Palestina

La farsa israelí del “alivio al bloqueo”

Gaza cercada sigue agonizando

Por Mel Frykberg
Desde Ramalah
Inter Press Service (IPS), junio 2010

Ante la intensa presión internacional, Israel prometió aliviar su bloqueo a Gaza, permitiendo el ingreso de un adicional pero limitado número de artículos. Pero eso está muy lejos de mejorar la situación que viven los palestinos.

Tras el mortal ataque en aguas internacionales contra una flotilla humanitaria que se dirigía a ese territorio costero, en el que nueve activistas murieron y decenas resultaron heridos, las autoridades israelíes comenzaron a recibir una fuerte presión mundial para levantar el cerco.

Finalmente cedieron cuando se informó que la comunidad internacional estaría dispuesta a permitir que Israel realizara su propia investigación sobre lo ocurrido a cambio de un alivio del bloqueo, y no una independiente, como muchos exigían originalmente.

Dos observadores internacionales podrán supervisar la investigación israelí, pero eso no conforma a críticos, que exigen un proceso más creíble.

Uno de los observadores sería David Trimble, ex primer ministro de Irlanda del Norte, líder del derechista Partido Unionista del Ulster y aliado del Partido Conservador de Gran Bretaña. El mismo día en que se produjo el ataque a la flotilla, Trimble fundó el grupo "Amigos de Israel".

Sin embargo, el alivio del bloqueo todavía está por materializarse, y si se produce no atendería los temas subyacentes que han arrastrado a la pobreza a los 1,5 millones de habitantes de Gaza, en su mayoría civiles.

"Permitir el ingreso de mayonesa y papas fritas a Gaza es realmente irrelevante para afrontar las raíces de la crisis", dijo Maxwell Gaylard, coordinador humanitario de la Organización de las Naciones Unidas para Medio Oriente.

"Lo que necesitamos es ver una mejora en el agua de Gaza, en el saneamiento, en la red eléctrica, en los sectores educativo y de salud. La economía de Gaza está rota en pedazos, y su infraestructura es extremadamente frágil. Tiene que pasar algo drástico pronto si Gaza quiere ser rápidamente rehabilitada", dijo Gaylard a IPS.

Actualmente, Israel permite el ingreso de unos 80 artículos a Gaza. Hace un año sólo se autorizaban 40. Antes de junio de 2007, cuando Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) tomó control del enclave, 4.000 tipos de productos eran autorizados por mes, transportados en unos 10.400 camiones. Ahora sólo pueden ingresar 2.500 vehículos.

Israel arguye razones de seguridad para el sitio. Pero luego de una demanda presentada por la organización defensora de los derechos humanos Gisha, se vio obligado a reconocer que en realidad tenía motivos políticos.

"Un país tiene el derecho a decidir si participa o no de relaciones económicas o da asistencia a la otra parte del conflicto, o si desea usar una ‘táctica de guerra económica’", señaló el gobierno israelí.

Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja indicó que el cerco constituía una violación al derecho internacional porque se trataba de un castigo colectivo contra civiles.

Cecelia Goin, de la Cruz Roja en Jerusalén, dijo que cualquier alivio del bloqueo sería un paso en la dirección correcta, pero subrayó que había otros temas en juego.

"La única forma en que los habitantes de Gaza podrán reconstruir sus vidas y sus formas de sustento es que el sitio sea levantado por completo", dijo a IPS.

"Hay un promedio de siete horas de cortes de energía por día. Los apagones suponen una seria amenaza para la atención a pacientes, incluso ponen en riesgo sus vidas", agregó.

"Se necesitan entre dos y tres minutos para que un generador comience a operar, y durante ese tiempo los equipos no funcionan. Por eso los respiradores artificiales deben ser reactivados en forma manual, el tratamiento de diálisis se interrumpe y las cirugías deben ser suspendidas", explicó la Cruz Roja.

"Nos tomó cinco meses obtener el permiso para traer un mamógrafo al Hospital Shifa, el principal de Gaza. Pasaron otros cinco meses antes de que los israelíes permitieran el ingreso de una máquina de diálisis, y necesitamos otros ocho para conseguir repuestos para ambulancias", dijo Goin a IPS.

"Hay una escasez de medicamentos esenciales como drogas antiepilépticas, y una carencia de equipos médicos como respiradores artificiales. Más de 110 de los 700 artículos que deberían estar disponibles también están agotados. La situación sanitaria es clave", añadió.

Para los palestinos en Cisjordania, la vida obviamente es mejor, pero también afrontan dificultades.

"El movimiento de los palestinos ha mejorado allí (en Cisjordania) gracias a la reducción de los puestos de control y de los cortes de ruta israelíes. Pero todavía hay problemas para los que se trasladan del norte al sur cisjordano, ya que el territorio está en los hechos dividido en cantones", dijo Gaylard a IPS.

"También hubo cierta mejora en la economía de Cisjordania gracias al estímulo fiscal, unas pocas inversiones y el pago de salarios en forma regular. Pero esto debe hacerse sostenible para los palestinos, que deben ser capaces de acceder a sus bienes productivos, como las tierras cultivables", añadió.

La barrera de separación, construida por Israel a lo largo de la frontera cisjordana arguyendo razones de seguridad, ha alejado a agricultores palestinos de sus campos.

"La falta de una distribución equitativa del agua es otro problema. Los israelíes se llevan la mayor parte de los recursos hídricos de la zona, y los palestinos tienen que sobrevivir con lo que queda", indicó Gaylard.