Las vueltas
del Argentinazo

 

Raúl Wanzo, ex secretario general de ATE Turbio, Lista Negra, y actual miembro de la comisión directiva provisoria de ATE Río Turbio:

“Tenemos que tener organizaciones de los trabajadores  y no de la burocracia sindical”

Socialismo o Barbarie, periódico, 23/07/04

La tragedia minera del 14 de junio conmovió a los trabajadores y los sectores populares en todo el país. Catorce vidas obreras se perdieron en el humo asfixiante que se adueñó de las galerías en la mina de carbón de Río Turbio, pero, como dijeron los mineros, ésta fue una tragedia anunciada. Los reclamos y las denuncias obreras fueron sistemáticamente desoídos a lo largo de los últimos años

Los trabajadores de la cuenca carbonífera comenzaron a dar una respuesta  a esta tragedia en la asamblea general del 25 de junio, en el cine municipal de Río Turbio; allí, los mineros echaron a la comisión directiva del sindicato y eligieron una comisión provisoria.

Una vez más los mineros dieron un ejemplo de lucha. Ya lo habían hecho cuando echaron al empresario Taselli en el 2002, evitando el cierre de la mina, y ahora, imponiendo democráticamente una nueva dirección sindical.

Este paso es muy importante, porque no hay posibilidad de que la muerte de los 14 compañeros se investigue, se esclarezca y se castigue a los responsables si no hay una dirección combativa que encabece los reclamos mineros.

A la vez, es necesario que los trabajadores que están en lucha en el resto del país tomen como referencia la experiencia de los mineros del carbón. Pero a su vez los mineros deben seguir desarrollando una campaña nacional para que esta comisión provisoria sea reconocida legalmente y se consoliden como una nueva dirección en ATE Río Turbio,  porque no hay posibilidad de avanzar si no rompemos el aislamiento que quiere imponernos el gobierno. De ahí la importancia de hacer todo lo posible para concretar un encuentro de trabajadores que proyecte la lucha de los mineros y refleje los distintos procesos que se están dando en la vanguardia obrera. Mineros del Turbio, subterráneos, docentes, Zanon, ferroviarios y otros sectores en lucha deben confluir para impulsar y apoyar la lucha minera y también crear un ámbito real que agrupe las distintas experiencias de lucha, un polo clasista y antiburocrático que sea punto de referencia para todos los trabajadores que salen a pelear contra la política del gobierno de Kirchner y sus aliados de la burocracia sindical.

Es en este marco en el que presentamos las palabras de Raúl Wanzo, dirigente minero y miembro de la Comisión Provisoria de ATE- Río Turbio. 

SoB: ¿Saben cómo se inicia el siniestro?

RW: Hay toda una serie de conjeturas pero en concreto no sabemos. No podemos decir nada porque nadie pudo entrar al lugar y determinar nada, no podemos decir fue tal cosa lo que produjo el incendio. Está cerrado, está cubierto por Gendarmería, no puede entrar nadie. Está en secreto de sumario bajo custodia del juez federal de esta zona. Pero sí podemos asegurar que fue un accidente anunciado, nosotros lo veíamos venir con años de anticipación; era cuestión de tiempo.

Por eso insistimos en que hay responsables políticos y gremiales, así como las responsabilidades concretas del concesionario privado, Taselli, y sus socios de Luz y Fuerza, y también las responsabilidades de la intervención y de la jefatura de la empresa desde la recuperación estatal de la misma.

