Argentina

 

La Plaza es del pueblo trabajador

¡Pasamos!

Editorial de Socialismo o Barbarie, periódico, 24/09/05

El viernes 16 el gobierno K tuvo que abrir la Plaza de Mayo. Una muy entusiasta movilización de 35.000 asistentes recorrió la Avenida de Mayo y entró sin problemas. La excusa del ministro Fernández: salir por la tangente con el argumento que como ese mismo día “se conmemoraba la Noche de los lápices”, la Plaza no podía permanecer cerrada.

Esto es una redonda mentira: el gobierno se vio forzado a abrirla producto del carácter masivo y multisectorial de la movilización. Es decir, no pudo mantener su posición ante la confluencia y unidad de clase de delegaciones de las principales luchas obreras en curso, la masiva participación estudiantil, las nutridas columnas del movimiento de trabajadores desocupados y la izquierda. No fue casual que una de las consignas más cantadas haya sido la de “unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”.

La pelea sigue abierta

Sin embargo, no se puede hacer de este hecho un balance triunfalista. Seguimos en una pelea abierta, donde habrá marchas y contramarchas y donde K intentará seguir adelante con su política de pisotear los derechos a la protesta social: es decir, a la huelga y movilización. Sobre todo cuando se trate de sectores independientes de las burocracias de la CGT y el CTA (en el caso de los ocupados) y del movimiento “piquetero”. Ahí está el ejemplo de los compañeros telefónicos (a pesar de su vínculos con Moyano y De Gennaro), apaleados días atrás cuando pretendían realizar una asamblea en las inmediaciones de Plaza de Mayo.

Porque está claro que luego de las elecciones se viene una nueva ronda de ataques contra los trabajadores y demás sectores populares. Esto lo reflejaba muy bien La Nación el domingo pasado: “Kirchner ansía lograr una victoria contundente que solidifique su legitimidad y le dé más poder (...). A cinco semanas de las elecciones (...) ya están definidas las claves de la economía para el día después: mantener el dólar y el superávit fiscal en niveles altos, acelerar la renegociación de los contratos de los servicios públicos privatizados y seguir muy de cerca el sinuoso ritmo de la inflación” (18/09/05).

Con todas las letras, esto significará nuevos ajustes luego de las elecciones. Porque sostener en niveles altísimos el superávit fiscal –para seguir pagando la deuda, bajo el verso del “desendeudamiento” con el FMI– significa intentar mantener planchado el salario de los trabajadores estatales. Porque esto también es necesario para sostener un dólar alto para sus amigos empresarios exportadores, al tiempo que en la industria privada –a pesar de los aumentos conseguidos en algunos sectores de importancia como el SMATA-, de conjunto, se busca conservar el techo salarial. Porque la famosa “renegociación” de los contratos con las privatizadas no significa otra cosa que el hecho de que se viene una tanda de aumentos sustanciales de las tarifas. Porque “seguir de cerca el sinuoso ritmo de la inflación” redunda en lo mismo que venimos señalando: acuerdos con sus amigos de la CGT y el CTA para que no haya una recuperación de conjunto del salario.

Nuevo verso K

El gobierno vive en campaña. Subido a las encuestas que lo dan triunfador en octubre (aunque no está claro por cuánto margen) y a una coyuntura económica que sigue exhibiendo cierta recuperación de las variables “macroeconómicas” (lo que contrasta con la percepción de catástrofe extrema de tres años atrás), K ha salido a agitar que estaría asegurado un horizonte de crecimiento por “20 años”. Esto no resiste el menor análisis: es puro verso K “para la gilada”. Porque ninguno de los problemas estructurales de la economía argentina y su inserción desfavorable en el mercado internacional han sido resueltos.

Hasta ahora, se sigue viviendo de la devaluación y sus consecuencias: un dólar alto para la exportación; el retraso salarial, que facilita las ganancias empresarias, y el superávit del Estado. Esto, sin menoscabo de que hay sectores de trabajadores que con la lucha han obtenido triunfos importantes. Pero en el conjunto, desde el punto de vista de la escala salarial en su totalidad (y ni hablar de los desocupados), el retraso perdura.

Aun así, sectores de la propia patronal, beneficiados por el actual esquema económico, vienen insistiendo en que “no se ve un plan de largo plazo para la economía” que sirva para estimular las inversiones. Llegan a decir que “no hay”  un verdadero plan económico.

Más allá de la puja de sectores capitalistas que hay detrás de estas declaraciones, hasta cierto punto son ciertas (incluso en el propio terreno capitalista) si de lo que se trata es de un plan que vaya más allá de lo que hay hoy: el mero intento de dar continuidad y naturalizar las condiciones de miseria estructural y sobreexplotación que vienen desde la década del 90, adornadas con frases rimbombantes contra el FMI.

