Palestina

Salvando a Israel de sí mismo

Por Nicholas D. Kristof
The New York Times, 04/06/10
Traducción de Socialismo o Barbarie

Cuando circularon los primeros informes en Twitter sobre el mortal ataque de comandos israelíes contra la flota de Gaza, no los reenvié porque parecían inverosímiles. Pensé: "Israel no sería tan obtuso como para recurrir a la fuerza letal en contra de autoproclamados activistas por la paz en aguas internacionales, con decenas de periodistas observando” .

Pero resultó que Israel podía ser así de obtuso después de todo. Se disparó a sí mismo en el pie, pero impactó también en los dedos de los pies de Estados Unidos y socavó todos sus objetivos estratégicos a largo plazo. El estadista israelí Abba Eban pronunció en 1973 una famosa frase: "Los árabes nunca pierden una oportunidad de perder una oportunidad". La cita tuvo repercusión porque era en buena medida cierta.

Los palestinos estuvieron encerrados por años en una dinámica contraproducente de violencia y autocompasión que dio origen al terrorismo y a la intransigencia. Al sentirse incomprendidos, hicieron caso omiso de la opinión mundial y devolvieron el ataque dondequiera que pudieran, socavando su propia causa. Pero ahora, como notó un rabino en mi página de Facebook, es Israel el que nunca pierde una oportunidad de perder una oportunidad.

Bajo el gobierno de Benjamin Netanyahu, Israel da la impresión de estar encerrado en una dinámica contraproducente, en la que se siente incomprendido y renuncia a tener en cuenta la opinión internacional. Arremete con fuerza y lanza ataques que socavan sus propios intereses. Está en camino que puede ser catastrófico.

Sin duda Israel enfrenta amenazas a su existencia. Eso debería obligar a sus dirigentes a enfocarse en dos cosas: un tratado árabe–israelí y presionar a Irán para que abandone su plan nuclear. No son objetivos fáciles.

Un acuerdo entre palestinos e israelíes parece imposible por el momento, pero Israel podría congelar todos los asentamientos y aplicar otras medidas que volverían más probable hacer un trato. El acuerdo final se parecería a la solución de dos estados en términos similares a los “parámetros” que Bill Clinton propuso en el 2000.

Igualmente, Israel podría cultivar su relación con Turquía, un actor central en el esfuerzo por presionar a Irán. En vez de eso, el ataque israelí contra un barco de bandera turca en aguas internacionales fue un enorme retroceso para los esfuerzos enfocados a imponer nuevas sanciones contra Irán. Uno de los grandes ganadores en este fiasco ha sido el régimen iraní.

Israel también está ganándose la enemistad de su base de apoyo en EEUU, país crucial para brindarle protección frente a las amenazas a su existencia.

¿Cómo se cambia esta dinámica? Un paso necesario radica en una importante investigación de lo ocurrido. Otro es un urgente fin al bloqueo de Gaza, por parte de Egipto y de Israel. Este bloqueo no ha logrado derrocar a Hamas, ha fracasado en su intento de recuperar al soldado capturado Gilad Shalit, así como no ha logrado mantener los cohetes fuera de Gaza.

El presidente Barack Obama necesita encontrar su voz y presionar vigorosamente por el fin del bloqueo. Necesita hacer que Israel vuelva a sus cabales. Por encima de todo, necesita darle un empujón a Israel para que se aleje de su tendencia a dispararse en el pie, y a nosotros en el proceso.