Turquía - Israel

Comentario de Socialismo o Barbarie: Hay una escalada de tensiones entre Turquía e Israel. Turquía exige terminar con el bloqueo naval sobre Gaza. Hace días su primer ministro, declaró, en una reunión de urgencia con Zapatero, que desplegaría la flota turca en el Mediterráneo, para garantizar la seguridad de barcos civiles con ayuda humanitaria a Gaza. Exige la satisfacción de tres puntos mínimos:.1º) disculpas publicas de Israel por el asalto y muerte de nueve civiles turcos en el ataque a la flota humanitaria el años pasado, 2º) indemnización a los familiares de las victimas, 3º) levantamiento del bloqueo a Gaza. Más allá de los bluffs de práctica en estas circunstancias, el hecho es que con la caída de Mubarak en Egipto y el giro de Turquía, el Estado sionista está en dificultades con quienes eran sus dos grandes aliados regionales.

Erdogan se propone visitar Gaza en plena crisis de relaciones con Israel

Buques de guerra turcos serían enviados a
“aguas cercanas a Israel”

Por Enric González
Desde Jerusalén
El País, 07/09/11

El Gobierno turco dio ayer un nuevo paso en su enfrentamiento con Israel. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que la expulsión del embajador israelí era solo el principio y que "las relaciones comerciales, las relaciones militares y las relaciones industriales" quedaban "completamente suspendidas". "Nuestros buques de guerra se verán con más frecuencia en aguas cercanas a Israel", dijo.

Erdogan se mostró decidido a llevar hasta las últimas consecuencias sus represalias contra Israel. Oficialmente, la crisis diplomática se debía a que el Gobierno de Benjamín Netanyahu se había negado a disculparse por el violento asalto al buque turco de activistas propalestinos Mavi Marmara. En realidad, los problemas comenzaron antes, con la agresión israelí de Gaza a finales de 2008, y estaban relacionados con la voluntad de Erdogan de erigirse en el gran líder musulmán de Oriente Próximo.

La ruptura militar entre las dos potencias regionales podría tener graves repercusiones: Israel es un estrecho aliado de EEUU y Turquía pertenece a la OTAN. No menos importante resulta la amenaza de ruptura comercial, aunque un portavoz del Gobierno turco precisó que Erdogan se refería solo a los intercambios en materia de defensa. El comercio bilateral entre Israel y Turquía ascendió a casi 2.500 millones de euros en 2009 y a 3.000 millones en 2010. El gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, declaró el lunes que la interrupción de los negocios entre ambos países iba a resultar muy cara porque Turquía era "la economía más importante de la región, por encima de los países petroleros del golfo Pérsico".

El Gobierno de Netanyahu repitió por enésima vez que no pensaba pedir disculpas por interceptar la llamada Flotilla de la Paz, un acto que una comisión investigadora de la ONU consideró "legítimo" aunque efectuado con una brutalidad desproporcionada (nueve activistas turcos murieron a tiros), pero expresó su deseo de que las relaciones con Turquía se normalicen "lo antes posible".

Las represalias mutuas han llegado a extremos muy mezquinos. Los viajeros turcos que llegaban al aeropuerto de Tel Aviv el domingo fueron obligados a vaciar sus maletas y a desnudarse; según las autoridades de Ankara, eso había ocurrido "muchas veces, demasiadas", con anterioridad. El lunes, los viajeros israelíes que llegaron a Estambul fueron obligados a su vez a vaciar las maletas y a desnudarse.

Erdogan tiene el propósito de viajar pronto a Gaza, quizá ya la semana próxima, al término de una anunciada visita a Egipto, aunque las dificultades aparecen importantes: Israel, lógicamente, se opone, y Egipto, el otro país fronterizo con la franja, no siente el menor entusiasmo. A Erdogan le bastaría con poner un pie en Gaza para elevar hasta cotas extraordinarias su popularidad en el mundo musulmán.