SoB: Desde el gobierno cargan las tintas sobre Taselli

RW: Por supuesto que el concesionario es responsable de este accidente y del vaciamiento de la empresa; cuando se reestatiza no se producía nada, el 80% de la empresa estaba destruida desde el punto de vista productivo. Pero lo que no dicen es que durante todo este tiempo, los distintos gobiernos nacionales y el por entonces gobernador de Santa Cruz, Kirchner, miraron para otro lado. Te cuento un ejemplo brutal: a los compañeros que empezaron a trabajar en 1995 como contratados les pagaban 200 pesos de sueldo, y el resto era de acuerdo a la producción que sacaran. Laburar de esa manera en los frentes de la mina significa violar todas las normas de seguridad para que no se pare nunca el frente y poder sacar más sueldo. Esa mecánica es jodidísima. Te imaginás que te digan: “Ud. tiene que cumplir todas las medidas de seguridad”, y al mismo tiempo te obligan a violar a todas las normas porque si no, no comés. Es un mecanismo muy perverso, es la famosa flexibilización laboral. Y en esto la responsabilidad de Kirchner es enorme porque, siendo gobernador, puso a Cameron, el secretario de Energía actual, como integrante de la Comisión de Fiscalización y en vez de fiscalizar siempre le justificaron las cosas a Taselli. Por eso a la fiscalizadora le decíamos la justificadora.

SoB: ¿Desde cuándo están denunciando toda esta situación?

RW: Desde la Lista Negra estamos denunciando esto desde hace años. Llegamos a la directiva de la seccional en 1999-2000 con el eje: “Fuera Taselli, recuperar la empresa y recuperar el sindicato para los trabajadores”. A partir de ahí se empezó a plantear la necesidad de hacer denuncias ante la comisión fiscalizadora de la concesión como forma de echar a Taselli. Incluso, en el 2000 o a principios del 2001, la Subsecretaría de Trabajo paró la empresa prácticamente por un mes por problemas de seguridad, producto de las denuncias que hicimos. Después vinieron las luchas, las movilizaciones, lo que ya se conoce de la historia de Turbio, hasta que en el 2002 conseguimos que el Estado retome la empresa, pero la mina sigue como siempre.

SoB: La trágica muerte de los compañeros plantea en realidad las condiciones en que trabajan millones. ¿Cómo ves la situación de las condiciones de trabajo en el país?

RW: Son las mismas que vivimos nosotros. Se rigen por la lógica de la ganancia de las empresas capitalistas, que buscan disminuir los costos laborales para conseguir ganancias, por eso toda la legislación vigente apunta a eso, sin tomar en cuenta la vida del obrero.

Esto tiene que ver con la flexibilización laboral, que permite que haya una desocupación inmensa y a su vez esta desocupación ayuda a que haya más flexibilización. Lo que pasa es que éste es un Estado capitalista y atiende las ganancias de los capitalistas.

Volviendo a lo del accidente. Hay años de falta de política de seguridad, que es parte de un costo laboral. Política de seguridad significa pagar bien al personal, capacitarlo bien, no como esas capacitaciones que nos hacen a nosotros que antes de una hora de entrar al turno te pasan alguna diapositiva que muestra un tipo del año 40 poniéndose una mascarita en la boca para no tragar polvillo. Eso no es capacitación, esas son pavadas. Te muestran lo que dice la ley: “Ud. es responsable de su seguridad”. ¡Ah, claro! Pero si vos no me entrenás en forma cotidiana para saber qué hacer en determinado momento, si no tenés sistemas de emergencias, de alarmas, de señales que me digan por dónde me tengo que ir si pasa determinada cosa... Lo que pasa es que eso es mucho costo. Eso es guita, es tiempo. Es guita en gente que capacite, es guita en traer más equipamiento, es costo laboral.

La ley de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) es una ley muy podrida. Esa ley exime de responsabilidades a las patronales, la Superintendencia no controla. Si la ART le hincha mucho las pelotas a la empresa, la empresa ¿qué hace? Cambia de ART y contrata a otra. La otra viene y hace lo mismo. Van ganando tiempo. Y van cumpliendo con la ley. Si vos le vas a buscar la cuestión legal, siempre te cagan. “Hemos cumplido siempre con la ley”. Pero en los hechos, no pasa nada. Esta tragedia hubiera sido perfectamente evitable.

SoB: ¿Cómo es el proceso que termina en la elección de la provisoria?

