Venezuela,
dura represión a
luchas obreras

La condena a Rubén González es un golpe a toda la clase obrera

7 años y medio de cárcel por encabezar una huelga

Un punto de inflexión en el gobierno de Chávez

El Topo Obrero, 02/03/11

Ha culminado un proceso judicial contra la clase obrera en la persona del Secretario General de SINTRAFERROMINERA, compañero Rubén González. La razón: empezar a asumir a plenitud la necesidad de salir a defender con la principal arma de la clase, como es la huelga, sus derechos reivindicativos, así como ayer defendió las libertades democráticas atacadas sin misericordia por los golpistas del 2A y con más relevancia y claridad el 2D.

Por ironías de la historia, la sentencia a 7 años y 6 meses que se dictaron a Rubén González, militante “indisciplinado” del PSUV, se da a los pocos días que el gobierno que le condena a la pena de prisión, acordó la libertad de varios criminales que atentaron aquel 11A y aquel 2D contra el gobierno del presidente Chávez, contra el propio gobierno que nos condena a prisión y que le da la libertad a criminales políticos y delincuentes comunes.

Rechazamos enérgicamente esta sentencia, así como condena la libertad recién acordada entre Chávez y los “jóvenes” fascistas”, pues ello no es más que la condena a los derechos del pueblo trabajador de combatir a los hambreadores del pueblo, por mejores condiciones de vida y trabajo y a darle manos libres a esos mismos hambreadores y sus representantes políticos a seguir desarrollando sus planes antiobreros y antinacionales por las vías que sean, las legales o las conspirativas.

La clase obrera tiene que asumir en esta nueva etapa la lucha por la libertad plena de Rubén González con redoblados bríos reconociendo a quienes se dicen demócratas y socialistas de palabra, pero enemigos de los derechos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de la clase de hecho.

Rubén González señaló al escuchar la sentencia: "estaré preso pero hice lo que tenia que hacer" lo que nos obliga a los trabajadores y sectores socialistas revolucionarios a hacer lo que sea, junto a las masas obreras y populares, para devolverle su libertad y sellar para siempre la política que lo condenó.

La clase obrera y sus organizaciones tenemos que tocar clarinada de combate, pues ya no solo es que declaran nuestra luchas ilegales, incluyendo las que logran cumplir todos los requisitos legales, no solo nos asesinan con policías oficiales como en el caso de los camaradas en Mitsubishi, o por medio de sicarios como a camaradas de la UNT del estado Aragua, sino que ahora le suman el castigo de la cárcel y todo para amedrentarnos para que no reclamemos lo que por justicia nos pertenece, pues todo lo producimos.

Si la clase obrera y pueblo árabe del norte de África, ha sido capaz de derrotar dictaduras criminales de décadas como las de Túnez y Egipto y tienen a punto de caída la de Kadafi, que no miran para asesinar abiertamente a quien exige pan, trabajo y libertades democráticas, la clase obrera de Venezuela también tiene la fuerza para derrotar la política de criminalización de la protesta obrera y popular y poner en libertad plena a Rubén Gonzalez y a los más de 100 compañeros pasados a tribunales por luchar por los derechos del pueblo trabajador.

Por la unidad de toda la clase obrera y sus organizaciones por la libertad plena de Rubén González ¡YA!.

Por la unidad en el combate de todas las organizaciones sindicales y políticas de los trabajadores y el pueblo contra la criminalización de las luchas obreras y populares.

Si Rubén está preso por lo que tenía que hacer, la clase obrera hará lo que tiene que hacer para devolverle su libertad.

• ¡Por el derecho de todas y todos los trabajadores y pueblo oprimido a protestar!

• ¡Por el derecho a exigir nuestros derechos reivindicativos y democráticos!

• ¡Por el cese a la criminalización de la protesta!

• ¡Por la libertad Inmediata de Rubén González!

• ¡Protestar no es un delito, es un derecho!


Última hora: libran boleta de excarcelación para el dirigente obrero

¡Movilización logra sacar de la cárcel a González!

Laclase.info, 03/03/11

Ciudad Guayana, 12 del mediodía.– Centenares de trabajadores de la región, así como Orlando Chirino, José Bodas, José Acarigua, y otros dirigentes sindicales se encuentran en las afueras de la sede policial de Patrulleros del Caroní, donde ha estado recluido el preso político Rubén González desde septiembre de 2009. Hace pocos minutos ha sido librada una boleta de excarcelación para el dirigente obrero, quien tres días antes había sido sentenciado a siete años y seis meses de cárcel. La poderosa movilización de los trabajadores de Guayana y de todo el país, así como el anuncio de un inminente paro nacional, conquistó esta medida para sacar a Rubén González del lugar donde llevaba más de un año recluido por ejercer el derecho a huelga.

Los trabajadores han ganado la primera batalla, con esta medida de libertad condicionada a un régimen de presentación para el dirigente sindical de Ferrominera del Orinoco, pero ahora toca luchar por la libertad plena de Rubén González y la anulación de la sentencia judicial que criminaliza el derecho a huelga. La decisión estableciendo régimen de libertad condicionada fue dictado por el Tribunal Supremo de Justicia.

