Ecuador

 

Ecuador y la Constituyente

La derecha busca frenar la Asamblea

Agencia Periodística del Mercosur (APM), 31/01/07

El Parlamento con mayoría derechista esquiva la aprobación del referéndum constituyente, pese a la voluntad del pueblo ecuatoriano. A su vez, el presidente Correa denunció que la oposición busca un escenario para destituirlo.

Tras los disturbios de la jornada de ayer donde los manifestantes reclamaban contra los legisladores, exigiendo la aprobación de una consulta popular que abra paso a una asamblea constituyente de plenos poderes, el gobierno y el congreso iniciaron un acercamiento al diálogo.

El ministro de Gobierno, Gustavo Larrea y sectores políticos del congreso se reunieron ayer, en su primer acercamiento en semanas tras los hechos de acontecidos.

El ministro acudió al congreso y habló por más de una hora con el presidente del legislativo, el diputado opositor Jorge Cevallos, y los jefes de los partidos políticos.

Larrea indicó que su visita buscó "dar un mensaje claro" de que el gobierno "garantiza el pleno funcionamiento del parlamento ecuatoriano y más allá de las discrepancias que podamos tener, el país requiere vivir en convivencia pacífica".

Rechazó la jornada de violencia del día anterior cuando manifestantes ingresaron por la fuerza a los patios del Congreso y se enfrentaron con policías, dejando casi media docena de heridos, lo que provocó la salida abrupta de los diputados.

A su vez, el ministro de Gobierno reiteró su llamado a los legisladores para que den paso a la consulta popular para que la ciudadanía decida si se instala o no una asamblea nacional.

Por su parte, Cevallos agradeció y felicitó la visita de Larrea porque permite "iniciar un diálogo que va dirigido a encontrar la paz, la tranquilidad que el pueblo ecuatoriano necesita".

Sin embargo, en ningún momento se refirió a la respuesta que tendrá el parlamento sobre el referéndum siendo esta la principal razón de las diferencias.

Más temprano, a l horas de la tarde, en lo que fue la segunda jornada de protestas frente al Congreso ecuatoriano, estudiantes se enfrentaron a la Policía en los exteriores de la sede del Legislativo en reclamo de la consulta popular y una Asamblea Constituyente.

Los enfrentamientos, que se tornaron violentos poco después del mediodía, se registraron tras el paso por frente al edificio del Parlamento de una marcha de Seguro Social Campesino, que demandó igualmente el derecho del pueblo a cambiar el país sin los diputados.

Con banderas rojas y gritos contra los parlamentarios, a quienes llamaron ratas, campesinos e indígenas continuaron su caminata hasta el Palacio de Gobierno, donde fueron recibidos por el ministro del Ejecutivo, Gustavo Larrea.

Poco después llegaron otras cientos de personas que se concentraron en las afueras de la sede legislativa, mientras en el interior los parlamentarios revocaron el apoyo a Francisco Cucalón, el fiscal general, quien renunció a su cargo.

Movimientos sociales y políticos que el martes protestaron frente al Parlamento e intentaron tomar el control de ese edificio anunciaron que continuarán sus movilizaciones.

El dirigente del movimiento Alianza País Cesar Rodríguez advirtió que los congresistas deben ahora aprobar la convocatoria urgente a un referendo que dé paso a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Carta Magna.

De lo contrario, volveremos a la calle para sacar a los diputados y enviarlos a su casa por no acatar la decisión de la mayoría de los ecuatorianos, concluyó.

Anta la situación, Cevallos no descartó, en caso de nuevos reclamos violentos contra del Congreso, que los diputados puedan realizar sus sesiones en otras ciudades como Guayaquil, Manta y Portoviejo porque tiene la obligación de proteger la integridad física de los legisladores.

Por parte, el secretario de la administración, Vinicio Alvarado, advirtió que “cuando hay una demanda social incontenible, creo que no puede haber fuerza pública que pueda contenerla”.

Agregó que los hechos de la víspera "son alertas que hay que tomar en cuenta para tomar las respectivas medidas”.

La vocera del gobierno, Mónica Chuji, señaló que el gobierno defenderá la libertad de expresión de la ciudadanía pero que el gobierno ratifica "su más enérgico rechazo a cualquier forma de violencia”.

Por otro lado, de acuerdo a declaraciones del subsecretario de Gobierno, Eduardo Paredes, reproducidas por la agencia ecuatoriana Cre, será difícil que la consulta pueda llevarse a cabo el próximo 18 de marzo ante el poco tiempo que existiría para la realización del referéndum.

Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció que el Congreso opositor “está configurando el escenario para destituirlo”, acusándolo de instigar a la violencia durante la movilización social en favor de su proyecto de Asamblea Constituyente.

Con dos semanas en el poder, Correa señaló que los diputados pretenden involucrarlo con los disturbios que obligaron al desalojo del helicentro el martes, para culparlo luego de “atentar contra la seguridad del Estado y proceder a su destitución”.

“Están preparando el escenario para destituir al presidente, lo cual es imposible porque estos señores no entienden que más allá de sus leguleyadas este es un problema político donde el gobierno, gracias a la generosidad del pueblo ecuatoriano, tiene más del 80 por ciento del apoyo popular”, declaró Correa en rueda de prensa.

A su vez, el mandatario replicó las declaraciones del jefe del Congreso, el derechista Jorge Cevallos, que lo señalan como el instigador de la violencia durante la movilización contra ese órgano y la cual dejó tres heridos, incluida una reportera gráfica.