RW: La bronca contra la burocracia venía desde que asumen en el sindicato. Fue una usurpación; ganaron con fraude, ganan trayendo a jubilados de Chile que hacía años que no trabajaban en la empresa. Por eso nosotros ganamos ampliamente la elección dentro de la empresa, con una altísima participación y con un alto porcentaje, en la mina propiamente dicha creo que ganamos con el 77% de los votos, en Talleres Centrales perdimos por un voto. En la mina nosotros ganamos por paliza. En la mesa de los contratados ganamos por el 80%. Al final, con fraude y todo apenas ganaron por 40 votos. Eso quiere decir que hay una cuestión de legitimidad de la Lista Negra en la mina y en la empresa.

Nosotros impugnamos todo ante la justicia. Pero la justicia está hecha para embromarnos, depende de quién tiene más palanca política a nivel nacional. Eso es así y la Verde está con el gobierno.

Pero la gota que rebalsó el vaso fue la utilización de los compañeros muertos, Heredia fue realmente asqueroso. Yo estuve ahí desde el primer momento porque estaba en ese turno, me tocó estar al lado de los compañeros. Yo entré junto con un supervisor de seguridad, fuimos a ver qué pasaba, y nos encontramos con otra gente, con mis propios compañeros, tuvimos que sacarlos de adentro de la mina y mandarlos al hospital. Esa fue una cosa que hice yo junto a otros compañeros, junto a jefes y supervisores de seguridad, yo salí en un momento porque estaba asfixiado. Antes de las 12 de la noche ya estaban los compañeros afuera. A la 1 ó 1 media de la mañana recién aparece Heredia con unas ínfulas, queriendo dar órdenes. Tiene esa actitud soberbia en forma permanente. Y después quiso hacer una utilización mediática de las cosas, como empezar a culpar a gente con nombre y apellido, de la supervisión de seguridad, cuando la verdad es que todavía no sabíamos qué era lo que pasaba. Nos cayó mal a nosotros y le caía mal a cualquiera la actitud de estos personajes.

SoB: ¿A qué te referís, en concreto?

RW: Vos no podés decir “la culpa es de Juan Pérez” y que hay que echar a todo el mundo de supervisión. Uno puede decir: hay responsabilidad política de toda la supervisión. Pero también hay que decir que muchos se jugaron la vida para hacer las tareas de rescate. Porque había que meterse dentro de la mina con 3000 partes de monóxido, cuando 300 son letales. Es decir, algunos compañeros, más allá de que no coincidíamos con algunos desde el punto de vista político y gremial, fueron gente que se jugó la vida y alguien desde ahí afuera, sin hacer nada, no puede decir que hay gente que no hizo nada. Sería ser muy soberbios y deshonestos hacia gente que se jugó, más allá de que uno no coincida con ellos. Heredia y los dirigentes de ATE utilizaron el tema de la muerte para seguir mostrando que están al lado del presidente y de paso tapar su responsabilidad política. Todo desde afuera, haciendo una utilización del dolor de la gente para figurar. A los verdes los echaron del hospital, no podían ir a ningún lado. En un velorio, a Heredia la familia del compañero lo echó de al lado del cajón.

SoB: ¿Cómo fue la asamblea?

RW: La semana anterior a la asamblea [25 de junio], Heredia dice: “bueno, me convocó el presidente, voy a explicar lo que pasó”, y se va. La asamblea la convocaron ellos con tres puntos: análisis de lo ocurrido, el tema de los culpables de lo que había pasado y medidas a tomar. Como eran medidas a tomar, era una asamblea resolutiva. La asamblea ya se preveía caliente, había mucha bronca por lo que te venía contando.

