Las vueltas
del Argentinazo

 

Reportaje a Andrés Fonte, del Cuerpo de Delegados del Subte (metro)

El triunfo de los trabajadores

Socialismo o Barbarie, periódico, 17/02/05

SoB: Empezá contándonos un poco el desarrollo del conflicto.

Fonte: Nosotros veníamos desde el año pasado dialogando con la empresa hasta llegar a la instancia del Ministerio de Trabajo. El 22 de diciembre tuvimos un pequeño triunfo, que fue arrebatarle una suma fija de $ 450 en la categoría y 400 a otras y 350 a boleteros, y los $ 100 que primero los conseguimos nosotros y después Kirchner salió con el decreto. Además, el compromiso de la empresa y del gobierno de sumarle $ 50 más al básico a partir del 18 de enero, que era cuando se abrían nuevamente las paritarias. A partir de ahí hubo reuniones el 18 de enero, el 24 y el 26; entre las primeras propuestas no estaban los $ 50 y nosotros veníamos realizando asambleas de base llevando la situación a los compañeros. Ya de entrada los compañeros nos decían: “terminemos con esto vayamos al paro”. Fue una decisión bastante brava, por ejemplo, decirle a los compañeros que íbamos a hacer paros escalonados, porque nosotros, entre paréntesis, confiábamos que iba a salir alguna propuesta razonable por parte de la empresa.

Primero empezamos con paros de dos horas, después avanzamos con paros de tres horas, hasta que llegamos a los paros de cuatro y cinco horas. Los días 7 y 8 hicimos paros de cuatro y cinco horas y a partir de los paros de cinco horas la gente decidió quedarse. Quiero destacar que, a partir de que iba creciendo el conflicto, empezamos a tener la solidaridad, yo diría, de toda la sociedad. Desde todos los partidos políticos, los desocupados, los ferroviarios, Zanón, gente del Garrahan, del Italiano, del Francés. Gente de todo los estamentos de la sociedad, y creo que eso fue muy importante, porque fue un conflicto de la clase, y como tal lo tomó la gente. A medida que avanzaba el conflicto, después que paramos 24 horas, la fuerza fue superior a los paros anteriores, con las 6 horas de boleteros, teniendo la mitad de la gente de vacaciones, habiendo más gente en las distintas cabeceras, en fin, el conflicto estaba muy fuerte.

Los compañeros han desarrollado una conciencia muy importante, y también las organizaciones porque, por ejemplo, los volantes que hacíamos nosotros, yo te diría que antes eran firmados por las organizaciones y este año respetaron las decisiones del cuerpo de delegados, que hacía asambleas abiertas, donde podía participar cualquiera, y ahí se decidía, por ejemplo, el tenor del volante firmado por los trabajadores del subte, pero hecho por las organizaciones, por eso me parece una toma de conciencia y de unidad importante.

La respuesta del gobierno, de la burocracia y de los empresarios ha sido tocar del porcentaje que ganamos nosotros de un 19% más los $ 100 más el 1% de antigüedad, basado en una categoría muy alta como la de conductor, lo que da alrededor de $ 20 por año. Esto nos da a nosotros alrededor de un 44% de promedio, porque los únicos que no perciben antigüedad son los boleteros que ingresaron últimamente, que son 500 compañeros. Y aquí creo que allí está la llave de este problema, que la gente vio que si ganábamos nosotros ganábamos todos. Por eso nosotros notábamos que la gente de afuera miraba hacia adentro y veía que estábamos muy fuertes. Ahí nosotros vimos cómo se abroquelaron los empresarios atrás de Roggio, el gobierno, el ministerio, la burocracia, por supuesto, para tratar de poder destruirnos y no pudieron.

A partir de este triunfo yo creo que se abre un abanico impresionante de posibilidades que va desde el reclamo de todos los trabajadores basado en el mismo reclamo de nosotros, de llegar a un piso mínimo de la canasta familiar, de la verdadera, que anda por los $1.800, no la que dibujan, que anda alrededor de $730, con números terribles, poniendo 270 gramos de queso por mes para una familia de cuatro personas, sin poner los servicios de luz, de agua, teléfono, gas ni alquiler. O sea, es una canasta familiar basada en un tipo que vive en un caño. Nosotros aspiramos a algo más, aspiramos a una canasta familiar básica que es como la que da el INDEC de $ 1800, y a partir de ahí tener una mejor vida, apuntamos a eso, creo que desde el subte, desde las 6 horas, la gente tomó una conciencia del reclamo por tener una mejor condición de vida.

SoB: ¿Las asambleas eran por línea?

