Venezuela

Energía a media luz

Por Humberto Márquez
Inter Press Service (IPS), 29/10/09

Caracas.– La gran fuente del paseo ubicado en el centro geográfico de la capital venezolana, que este año incorporó tecnología de punta, disparará sus chorros de agua y los iluminará con luces de colores y sonido de a ratos y sólo entre martes y jueves. Es una muestra del ahorro de energía diseñado por el gobierno.

A pesar del calor reinante, la fuente de la Plaza Venezuela permanecerá desactivada en las horas de mayor consumo de electricidad los restantes días de la semana.

A pocos metros de ese lugar y en fila para abordar un transporte público, Dilcia Flores expresa a IPS su preocupación por la medida. Es que esta mujer de 47 años se gana la vida limpiando casas en diferentes sitios de la ciudad y por esa causa viaja a variadas horas para su casa, en la populosa Petare, una barriada en el este de Caracas señalada entre las violentas.

"Cortes de luz significa calles más oscuras y más peligro cuando se regresa a la casa. Y si no se puede guardar comida en la ‘nevera’ (refrigerador), entonces hay que comprarla cada día, y así es más cara", explica.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, presentó un panorama marcado por el "aumento en el consumo y derroche de energía", aunado a "fenómenos como El Niño (sequía derivada de trastornos climáticos originados por el calentamiento temporal de las aguas del océano Pacífico), que han disminuido el caudal de los ríos" que alimentan plantas hidroeléctricas.

Por ello, Chávez anunció que se debe ahorrar electricidad, pidió a los organismos públicos que disminuyan 20 por ciento del consumo, dijo que en el Palacio de Miraflores (sede del gobierno) se apagarán más luces y equipos de aire acondicionado, y demandó a la cadena de centros comerciales Sambil que compren sus propias plantas generadoras.

Además creó el Ministerio para la Energía Eléctrica, como parte del proceso comenzado hace dos años con la estatización de la firma Electricidad de Caracas y la instalación de la Corporación Nacional para coordinar todo el sector.

Al frente de la flamante cartera ubicó a Ángel Rodríguez, un ex sindicalista petrolero que presidía la Comisión de Energía de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).

¿Potencia energética?

Venezuela se precia de ser una potencia energética, con casi un siglo como gran exportador de petróleo, del que aún tiene cuantiosas reservas, así como de gas. También construyó hace 50 años represas en su Guayana (sudeste), que suman hoy una capacidad instalada de generación eléctrica de 12.500 megavatios/hora (Mwh), consideradas de las mayores del mundo.

Según el Ministerio de Energía, la capacidad eléctrica instalada del país alcanza los 23.367 Mwh, 63 por ciento de los cuales son aportados por la generación hidráulica y el resto por usinas térmicas impulsadas a vapor, a gas, con motores diesel y de ciclo combinado (vapor y gas).

Pero una cosa es capacidad instalada y otra efectiva. En Plantacentro, ubicada al noroeste de Caracas y nominalmente de 2.000 Mwh, apenas operan dos de sus cinco turbinas y entregan entre 500 y 800 Mwh. Igual problema se registra en el gigante complejo hidroeléctrico Guri, con capacidad para 10.000 Mwh, trabajaban este mes sólo 14 de sus 20 generadores.

La demanda de energía eléctrica en Venezuela fue de 14.000 Mwh en 2005, de casi 16.000 en 2006, de 15.500 en 2007, de 16.350 en 2008 y de 17.300 Mwh en lo que va de 2009, es decir, que ha crecido entre cinco y siete por ciento interanual.

Pero 20 por ciento de la capacidad instalada, si funcionase a la perfección todo el sistema, debería ser objeto de constante mantenimiento y debe haber además holgura para confrontar emergencias, explicó José Aller, profesor de la carrera de ingeniería eléctrica en la caraqueña Universidad Simón Bolívar.

Por distintas razones, unos 7.000 Mwh de capacidad instalada no están disponibles, según Aller, lo cual deja al sistema en condiciones de suministrar sólo poco más de 16.000 Mwh, una cifra ya superada por la demanda creciente.

El Estado venezolano "tiene con sus ciudadanos una deuda de 4.000 a 5.000 Mwh, equivalentes a la capacidad de generación de Ecuador y casi el doble de la Uruguay", dijo a IPS Víctor Poleo, viceministro de Energía durante los tres primeros años de gobierno de Chávez (1999–2001).

Para reponerla haría falta invertir, sólo en generación, unos 8.000 millones de dólares, más lo que se requeriría para incrementar anualmente la capacidad en unos 1.000 Mwh y sin contar inversiones en transmisión y distribución, según Poleo. Aller estima que el rezago de la última década requiere invertir 18.000 millones de dólares en cinco años.

Caos en la red

Los tendidos eléctricos, desde los fuertes, que llevan al norte el fluido de Guayana, hasta los capilares, cables de tomas clandestinas en barrios pobres de las ciudades, así como transmisores y otros equipos, están en condiciones deficientes.