Turquía apelará ante el Tribunal de Justicia Internacional contra el bloqueo a Gaza

La flota turca estaría dispuesta a escoltar
naves civiles que transporten ayuda

Por Enric González
Desde Jerusalén
El País, 04/09/11

El secretario general de la ONU y diversos Gobiernos europeos pidieron ayer a Turquía e Israel que pusieran fin a su grave enfrentamiento diplomático y expresaron preocupación por la crisis. Turquía, sin embargo, insistió en su propósito de luchar contra el bloqueo israelí sobre Gaza y alzó el tono de las hostilidades verbales. El Gobierno de Ankara anunció que en unos días apelaría al Tribunal de Justicia Internacional de La Haya para que estableciera si el bloqueo es legítimo, como afirma el reciente informe de la ONU sobre el asalto a la Flotilla de la Paz, o si, como cree Turquía, se trata de "algo completamente ilegal e inaceptable".

El Gobierno de Israel rechazó de nuevo la posibilidad de disculparse por la violencia de su asalto a los activistas de la flotilla, como exige Turquía, aunque expresó su deseo de que las relaciones entre ambos países volvieran "pronto a la normalidad".

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, lamentó la expulsión del embajador de Israel en Ankara y urgió a ambos Gobiernos a "mejorar su relación", cada vez más deteriorada desde la invasión israelí de Gaza en diciembre de 2008, "por el bien de la paz en Oriente Próximo". Los ministros europeos de Exteriores aprovecharon que el ministro turco, Ahmed Davutoglu, se reunió con ellos en Polonia para pedirle que hiciera lo posible para "no agravar la situación". "Turquía debe aceptar los resultados de la investigación de la ONU", dijo el ministro alemán Guido Westerwelle. "Seguimos la crisis con gran preocupación, Turquía desempeña un papel crucial en Oriente Próximo", agregó.

Davutoglu prefirió no realizar declaraciones públicas tras la reunión. Pero poco antes dijo a una televisión turca que su país no podía "permanecer en silencio" después de la muerte de nueve de sus ciudadanos en el asalto a la nave Mavi Marmara, el 31 de marzo de 2010. "Si el Tribunal Internacional de Justicia considera que el bloqueo de Gaza es legítimo, acataremos la decisión", aseguró.

El diario turco en lengua inglesa Hürriyet Daily News anunció ayer, citando fuentes gubernamentales anónimas, que la flota de Turquía incrementaría su presencia en el Mediterráneo oriental y adoptaría "una actitud más agresiva" para contrarrestar el dominio israelí. "El Mediterráneo oriental dejará de ser un lugar en el que las fuerzas navales israelíes pueden practicar sus tácticas intimidatorias contra embarcaciones civiles", declaró uno de los altos cargos citados por Hürriyet.

La misma fuente indicó que la flota turca estaba dispuesta a escoltar en el futuro naves civiles que transportaran ayuda a Gaza. El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pidió a sus diplomáticos que le organizaran una visita a Gaza lo antes posible, para demostrar la firmeza de sus propósitos.


Turquía congela sus relaciones militares con Israel

El País, 06/09/11

Ankara.- El Gobierno turco ha rectificado el anuncio formulado esta mañana por el primer ministro Recep Tayyip Erdogan sobre la congelación de relaciones comerciales con Israel y ha limitado a la industria militar esa medida, informa Efe. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, había advertido esta mañana de que las relaciones comerciales con Israel serían "congeladas", en represalia por su negativa a pedir perdón por el ataque a la Flotilla de la Libertad de mayo de 2010, resarcir a los familiares de los 9 fallecidos y levantar el bloqueo a Gaza.

"Como sabéis, a partir de mañana las relaciones diplomáticas con Israel serán reducidas a nivel de segundo secretario. (...) Del mismo modo, las relaciones comerciales, militares y de la industria de Defensa serán suspendidas. Serán completamente congeladas. A este proceso, seguirán nuevas sanciones", ha afirmado el mandatario turco esta mañana. Sin embargo, pocas horas después, la oficina del primer ministro ha aclarado que Erdogan se refería exclusivamente a las relaciones comerciales que tienen que ver con la industria militar de ambos países y que supone una parte muy importante de los intercambios económicos entre ambos países.

