Venezuela

La clase obrera de Bolívar en la vanguardia de
las luchas revolucionarias

Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), marzo 2008

Después de la humillante derrota que los trabajadores y las comunidades propinaron a la burguesía monopolista de FEDECAMARAS-VENAMCHAM y al imperialismo norteamericano en las jornadas del 2002-2003, es claro que la clase obrera en Venezuela ha pasado a otra fase de lucha, que avanza rápidamente hacia una mayor conciencia política de clase en función del poder político.

El proletariado venezolano va dejando atrás la pasividad y el chantaje economista a que fue sometido en casi medio siglo, por la aristocracia obrera de AD-COPEY. Ya no solo pelea por sus reivindicaciones sino que suma a ella la lucha política contra el capital, es decir la clase obrera comienza a comprender que la contradicción principal dentro del marco nacionalista no resuelve los requerimientos de la sociedad, ni de ellos como clase, e incluso, el patrioterismo o el chauvinismo no da respuesta a la contradicción capital-trabajo y que solo el Socialismo verdadero puede dar respuesta a las demandas de la sociedad, pero bajo la dirección de los trabajadores. Esta situación trae consigo una gran confusión en algunos administradores bolivarianos que no pueden comprender por qué los trabajadores luchan por sus reivindicaciones.

Pruebas alentadoras de lo que decimos ocurre en los últimos años: desde las tomas de fábricas hasta el nacimiento de organizaciones socialistas en sus filas; los significativos avances políticos de la Constituyente Sindical como movimiento hacia la reorganización de base de los trabajadores y los importantes esfuerzos del proletariado venezolano por desarrollar un partido revolucionario de los trabajadores en sus filas, son muestra de lo que decimos.

En este promisorio despertar de la lucha política de clases dentro el proceso revolucionario venezolano, destacamos a los trabajadores de la zona del hierro, de SIDOR y del conjunto de las Empresas Básicas y mineras del Estado Bolívar.

Apreciando la importancia que para el Socialismo, en consecuencia para el creciente movimiento marxista leninista y el propio frente antiimperialista que se expande dentro del pueblo venezolano y latinoamericano, los últimos sucesos ocurridos en el Estado indican un nuevo paso adelante de los trabajadores del hierro contra los abusos del capital y sus aliados regionales y exteriores. Por ello la dirección del PRT considera conveniente presentar al pueblo venezolano su primer análisis sobre este candente problema que sacude con huelgas y marchas la zona del Hierro.

Las luchas continuas de los trabajadores y las comunidades, su tendencia permanente a la organización, han encendido la ira de la burguesía venezolana. Ésta ha lanzado contra el proceso revolucionario -particularmente contra la clase obrera- los rayos de la conspiración cívico-militar, del para-militarismo y de la superexplotación de la masa trabajadora igual que de los recursos naturales del país.

Esta ofensiva burguesa ha tenido especial incidencia en el tenso y conflictivo Estado Bolívar. Aquí esta burguesía depredadora se apoya no solo en SIDOR y las Empresas Básicas, sino en la dolosa actividad de los socios de las transnacionales mineras. Conocidos conspiradores como Salvatierra, Corina Machado, Cisneros etc. cuyo odio al proletariado no ocultan cuenta con la complacencia de la TERNIUM-SIDOR y del destacamento de la Guardia Nacional del TO5 de la zona que asumió la misma actitud del antiguo CORE 8, cuyo comportamiento era destacado desde la Cuarta República, con una reconocida tradición represiva contra los trabajadores y las comunidades del Estado.

En esta batalla actúan también como parachoques del capital tanto el Ministro del Trabajo José Ramón Rivero como el gobernador del Estado Francisco Rangel Gómez.

En fin, toda una santa alianza del capital que en la marcha pacífica de los trabajadores de SIDOR del 14 de marzo del presente año dejó un saldo de 45 trabajadores heridos y 50 detenidos, entre ellos el propio presidente del sindicato SUTISS José “Acarigua” Rodríguez, todo por el enorme delito de reclamar que la TERNIUM y al Ministerio del Trabajo cumplan con sus obligaciones contractuales, una discusión del contrato colectivo con 14 meses de retraso, bajísimos salarios al lado de una excesiva explotación de la fuerza de trabajo e irrespeto general de los derechos constitucionales del trabajo.

¿Cuáles son sus principales reclamos?

