Ante la convocatoria a un “Congreso de trabajadores” ocupados y desocupados

 

POR UN ENCUENTRO NACIONAL AMPLIO, DEMOCRÁTICO Y SIN EXCLUSIONES

 

En los meses finales del 2000 volvió a expresarse con fuerza la movilización y los reclamos de los trabajadores desocupados. El corte de ruta ha llegado para quedarse como nueva forma de lucha, no sólo de los trabajadores desocupados, sino del conjunto de la clase trabajadora. Pero esto no es todo: estamos presenciando la irrupción de un verdadero proceso de organización de los desocupados, expresado en las más diversas organizaciones y comisiones, con una gran diversidad de experiencias y, sobre todo, de bases y perspectivas reivindicativas sobre las que se hace este trabajo.

En este marco, se ha ido desarrollando un proceso, el que parece ser el más genuino, independiente y avanzado de todo el país: se  trata de los compañeros desocupados (ex obreros de YPF) del norte de Salta, que han avanzando en conformar una coordinadora zonal de 4 localidades, y que por sobre todo levantan un programa de lucha que no se centra en la obtención de “Planes Trabajar”, sino en trabajos efectivos (como le impusieron a la Repsol), y en el cuestionamiento al manejo de los recursos naturales y de las regalías por parte de esta misma empresa multinacional.

Como salta a la vista, esta orientación es la opuesta a la de aquellos dirigentes como D’Elía (del Frepaso y de la CTA) o la misma Corriente Clasista y Combativa del Perro Santillán, que no sólo levantan un programa que se reduce al clientelismo de los planes Trabajar, sino que a la vez llegan a lucrar con las necesidades de la gente (como es el caso de D’Elía), negándose a un control directo de estos mismos planes de manera independiente, tanto del Estado y el gobierno como de los aparatos sindicales, por parte de los mismos compañeros desocupados.

 

En diciembre pasado, los compañeros salteños estuvieron en Buenos Aires en una reunión realizada en el Fatpren.  En la misma se convoco a un “Congreso de trabajadores” para abril, lo que nos parece -en un sentido general- un paso muy positivo. Al mismo tiempo, enfrentaron con valentía las provocaciones y amenazas del “progresista” Storani, en el fondo preocupado porque a partir de Salta se esté fraguando o esté surgiendo un embrión  de posible experiencia  alternativa a las burocracias que hasta hoy ha debido padecer el movimiento obrero.

 

Dada la importancia de lo que se está poniendo en juego, queremos plantear dos cuestiones. Creemos que la convocatoria al “Congreso de trabajadores” puede ser una oportunidad muy valiosa e importante en el sentido de avanzar hacia un punto de reorganización de sectores de trabajadores. Pero para esto tenemos la convicción de que la perspectiva debe ser pelear porque la reunión se transforme en una instancia de debate y organización real de los propios trabajadores desocupados y de todas las expresiones genuinamente independientes de los trabajadores ocupados a nivel nacional. Se debe apuntar a la constitución de un encuentro, coordinadora o corriente verdaderamente de los trabajadores y no una “colateral  sindical” de algun miniaparato o partido de izquierda. Este tipo de “sectarismo” sería gravísimo, porque implicaría arruinar la oportunidad que está por delante. Es en este sentido que debiéramos encaminarnos hacia una reunión, encuentro o congreso lo más amplio, natural y democrático posible. Esto es, donde participen todas las experiencias de desocupados que lo quieran hacer, así como todas las expresiones de dirigentes y activistas de trabajadores ocupados como los mineros del Turbio, Oscar Martínez de la UOM de Río Grande, y todas las múltiples expresiones independientes (aún dispersas) existentes a lo largo y ancho del movimiento obrero.

 

Junto con esto, la perspectiva o el programa que vaya adquiriendo el encuentro no es una cuestión menor. No puede ser someter a lo trabajadores al clientelismo de los planes Trabajar, ni a elevar por sobre ellos una nueva ristra de burócratas que lucren con sus necesidades o decidan por ellos (como es la orientación del CTA y el CCC). Creemos que el pliego reivindicativo de 21 puntos de los compañeros salteños son una buena base programática por la cual luchar para organizar a los compañeros desocupados y al conjunto de los trabajadores, y se debería hacer conocer entre los trabajadores de todo el país, junto a otras experiencias que van en un mismo sentido.

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