Arde Bolivia

 

Indígenas y sindicalistas se unieron contra Mesa

Recrudecen las protestas y bloqueos

Por Pilar Conci
Enviada especial, diario La Nación, Buenos Aires, 10/03/05

La Paz.– Bolivia seguía ayer sumida en la incertidumbre, un día después de que un pacto político le permitió al presidente Carlos Mesa permanecer en el poder. El diputado cocalero Evo Morales redobló su apuesta, al formar una alianza con centrales sindicales e indígenas –las corrientes más radicales del país– y amenazó con profundizar las protestas para presionar por la aprobación de una ley de hidrocarburos de corte nacionalista que rechaza el gobierno.

Mesa, por su parte, reiteró a Morales su llamado al diálogo, pero advirtió que quienes realicen bloqueos serán sometidos a la justicia, como parte de una ofensiva contra este tipo de protestas, que ayer recrudecieron en varios puntos del país.

El mandatario también convocó a los bolivianos a que se manifestaran hoy en las plazas de las ciudades para rechazar los cortes de caminos.

El ritmo de La Paz volvió ayer a la normalidad, luego de varios días de tensión e incertidumbre. La Plaza Murillo, frente a la que se encuentran el Congreso y el Palacio Presidencial, que anteayer estuvo colmada de gente que apoyaba al presidente Mesa y pedía su continuidad en el poder, había recuperado su nivel de actividad habitual. Los paceños no ocultaban, sin embargo, su preocupación por la pulseada entre Mesa y Morales, ni su cansancio por los bloqueos que no parecen terminar nunca.

Morales se alió con el titular de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares; el líder aymara Felipe Quispe, y los dirigentes vecinales de El Alto, Abel Mamani y Roberto de la Cruz, entre otros, a través de un acuerdo que se selló en la sede de la COB. Según Morales, el movimiento social "no tiene otra alternativa que unirse frente a la unidad de Mesa con la oligarquía y las trasnacionales", a través del llamado pacto Por la Dignidad Nacional, que implica que continuarán los

cortes de rutas. "Va a haber bloqueos de caminos mientras haya injusticia, mientras Carlos Mesa bloquee la ley de hidrocarburos", dijo ayer Morales en una conferencia de prensa con medios extranjeros.

El líder del Movimiento al Socialismo (MAS), la segunda fuerza parlamentaria, exige que una ley de hidrocarburos que está en tratamiento en el Congreso establezca que las empresas petroleras deban pagar regalías del 50 por ciento al Estado. El gobierno, por su parte, impulsa un proyecto que estipula regalías del 18 por ciento más impuestos por el 32 por ciento.

Esta diferencia fue la que impidió que el MAS se sumara al pacto político que suscribió anteanoche Mesa con el resto de los bloques parlamentarios, y que le aseguraría que la ley sea aprobada como busca el gobierno.

El presidente había presentado su renuncia el lunes último alegando falta de "gobernabilidad". Fue una clara apuesta política del jaqueado mandatario, un intento de ampliar su base de poder. Anteanoche, finalmente, el Congreso rechazó su dimisión, luego de que el gobierno y los partidos tradicionales llegaran a ese acuerdo que sólo rechazó Morales.

Luego del pacto que ayer encabezaron Morales, Solares y Quispe –quienes promovieron la rebelión popular que precipitó la caída del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en octubre de 2003–, las organizaciones campesinas y de cultivadores de coca multiplicaron los bloqueos en varios puntos del país.

Indígenas aymaras liderados por Quispe cortaron las rutas bolivianas a Perú y Chile. Cocaleros que siguen a Morales bloquearon puntos estratégicos de la ruta que traviesa el Chapare y une las ciudades de Cochabamba con Santa Cruz, las más importantes del país junto con La Paz. También había bloqueos en Sucre, El Alto y en la ruta que une Potosí y Tarija, entre decenas de otros puntos de Bolivia. En tanto, en Santa Cruz de la Sierra, 900 kilómetros al este de La Paz, unos 6000 vehículos de transporte público paralizaron la ciudad en demanda de un aumento en el precio de los boletos. Toda una muestra de que la crisis en Bolivia está lejos de haberse cerrado.

Advertencia

Ante el redoble de la apuesta de Morales y el aumento de los cortes de rutas, Mesa advirtió que se tomarán medidas contra quienes participan de los bloqueos. Dijo que se realizará una "investigación, juicio y eventual detención de quienes están cometiendo actos sediciosos, delitos y vulnerando los derechos ajenos al interrumpir el libre tráfico en el país".

"Vamos a trabajar con la Justicia para que las personas que llevan adelante estas acciones sean juzgadas y eventualmente llevadas a la cárcel por romper la norma constitucional", advirtió el presidente, que volvió a llamar a Morales al diálogo y afirmó que los bolivianos rechazan este tipo de medidas. Esa era la opinión que manifestaban ayer muchos habitantes de la Paz.

"Ya la gente está cansada, quieren vivir en paz, trabajar y trabajar", dijo Paulino, un taxista de 40 años, mientras manejaba con paciencia por el transitado centro paceño. Esos comentarios se escuchaban también en la vecina localidad de El Alto, donde las cholas, ataviadas con sus largas polleras, sus coloridos ponchos y sus sombreros, venden comida casera en cada esquina.

"Evo Morales es muy intransigente. Ya no queremos más paros y huelgas; estamos cansados. Debería retroceder. Es el sentir de la mayoría de la población", opinó Juan, un artesano de 38 años. Buscando capitalizar este descontento que se percibe en las ciudades y para intentar doblegar a Morales, que con su método de protesta amenaza la gobernabilidad del país, Mesa convocó a los bolivianos a que hoy al mediodía salgan a manifestarse en todas las ciudades en contra de los bloqueos.

La convocatoria genera gran expectativa y será una prueba de fuego para el mandatario, ya que demostrará la magnitud del apoyo con el que cuenta.

Ayer, Morales respondió al presidente, y lo responsabilizó de la violencia que pudiera producirse con el "llamado de guerra" que hizo al convocar a la población a manifestarse hoy, en todo el país, contra los bloqueos.

Advertencia

"Esa marcha es para linchar a Evo Morales. Es para limpiar a los movimientos sociales. El presidente Mesa sabe que es presidente gracias a los movimientos sociales", dijo el dirigente del MAS.

"Además de movilizar a sus allegados para enfrentar a los bolivianos", denunció Morales, Mesa "intenta bloquear al Congreso Nacional en la aprobación de la nueva ley de hidrocarburos."

"Le exigimos respeto a la independencia de poderes y si está en contra de la ley de hidrocarburos tiene la obligación de utilizar su capacidad de veto", añadió.

El líder opositor denunció además que el gobierno "alista un estado de sitio" para contener las protestas campesinas. Mesa "está preparando un estado de sitio y, quien sabe, un autogolpe", acusó el líder de la primera fuerza política del país, en un encuentro con la prensa extranjera.

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