Los trabajadores de SIDOR y el Sindicato SUTISS exigen entre algunas otras reivindicaciones: (1) aumento salarial de 52 bolívares, mientras que la empresa regatea su oferta de 24 bolívares a 42 bolívares. El sindicato denuncia que por el tiempo que la transnacional TERNIUM y el Ministerio del Trabajo paralizaron la discusión del contrato colectivo la cifra justa de aumento es de un 300% por el deterioro del salario, mientras que los capitalistas de la TERNIUM ofrecen solo el 107%, lo cual refleja la plusvalía o explotación extraordinaria que aplican los capitalistas transnacionales de la TERNIUM contra los obreros de SIDOR por parte del capital transnacional, salario insuficiente para reponer la fuerza de trabajo con la que se enriquecen a los dueños de la empresa.

(2) Inclusión en nómina de los trabajadores “terciarios” y los contratados de TAVSA que como todo los trabajadores contratados por esa novedosa maquila del capital heredada de la “Cuarta República” pero potenciada por “la Quinta” son explotados por los patronos sin gozar de sus derechos laborales. (3) Los trabajadores de SIDOR exigen una cláusula política muy importante: la re-.nacionalización de la estratégica empresa privatizada por los gobiernos “punto fijistas” etc.

Al contrario de lo que algunos alegan, esta es la disposición obrera más importante de la lucha y de ninguna manera interfiere con las exigencias económicas. Se ubica exactamente en el centro de la contradicción general capital-trabajo, pone en los hechos la realidad del nacionalismo antiimperialista y del discurso anticapitalista, despejando el camino para la socialización de SIDOR y las Empresas Básicas de Guayana.

Son pues exigencias laborales, nacionales y políticas justas, perfectamente realizables en el marco del actual proceso revolucionario.

¿Puede la empresa TERNIUM-SIDOR satisfacer las exigencias de SUTISS y los trabajadores?

Como dijimos anteriormente: son exigencias perfectamente realizables por la transnacional. Se trata de una empresa con capital mixto argentino (en la que al parecer tienen acciones la familia Kischner) que factura miles de millones de dólares explotando a fondo y en condiciones muy duras, la fuerza de trabajo obrera con bajos salarios. Pero además esta empresa recibe inexplicablemente subsidios del Estado. Es decir, éste le hace un descuento del 30% en relación al precio internacional del mineral de hierro para la fabricación del acero. Y en respuesta a tanto paternalismo, la empresa trasnacional viola todos los compromisos que tiene, pues le otorga la pella para la venta al propio Estado venezolano. En esta irregularidad son cómplices los representantes venezolanos en la Junta Directiva de la empresa, que callan aún sabiéndolo.

¿Por qué el Ministerio del Trabajo se opone “por los momentos” a la migración de contratado a fijo con todos sus derechos de los trabajadores “terciarios” y de TEVSA?

Por una sencilla lógica del gran capital la empresa busca maximizar sus ganancias. Mientras que el Ministerio del Trabajo y con él la gobernación del Estado, temen que la clase obrera del hierro se fortalezca con este ingreso en 10.000 trabajadores, lo que aumentaría la unidad de clase y el frente de lucha proletaria, asunto que el Ministro considera peligroso para la propia empresa imperialista en conflicto con sus trabajadores.

De esa manera se establece el colaboracionismo político entre el sector patronal privado y este sector patronal público contra los reclamos de la clase obrera del hierro. El capitalismo en pleno advierte a la clase obrera de SIDOR su oposición militante a la creciente solidaridad de los trabajadores con las luchas de los trabajadores del SUTISS; solidaridad que alcanza ya a los trabajadores de la Construcción, al resto de las empresas básicas de la CVG, a los sindicatos mineros que acaban de obtener un resonante triunfo sindical con la plancha que encabeza el camarada Jesús Guerra y a otros sindicatos revolucionarios. Al crecimiento de esa movilización unitaria de clase y comunidades teme la burguesía en pleno.

Es muy importante destacar estas victorias que ocurren en el movimiento obrero, ya que ellas pueden ser un parámetro para medir los futuros procesos electorales. Hoy los trabajadores se enfrentan a la mayoría de los administradores nacionalistas que no comprenden o comparten el problema de la contradicción capital-trabajo y la construcción de la sociedad socialista, es decir, hoy se comienza a enfrentar la clase trabajadora con los nacionalistas, ya que éstos no dan respuestas a sus solicitudes dentro del marco del capitalismo, evocando los resultados del 2 de diciembre de 2007.

¿Debe “nacionalizarse” SIDOR?

