Menem preso

Una sonrisa en la cara de los trabajadores

Por Francisco Torres

 

Una sonrisa atravesó la cara de los argentinos. El mismísimo Carlos Menem quedaba detenido, dicho sea de paso en una quinta de lujo, pero preso al fin. La alegría de millones no tiene que ver con la causa de la venta ilegal de armas a Croacia o a Ecuador, sino con el sentimiento que el principal responsable de la miseria creciente de los trabajadores durante la década pasada, perdió la libertad.

Pero como se explica que un “juez de la servilleta”, nombrado por el mismo Menem, ahora lo procese ¿Es que realmente hay una justicia independiente?

Categóricamente No. No es que la justicia se haya vuelto vidente después de tantos años de ceguera, ni que se halla hecho más justa. Ni que la “democracia funcione”. El encarcelamiento del ex intocable, es consecuencia de problemas más profundos, aunque estos parezcan menos visibles.

Es que hay una crisis global y el poder político de los empresarios no tiene  un norte definido de que  proyecto de país seguir. Ya no existen las certezas de antaño. Los días de la “globalización triunfante”, de la “muerte del socialismo”, de las loas del mercado y de la democracia universal e infinita, han perdido consenso.

Todo la “democracia”: el ejecutivo, legislativo y judicial, los partidos patronales y las direcciones sindicales son responsables de la debacle del país. Todos y cada uno ayudaron a las derrotas y transformaciones que cambiaron la cara del país, que según Menem nos dejaría “en las puertas del primer mundo”. Sin embargo, el rostro del país de hoy espanta. Millones de desocupados, miseria creciente para los trabajadores, sueldos cada vez más bajos, todas las empresas del estado rematadas a precio vil, la enajenación de los recursos naturales y un largo etcétera. Es el resultado devastador de 10 años de gobierno menemista con su particular manera de depredar y parasitar al cuerpo social.

La crisis político-institucional abierta, es una manifestación de esta debacle del país, de la falta de consenso y de proyectos. Por eso impera una relativa desorientación que deja espacios enormes para “jugadas” de todo tipo, como la de Urso.

Es toda esta crisis, la que literalmente, ha empujado a Menem a la detención.

 

Engañando con la democracia

 

La sensación aplastante que vive la mayoría del país, es que Menem, el actual gobierno, los políticos y los jueces en general, son todos corruptos, coimeros. La rapidez con que los políticos y jueces de la nada pasan a vivir en mansiones de millones de dólares, creó la certeza de que las coimas están a la orden del día. El último caso resonante, el de las coimas en el Senado, que implico de hecho a De la Rúa, terminó por convencer hasta al mas incrédulo. Para la mayoría de los trabajadores “se roban hasta el agua del florero”. Y esa es la causa de “la malaria en que vivimos”. Esto en parte es cierto, pero en realidad las coimas son solo una parte de lo que le sacan a los trabajadores y al pueblo. Y es la “democracia” quien se encarga que nos saquen la gran tajada: “el regalo de las privatizaciones”, la extorcion del desempleo y la miseria salarial. La “democracia” es el manto, con el que nos cubren los ojos y nos impiden ver mas allá. Esta guarda y defiende el robo legal: los negocios de los capitalistas.

Nos llaman a votar. Nosotros “elegimos” pero deciden ellos: presidentes, diputados y senadores, defendiendo los intereses y ganancias de los grandes grupos financieros y empresarios.

 

Para terminar con las coimas, acabar con el capitalismo.

 

Aunque sabemos que suena raro, el verdadero robo es la propiedad privada capitalista: la legalidad con que unos se puedan quedar con el trabajo del otro, que puedan a acumular en forma privada las riquezas producidas por todos, a costa de la miseria impresionante de la mayoría.

La legalidad de las “leyes del mercado”, del trabajo asalariado y en definitiva de la propiedad privada son el fundamento de todo robo. ¿O acaso no es robo un salario de 250 pesos? ¿O acaso no es un robo a mano armada qué te super exploten 14 o 16 horas con la pistola de la desocupación en la cabeza? ¿O que haya miles de campos sin cultivar y fabricas cerradas por que no le dan ganancia al propietario? ¿O que millones de desocupados, no tengan qué comer, mientras se paga la deuda externa?

Muchos dirán que sin capital no hay producción, pero el capital es trabajo robado, no hay nada en la faz de la tierra que no haya sido producido por los trabajadores, y que no haya sido acumulado por un no productor.

Menem y Ali

En estos momentos, Emilio Ali sigue preso. Por reclamar comida, le dieron 5 años y medio y no presisamente en una quinta sino en un agujero en Batan. De esta democracia de y para ricos no saldrá ni verdad ni justicia. Más allá del final de esta historia con final abierto, una verdadera justicia solo puede venir de la movilización de los realmente afectados: los trabajadores ocupados y desocupados, para que Menem y todos los responsables del robo y el saqueo se pudran en la cárcel. Pero al mismo tiempo, debemos redoblar la lucha y reivindicación por libertad ya a Emilio Ali y a todos los que estan presos por defender los intereses de los trabajadores.

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Libertad a José Barraza y demás piqueteros de Salta.

 

Entre el 5 y el 10 de junio fueron detenidos 7 piqueteros de las organizaciones de desocupados de la zona y también militantes del Partido Obrero del norte de Salta,  luego de haber participado en los cortes de rutas que se realizaron pidiendo solución a sus demandas.

Los trabajadores ya estamos acostumbrados a las persecuciones judiciales a los luchadores ya sea políticos, sociales o sindicales pero el caso de José  y demás compañeros es inédito  por que es una clarísima  persecución política con la que se quiere amenazar a todos los trabajadores en lucha. La causa que inicia el Juez Abel Cornejo es por sedición, basado en el Art.22 de la constitución dice: “el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de representantes y autoridades creadas por la constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de este comete delito de sedición”, es decir cualquier asamblea masiva, democrática  y representativa de los trabajadores que decida luchar por sus derechos es un acto de sedición. Este es un paso mas en la persecución a los luchadores y en particular una clara persecución política. Desde estas páginas nos solidarizamos con los compañeros detenidos y comprometemos nuestro esfuerzo militante para sacar  a José y demás compañeros de las garras de la justicia patronal.

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