Las vueltas
del Argentinazo

 

1º de Mayo

Hace falta una oposición política de clase

Editorial de Socialismo o Barbarie, periódico, 22/04/04

En nuestro periódico anterior definíamos que había comenzado la primer crisis política bajo el gobierno de Kirchner. Esto ha ocurrido por una combinación de circunstancias, que le abrieron al gobierno varios flancos a la vez: la crisis con el PJ y las FA alrededor del acto en la ESMA el 24/3 (ya Kirchner se autocritico del mismo), la crisis energética, el aumento de los precios, la crisis de seguridad con la marcha de Blumberg. Y, junto a ellos, el desarrollo de una serie de conflictos obreros, el mas importante de todos, el de subtes, frente al cual –en un momento de debilidad- el gobierno se apresuro a “conceder” el triunfó del mismo.

La apertura de esta crisis política ha desatado una discusión en los medios de la izquierda alrededor de sus consecuencias. Para organizaciones como el PC estaríamos frente a un “giro a la derecha” del gobierno, el régimen y la misma situación política. No estamos de acuerdo con esto. Obviamente tampoco con el análisis facilista de Nestor Pitrola de que “una marcha de 150.000 no puede ser de derecha” y que termino en la capitulación de la ANT en la marcha de Blumberg de este ultimo jueves.

En nuestra opinión, lo que se le ha abierto a este gobierno “centrista” es una crisis producto de la polarización entre sectores sociales, impactados por la continuidad de la crisis mas estructural del país y que luego de una larga primavera de 8 meses, ha vuelto a emerger.

¿Giro a la derecha o polarización social?

La marcha del 1ª de abril convocada por Blumberg reflejo la emergencia de una división entre las clases medias que venían sosteniendo al gobierno de Kirchner. Este apoyo al gobierno venia siendo “unánime” en el apogeo de la primavera kirchnerista. Aunque en los sectores mas altos de la clase media y la misma burguesía desde el principio existieron criticas a los gestos mas “progresistas” de Kirchner (recordar el discurso de Fidel Castro en las escalinatas de la Facultad de Derecho), lo que termino rebalsando el vaso fue la conmemoración “sectaria” de Kirchner en la ESMA, pero sobre todo el caso de Axel Blumberg y la cuestión de la seguridad.

Esto no quiere decir que toda la clase media haya girado a la derecha. Se trata de su sector mas alto y cogotudo, que no es exactamente el mismo que ve con buenos ojos la propuesta de transformar al ESMA en museo de la memoria, o que tiene preocupaciones “garantistas” en materia de seguridad.

Al mismo tiempo, tampoco se puede decir que entre los sectores de trabajadores la causa de Blumberg sea una “bandera nacional”. Mas bien los trabajadores en las ultimas semanas parecieron absorbidos por otra manifestación de la crisis de fondo económica y social y del plan del gobierno: el aumento masivo de los precios. O situaciones como la del ferrocarril Sarmiento, donde el desastre de las privatizadas y la falta de servicio llevo días atrás a la muerte de un joven trabajador que venia “colgado” de la puerta del vagón y murió al caerse de el.

En este marco, estuvo el conflicto de subte, el que a diferencia de los anteriores conflictos obreros, fue el primero que adquirió verdadera dimensión nacional bajo Kirchner y que amenazaba con profundizarse. No por nada el Ministerio de Trabajo dio marcha atrás con el acta que había firmado con la burocracia del sindicato (imponía 7 horas de trabajo obligatorias a los boleteros) para que el mismo estuviera levantando cuando terminara el feriado (fin de semana largo del 2 al 5 de abril).

En este marco, la crisis política aun no ha decantado de conjunto, aunque es un hecho que se ha abierto producto del desarrollo de elementos de polarización todavía mas sociales que explícitamente políticos.

ANT y coyuntura política

En las ultimas semanas se han vivido una serie de conflictos obreros de importancia. Si el mas importante fue –evidentemente- el de los subtes, no hay que dejar de destacar el durísimo de los petroleros de Santa Cruz, entre otros.

Pero esto no parece ser tenido en cuenta por las direcciones mayoritarias de la vanguardia independiente. Porque en la VI “Asamblea Nacional de Trabajadores” parece haberse ratificando la equivocada orientación que el Polo Obrero y el MIJD vienen imponiéndole a la vanguardia.

No solo porque que el reclamo de los planes se ha mantenido en el lugar central (lo que no quiere decir que neguemos que este sea un punto de la lucha), sino que a la vez se cometió el despropósito de convocar populista y demagógicamente a la marcha de Blumberg a tribunales, lo que solo puede tener por efecto el confundir a los sectores populares, cuando uno de los sectores de los trabajadores que mas han venido luchando (mas allá de todos los problemas de orientación que venimos señalando) aparece a la rastra del reaccionario programa de seguridad impuesto por Blumberg.

Para colmo, parte de este programa (sazonado con medidas mas “progresistas”) ha sido recientemente integrado por Kirchner a su programa integral de seguridad, que busca (entre otros objetivos) recobrar la legitimidad para las instituciones represivas. Medidas –en definitiva- en beneficio esencialmente de las clases medias altas y burguesas y no al servicio de nuestra clase, la clase trabajadora.

Por un 1ª de Mayo unitario, clasista y contra el gobierno

Por una oposición de clase a Kirchner

Es en estas condiciones que faltan muy pocos días para el 1° de Mayo. Este acto podría ser una oportunidad de cambiar esta orientación equivocada. En nuestra opinión, mas allá del debate estratégico que hay con varias de estas organizaciones, en la actual coyuntura es esencial la realización de un acto unitario, clasista en la Plaza de Mayo, claramente opositor al gobierno.

Porque de realizarse un importante acto, el mismo serviría para demostrar que así como amenaza el surgimiento de una suerte de “oposición social” por derecha al gobierno, desde la vanguardia obrera y de la izquierda existe una oposición pero con un signo de clase contrario: una oposición social y política de los trabajadores. En definitiva, una oposición política de clase.

En este marco, obviamente, no podemos dejar de plantear que en nuestra opinión el acto del 1° debería dar lugar de una manera expresa y jerarquizada a las nuevas luchas de trabajadores en curso: es el caso del cuerpo de delegados de subtes, como así también a las listas antiburocráticas o clasistas que se están organizando en los distintos gremios.

Un acto de unidad de clase que enarbole el programa que levanto la lucha de subtes, seria de enorme importancia: el programa de las 6 horas y el trabajo para todos. El programa del aumento general de salarios. El programa de la renacionalización bajo control de los trabajadores de las empresas privatizadas que nos han llevando a la aguda crisis energética que ya estamos viviendo. El programa de acabar con el hambre y la miseria en el país como única condición de resolver la crisis de la seguridad desde el punto de vista de nuestra clase. El programa de la disolución de la policía y los aparatos represivos. El programa de ninguna confianza en Kirchner ni ningún gobierno patronal. El programa del gobierno de los trabajadores.

A este primero de mayo unitario y de clase esta comprometido el MAS y el FTC nacional.

Ninguna confianza en Kirchner

6 horas de trabajo y renacionalización bajo control obrero de las privatizadas

Aumento general de salarios

No al plan de seguridad de Kirchner y Blumberg. Disolución de la policía

Ninguna confianza en Kirchner

No al pago de la deuda

Por un gobierno de los trabajadores

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