"Estamos demostrando lo que somos capaces de lograr cuando los trabajadores nos unimos en defensa de nuestros derechos, la clase trabajadora liberó a Rubén González", expresó José Bodas en declaraciones a un conocido canal de televisión.


Rubén González agradeció a los trabajadores de todo el país
que se movilizaron por su libertad 

Se mantendrá en lucha por la defensa de
los derechos de la clase obrera

Laclase.info, 04/03/11

Puerto Ordaz, 3 de marzo.– La movilización de los trabajadores, alimentada por la indignación general que produjo la aberrante sentencia de siete años y medio de cárcel contra el dirigente obrero Rubén González, ejerció la presión necesaria para obligar al gobierno a sacarlo de la cárcel.

Reconociendo este hecho, Rubén González agradeció a los trabajadores de todo el país que lucharon por su liberación, en la rueda de prensa ofrecida desde la sede policial donde estuvo recluido en calidad de preso político durante más de 16 meses.

Esta mañana, mientras se realizaban paralizaciones y concentraciones de trabajadores en todas las empresas de Guayana, el Alcalde de Caroní se dirigió a la sede policial donde se encontraba preso Rubén González, para ponerlo en contacto con el ministro del Interior y Justicia, quien le comunicó por vía telefónica que se expediría una boleta de excarcelación, medida que se materializó cerca del mediodía, en virtud de un fallo del Tribunal Supremo de Justicia

"Saludo a todas las fuerzas laborales de Guayana, a todos los que me han apoyado y se han solidarizado con esta lucha, pero no estoy del todo satisfecho porque la libertad no es total", dijo González, quien deberá presentarse periódicamente ante los tribunales.

Criticó que sectores del gobierno acusen de "desestabilizadores y guarimberos" a los dirigentes sindicales que luchan en defensa de los derechos de la masa trabajadora. "No somos guarimberos, somos luchadores", enfatizó, y aseguró que los propios trabajadores se encargarán de emitir un juicio sobre aquellos dirigentes sindicales que defienden a los patronos antes que a su propia clase. "El patrono no necesita que lo defendamos, puede defenderse solo. Nuestro deber es defender los derechos de los trabajadores", explicó.

Recientemente, el ex ministro del Trabajo, José Ramón Rivero, y el diputado del PSUV, Francisco Torrealba, habían justificado la condena contra González. Torrealba llegó a asegurar en declaraciones a Unión Radio que "(Rubén González) no tiene una patente de corso para cometer delitos o actuar al margen de la ley y eso parece ser el caso de lo que ocurrió".

González advirtió que se mantendrá en la lucha reivindicativa: "Continuaré defendiendo los intereses de los trabajadores, si no lo hago sería un traidor". Asimismo, criticó por antidemocrático el modelo de "control obrero" impulsado por el gobierno en las empresas básicas, planteando que en el control obrero los trabajadores deben decidir, y no estar sujetos a decisiones que vienen dictadas desde arriba.

Varias organizaciones obreras y de izquierda mantienen en pie una convocatoria a marchar este viernes, 11 de marzo, en Puerto Ordaz contra la criminalización de la protesta y por libertad plena para Rubén González.


Cada vez más protestas, y más reprimidas

El caso de Rubén González

Por Humberto Márquez
Inter Press Service (IPS), 10/12/10

Caracas.– Rubén González, un obrero soldador de 51 años, socialista y secretario general de un sindicato del hierro, lleva más de un año preso en Venezuela por encabezar una protesta de centenares de sus compañeros a las puertas de la mina San Isidro, en Ciudad Piar, 550 kilómetros al sudeste de la capital.

"Durante 15 días a partir del 9 de agosto de 2009, los trabajadores permanecieron en el portón de la empresa (estatal Ferrominera Orinoco), en huelga pacífica, reclamando el pago de salarios conforme a la convención colectiva", recordó González a IPS, por teléfono, desde la sede policial en la sudoriental Ciudad Guayana donde está recluido.

La protesta concluyó con la firma de un compromiso de pago firmado por las partes en el mismo portón, pero unos días después González fue detenido y se inició un lento juicio en su contra bajo cargos de "agavillamiento" (asociación ilícita), instigación a delinquir, restricción a la libertad de trabajo y violación de zonas declaradas como de seguridad.

El de González fue considerado un caso emblemático por la organización Provea al acompañar su informe anual sobre la situación de los derechos humanos con un estudio sobre la década de protestas en Venezuela 2000–2010, en coincidencia con la conmemoración este viernes 10 del Día Internacional de los Derechos Humanos.

"Desde 2005 se inició un proceso creciente de criminalización de la protesta social, usando el sistema de administración de justicia. A la fecha, más de 2.400 personas se encuentran procesadas por ejercer el derecho a la protesta pacífica", señaló a IPS la abogada Mariana Belalba, coordinadora del estudio.

