Desde París
Página 12, 02/09/11

Según diversos analistas franceses, la ayuda política y económica para relanzar rápidamente la producción y explotación de petróleo en el país con las reservas de crudo más importantes de Africa no es una “ayuda desinteresada”.

A Nicolás Sarkozy no le tembló la voz ni el pulso al pedir que las operaciones militares no cesen sobre territorio libio. “Los bombardeos de la OTAN deben seguir mientras Gadafi continúe siendo una amenaza”, sugirió, lacónico, el presidente francés durante una cumbre especial convocada para desbloquear el dinero libio y así poder financiar el proceso de transición en el país norafricano. Los activos liberados por este grupo de entidades habían sido bloqueados por decisión de la ONU con el objetivo de asfixiar económicamente al gobierno libio. El diario Libération afirmó que el Consejo Nacional de Transición habría dado prioridad a Francia para explotar el petróleo libio, asegurando a las empresas galas el 35 por ciento del crudo.

El encuentro celebrado en París entre países y organismos internacionales se denominó “Reunión de amigos de Libia libre” y fue convocado a iniciativa del bloque franco-británico, que actuó como punta de lanza de la operación que puso fin al gobierno de Gadafi. La reunión en la capital francesa reunió a 13 jefes de Estado y a una veintena de ministros –entre ellos la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon–, como demostración de fuerza de la comunidad internacional y en apoyo al CNT.

“La ayuda sutil de los países amigos de Libia nos permitirá salir de esta situación dramática. Estamos agradecidos por todos estos esfuerzos, con vuestra ayuda podremos reorganizar nuestro país. Necesitamos estabilidad, paz y reconciliación”, señaló, en francés, el ex magistrado y ministro de Justicia Mustapha Abdeljalil, quien estuvo acompañado por el economista Mahmud Djibril. En el Elíseo, la diplomacia francesa remarcó la necesidad de evitar los fiascos en la transición, poniendo como ejemplos el fin de la ocupación soviética en Afganistán y la intervención de Estados Unidos en Irak.

Según diversos analistas franceses, la ayuda política y económica para relanzar rápidamente la producción y explotación de petróleo en el país con las reservas de crudo más importantes de Africa no es una ayuda desinteresada. El diario Libération afirmó que la CNT habría dado prioridad a Francia para explotar el petróleo libio, asegurando a las empresas galas el 35 por ciento del crudo. El portavoz del CNT, Majmoud Shamam, calificó a la denuncia del diario francés como una broma y explicó que la CNT respetará los contratos firmados por Gadafi y que serán las nuevas autoridades, surgidas en elecciones libres, quienes deberán firmar los próximos contratos para la explotación petrolera.

Al ser consultado sobre el tema, el canciller francés Alain Juppé dijo no tener conocimiento sobre la denuncia, pero no pareció sorprenderse por el favoritismo de la CNT hacia Francia. “Lo que sé es que el Consejo (Nacional) de Transición dijo oficialmente que, en la reconstrucción de Libia se dirigirán de manera preferencial a quienes los han ayudado. Lo que me parece lógico y bastante justo”, sostuvo Juppé ante la radio RTL señalando que una Libia democrática será un factor de estabilidad, de seguridad y desarrollo para la región.

Además de los países que participaron de las operaciones militares, a la reunión asistieron tres grandes potencias que en su momento se negaron a participar en la incursión bélica: Rusia, que ayer reconoció a la CNT como única autoridad del país, Alemania y China, que llamó –mediante un comunicado difundido por la agencia Nueva China– a las potencias occidentales a no aprovecharse de manera desigual de las oportunidades comerciales que presenta la reconstrucción de Libia.

El único de los grandes países invitados que rechazó participar de la cumbre fue Sudáfrica. Su presidente, Jacob Zuma, continúa criticando la utilización de la fuerza por parte de la ONU. Otros de los países y organismos presentes en París fueron Turquía, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, la Unión Africana, la Unión Europea, Egipto, Túnez, Canadá, Italia, España, la OTAN, la Liga Arabe, la Liga Islámica y Argelia, criticada por recibir a la familia Gadafi.


Francia habría recibido una promesa por escrito de su parte en la explotación
del petróleo

Libia, el petróleo y los “amigos”

Sarkozy y Berlusconi se llevarían la parte de león

Por Leonardo Plasencia
diario.universal.net, 04/09/11

Mientras representantes de sesenta países se reunieron ayer en Paris para discutir el futuro de la Libia post-Gadafi salió a la luz una carta en la que el gobierno de transición prometería a Francia 35% del petróleo del país africano. Alain Juppé, ministro de relaciones exteriores del país galo desconoció la existencia de tal documento pero consideró "lógico" que los países que apoyaron la revuelta sean socios privilegiados del nuevo gobierno.