Decíamos que luego de las elecciones se vienen nuevas medidas de “ajuste”, imprescindibles para mantener el esquema actual. Por esto también la dureza que exhibe el gobierno frente a las luchas reivindicativas. Porque son hoy las que le “escupen el asado” de la actual “prosperidad” y ponen en jaque el ajuste permanente.

Todo el apoyo a los compañeros de Crónica

Esto mismo es lo que plantea el problema de cómo seguir la pelea a partir del éxito de la marcha del 16. También luego de las elecciones del 23/10, donde es previsible una ofensiva redoblada de parte del gobierno.

Sigue siendo muy importante la ola de conflictos de trabajadores ocupados. El pasado mes de junio fue el de mayor índice de huelgas en 13 años, según un estudio de la consultora de Rosendo Fraga. Se podría decir que la manera en que los conflictos continúan cruzando la campaña electoral muestra que las elecciones no logran actuar como desvío en el sentido de “planchar” la coyuntura.

Al mismo tiempo, es previsible que permanezca abierto el proceso en las universidades  (que tiene un carácter nacional), lo mismo que el tire y afloje con los movimientos “piqueteros”, en la medida que K no ha retrocedido un centímetro en su redonda negativa satisfacer los reclamos provenientes de este sector.

Se trata entonces de redoblar el apoyo a las luchas obreras en curso. Sigue presente la pelea de los compañeros del Garrahan. Pero no hay que perder de vista que se están sumando otras, y que hay que buscar la forma de coordinarlas entre sí. Sobre todo, en los últimos días, algunas que pueden adquirir gran importancia, como es la de los compañeros del diario Crónica.

Pasado cuatro años de la última pelea de importancia (2001), los trabajadores de Crónica se han vuelto a poner de pie ante las crecientes amenazas de despidos y eventual cierre-traspaso de la empresa. Días atrás la patronal debió retroceder en su intento de decenas de despidos. Pero la amenaza sigue latente.

Ante esto, los compañeros mostraron la fuerza que pueden sumar. El martes 20 y apoyándose en el criterio de unidad de clase de los trabajadores, se realizó una importantísima movilización con la participación de más de 100 compañeros del diario, acompañados por 2000 compañeros de delegaciones del FTC, el MAS, la CCC, el MTL y la lista Naranja Gráfica, a la que se debió sumar una delegación de la UTPBA. Tanto la patronal como los distintos gremios seguramente tomaron nota de la fuerza que puede exhibir la interna y los compañeros trabajadores no sólo dentro del diario, sino afuera.

Su bandera: ni cierre ni despidos en el diario Crónica. A los trabajadores no les interesa ningún “bando” patronal, sino la defensa de la fuente de trabajo, su salario y actuales condiciones laborales. Y ante la peor eventualidad: que el diario sea estatizado bajo control de los trabajadores.

Coordinar las luchas en curso, rodearlas de apoyo, apoyarse en la unidad de clase, sostener el criterio de pliego único de reivindicaciones, al tiempo que se va hasta el final en la pelea por el incondicional derecho a la protesta son las tareas inmediatas, mientras se va definiendo una continuidad más de conjunto luego de la jornada del 16.

Sábado 15/10, en Callao y Corrientes.

Vení al acto del frente MAS-PTS

En los próximos días hay una segunda exigencia combinada con el apoyo a las luchas: redoblar la actividad para hacer conocer la unidad y los candidatos del único frente de la izquierda consecuente: el frente MAS-PTS, sobre todo entre la amplia vanguardia obrera y luchadora.

Esto no algo ya “ganado”. Porque no se trata solo de la (desigual) pelea contra las opciones del sistema y los mecanismos antidemocráticos del régimen, sino también ante opciones de “izquierda” inconsecuentes como es el caso del “Encuentro Amplio” del PC y el MST-UNITE o auto-proclamatorias como las del PO.

En estas condiciones, hemos acordado la realización de un importante acto nacional para el día sábado 15 de octubre. Un acto que pretendemos refleje a parte importante de la actual vanguardia obrera y juvenil

Esta tarea para nada va desligada de la participación en las luchas. Porque el terreno electoral, es otro punto de apoyo al cual hay que llevar (hacia franjas más amplias) las peleas y reivindicaciones cotidianas en las que esta involucrada la vanguardia luchadora.

Con todo al acto

Por esta razón, comenzamos desde ya con la invitación al acto. A los compañeros de las principales luchas en curso. A los compañeros simpatizantes y amigos de los distintos barrios obreros. A los jóvenes y estudiantes. A los compañeros del FTC que tengan interés en venir a un acto político. Viendo como organizarnos para asistir todos juntos: mediante choriceadas o lo que sea. Y poniendo a disposición una serie de micros para facilitar la asistencia, sobre todo desde el gran Buenos Aires.

Manos a la obra.

Redoblemos la campaña del frente MAS-PTS

Garanticemos una gran asistencia al acto.

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