Ello en el marco de un incremento sostenido de la protesta popular, pues entre octubre de 1999 y septiembre de 2010 hubo 19.250 protestas de calle en Venezuela. De un promedio de 1.200 a 1.500 en los primeros años de la década se pasó a 2.893 en 2008–2009 y a 3.315 en el período 2009–2010, según Belalba.

El informe sobre la década viene a representar un balance de la situación de derechos humanos en el país del gobierno del izquierdista Hugo Chávez, en el poder desde febrero de 1999.

González dijo que "mi caso lo usan para tratar de detener las luchas de los obreros de las empresas básicas (hierro, acero, aluminio, hidroelectricidad) en Guayana y vulnerar sus derechos y reivindicaciones". Guyana es un estado, en el sudeste del país, de gran riqueza minera, hídrica y ecológica.

Responsables de esas empresas estatales en ocasiones acusan a los trabajadores que exigen reivindicaciones como saboteadores o desestabilizadores, deploró González.

En su caso subrayó que "nunca hicimos sabotaje y protestamos pacíficamente", pero además recordó que no ha sido opositor sino activo seguidor de Chávez, ex concejal en la zona y organizador del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela en Ciudad Piar.

Sindicalistas de oposición consideran a González desde "una víctima de una justicia amañada" hasta "un preso político", en tanto el dirigente lamentó que algunos de sus compañeros en la directiva del sindicato nombrasen a otro activista como su reemplazo temporal "para conducirse de manera complaciente con la empresa".

José Rodríguez, ex secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y actual director laboral de la estatal Siderúrgica del Orinoco, opinó que "estamos convencidos de que esto no es una política aislada, es una política de Estado, que llamamos criminalización de la lucha. Lo que le pase a Rubén nos puede pasar a nosotros".

El Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo pidió al gobierno de Venezuela que a González "se le libere sin demora en espera de la sentencia y que sea debidamente indemnizado por los daños y perjuicios sufridos".

Además el Comité expresó su "preocupación ante la acumulación de delitos a la que se enfrentan estos sindicalistas (González y otros de la región de Guayana) por actividades relacionadas con el ejercicio de los derechos sindicales".

La alegada persecución judicial se ha acompañado de la represión de la protesta en la misma calle, que fue baja la primera mitad de la década, con 54 manifestaciones reprimidas en 2000 y sólo 18 en 2005. Pero se incrementó en la segunda mitad, con 187 protestas reprimidas en 2008–2009 y 150 en 2009–2010.

Llamativamente, durante la primera mitad de la década el signo dominante de la protesta callejera era la política, al exigir los manifestantes derechos civiles y políticos, mientras que desde octubre de 2004 hasta septiembre de 2010 predominan las protestas por derechos económicos, sociales y culturales.

De las 19.250 protestas registradas en la década, 71 por ciento demandaron derechos económicos y sociales, 26 por ciento exigieron derechos civiles y políticos, y del resto no se registró una determinación específica.

Las modalidades más usadas han sido el cierre de vías (5.913), concentraciones (5.093), las marchas (1.290) y la toma de establecimientos (1.506).

También hay una creciente radicalización de la protesta. El coordinador general de Provea, Marino Alvarado, puso como ejemplo que en el periodo 2009–2010 se registraron 103 personas en huelga de hambre, mientras en el periodo precedente solo se conoció un caso.

"Desde 2005 se han incrementado las acciones legales y políticas para restringir el derecho a la protesta, como reformas al Código Penal con normas de desacato –que castigan ofensas a las autoridades– y sanciones más severas a quienes interrumpan el tránsito por vías o el funcionamiento de entes públicos", observó Belalba.

Hace un mes 33 personas que se negaban a abandonar un vagón del atestado y demorado Metro de Caracas (tren subterráneo), enojados porque se les obligaba a cambiar de tren al cabo de una larga espera, fueron arrestadas y acusados de obstruir vías férreas y resistirse a la autoridad. En esta oportunidad, un juez los liberó completamente a las 36 horas.

El estudio considera que declaraciones de funcionarios civiles y militares "incitan a los organismos a reprimir", y cita como ejemplo la declaración de Chávez en enero de 2009 al ordenar a los cuerpos de seguridad que "a quien salga a quemar un carro, unos árboles o trancar una calle, me le echan gas del bueno y me lo meten preso".

"Del trato de la policía aquí donde estoy preso no tengo quejas, los agentes comprenden que soy un obrero castigado por una protesta laboral", dijo González. "Pero sí da dolor ver que salen libres criminales, narcotraficantes o violadores mientras William Saud o yo permanecemos detenidos", dijo González.

Saud, de 61 años, enfermo de la próstata y con cáncer de piel según informes médicos, está preso desde hace más de dos años en Guayana tras encabezar una protesta de trabajadores de la empresa aurífera canadiense Crystallex, acusado como González de “agavillamiento e instigación a delinquir”.