Una experiencia distinta en desocupados

El Frente de trabajadores combativos

Por Ariel Orbuch

A mediados de mayo, el Frente de Trabajadores Combativos (FTC) realizará un plenario con el objetivo de terminar de conformar un programa de la organización integrada por movimientos de desocupados de Florencio Varela, Glew, Ezeiza, Solano, Monte Chingolo y Los Polvorines. También forma parte la agrupación docente Nueva Letra de Varela. Los cinco meses de trabajo en común desde que se creó la FTC brindan la posibilidad de juntarse a pasar en limpio los puntos de coincidencia que le dan identidad y ponerlos por escrito después de una experiencia conjunta de lucha y de debate.

La FTC surgió en el marco de la constitución del Bloque Nacional Piquetero, impulsado centralmente por el Movimiento Teresa Rodríguez que jugó un papel muy importante en la Segunda Asamblea Piquetera de La Matanza, donde encabezó la pelea que logró desarticular la intención de la CTA y la CCC de embarcar a los miles de luchadores reunidos en el Frente Nacional contra la Pobreza.

El Movimiento de Trabajadores Desocupados de Glew "A luchar" y el Movimiento de Trabajadores Desocupados y Ocupados de Varela participaron desde el comienzo de la conformación del Bloque Nacional Piquetero (BNP), que fue creciendo en la medida en que se hacía más evidente la intención de la CTA y la CCC de no confrontar en ese entonces con el gobierno de De la Rúa y ante la negativa de llamar al tercer plenario que había sido votado para octubre. Con el tiempo se sumaron entre otros el Polo Obrero y el Movimiento Territorial de Liberación, dirigido por el Partido Comunista.

Mientras empujaban por construir el Bloque, los compañeros de Varela y Glew caracterizaron que ninguna de las organizaciones del BNP peleaba consecuentemente por la confluencia de los piqueteros con los trabajadores ocupados. Además, coincidían en la necesidad de dar una pelea por la democracia obrera en el Bloque en particular y en el movimiento de desocupados más en general. A la vez, tenían diferencias con el resto de las organizaciones construídas a imagen y semejanza de sus direcciones políticas, que ponen el acento centralmente en la construcción de sus propias organizaciones dejando en un segundo plano el proceso más de conjunto.

çLa propia FTC tuvo su única ruptura por ese problema: en un comienzo formaba parte del agrupamiento Segunda Independencia de Varela en la que hay compañeros del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), que se alejaron un tiempo después de que su partido lanzara el Movimiento sin Trabajo (MST) Teresa Vive. Segunda Independencia no pudo explicar por qué no podían continuar un trabajo en común, al que no le hicieron ninguna crítica política.

El acuerdo en la necesidad de construir un núcleo abierto que pelee por el clasismo y la democracia directa hizo que la Asamblea de Desocupados de Ezeiza confluyera con los compañeros de Glew y Varela. En la sociedad de fomento en la que los compañeros de Ezeiza realizan sus reuniones, los distintos grupos decidieron en un plenario la construcción del Frente de Trabajadores Combativos.

El problema de luchar por la democracia en los movimientos está muy presente en la FTC ya que algunos grupos como el de Varela, Glew y el Movimiento de Unidad Popular de Solano lo sufrieron en lo que hoy es el Aníbal Verón, del que fueron expulsados por plantear posiciones políticas diferentes a las de sus direcciones, que plantean la horizontalidad pero con una lógica vertical: funcionan en asambleas pero las utilizan como lugar de aprobación formal de sus posiciones y llaman rupturistas a los que se atreven a polemizar con ellos. Plantean una horizontalidad despolitizada que no tiene nada que ver con la democracia que no es sólo un modo de funcionamiento sino que requiere necesariamente del debate de ideas.

La consciencia sobre construirse en base a una democracia real lleva a que puedan confluir en la FTC compañeros anarquistas, trotskistas (entre ellos militantes del MAS) y de otras corrientes revolucionarias juntos a centenares de trabajadores que nunca se nuclearon en organizaciones políticas.

La claridad de definirse como trabajadores que hoy están desocupados es lo que permite que los docentes "ocupados" de Nueva Letra hayan encontrado en la FTC un ámbito desde el cual trabajar. Esa ubicación le permitió a los más de 30 compañeros de Ezeiza con heridas de distinta consideración tras el choque de trenes que sufrieron reclamar la reincorporación de los dos trabajadores ferroviarios despedidos por Metropolitano, que quiere lavar sus culpas descargando la responsabilidad en los dos laburantes.

La FTC, como toda organización que nuclea desocupados, se ve obligada muchas veces a salir a la ruta a reclamar por bolsones de comida y los miserables Planes Trabajar porque los necesitan para poder sobrevivir. En algunos grupos funcionan ollas populares, roperos comunitarios y tienen otro tipo de instancias para defenderse de la miseria. Pero a la vez no queda sólo en eso. Por eso estuvieron firmes los varios días que el BNP realizó el corte en los accesos a las destilerías petroleras de Dock Sud, en las que se reclamaba trabajo genuino.

La comprensión de que no sólo hay que luchar por las reivindicaciones de los desocupados se materializó en la dura pelea que dieron los compañeros junto a otros del BNP durante todo el 20 de diciembre para derrocar a Cavallo y De la Rúa. O en la columna que formaron el 24 de marzo pasado que fue tomado como una jornada de lucha contra el gobierno de Duhalde y el FMI en el marco del aniversario del golpe de estado del 76.

La FTC ya es una realidad que en cada marcha moviliza entre 400 y 500 compañeros pese al poco tiempo que pasó desde que se empezó a conformar. La necesidad que los compañeros sintieron en construirla por los límites que veían en el BNP no los desequilibró: por eso pueden crecer mientras se juegan a fondo en consolidar al Bloque que tras cansarse de llamar a la CTA y la CCC para convocar a la tercera asamblea en Matanza, dio un importante paso adelante con la convocatoria a la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y desocupados. La FTC considera muy importante la consolidación de grupos de trabajadores que identifican al gobierno como "enemigo de los trabajadores" y que se niegan a concertar en la misma mesa con los funcionarios siervos del FMI y los empresarios. Por eso está presente en la mesa del Bloque y participa con fuerza de cada medida de lucha votada con la mira puesta siempre en confluir con los trabajadores ocupados y las asambleas populares.

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