El viernes pasado el Gobierno turco expulsó el embajador israelí de Ankara y anunció que rebajaría al mínimo las relaciones diplomáticas con Israel y, al no recibir las disculpas que había exigido por el asalto a la Flotilla que viajaba a Gaza, y tras filtrarse el informe de la ONU sobre el ataque, que reparte las culpas entre ambos países.

El primer ministro ha definido hoy a Israel como "el niño consentido de la familia, que piensa que puede seguir haciendo lo que quiera por siempre", pero ha asegurado que Turquía no lo permitirá. "El Mediterráneo no es un lugar desconocido para nosotros. A partir de ahora se verán continuamente nuestros barcos (militares)", ha avisado. Sobre su posible visita a Gaza la próxima semana, el primer ministro turco explicó que "aún no es definitiva" y que la decisión final se tomará tras consultar a las autoridades egipcias en su viaje a El Cairo el próximo lunes.

Turquía ha insistido en su propósito de luchar contra el bloqueo israelí sobre Gaza y en los últimos días ha alzado el tono de las hostilidades verbales. El Gobierno de Ankara ha anunciado que apelará al Tribunal de Justicia Internacional de La Haya para que estableciera si el bloqueo es legítimo, como afirma el reciente informe de la ONU sobre el asalto a la Flotilla de la Paz, o si, como cree Turquía, se trata de "algo completamente ilegal e inaceptable".

El Gobierno de Israel rechazó disculparse por la violencia de su asalto a los activistas de la flotilla, como exige Turquía, aunque expresó su deseo de que las relaciones entre ambos países volvieran "pronto a la normalidad". Nueve activistas turcos murieron el 31 de mayo de 2010 en el ataque de la marina israelí contra el Mavi Marmara, uno de los barcos que llevaban ayuda humanitaria a Gaza para intentar sortear el bloqueo impuesto por Tel Aviv sobre la franja desde 2007.

Intercambio comercial de tecnología militar

"Si hasta ahora hablábamos del Plan B, a partir de ahora estamos en el Plan C", ha añadido Erdogan sobre esta nueva vuelta de tuerca al empeoramiento de las relaciones turcas con su antiguo aliado. El pasado viernes, cuando el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, anunció la reducción de las relaciones diplomáticas y se refirió a la suspensión de las relaciones militares, no dijo nada acerca de las relaciones comerciales.

Erdogan no ha dado detalles hoy sobre si se refería a las relaciones comerciales entre los Estados o al comercio privado. El comercio bilateral entre Turquía e Israel alcanzó el pasado año los 3.439 millones de dólares (2.424 millones de euros), con un balance positivo para Turquía de 721 millones de dólares (508 millones de euros). Sin embargo, dentro del comercio entre ambos Estados, la industria militar ha sido la que ha guiado las relaciones desde la firma del Acuerdo de Cooperación en la Industria de Defensa de 1996.

En este sector, el mayor beneficio se lo ha llevado Israel, que vende a Turquía tecnología punta -en gran parte para su lucha contra el grupo armado kurdo PKK-, mientras que los turcos prácticamente sólo venden al Estado hebreo uniformes militares. Con todo, entre ambos países existe un Tratado de Libre Comercio y diversos acuerdos para fomentar las inversiones, que llevan a cabo empresas conjuntas en sectores como las finanzas, el textil, las infraestructuras y la energía, entre otros.


Ankara expulsa al embajador israelí tras
el informe de la ONU sobre la flotilla de Gaza

Por Enric González
Desde Jerusalén
El País, 03/09/11

Israel está perdiendo aliados vitales en Oriente Próximo. Tras la crisis en las relaciones con Egipto, ahora es Turquía quien amenaza con una ruptura total. El Gobierno de Ankara expulsó ayer al embajador israelí y suspendió los acuerdos bilaterales de cooperación militar, con la advertencia de que esas medidas constituían "solo un primer paso". La publicación del informe de la ONU sobre el asalto a la Flotilla de la Paz, en el que se consideraban legítimos tanto el bloqueo sobre Gaza como la operación militar, provocó la ira turca y culminó un largo proceso de desavenencias.

