Palestina

Los grupos palestinos rivales Fatah y Hamás anuncian su reconciliación

El acuerdo prevé un gobierno de coalición y
elecciones antes de un año

Por Enric González
Agencia EFE, 28/04/11

El mapa político de Oriente Próximo sigue cambiando de forma casi cotidiana. Ayer se produjo un nuevo vuelco: Fatah y Hamás, las dos grandes facciones palestinas, sellaron su reconciliación. El acuerdo, aún genérico, puso fin a la feroz enemistad que en 2007 provocó una breve guerra civil y debería permitir la formación de un Gobierno de coalición en la Autoridad Palestina y la celebración de elecciones antes de un año. Israel, que considera terrorista a Hamás, afirmó que ese pacto impediría cualquier negociación de paz.

La victoria de Hamás en las elecciones palestinas de 2006 y la casi inmediata crisis con Fatah, el partido fundado por Yasir Arafat que domina la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), crearon un bloqueo que parecía insuperable. Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina y líder de Fatah y la OLP, mantuvo el poder en Cisjordania, mientras Hamás se hizo con el control absoluto sobre Gaza. La división física y política de los palestinos fue un regalo para Israel, que se esforzó en fomentar las desavenencias: mientras hubiera división no podía existir un auténtico Estado palestino. El ataque israelí contra Gaza en diciembre de 2008 gozó de la tácita aprobación de Fatah, como demostraron recientemente las filtraciones de Wikileaks, lo que ahondó la enemistad entre las dos facciones.

El acercamiento entre Fatah y Hamás fue lento y difícil. El Gobierno egipcio, antes con el presidente Hosni Mubarak y últimamente con la Junta Militar, ejerció como mediador. Llegó a redactarse un borrador de acuerdo a finales del año pasado, pero las conversaciones encallaron en la cuestión electoral (Fatah las quería ya en septiembre próximo, Hamás exigía más tiempo) y ni siquiera alcanzaron el gran problema de fondo, que sigue sin resolverse: Hamás, una organización islamista que Israel y Estados Unidos consideran terrorista, no reconoce la legitimidad israelí y preconiza la resistencia armada, abandonada por Fatah.

"Abbas no puede tenerlo todo; si hace la paz con Hamás, no podrá hacerla con nosotros", amenazó el lunes Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí. Fue la primera señal de que la reconciliación palestina podía estar próxima. Fue también una advertencia sobre las dificultades que podía generar el acuerdo. En el aspecto financiero, la Autoridad Palestina podría ver interrumpidas las donaciones estadounidenses y quizá, al menos parcialmente, las europeas, lo que complicaría la viabilidad económica de un futuro Estado palestino. En el aspecto diplomático, Abbas o su sucesor tras unas elecciones dejarían de gozar del acceso a Washington de que disponían en los últimos años. Y a ello habría que añadir el problema práctico de gestionar con un mismo Gobierno dos territorios separados, Gaza y Cisjordania: el intento de 2006 produjo disfunciones primero y luego un enfrentamiento armado.

Esas dificultades dependían en último extremo de otra incógnita: si Hamás iba a mantener el resistencialismo a ultranza o estaría dispuesto a hacer concesiones sobre el reconocimiento de Israel y la lucha armada. La reconciliación ha sido posible porque ambas facciones se sienten débiles: Fatah, por el fracaso de la última ronda de negociaciones con Israel y por el crecimiento de las colonias israelíes en Cisjordania; Hamás, por la ola de cambios en Oriente Próximo.

Las grandes manifestaciones juveniles en Gaza a favor de un acuerdo con Fatah y contra la ausencia de libertades, que Hamás reprimió con dureza, se han unido a la revolución egipcia y a la crisis en Siria. Las dificultades del presidente sirio, Bachar el Asad, patrón regional de Hamás (el buró político del partido tiene su sede en Damasco), podrían empujar a la organización islamista palestina a ampliar su red de apoyos y, tal vez, a moderar sus posiciones.