Apenas empieza la asamblea, el compañero Alcalá, un compañero muy querido, respetado y sobreviviente del accidente, hizo la moción de que tenían que renunciar. Como era una moción de orden, no habla nadie y se vota. Bueno, saltaron hasta el techo, habló Heredia, el del consejo provincial, el del consejo nacional, dos o tres más, un jubilado, todo bla-bla, y hasta dijeron que iban a ser respetuosos de lo que decida la asamblea, que iban a acatar lo que se resolviera. Finalmente se pasó a votación y perdieron. Los tipos se quedaron mudos, el golpe les pegó en la médula. Perdieron por lejos y la asamblea continuó. Luego se votó una comisión de 10 miembros para la directiva provisoria que incluía a algunos verdes, aunque en ese momento dijeron que estaban a disposición de la directiva renunciante. Después, pasó lo que hacen siempre los burócratas: fuimos al sindicato, se labró el acta, todo, y cuando hubo que hacerla firmar no la quisieron firmar ni la quisieron recibir, y dijeron que desconocían todo lo que había pasado en la asamblea.

Y esto nos lleva a una cuestión fundamental: los trabajadores tenemos que tener organizaciones de los trabajadores y no de la burocracia sindical. Estábamos viendo por televisión hace un rato el Congreso de la CGT, que es una losa burocrática que no se ocupa de estas cosas, que han sido cómplices durante años. Es más, hay varios sindicatos que integran la CGT que tienen ARTs propias, como Luz y Fuerza. Va a ser muy difícil desde ahí pelear en contra de todo esto, por la seguridad de los trabajadores. Por otro lado, la CTA es una central sindical más bien estatal, pero absolutamente cooptada por el gobierno y directamente partidaria del gobierno. Es imposible desde ahí hacer nada independiente y que vaya a defender los intereses de los trabajadores, porque siempre va a chocar contra el gobierno de turno, hoy va a ser con Kirchner, ayer fue la Alianza, mañana será otro.

SoB: ¿Cómo evaluás el viaje a Bs. As?

RW: El objetivo en primer lugar, era nacionalizar el conflicto. Desde ese punto de vista, ha sido un éxito haber estado en la Plaza con la cantidad de gente que hubo, fue muy importante. Puso otra vez en escena este tema, al punto de que muchos sectores, incluso el gobierno, están obligados a hablar de nuestras exigencias. Se inicia toda una discusión muy importante, y va a depender de nosotros y de todos los sectores que se siga manteniendo en alto esta bandera. Yo siento que nos han puesto como estandarte para pelear contra la flexibilización.

SoB: ¿Cómo ves la posibilidad de hacer un plenario en Buenos Aires?

RW: Lo veo muy importante, va a ser uno de los puntos que vamos a tratar en la Comisión y con todos los compañeros de la empresa. Es un tema que hay que empezar a discutirlo. Por ejemplo, está la convocatoria de los compañeros de subte por la campaña de la jornada laboral de 6 horas, que generaría millones de puestos de trabajo en forma inmediata, y a la vez tendrían que mejorar las condiciones de trabajo. Los compañeros tienen que entender desde allá la importancia política de ir armando un plenario acá en Buenos Aires, que sea punto de apoyo para proyectar nuestra problemática. Quedándonos aislados en Turbio esto se va a ir desgastando y como siempre pasa, más en lugares tan lejanos y aislados, se terminan olvidando.


La tradición minera de una comunidad

El homenaje popular a los compañeros caídos

Socialismo o Barbarie, periódico, 23/07/04

En la larga charla que mantuvimos con nuestro compañero Raúl Wanzo nos impresionó lo vivido por las ciudades de la cuenca minera en ocasión de los velorios de los compañeros. Fueron verdaderos homenajes obreros y  populares, como si se tratase de héroes caídos en combate. La fuerte tradición minera, su peso social y político, convierten a la cuenca en una auténtica comuna obrera.

SoB: ¿Como se vivieron los primeros días luego del accidente?

RW: La semana del accidente fue bastante trágica. Fue terrible, los familiares, los amigos, todos estaban a la expectativa de los que todavía no salían, no sabían si estaban muertos o no, era muy fuerte. También estaban los compañeros en el hospital, porque hubo casi cien compañeros intoxicados y con distintas afecciones.