Fonte: Sí, todas las asambleas que siempre hacemos son por línea; es muy difícil hacer asamblea general. Lo que nosotros logramos ahora fue imponer en cada sector dos o tres compañeros, que nosotros les decimos paritarios, que los llevamos a una reunión casi general, para que haya representación de todos los sectores, con mandato, y donde se votaban todas las decisiones. Después de cada paro de dos horas al mediodía nos juntábamos y a la noche también; en cada paro fraccionado pasó lo mismo, y con el paro de 24 horas también. Me pareció notable hacer las asambleas con todas las organizaciones, ya que eso ayudó muchísimo, porque nosotros le pedíamos a las distintas organizaciones que vieran cómo estaba nuestro conflicto, desde su óptica, eso nos ayudó a nosotros y ayudó a la gente de afuera a ver que no era un conflicto cerrado, que era el conflicto de los trabajadores de todo el país.

Y después una cosa muy impresionante: me parece que hubo un “clic”. Creo que hubo tres partes, una primera parte que es cuando nos aíslan y nos pegan todos los medios, diciendo que somos los culpables de todo lo que está pasando. Te tiran la gente en contra, pero cuando uno maneja números que tenemos nosotros y también aportados por todas las organizaciones para decirles lo que ganaban los gerentes, por ejemplo, como lo hicimos en una conferencia de prensa, es ahí donde me parece que empezamos a volcar a la opinión pública a favor.

Después de eso, fue lo de Palacios que salió a decir que el conflicto estaba levantado. La reacción de todos los compañeros, en Constitución, por ejemplo, fue tremenda. En tres distintos lugares estaban comiendo, los conductores y los guardas por un lado, los boleteros estaban en señales comiendo y los compañeros de talleres haciendo comida en el taller: la reacción fue de rechazo total, nos habían traicionado nuevamente. Yo vi muy fortalecida a la gente en ese momento y otra vez quedó en evidencia la burocracia, tratando de levantar el paro ellos, el jueves de madrugada, entre gallos y medianoche. El paro se levantó realmente a las 19.30 del jueves, porque la base lo decidió, eso es fundamental, porque eso hacia afuera lo tiene que tomar como ejemplo todo el mundo, el de llevar todo a las asambleas de base hace que el ida y vuelta con los delegados fortalezca a la gente, fortalezca a los delegados y se pueda sacar hacia afuera el conflicto con la base muy  fortalecida, con una claridad de conceptos importantísima.

SoB: ¿Qué plazos tienen para volver a discutir?

Fonte:  En realidad hay una vigencia que es de un año, a partir del 1 de enero, pero no habla de paz social, eso es un punto a favor, es más, hay una cláusula que dice que si hay desfasaje económico está abierta la discusión, ese punto me parece que es muy importante.

SoB: En telefónicos hay una cláusula de paz social.

Fonte: De un año y medio. Nosotros no la tenemos y es muy importante; es más, la empresa sabe que en julio se termina el convenio colectivo, ahí vamos hablar del escalafón, vamos a ir a un conflicto, ellos lo saben y si no lo saben lo presienten. Vamos muy bien posicionados, y me parece que este conflicto, aparte de abrir el panorama por el reclamo salarial, abre un camino nuevo mucho más fortalecido que el tema de las 6 horas, porque nosotros tenemos establecido que nosotros salimos a pelear a la ofensiva, a pesar de tener las 6 horas, a pesar de haber conseguido una buena recomposición, fuimos a la ofensiva, es la primera vez que nosotros vamos a la ofensiva y con un buen resultado y yo creo que es muy favorable para la clase. Creo que fue un triunfo realmente de la clase, uno de los triunfos de la clase de los últimos treinta años, para poner las bases hacia otros conflictos.

SoB: ¿Cómo ves el frente del gobierno, la burocracia y los empresarios para enfrentar la lucha salarial?.

Fonte: Digamos que abrieron un escape, el gobierno fogoneó los reclamos y ahora no sabe cómo tapar ese escape. Fue la manera de poner un piso que van a ser los $ 100 y un tope que seguramente van a ser los mismos $ 100. Hablan de la productividad, pero sabemos que va a ser muy difícil de comprobar y más manejado por la burocracia. Por eso creo que los compañeros de todos los sectores tienen que salir a jugar en unidad, la idea nuestra es salir hacia todos los lugares que podamos transmitir nuestra experiencia, saber que se puede con la lucha, se puede romper ese cerco que está ejerciendo el gobierno, el ministerio, la burocracia y los empresarios. De la misma manera que nosotros recibimos adhesiones de todos lados, ellos reciben adhesiones también, Roggio recibía adhesiones de Techint, de Pérez Companc, para que nos maten, literalmente. Entonces me parece que esta vez triunfaron los que menos tienen, y ahí hay una discusión que nosotros tenemos que dar. A toda la gente que va a luchar por salarios hay que ponerles en la discusión el tema de los desocupados, es resignar uno o dos puntos de esa masa salarial anual y reservarlos para puestos de trabajo, me parece que eso es factible, eso se puede hacer, más en las privatizadas.