Bajo el nombre "Los Amigos de Libia" se llevó a cabo en Paris la conferencia internacional para discutir los detalles de la transición política y la recuperación económica del país norafricano. Desde la redacción de una constitución hasta la creación de partidos políticos, Libia, un país sin tradición democrática, debe comenzar de cero su construcción institucional para formar parte activa de la comunidad internacional.

Con la guerra (casi) terminada, la capital Trípoli tomada y el líder Muammar Gadafi en la clandestinidad, delegaciones de sesenta países, occidentales y árabes, se reunieron junto a los representantes de los "rebeldes" libios, el Consejo Nacional de Transición (CNT). Algunos analistas hablan ya de una "carrera" por los millonarios contratos que deberán cerrarse para la reconstrucción del país y, por supuesto, de la explotación de la primera reserva petrolera del continente africano.

"Debemos ayudar a los pueblos en peligro de muerte, en nombre de la conciencia universal que no puede tolerar tales crímenes" declaró el presidente francés Nicolas Sarkozy el pasado 19 de marzo al anunciar el comienzo de las operaciones militares de la coalición; "lo hacemos para proteger a la población civil de la locura asesina de un régimen que, asesinando a su propio pueblo, a perdido toda legitimidad". A seis meses de ese discurso, que daba comienzo a la intervención armada apoyado en el Derecho a la Ingerencia Humanitaria, el líder libio Muammar Gadafi se encuentra en la clandestinidad y el país norafricano virtualmente bajo control de las fuerzas rebeldes apoyadas por la “comunidad internacional”.

Con Muammar Gadafi fuera del gobierno y el apoyo de las fuerzas aliadas, los rebeldes ya piensan en la Libia post-Kadhafi y prometen recompensar a las fuerzas de la coalición. "En el camino al desarrollo de Libia prometemos favorecer a los países que nos han ayudado" declaró ayer Moustapha Abdeljalil, jefe del CNT.

En relación a las licitaciones internacionales para la reconstrucción del país el funcionario aseguró que "los trataremos en función del apoyo que nos han dado [durante la guerra] a los rebeldes".

Es de conocimiento público, sobre todo luego de las guerras de Irak y Afghanistán, que los países que más invierten, militar y políticamente, salen beneficiados a la hora de la firma de los millonarios contratos una vez "pacificado" el país en conflicto.

Sin embargo, Francia, país que lideró la intervención de las fuerzas de la coalición de la OTAN en Libia, habría recibido una promesa cifrada y por escrito para le explotación del petróleo del país africano.

En este sentido, el diario galo Libération, hizo pública en el día de ayer una carta con fecha del 3 de abril del corriente año (a sólo tres semanas del comienzo de las operaciones de la coalición internacional): "...en cuánto al acuerdo sobre el petróleo con Francia, hemos delegado al hermano Mahmoud [Shammam, Ministro de información del CNT] para firmar el acuerdo atribuyendo 35% del total del petróleo bruto a los franceses a cambio del apoyo total y permanente a nuestro Consejo [CNT]". La misiva, firmada por representantes del Consejo Nacional de Transición, se dirige al gabinete del Emir de Qatar el sheik Hamad bin Khalifah-al-Thani (intermediario árabe entre Francia y el CNT), con una copia dirigida al representante de la Liga Árabe, Amr Moussa.

Consultado por el documento que promete un tercio del oro negro libio al país galo el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppé, dijo: "No tengo conocimiento de esa carta" y aseguró que desconoce la existencia de un acuerdo formal entre ambos países. "Lo que sé es que el CNT a dicho formalmente que para la reconstrucción de Libia darían trato preferencial a aquellos que los ayudaron, lo cual me parece lógico y justo" arremetió el funcionario.

Libia posee reservas petroleras por al menos 44 billones de barriles, casi 4% del total mundial. Los principales compradores el oro negro libio en 2010 fueron Italia (28%) y Francia (15%). "No hay una carrera por ver quién llega primero a Libia" aseguraba el viernes último el ministro de relaciones exteriores de Italia, Franco Frattini, en una entrevista radial.

El jefe de la diplomacia italiana consideró que "Italia y Francia no están en una batalla de tipo colonial para adueñarse de las riquezas del pueblo libio". Sin embargo, los especialistas aseguran que la francesa Total y la italiana ENI serían las grandes beneficiarias de los millonarios contratos petroleros con el nuevo régimen. Con carrera o sin carrera, el Cavaliere Silvio Berlusconi, puso primera y anunció la firma de un acuerdo por el cual el grupo petrolero italiano ENI proveerá de gas y combustible al pueblo libio, sin necesidad de pago... por ahora.