Fueron diez días de velatorios, todos con guardia minera, y luego se marchaba hasta el cementerio con una multitud detrás hasta el ejercito mando la banda militar de la provincia, cada cortejo terminó con honores militares. Se movilizó todo el mundo en toda la cuenca: en Turbio, en 28 de noviembre, en Puerto Natale [Chile]

Es una cosa muy fuerte, no sé explicarlo. Todos se sintieron mineros: los abuelos, los nenes, una cosa de pena terrible y respeto, de orgullo minero, no sé como decirlo. Por ejemplo: cuando llevamos al “Gallo” Hernández a Puerto Natale, donde la gente es muy tradicionalista, primero llevamos al compañero a la capilla del barrio y después al centro de Natale, al centro minero. Ahí estuvimos como una hora, había gente en la calle porque adentro ya no entraba más gente, y me piden que hable. Como estaba Guajardo [un artista de Turbio, hijo de un minero que murió en un accidente en 1968], se me ocurre decir si no podía cantar la canción del minero. Hablamos con algunos de los familiares y nos dijeron que les parecía bien, y como el lugar era muy chico, lo dejamos para más adelante. Siguió el cortejo y fuimos a la iglesia mayor, una iglesia muy antigua y grande, donde entran mil, mil y pico de personas. Ahí se inicia la ceremonia con la guardia minera dentro de la iglesia. El coro canta las canciones religiosas y después al “Guaja” lo hacen subir a una tarima y hace un recitado previo a la canción. Cuando se mandó ese recitado lo hizo a capella, empezaron a llorar hasta los santos, una cosa muy, muy emotiva. Y después cantó, con la guitarra y todo, la canción completa. Fue impresionante. Fue tal la emoción que cuando termina de cantar, un compañero grita: "Compañero Víctor Hernández" y yo lo sigo con "¡Presente!". No era el lugar, la iglesia no es para hacer eso, pero todos empezaron a cantar "Aquí están, estos son, los mineros de carbón". En medio de esa emoción los compañeros levantan el cajón y lo sacan, aunque faltaba terminar la misa. El cura quedó azorado porque todos fuimos saliendo aplaudiendo al Gallo dentro de la iglesia. Todos, todos muy emocionados. Esto también pasó con el "Sapo" Méndez, pero lamentablemente con muy poca gente, porque los curas cambiaron los horarios del entierro a las 2 de la madrugada así que muchísima gente ni se enteró del cambio.


Charla con los despedidos

Río Turbio en Firestone

Socialismo o Barbarie, periódico, 23/07/04

El jueves 15 de julio acompañamos a Diego Ibarra, minero de Río Turbio, a visitar la carpa de despedidos de Firestone. Se hizo una charla improvisada en el salón del sindicato, con cuarenta compañeros despedidos.

Diego llevó la solidaridad de los mineros y contó a los presentes la experiencia de su lucha. En algunos compañeros despedidos, llamó la atención el relato de Diego sobre la burocracia sindical, la denuncia que hizo sobre Depetris, De Gennaro y la CTA.

Otros, después de ocho meses de conflicto, donde el sindicato sigue agotando todas las instancias legales habidas y por haber sin realizar ni una asamblea general ni organizar el paro, evitando por todos los medios confrontar con el gobierno de Kirchner, opinaron que se iban cayendo las caretas.

Un representante del sindicato dijo: "no tenemos que confrontar con el compañero de Turbio, él viene a contar su experiencia, que es distinta a la nuestra. Si nosotros hubiésemos pasado por lo mismo que ellos ni estaríamos en la CTA. A la burocracia sindical hay que echarla a patadas".

Diego se comprometió a llevar a Río Turbio el conflicto de Firestone. Los compañeros se comprometieron a realizar en la puerta de la fábrica una colecta en apoyo a los mineros.

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