Las vueltas
del Argentinazo

 

En apoyo a los mineros

Hagamos un plenario obrero

Socialismo o Barbarie, suplemento especial, 23/07/04

La lucha de los mineros del Turbio expresa una necesidad de todos los trabajadores. De los ocupados y de los desocupados. En el país de la desocupación de masas, millones de compañeros están sin trabajo. Pero como contracara, los 8.000.000 que tienen trabajo se encuentran brutalmente superexplotados: trabajando 10, 12 y hasta 18 horas por día, flexibilizados, violando las normas de seguridad e higiene elementales y con salarios miserables. De ahí el altísimo nivel de “accidentes” de trabajo, que alcanza la friolera de 3 obreros muertos cada día.

Es por esto hay que hacer patrimonio de toda la clase trabajadora la campaña impulsada por el Cuerpo de Delegados del Subte por la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas y aumento salarial. Porque es la única forma de unir a la clase trabajadora ocupada y desocupada en una misma lucha. Porque no habrá trabajo para todos, salarios y condiciones dignas de trabajo, si no se termina con la flexibilización laboral y la esclavitud laboral.

Pero esta campaña se debe combinar ahora con la renovada lucha de los mineros. Porque en los últimos meses lo que se ha venido expresando es una mayor disposición de lucha entre sectores de los compañeros con trabajo. Junto con la ocupación de los subtes, estuvo la importantísima lucha de los estatales bonaerenses, que llegaron a poner en pie una coordinadora independiente de la burocracia. Parte de esto es el hecho de que en importantes sectores comienzan a surgir conducciones clasistas antiburocráticas, como ha sido el caso de docentes, ferroviarios y más recientemente en el Astillero Río Santiago. Todas estas experiencias pueden y deben ser parte de un agrupamiento, encuentro o tendencia clasista común.

En este camino, los compañeros mineros y los del subte, más el resto de los sectores clasistas, tenemos el desafío de preparar un Plenario Obrero para darle continuidad a la lucha por el reconocimiento de la directiva provisoria y los demás reclamos mineros. La oportunidad podría ser el 14 de agosto, cuando se cumplen dos meses de la tragedia. También para discutir un programa de acción común de los trabajadores ocupados y desocupados: reconocimiento de la directiva provisoria, control obrero efectivo de la mina, por la reducción de la jornada laboral a seis horas, por aumento general de salarios, por trabajo para todos, por la renacionalización bajo control obrero efectivo de todas las privatizadas,por el desprocesamiento de todos los luchadores, por un verdadero Congreso de Trabajadores Ocupados y Desocupados que se postule como alternativa de dirección para barrer definitivamente con los burócratas de la CGT y el CTA.

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