Abbas y el jefe del buró político de Hamás, Jaled Meshal, firmarán el acuerdo de reconciliación el 5 de mayo en El Cairo, en una ceremonia pública, según informó a Efe uno de los mediadores, Munib Al Masri. Las elecciones palestinas, presidenciales y generales, deberían celebrarse dentro del plazo de un año.


Preguntas sobre la “reconciliación Hamas–Fatah”

Por Ali Abunimah (*)
Electronic Intifada, 27/04/11
Kaos en la Red, 02/05/11

Hoy hay grandes noticias sobre un supuesto acuerdo de “reconciliación “Hamás–Fatah”. ¿Qué significa? Primero, lo que nos dice Reuters.

“El movimiento Fatah del presidente palestino Mahmud Abás ha llegado a un acuerdo con su acérrimo rival Hamás sobre la formación de un gobierno interino y la fijación de una fecha para una elección general, declararon funcionarios el miércoles.

“El sorpresivo acuerdo fue mediado por Egipto y vino después de conversaciones secretas entre las dos partes, que libraron una breve guerra civil en 2007 que dejó al islamista Hamás con el control de la Franja de Gaza y a Abás, respaldado por Occidente, a cargo de Cisjordania.

“Forjar la unidad palestina se considera crucial para reanimar cualquier perspectiva de un Estado palestino independiente.

“«Hemos acordado formar un gobierno compuesto por personalidades independientes que comenzaría a preparar elecciones presidenciales y parlamentarias» dijo Azzam al–Ahmad, jefe del equipo negociador de Fatah en El Cairo. «as elecciones tendrían lugar dentro de unos ocho meses a contar de ahora» agregó.

“Palestinos de a pie han instado repetidamente a sus dirigentes a resolver sus profundas divisiones, pero los analistas han argumentado desde hace tiempo que las diferencias entre las dos partes sobre temas como seguridad y diplomacia son demasiado amplias como para superarlas.

“Mahmoud al–Zahar, alto dirigente de Hamás que participó en las conversaciones, dijo que el acuerdo cubre cinco puntos, incluyendo las elecciones, la formación de un gobierno interino de unidad y la combinación de las fuerzas de seguridad.

“«Hemos discutido también la activación del Consejo Legislativo Palestino, la OLP (Organización por la Liberación de Palestina) así como la formación de un gobierno formado por personalidades nacionalistas que hay que acordar», dijo Zahar a la televisión Al–Jazeera en una entrevista.

“También dijo que Hamás y Fatah acordaron liberar los prisioneros retenidos por ambos lados.

¿Qué significa todo esto? En este momento, ninguno de los lados ha publicado el texto de un acuerdo, y los palestinos tienen ciertamente derecho a verlo; ya han tenido bastantes acuerdos y entendimientos secretos. Vienen a la mente algunas preguntas inmediatas que causan escepticismo:

• Si hay un acuerdo sobre un “gobierno” conjunto, ¿cómo podrá funcionar sin la aprobación de Israel? ¿Permitirá Israel que los ministros de Hamás puedan operar libremente en Cisjordania ocupada? ¿Podrán los funcionarios de la AP moverse libremente entre Cisjordania y Gaza? Israel está efectivamente en paz con la actual ala de Abás de la Autoridad Palestina y en guerra con Hamás. Es imposible ver cómo un gobierno semejante podrá operar bajo la ocupación israelí. En todo caso, esto demuestra la imposibilidad de la democracia y de un gobierno normal bajo la ocupación militar israelí.

• En los Papeles Palestinos, la principal preocupación de los funcionarios de Ramala era mantener siempre la ayuda financiera occidental a la AP, no llegar a algún acuerdo con Hamás que pudiera poner en peligro el financiamiento estadounidense y europeo de la AP. ¿Ha superado Abás ese temor, o ha llegado a acuerdos con los donantes que permitirían que Hamás se sumara a un “gobierno” de la Autoridad Palestina?