SoB: ¿Cómo pueden darle un envión al tema de las 6 horas?

Fonte: Comprometer a las centrales sindicales, como la CTA, que vino a dar el apoyo, no sólo por un escrito, sino viniendo a la cabecera alguno de los representantes de ellos. Eso me parece importante, no es que vienen porque quieren, vienen porque los obliga la base a venir a apoyar, del mismo modo que salió Moyano a apoyarnos, teniendo de ladero a Palacios en la CGT, sin embargo él tuvo que salir a apoyar el reclamo nuestro.

SoB: En los sectores de vanguardia se viene discutiendo el tema de la recomposición de los trabajadores. Este triunfo, evidentemente, además del problema salarial, abre, como decís vos, la posibilidad de dar unos pasos en la tarea de recomponer al movimiento de los trabajadores. Ustedes, que están en el centro de la vanguardia, ¿cómo se ubican frente al problema?

Fonte: Nosotros venimos luchando hace un tiempo, de hecho hay una ayuda solidaria entre todos. Esa vanguardia que vos decís, que puede estar en ferroviarios, el subte, Zanón, telefónicos, la gente de docentes, algunas más que me olvido, hay una vanguardia que siempre está con su apoyo solidario. Hay que ir a lo concreto, a nosotros, por ejemplo, nos hubiera gustado que otros sectores hubieran parado junto a nosotros, pero evidentemente no estamos todavía para eso, tenemos que ir a nuestras bases para decir que se puede hacer eso, que si un compañero está luchando en determinado lugar, se puede ir con la ayuda solidaria concreta, de un paro, de una acción, para ayudar a unir a la clase.

SoB: ¿Cómo ves el rol de las organizaciones de izquierda y populares en relación a este proceso de recomposición?

Fonte: En Constitución, por ejemplo, las organizaciones fueron fundamentales, nosotros sabíamos que los primeros días iban a ser muy duros porque iban a tratar de echarnos la gente en contra. Entonces las organizaciones jugaron un rol principal porque taponaron las bocas y llevaron volantes explicativos hacia el usuario, fue muy importante y muy concreto ese apoyo. Ya te digo, me parece que esta vez se dio una unidad que pocas veces se ve. Nosotros hicimos asambleas abiertas, inmediatamente se formó un comité de adhesión, que organizó en qué lugares tenía que estar, el fondo de huelga, organizar las conferencias de prensa, etc. Ese grupo de adhesión, formado por todas las organizaciones políticas, de ocupados, de desocupados, fue muy importante apoyando el conflicto del subte. Porque vieron que era el conflicto bisagra para todos los demás, tanto de reclamo salarial como de unidad de la clase.


Opina Andrea, boletera del subte

La gente está muy unida

SoB: ¿Qué conclusiones sacastes del conflicto de la semana pasada en el subte?

Andrea: El balance que hicimos es muy positivo, la gente estaba muy unida, el cuerpo de delegados se fortaleció, hubo un gran acatamiento del paro y de permanencia en el lugar.

SoB: ¿Cómo se organizaban?

Andrea: Cuando eran los paros cortos íbamos a reunirnos en el Bauen, a partir del paro de 24 horas estábamos en asamblea permanente en nuestro lugar de trabajo, los delegados nos informaban de las novedades y allí resolvíamos qué hacer.

SoB: ¿Qué efecto causó la campaña que hicieron el gobierno y la patronal para enfrentar a los trabajadores?

Andrea: Al menos en mi línea no afectó en nada, ya que los compañeros estaban muy firmes.

SoB: ¿Cómo ves la pelea de ustedes y cómo lo ves con el resto de los trabajadores?

Andrea: Creo que lo nuestro se enmarca dentro de todas las peleas salariales, pero marca una diferencia, porque fue una pelea por equiparar los sueldos con la canasta familiar, además ahora la gente cuando pasa por las boleterías te felicita, es como que da ánimos, que sí se puede.

SoB: ¿Creés que este triunfo va a servir para avanzar en la relación con otros sectores de los trabajadores?

Andrea: Creo que sí, que se le puede ganar al gobierno, a la patronal y a la burocracia.

SoB: El gobierno intentó darle rédito a Palacios, ¿cómo lo vieron ustedes?

Andrea: Cuando la UTA vino a la madrugada con la propuesta, si bien era una buena oferta, se lo tomó con mucha desconfianza, ya que no se había hablado con el cuerpo de delegados. Aparte lo que le molestó a la gente es que hayan firmado el acta sin consultar a nadie.

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