El informe de la ONU, dirigido por el ex primer ministro neozelandés Geoffrey Palmer y el expresidente colombiano Álvaro Uribe, fue inicialmente copatrocinado por Israel y Turquía. Ambos países enviaron delegados a la comisión investigadora. El objetivo consistía en propiciar una reconciliación o, al menos, mejorar las relaciones turco-israelíes, deterioradas desde la guerra de Gaza y muy dañadas por el violento asalto a la nave turca Mavi Marmara el 31 de mayo de 2010.

El resultado no fue la reconciliación, sino lo contrario. En cuanto se supo que el informe respaldaba en lo esencial la actuación de Israel, aunque se criticara la violencia de sus soldados, Turquía montó en cólera.

El llamado Informe Palmer reconoce que Israel "se enfrenta a una amenaza real por parte de los grupos de milicianos en Gaza". Y añade: "El bloqueo naval fue impuesto como una legítima medida de seguridad para prevenir la entrada de armas en Gaza por vía marítima, y su aplicación

[con la intercepción armada del Mavi Marmara y el resto de naves de la flotilla] cumplió los requisitos de la legislación internacional".

Luego se critican tanto el "inaceptable" abuso de fuerza por parte de los soldados, que mataron a nueve activistas turcos, como "la significativa, organizada y violenta resistencia por parte de un grupo de pasajeros", y se ponen en cuestión "la conducta, la auténtica naturaleza y los objetivos de los organizadores de la flotilla, en particular de [la organización islamista turca] IHH".

El Gobierno de Ankara conoció hace tiempo el contenido del Informe Palmer, lo cual explica el crescendo de sus amenazas a Israel y su exigencia de disculpas públicas: en realidad, estaba preparando con alardes nacionalistas a su ciudadanía para el bofetón diplomático del informe. El presidente turco, Abdulá Gul, proclamó ayer que el informe no existía para su país. El ministro de Asuntos Exteriores, Ahmed Davutoglu, declaró que Turquía no reconocía como legítimo el bloqueo sobre Gaza y anunció que llevaría el asunto a la Corte Internacional de Justicia. "Tomaremos las medidas necesarias para asegurar la libertad de navegación en el Mediterráneo oriental", dijo.

Hamás, la organización islamista armada que gobierna Gaza, saludó las represalias diplomáticas turcas como "la respuesta natural al crimen cometido por Israel".

El Gobierno turco, islamista pero pragmático, utilizó la flotilla como un instrumento más dentro de una campaña populista contra Israel. La Operación Plomo Fundido contra Gaza, en la que murieron unos 1.500 palestinos, indignó a la opinión pública de los países musulmanes y el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, reaccionó de forma inmediata y espectacular: el 29 de enero de 2010, solo 10 días después de que entrara en vigor un precario alto el fuego en Gaza, insultó en el Foro de Davos al presidente israelí Simón Peres y le dejó plantado. Esa fue la gran escena inicial de una crisis que en ese momento tenía más pompa que sustancia, ya que la cooperación militar y estratégica entre ambos países se mantuvo inalterada.

Pero la flotilla, pensada para causar problemas a Israel, acabó causándoselos a Turquía. Erdogan tenía nueve conciudadanos muertos. Necesitaba salvar la cara. El Gobierno israelí, sin embargo, optó por la arrogancia y castigó al embajador turco con una tremenda reprimenda.

Las relaciones habrían podido salvarse (Turquía trabajó para impedir que este año una nueva flotilla pusiera rumbo a Gaza) en el contexto de Oriente Próximo, rebosante de hipocresía y mentiras. Ahora es impredecible. Pero una cosa es segura: la crisis daña tanto a Turquía como a Israel. A Turquía, porque ha adquirido su relevancia diplomática a base de mantener relaciones con todos sus vecinos, desde Irán a Israel. A Israel, porque no puede permitirse el lujo de quedarse aún más solo justo cuando la ONU se apresta a reconocer el Estado palestino.