De inmediato, ya por medio de la recompra o por un método revolucionario. Esta consigna de los trabajadores y líderes obreros revolucionarios es políticamente correcta y necesaria por el carácter estratégico de la industria, por su papel en el marco de los conflictos antiimperialistas en los que se involucran las clases y sectores explotados y oprimidos en Venezuela, particularmente ante la agresiva posición de la burguesía y el gobierno norteamericano contra Venezuela y a gran parte del Continente.

Nosotros agregamos a esta nacionalización lo siguiente: las condiciones no solo están maduras y objetivamente dadas para nacionalizar SIDOR sino para socializar la industria básica, pasando los medios de producción a propiedad social dirigida por los trabajadores en coalición revolucionaria con las comunidades organizadas y el propio Estado democrático. En tal caso que la nacionalización sea solo un paso transitorio hacia la socialización total de la industria.

¿Quiénes pescan en río revuelto? ¿A quiénes condenamos?

Pescan en medio del conflicto, aparte de la propia empresa mixta argentina TERNIUM-SIDOR, los representantes de los partidos burgueses que hoy aparecen como “defensores” de la clase obrera en busca del voto pero que ayer fueron sus verdugos, los privatizadores de SIDOR engañando vilmente a la clase trabajadora y al pueblo.

Tira el anzuelo electoral la aristocracia obrera punto fijista de AD. El señor Víctor Moreno por ejemplo que en nombre de FETRABOLIVAR y ante la sinuosa figura del Referendo propuesta por el Ministro Rivero (rechazada en pleno por los trabajadores) acusa a SUTISS de “ser incapaz de tomar una decisión” (¡!) en referencia a no aceptar la baja oferta de la transnacional ni la oblicua propuesta del Referendo*

Otro adeco impenitente, que se titula precandidato del partido a la Alcaldía de Caroní, frente a la justa lucha obrera solicita “prudencia a los dirigentes de SUTISS”, como si fueran estos los autores de la represión, no los patronos capitalistas y sus aliados**

En este río revuelto también tiran sus redes los últimos escombros de Causa R, el ingratamente recordado “nuevo sindicalismo”, organización que resultó un verdadero fraude radical para el movimiento obrero de Guayana. En su época de oro los dirigentes de “la Causa” fueron coautores de la privatización de SIDOR “por un puñado de dólares”.

Esta gente con el fanfarrón de Andrés Velásquez a la cabeza, se olvidó muy pronto de su infeliz papel en la Coordinadora Democrática, Estado Mayor de los golpistas de abril-diciembre del 2002-2003, así como de la famosa venta de unas cuantas acciones de poco valor a trabajadores de confianza de la empresa, para justificar “democráticamente” la venta -a precio de gallina flaca- SIDOR al gran capital privado poniendo en salsa a las otras empresas de la CVG, particularmente las del aluminio, plan que aunque no cuajó por la derrota electoral de AD-COPEY en 1998 que marcó el principio del fin de la era neoliberal en Venezuela, sigue latente para el capital y sus socios con VENALUM y otras del ramo.

Los trabajadores del Estado Bolívar y de todo el país deben cuidarse tanto de la vieja derecha neo-colonialista adecopeyana como estos “agitadores” sindicales de ocasión, que no son más que lobos disfrazados de ovejas en el redil.

Internamente dentro del proceso revolucionario también hay enemigos de la clase

De igual manera los trabajadores del Estado Bolívar deben esta alerta con los “rojos rojitos” que actúan como Caballos de Troya contra el socialismo, el antiimperialismo y en especial contra la clase trabajadora en su interior.

Esta gente hace el juego a la derecha interna y endógena, caso de la política del gobernador del Estado Bolívar Rangel Gómez, quien siendo secretario de gobierno se opuso a la reestatización de SIDOR cuando la empresa argentina estaba quebrada y que junto al comando de la Guardia Nacional tienen mucho que ver con la brutal represión del 14 de marzo pasado contra trabajadores que solo pedían el cumplimiento de sus reivindicaciones laborales.

Otro que hay que meterle lupa es al Ministro “del Trabajo” J. Rivero que francamente no le hace honor a su título como ministro del trabajo y que a decir del Secretario General de SUTISS Nerio Fuentes “tiene el mismo lenguaje de la empresa”.

No solo lenguaje. Tiene fama de emplear el ventajismo y la fuerza de su cargo contra las demandas de los trabajadores y los sindicatos –caso de los trabajadores de la administración pública y otros- retardando la discusión de los contratos, parcializando a favor de los patronos como en los viejos tiempos de la “Tripartita” de AD-COPEY. La mayoría de los inspectores del trabajo actúan a favor de la empresa privada y pública.

