Las vueltas
del Argentinazo

 

¿Se acabó la soja con champán?

Por Foro de Ecología Política
Alternativa Verde, 05/10/04

Monsanto pisa fuerte (crónica de un saqueo anunciado)

Las últimas semanas han finalmente confirmado con toda crudeza, aquello que durante tantos años han venido denunciando los movimientos ecologistas (esos \'fundamentalistas antitecnológicos\' y \'nostálgicos premodernos\'), campesinos (esa \'manga de atrasados e ineficientes\'), y ciudadanos independientes de todo el mundo y también de la Argentina (esos \'pobres ignorantes manipulados por la propaganda de los verdosos\'): la agricultura transgénica es una trampa tendida por la firma Monsanto y sus secuaces multinacionales y locales, para controlar y apropiarse de la renta del suelo que pertenece a los pueblos. El 'minué' de solicitadas y declaraciones de tono destemplado por parte de la propia firma, del 'combativo' secretario de agricultura Miguel Campos, de 'sorprendidas' entidades de productores, y de lobbistas de variados pelajes, pretendió impresionar, vanamente, como aprestos de batalla, cuando no se trata de otra cosa que de la misma danza nupcial que precede las carnales relaciones que siempre los unieron.

La crónica anunciada de este coloniaje iniciado hace una década, muestra una secuencia en varios tiempos:

(1) El tiempo de la 'seducción', la inducción masiva a la soja RR (resistente al herbicida glifosato de la firma Monsanto): la sojización del agro argentino, permitiendo y estimulando la disponibilidad gratuita o muy subsidiada de la semilla (de precio muy inferior al cobrado a los farmers norteamericanos), a través de la 'bolsa blanca', es decir, la semilla de soja RR comercializada 'ilegalmente', sin marca. Este factor, junto a un precio internacional excepcional de la soja, por un lado expandió el cultivo (barriendo con otros cultivos, con tambos y con bosques; y también barriendo con pequeños propietarios y campesinos), y por otro lado, instalando de manera irreversible la soja transgénica RR (más del 95% de la soja es RR).

(2) Llegado a este punto de universalización e irreversibilidad, o sea, cuando todo el campo argentino (y con él, buena parte de los ingresos del estado) está de pies y manos atado a la soja RR, Monsanto anuncia, primero, que se retira del negocio sojero en la Argentina porque no puede cobrar las regalías por 'su' semilla. Seguidamente, en cambio, lanza 'su' nueva variedad de maíz, también RR, cuya liberación al mercado es prestamente autorizada por el gobierno.

(3) Casi simultáneamente, el secretario de agricultura envía al congreso un proyecto de ley de 'regalías globales'. Este 'Fondo de Compensación Tecnológica' consistiría en una alícuota (entre el 0,35 a 0,95 por ciento del precio de venta) que los agricultores pagarían a acopiadores y exportadores al realizar la venta, y que estos transferirían a un fondo administrado por el estado; este fondo, estimado en más de 100 millones de dólares al año, iría a parar a los bolsillos de las empresas semilleras en concepto de pago por su 'propiedad intelectual' por las semillas RR. Como se ve, se trata de un cobro o retención compulsiva que se haría a los agricultores, para pagarle directamente a Monsanto. Los agricultores sólo podrían acceder al reintegro de esa retención forzosa, después de 'probar su inocencia', mediante la exhibición de la boleta de compra oficial, que demostraría que la semilla por ellos utilizada no ha sido 'robada', sino 'legalmente' adquirida a las firmas semilleras. Por este medio, Monsanto se asegura una regalía de entre 0,35 y 0,95% del precio sobre la totalidad de la soja producida en el país. Como puede apreciarse, el proyecto es tan bochornoso, que muchos en el congreso, aún en el propio bloque oficialista, lo rechazan, o temen quedar salpicados: cual gigantesco bolo fecal, la propuesta queda atascada en las entrañas legislativas (algo semejante viene sucediendo desde hace tres años con el acuerdo nuclear con Australia, cuya inconstitucionalidad resulta imposible de disfrazar).

(4) Llegado a este 'dramático momento', Monsanto decide aplicar un poderoso purgante: anuncia que embargará todos los cargamentos de soja argentina en todos los países del mundo en que tiene registrada la patente del gen RR; de esa manera, espera cobrarse en el exterior 'su' propiedad intelectual sobre la soja argentina. Porque a estas alturas, recordemos, no hay ni habrá por un largo tiempo en el país, otra soja que no contenga el gen RR de Monsanto.

(5) Ante este nuevo paso del minué, producido en estos últimos días, tanto el secretario de Agricultura, Miguel Campos, como las sociedades y organizaciones rurales que durante años disfrutaron el festín de la 'soja con champán', amagan una repentina dureza de cartón: que no, que de ninguna manera, que qué se han creído... Pero Monsanto no se deja impresionar por los gritos de tero, porque sabe bien donde han puesto los huevos... y bien aferrados se los tienen. Después de una reunión con las autoridades, se acuerda que el 'Fondo de compensación tecnológica' saldrá 'sí o sí' antes de fin de año, sea a través de una ley del congreso, o por resolución directa del Ministerio.

(6) ¿Estamos perdidos, sin opciones? No, por supuesto: quien no quiera pagar regalías a Monsanto, simplemente puede dejar de plantar soja, y tiene a su disposición el amplio panorama del Maíz... RR; o quién sabe, pronto dispondremos de más y más cultivares transgénicos para optar y rotar. ¡Esto sí que es verdadera libertad!... de mercado; y si asoman voces disidentes, siempre habrá glifosato disponible para rociar a discreción.

(7) Última: Es preciso rescatar el carácter didáctico del caso Monsanto y la secuencia aquí narrada, que ilustra como pocas en qué consiste y cuál es la lógica de rapiña detrás del 'libre comercio' y de organizaciones tales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial, el FMI, y de acuerdos como el ALCA, Mercosur- U.E. y otros similares; y por qué esa terca unanimidad de los pueblos del mundo en su repudio a tales entidades y procedimientos.

(8) Posdata: según fuentes dignas de toda confianza, el Presidente Bush estaría tratando de que el congreso de su país vote fondos adicionales para que Monsanto y otras compañías procuren aislar y neutralizar el gen de la resistencia popular global. Sucede que cada vez que creen haberlo logrado, la resistencia vuelve; muta y vuelve, renovada y fortalecida como supermaleza.

Volver