Palestina

Israel, en su conjunto, se mueve más y más a una posición de fanatismo irracional

La locura creciente de Israel

Por Avigael Abarbanel (*)
Global Research, 03/06/10

La víspera de las elecciones en Israel, el 9 de febrero de 2009, vi una entrevista con el padre de Benjamín Netanyahu en la televisión israelí y calificó a su hijo como “más afilado que una navaja”. En algún momento de la entrevista el profesor Ben–Zion Netanyahu dijo: "Hoy nos enfrentamos simple y llanamente a un peligro de aniquilación. Esto no es sólo el peligro permanente existencial para Israel, sino un verdadero peligro de la aniquilación completa. La gente piensa que la Shoah (Holocausto) está por encima [de ese peligro de la aniquilación]– pero no es así”.

Los puntos de vista del padre de Netanyahu no representan los de un lunático, son la corriente principal de Israel. Cuando yo crecía en Israel las cosas eran muy similares. Yo y todo el mundo nos creíamos en serio que estábamos siempre en riesgo de aniquilación. El temor a la aniquilación está en el corazón de los judíos, no sólo en la cultura israelí y es anterior a la del Holocausto. Pero el clima en Israel hoy en día es mucho más extremo de lo que era en mi tiempo; Israel, en su conjunto, se mueve más y más hacia una posición de fanatismo irracional.

Cuando la percepción de una persona de la realidad está completamente fuera de contacto con la realidad misma comenzamos a tener una incómoda sensación de que algo podría estar mal en su mente.

¿Dónde está la evidencia de que los judíos, ahora, se enfrentan a “un peligro real de aniquilación total"?

¿Dónde está la evidencia de que el Holocausto, un plan sistemático y deliberado de eliminar todos los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, se sigue llevando a cabo?

Yo incluso diría que decir esto es un insulto a las víctimas del Holocausto real. Se dice que Israel es una de las fuerzas militares más poderosas del mundo, pero los israelíes todavía creen que están ahora siendo aniquilados. Esta es la locura.

Alguien sí está con ese riesgo de aniquilación cultural, económica, política e incluso física. Pero no es Israel o los judíos, sino los palestinos y el aniquilador es el propio Israel.

Nuestra política y nuestra economía son un producto de nuestra psicología, no son algo separado. Tomamos decisiones políticas y económicas sobre la base de lo que somos, lo que sentimos y creemos. Muchos realizamos una búsqueda racional, un análisis racional, a menudo político o económico, de lo que ocurre en Israel–Palestina. Pero la única manera de interpretar la conducta de Israel durante los últimos 61 años es a través de la comprensión de la psicología de su sociedad y sus dirigentes.

Hacer caso omiso de la psicología de Israel es peligroso porque significa que cualquier intervención basada únicamente en consideraciones políticas corre el riesgo de convertirse en irrelevante. De hecho, si usted mira la historia de la diplomacia y las negociaciones “de paz” en la región es bastante obvio que no han logrado nada en absoluto. Las cosas parecen estar avanzando en una trayectoria determinada por algo que para alguien de mi profesión se parece más a una enfermedad mental que a un plan político, sin que haya ninguna relación con cualquier esfuerzo racional diplomático, «hojas de ruta", planes de paz o treguas.

El comportamiento de Israel es un producto directo de su lucha con las consecuencias psicológicas de la identidad judía, que a su vez determina la razón misma de Israel por la existencia.

En su libro “Como alternativa a un Estado psicótico” Akiva Orr se pregunta si Israel es un estado «judío» o «un estado “de los judíos". Dado que claramente no hay una ley estatal [que diga que] Israel es un estado judío y que es diferente a una ley religiosa, entonces debe ser un Estado para los judíos. Y esto plantea la pregunta de quién o qué es un judío, para lo que nunca ha habido una respuesta jurídica satisfactoria.

Israel no tiene Constitución, precisamente porque no puede resolver la cuestión de quién o qué quiere ser. De facto, según la moderna definición secular sionista de judío es alguien a quien Hitler ha considerado judío. Efectivamente, los judíos se han dejado definir por quienes los odiaban y buscaron su aniquilación. En otras palabras, esta identidad se formó como una reacción a un conjunto particular de circunstancias.

¿Pero qué sucede si hay un cambio de circunstancias? En otras palabras, si los judíos ya están a salvo en el mundo y ya no son lo que la gente pensaba que era un judío, entonces los judíos ya no saben quiénes son, en cuyo caso la identidad judía tiene que cambiar o te aseguras de que el mundo vuelva a ser lo que era cuando los judíos fueron perseguidos. De esta forma no hay necesidad de pasar por el difícil proceso de auto–examen o vivir en un mundo que no tiene sentido.

La razón de la existencia del Estado de Israel es un resultado directo de la auto–percepción judía como víctimas de persecución. Israel se creó para ofrecer un refugio seguro para los judíos perseguidos. Podría estar equivocada, podría ser ingenua, pero no creo que los líderes israelíes sean conscientes de que gracias a ellos se vuelva a las formas más tradicionales de antisemitismo.

Probablemente se creen sus propias explicaciones para lo que están haciendo, por ejemplo, que se atacó a Gaza para debilitar a Hamás. Sin embargo, debemos considerar las consecuencias reales de las acciones de Israel en Gaza y hace tres años en el Líbano, por ejemplo, para entender la motivación real de Israel.

Si las acciones de Israel llevan a un aumento en el fanatismo y el sentimiento anti–judío, esto es porque esto es lo que Israel quiere lograr, aunque sea inconscientemente.

Pero, ¿por qué Israel necesita más fanatismo y antisemitismo? Un aumento en términos reales del antisemitismo y los ataques contra los judíos pondría la realidad actual en consonancia con una obsoleta realidad imaginaria y contribuiría a mantener la identidad judía sin cambios. La realidad es que los judíos no están sido víctimas, menos aún de un régimen genocida como los sesenta años transcurridos desde el Holocausto, éste no está sucediendo ahora y no hay ningún intento por nadie de aniquilar a los judíos.

El hecho de que judíos vivan con seguridad en todas partes y no sean perseguidos se hace incómodo para Israel. Si los judíos están seguros en todas partes, entonces la identidad judía se ha puesto en cuestión y también lo es la razón misma de la existencia de Israel. El estado mismo de que se creó para salvar a los judíos de la persecución ahora necesita que sean perseguidos de nuevo para que pueda seguir existiendo. La escalada de la limpieza étnica de los palestinos es uno de los medios para lograr este fin.

Los palestinos, que están tratando desesperadamente de comprender lo que les ha sucedido, se encuentran atrapados en esta locura y son víctimas de ella. No es por ser quienes son o algo que hicieran por lo que están sufriendo. Es porque han tenido la desgracia de vivir en la tierra que un movimiento sionista neurótico decidió tomar para sí mismo sin importar el costo.

Creo que muchos palestinos están empezando a reconocer esto, pero los líderes mundiales siguen creyendo la propaganda racista de Israel, que dice que hay algo inherente al pueblo palestino que significa que ellos se merecen lo que reciben. Por esta razón, es esencial que el mundo intervenga de manera decisiva.

No me fío de Israel para que en forma repentina se conciencie a sí para entender lo que está haciendo y ponerlo fin. La delincuencia creciente de Israel demuestra exactamente lo contrario. Los palestinos no tienen mucho más tiempo.


(*) Avigail Abarbanel es psicoterapeuta. Es nieta de sobrevivientes del Holocausto y residió un tiempo en Israel, país que abandonó para vivir ahora en Escocia.