Este Ministro del gobierno de Chávez que se declara nacionalista primero se hizo de los oídos sordos a los reclamos de los obreros de SIDOR, cuando esto ya no fue posible propuso la Comisión de Arbitraje, valga decir, invocó a la Tripartita: empresa, ministerio y sindicato. Un dos contra uno sin posibilidades para la clase trabajadora.

Ante el rechazo de la masa obrera al arbitraje, nuestro Ministro “del trabajo” sacó debajo de la manga la propuesta del Referéndum sindical, viejo sueño anti-sindical del reformismo endógeno, cuya presión ya fue sentida por los sindicatos en los rechazados artículos 70, 156 etc. de los Proyectos de Reforma Constitucional del 2 de diciembre de 2008***.

¿En qué lugar queda la clase trabajadora organizada, los sindicatos -caso SUTISS- como instrumento de lucha político-laboral de la clase obrera, ante una propuesta de carácter populista como es en éste caso el Referendo sindical? ¿No acarrea esta propuesta de los nacionalistas de Estado una línea proclive a la división de los trabajadores, a su desorganización e incluso a una cierta corrupción dentro de las bases obreras que, desconociendo al sindicato, sin dirección central serían fácilmente manipulables por los patronos? Sin duda. Por ello es correcto que SUTISS y los trabajadores rechazaran también esta propuesta oficial.

La inconsecuencia de los nacionalistas venezolanos precisamente con las nacionalizaciones.

El nacionalismo cuya naturaleza histórica es nacionalizar, carga en Venezuela con un grave problema ideológico, que aunque no es nuevo en el nacionalismo latinoamericano hoy día es inocultable: nuestros nacionalistas temen a las verdaderas nacionalizaciones. En otras palabras no puede llegar al fondo del problema nacional-antiimperialista que ellos mismo pregonan, no pueden romper estructuralmente con la dependencia. Mucho menos puede con tales limitaciones alcanzar el socialismo en cualquier siglo.

Lo de SIDOR no es el único caso ni tiene en el fondo que ver con la geopolítica como justifican algunos, sino con el miedo, con el peso del patriotismo pequeño burgués en las filas del gobierno bolivariano, que vacila frente al empuje revolucionario de quebrar las estructuras neo-coloniales del capital monopolistas y sus agentes que dominan a su antojo en el Estado Bolívar y que impiden incluso reformas nacionalistas como la propuesta en la Ley Minera que los mineros y el pueblo de Bolívar presentaron hace dos años a la Asamblea Nacional y que allí duerme el sueño de los justos en alguna de sus gavetas.

El propio Presidente Chávez anunció la desprivatización de SIDOR y luego retrocedió la medida a instancia del gobierno argentino de Kichner y del Gobernador derechista Rangel Gómez ¿cómo se explicaría esta marcha atrás sin tomar en cuenta esa contradicción?

Igual inconsecuencia nacionalista han demostrado con el asunto SIDOR, los “patriotas” de la mediana empresa privada y su peregrina posición pública de que “el conflicto” y la “intransigencia” de los trabajadores perjudican sus negocios “aguas abajo”, como si la culpa la tuvieran los obreros y no precisamente la intransigencia de la transnacional y el propio gobierno que no obliga a los empresarios a cumplir con sus compromisos contractuales y las leyes del país.

Como vemos este nacionalismo chucuto de la PYMI regional a la hora de la verdad se olvida de la cantaleta sobre la patria, la soberanía, el bienestar social etc. y solo piensa en sus reales a corto plazo.

Alrededor de esta lucha de clases se mueven pues los viejos y nuevos zamuros del capital, que dan vuelta en torno a las Empresas Básicas, al petróleo, hierro etc. Sus cómplices adentro no han olvidado los antiguos procedimientos neoliberales de desmantelar primero y vender después a “precio de gallina flaca”, método comercial exitoso en el caso del aluminio, de la CANTV, la Electricidad, centrales azucareros y otras empresas administradas por el Estado, pero deseadas por FEDECAMARAS-VENAMCHAM y sus socios extranjeros.

Esto debe reflexionar la clase explotada de los trabajadores para entender que la pelea con el capital y sus socios es peleando y por lo tanto la línea es luchar hasta el final por:

• ¡La satisfacción plena de sus reclamos laborales!

• ¡La defensa de los sindicatos clasistas!

• ¡Juicio y castigo a la Guardia Nacional y los responsables de la represión!

• ¡Remoción del Ministro del Trabajo, que los trabajadores nombren su propio ministro!

•¡Nacionalización y socialización inmediata de SIDOR!

Únete, lucha....venceremos!
Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)