• Integración de las fuerzas de seguridad. Actualmente Hamás en Gaza y la AP dirigida por Abás en Cisjordania operan fuerzas rivales de seguridad. Las fuerzas de seguridad de Abás cooperan abiertamente con la ocupación israelí incluyendo la “bienvenida” y la recepción del jefe de estado mayor israelí, como lo describió ayer el gobernador de Nablus de la AP. Las fuerzas de Abás están financiadas y supervisadas por EE.UU. y su propósito explícito ha sido combatir a Hamás. Las fuerzas de Hamás, al contrario, son vistas como enemigas por Israel que frecuentemente las somete a ataques militares y ejecuciones extrajudiciales. ¿Pueden semejantes fuerzas en oposición combinarse realmente sin que el lado de Abás renuncie a sus estrechos vínculos con los militares israelíes, o el lado de Hamás abandone todo compromiso de resistir?

• Elecciones: ¿Qué sentido tiene realizar elecciones en Cisjordania y en la Franja de Gaza, una vez más, bajo condiciones de brutal ocupación militar, sitio y control israelíes? Ni el gobierno de Cisjordania ni el de Gaza controlan verdaderamente la suerte de los palestinos. El poder está en manos de Israel. Como escribí recientemente, semejantes elecciones sólo alimentan la ilusión de autogobierno, sin hacer nada por cuestionar o cambiar el verdadero control israelí. Y en circunstancias en las que hay tanta represión política en Cisjordania, y por cierto en Gaza, ¿cómo puede haber garantía de elecciones libres?

• Reforma de la OLP: Si Hamás y Abás llegaron a un acuerdo para reformar la OLP que solo incluya que se agregue ahora Hamás al cadáver de la OLP, ¿cómo servirá eso al pueblo palestino? ¿Y qué pasa con las elecciones del Consejo Nacional Palestino que incluyan a TODOS los palestinos, incluida la mayoría que no vive en los territorios ocupados en 1967? Un trato según el cual Abás y Hamás lleguen a un confortable acuerdo de compartir escaños en una OLP no democrática simplemente es inaceptable.

• De un modo más amplio, el objetivo de los palestinos no debería ser la “unidad” entre facciones, sino la unidad de objetivos del pueblo palestino. ¿Cuál es el propósito y cuál es la plataforma de un “gobierno transitorio” planificado, fuera de su simple existencia? Una verdadera estrategia palestina que una a todos los segmentos del pueblo palestino ha sido articulada por el movimiento BDS (Boicot, Desinversión, Sanciones): a) Fin de la ocupación y colonización de los territorios de 1967; b) Total igualdad y fin de todas las formas de discriminación contra palestinos en las áreas de 1948 (“Israel”); y c) Pleno respecto e implementación de los derechos de los refugiados palestinos.

Notablemente, ni el Fatah de Abás ni Hamás han apoyado esta campaña, y ni uno ni otro han articulado una estrategia realista orientada a restaurar los derechos de todos los palestinos.

Actualización

La Casa Blanca ha comentado ahora sobre el supuesto acuerdo de “unidad”. Acerca de eso, dice Reuters:

“EE.UU. apoya la reconciliación palestina sobre la base de términos que promuevan la causa de la paz. Hamás, sin embargo, es una organización terrorista que ataca a civiles,” dijo el portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor, en una declaración.

“Para tener un papel constructivo en el logro de la paz, cualquier gobierno palestino debe aceptar los principios del Cuarteto y renunciar a la violencia, acatar los acuerdos pasados, y reconocer el derecho de Israel a existir”, dijo.

Esto indica que la posición de EE.UU. opuesta a la unidad palestina excepto sobre la base de condiciones aceptables para Israel y EE.UU., no es menos intransigente. En vista de lo cual, es muy difícil ver que esto llegue muy lejos.


(*) Ali Abunimah es cofundador de The Electronic Intifada , autor de “One Country: A Bold Proposal to End the Israeli–Palestinian Impasse” y colaborador con “The Goldstone Report: The Legacy of the Landmark Investigation of the Gaza Conflict” (Nation Books).