“Los únicos que están atentado contra la seguridad son 60 ó 65 legisladores y cuatro vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), al ir en contra de la voluntad de 13 millones de ecuatorianos”, sostuvo.

En ese sentido, el mandatario aseguró que los legisladores quieren “imponer su voluntad de la forma más mañosa, antiética y antidemocrática”.

Finalmente el Jefe de Estado ecuatoriano expresó: “Hago un llamado encarecido para que las marchas sean pacíficas, pero el único que puede resolver este problema es el Congreso sometiéndose a sus mandantes y no a los caciques de los movimientos políticos”.

Las políticas impulsadas por Correa en favor de la voluntad del pueblo no son del agrado de la derecha local. Las amenazas de destitución se escucharon incluso antes de que el mandatario asumiera su cargo.

De ese modo la derecha bananera, representada por los legisladores del magnate y ex candidato presidencial Álvaro Noboa, y el resto de la partidocracia con mayoría en el Congreso Nacional de Ecuador, desplegaron una ofensiva que tiene como objetivo frenar las transformaciones estructurales que se propuso el flamante gobierno de Rafael Correa.


Manifestantes tomaron el Congreso

El pueblo ecuatoriano clama por la Constituyente

Agencia Periodística del Mercosur (APM), 30/01/07

Organizaciones sociales y políticas de Ecuador, marcharon este martes por distintas ciudades para expresarse a favor de la convocatoria de una consulta popular que busque la activación de una Asamblea Constituyente.

La jornada, que se inició en Quito, contó con la asistencia de trabajadores, estudiantes, campesinos e indígenas de Ecuador, convocados por el Movimiento Popular Democrático (MPD).

Los organizadores de la movilización nacional hicieron un llamado a los ecuatorianos a sumarse a la marcha, desde sus respectivas ciudades, para defender su derecho a opinar en los temas vitales para el país, a través de un referéndum consultivo.

Los manifestantes tomaron ayer las instalaciones del Congreso exigiendo la aprobación de una consulta popular para la convocatoria de una Asamblea Constituyente. La Cámara Baja, controlada por la oposición de derecha, calificó de "improcedente" el pedido del presidente Rafael Correa sobre la citada consulta popular.

Los pedidos de los manifestantes al Congreso son la aprobación de una consulta popular prevista para el 18 de marzo, para que los ecuatorianos resuelvan en las urnas la instauración de la asamblea, que busca reformar la Constitución de 1998 y cortar el poder que ejercen los partidos políticos en el aparato estatal.

Por su parte, el presidente de Ecuador reclamó la necesidad de que salga adelante su propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente, ante las proclamaciones del pueblo ecuatoriano ante el Congreso.

“Se trata de una lucha entre el poder de unos cuantos frente a lo que quiere la mayoría. ¿Cómo se explica que el Congreso Nacional, pseudo representante de la ciudadanía, el 60 por ciento de ese Congreso esté bloqueando la consulta popular que yo he convocado para que el pueblo se exprese a favor o en contra, de la Asamblea Constituyente, mientras que el 80 por ciento de la población sí quiere esa asamblea y esa consulta?”, expresó el día de ayer Correa en declaraciones a la cadena SER.

“Eso demuestra el colapso de nuestra democracia y por eso es necesaria esa asamblea nacional constituyente”, insistió el mandatario.

A su ves indicó que “para poder sacar al país del bloqueo económico, político y social en el que nos ha hundido la `partidocracia`, se requiere esa Asamblea Nacional Constituyente que también está bloqueando la `partidocracia".

Finalmente el Jefe de Estado ecuatoriano dijo que “con la Constitución actual, con la ley de elecciones actual todo está en manos de la `partidocracia`, de estas mafias políticas que han gobernado el país en las últimas dos décadas, que han construido todo un entramado para perpetuarse en el poder, incluso si son derrotadas en las elecciones generales como pasó el 26 de noviembre, pero siguen controlando tribunales de justicia, electorales, constitucionales, fiscales, procuradores...”.

A su vez, sindicatos y centrales de trabajadores se acoplaron a la jornada nacional. ’’Exigimos a los diputados que devuelvan el pedido de consulta popular al Tribunal Supremo Electoral para que la organice de manera definitiva’’, expresó uno de sus representantes.

Los manifestantes también criticaban que el Congreso hubiese decidido el lunes elevarse el sueldo en mil dólares, tres semanas después de bajárselo y asegurar que sería un periodo legislativo austero.

La iniciativa llevada cabo por Correa provocó la reacción de la derecha. Son muchos los analistas que señalan que el fatal y controvertido accidente aéreo ocurrido recientemente, donde perdió la vida la ministra de Defensa, Guadalupe Larriva, es una advertencia al mandatario ecuatoriano por las políticas de cambio que pretende impulsar.

El sábado pasado, Correa denunció que los "dueños del poder en el Congreso tienen un deseo explícito" de derrocarlo.

Según el gobernante, dichas fuerzas están conspirando para impedir la consulta sobre una Asamblea Constituyente, la cual convocó para el 18 de marzo sin la aprobación del Congreso.

El pedido legítimo de una Asamblea Constituyente hecha por los manifestantes, y la posición negativa de la derecha conservadora abrieron un escenario de confrontación popular con la “partidocracia” reinante en Ecuador. Algunos movimientos sociales anunciaron que llegarán a la rebelión si es necesario.