Basta

"A la calle!, que ya es hora

de pasearnos a cuerpo

y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

No reniego de mi origen

pero digo que seremos

mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo"

(Gabriel Celaya, España en Marcha)

Un nuevo y pérfido ataque ha anunciado el gobierno y van...

Duhalde, Alfonsín, los gobernadores peronistas, la Carrió, las CGT’s de Daer y el "combativo" Moyano, la "progresista" CTA, todos apuestan a la permanencia del gobierno hasta el 2003, es decir a la gobernabilidad y por este camino dan "vía libre" al ajuste. Es que todos temen como a la peste "el caos y la anarquía" , "el estallido social" que en sus bocas no quiere decir otra cosa que los trabajadores salgan a dar una dura lucha contra el caos en que hunden a la mayoría de ocupados y desocupados.

Si fracasa el plan de mantener a De la Rúa, van a pretender imponernos la continuidad de su "democracia" por la vía de un recambio por medio de un llamado a elecciones presidenciales anticipadas o –incluso- a una nueva asamblea "constituyente", u otra variante la que no podrá dejar de ser otra estafa. La manifiesta ilegitimidad de todos estos pasos, se ven claramente a la luz del resultado de las recientes elecciones: una gran mayoría repudió contundentemente al actual gobierno, a los planes de ajustes permanentes y a la propia "democracia" que cada vez se desnuda más como lo que es: un mecanismo de dominio para asegurar los intereses sociales de los capitalistas.

No se aguanta más: los despidos se suceden sin fin, a los docentes y estatales –lisa y llanamente- les están pulverizados sus salarios, y a los desocupados pretenden ahora sacarles los míseros 150$ de los planes trabajar.

Hay que romper este "acuerdo de gobernabilidad" de todos los que defienden a los privilegiados del país. Hay que derrotar este enésimo ajuste, en la perspectiva de imponer medidas drásticas en un sentido opuesto a lo que pretende el gobierno: hay que ir de frente contra los intereses, las ganancias y la propiedad de los capitalistas. Ellos son los que deben pagar -con la riqueza que nos han robado- la actual bancarrota.

Hay que dar pasos hacia una salida desde abajo, sin temor a decir que ésta deber ser revolucionaria: desarrollar una gran lucha nacional, activa, de ocupados y desocupados, que apunte en la perspectiva de un gobierno de los que nunca gobernaron, los trabajadores, apoyados en la democracia directa desde abajo. Esto debe partir, de apoyar ya mismo a los que están luchando como Turbio, Zanón y otras luchas.

En esta perspectiva, el próximo plenario de trabajadores desocupados y ocupados de la Matanza debe ser convocado inmediatamente, sin mas dilaciones. La CCC no puede seguir haciéndole el juego a D’Elía (de la CTA), el que evidentemente no tiene ningún interés en que esto ocurra.

El plenario tiene una gran responsabilidad pelear a brazo partido por una recomposición revolucionaria del movimiento obrero. Un nuevo movimiento obrero y una nueva dirección, cuestión que cada día que pasa se pone más al rojo vivo, ante el vació de alternativas que estamos viviendo. Este debe ser totalmente democrático, con la representación de todos los trabajadores del país, para postularse como dirección de alternativa pasando por encima de las fronteras artificiales creadas entre sindicatos, entre ocupados y desocupados, tendiendo un puente hacia los sectores medios y postulando un programa de salida revolucionario contra el capitalismo: que gobiernen los trabajadores, sus organizaciones y partidos. En esta perspectiva, el programa votado en la 2º Asamblea Nacional Piquetera, y otros como el de Mosconi, Turbio, la Unter o Zanón, empiezan a expresar como desde abajo comienza a esbozarse alguna alternativa.

Sumario