Caracas ha sufrido media docena de apagones, de varias horas, en los últimos dos años.

Es, sin embargo, privilegiada en relación con la provincia, donde abundan los apagones de dos a cinco veces por semana, especialmente en el oriente servido por una vieja compañía estatal, Cadafe, con sistemas de distribución muy deficientes.

En Puerto La Cruz–Barcelona, la mayor aglomeración urbana del nordeste, un apagón de 24 horas continuas llevó a centenares de manifestantes a cortar la principal vía de la región.

En San Cristóbal, capital del extremo sudoeste, indignados vecinos dejaron a las puertas de la compañía eléctrica estatal decenas de televisores, ventiladores, licuadoras y otros enseres dañados como consecuencia de los cortes de electricidad.

Patético es el caso de la sudoriental Ciudad Guayana, porque padece los mismos apagones, pero es el asiento de Guri y demás represas del portentoso río Caroní, donde se generan 70 por ciento de la electricidad que consume Venezuela y 500 Mwh llevados a Roraima, el estado más septentrional de Brasil.

En Caracas, activistas de un comité de usuarios del servicio eléctrico manifestaron ante la embajada de Bolivia por la decisión del gobierno venezolano de construir una planta termo–eléctrica en ese país, a un costo de 80 millones de dólares.

Aixa López, abogada que preside el comité, dijo a IPS que "la ineficiencia del gobierno creó esta crisis. ¡Cómo es posible que sin resolver el déficit aquí se entreguen plantas eléctricas a Bolivia y Nicaragua", y anunció acciones de protesta en los próximos días en al menos ocho de los 23 estados de Venezuela.

"Cortes y racionamiento de electricidad, más los de agua potable en Caracas y otras ciudades, tienen un costo político alto porque generan malestar, incluso emocional, en la ciudadanía", comentó a IPS el analista político Manuel Felipe Sierra.

Merma económica

El peso de la crisis se siente en los grandes y pequeños establecimientos. El sindicalista del acero José Luis Alcócer informó que la estatal Siderúrgica del Orinoco, que produce más de tres millones de toneladas al año, apaga sus hornos por horas para consumir menos electricidad, y la producción ha bajado hasta en 20 por ciento.

Deberán hacer otro tanto las empresas de aluminio, que, con la siderúrgica, son el espinazo industrial de Ciudad Guayana, erigido precisamente para aprovechar las ventajas de la electricidad cercana y barata, así como las reservas de hierro y bauxita.

La prensa de provincia recoge numerosas denuncias de criadores de pollos y carniceros que denuncian pérdida de sus inventarios a causa de los apagones. Los comerciantes declaran que la falta de electricidad ahuyenta a la clientela.

¿Cómo fue posible?

"Si algún sector se obliga a la planificación con un horizonte de 30 años, es el eléctrico", sostiene Poleo, quien no atisba solución al problema en el corto plazo, pues pasa por "la construcción de nuevas plantas generadoras, inclusive las hidráulicas que han sido desechadas por el ministro de Planificación", Jorge Giordani.

Otro problema es "la sordera de quienes toman las decisiones, incapaces de aceptar la crítica, intolerable para ellos, lo que aunado a la desprofesionalización del sector eléctrico requeriría que una nueva gerencia lo asuma, pero para eso sería necesario una nueva conducción en el país", sostuvo Poleo.

En su opinión, un tercer elemento es la corrupción, pues por ejemplo "en redes de transmisión debieron ejecutarse 285 proyectos entre 2001 y 2005, con un desembolso de 643 millones de dólares, pero sólo se ejecutaron 155 millones de dólares y se desconoce el paradero de los 488 millones restantes".

"El problema responde a falta de previsión, de planificación y de gerencia, pues dinero ha habido suficiente con los ingresos por los altos precios del petróleo", advirtió José Guerra, director de la Escuela de Economía en la Universidad Central.

El presidente de la Confederación de Industriales, Carlos Larrazábal, sostuvo que "el problema ha estado en la alarmante falta de inversión en generación de oferta para atender la demanda, en redes de distribución y mantenimiento de equipos. El conjunto de la economía se resentirá con esta crisis eléctrica".

"¿No era deber del gobierno prever la expansión de la demanda, aunque no fuera sino por el crecimiento vegetativo de la población?", se preguntó el dirigente opositor y editor del diario Tal Cual, Teodoro Petkoff. "La crisis eléctrica es hija legítima de Chávez y no son necesarias pruebas de ADN para comprobarlo", opinó.

Rodrigo Castro, mesero en un restaurante en el popular barrio de La Candelaria, asediado por la delincuencia, también da su opinión a IPS en forma de pregunta: "¿No ahorramos energía si el presidente anula la orden que dio hace dos años para atrasar los relojes media hora y así tendríamos un poco más de luz natural?".