Arde Bolivia

 

No cede el reclamo al presidente Mesa

Evo Morales amenazó con más bloqueos

Por Por Pilar Conci
Enviada especial de La Nación, Buenos Aires, 12/03/05

La Paz.-El líder opositor advirtió que habrá "un estallido" de protestas allí donde aún no están organizadas

Se mantiene el desacuerdo entre el gobierno y la oposición por la ley de hidrocarburos

Algunos sectores sociales trabajan en una propuesta alternativa para evitar una escalada del conflicto

Mientras los cortes de rutas comenzaron a ceder en algunas regiones del país, el clima de agitación social persistía ayer en Bolivia, donde el riesgo de nuevas protestas se mantiene latente luego del fracaso del diálogo entre el presidente Carlos Mesa y su principal opositor, el líder cocalero Evo Morales, quien amenazó con "un estallido" de bloqueos a partir de mañana.

Varios sectores de la sociedad boliviana realizan gestiones para intentar acercar las posiciones del gobierno y la oposición sobre la futura ley de hidrocarburos, que está en el centro de la disputa, y así evitar la temida escalada del conflicto social que amenaza con polarizar cada vez más a los bolivianos.

El diputado cocalero Evo Morales reiteró ayer que las fuerzas sociales que él encabeza continuarán con los bloqueos de caminos en todo el país, en reclamo de un aumento de las regalías que pagan las empresas petroleras al Estado. Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), viajó ayer a Cochabamba, donde se reunió con organizaciones sociales y vecinales para planificar las próximas medidas de fuerza que tomará.

"A partir del domingo a la noche [por mañana] van a estallar los bloqueos donde aún no están organizados", dijo Morales a LA NACION desde Cochabamba. El líder sindical afirmó que los movimientos sociales que encabeza seguirán reclamando por "la aprobación de la ley de hidrocarburos con un 50 por ciento de regalías para las empresas internacionales. Quienes no lo acepten son antipatrias".

La Paz vivió ayer una jornada tranquila. Mientras los turistas recorrían sus calles en ómnibus rojos de dos pisos, los paceños se preparaban para comenzar el fin de semana y dejar atrás días agitados. Aunque con incertidumbre por lo que ocurrirá con los bloqueos, la actividad de la ciudad se desarrolló con normalidad. Los oficinistas pululaban por las ajetreadas calles del centro, mientras las cholas vendían comida en sus puestos ambulantes o golosinas en los semáforos.

El eje de la crisis que vive Bolivia se encuentra en la ley de hidrocarburos que discute el Parlamento. La propuesta que impulsa el gobierno del presidente Mesa establece que las empresas que explotan el gas boliviano deben pagar al Estado regalías del 18%, más un impuesto del 32%, mientras que Morales reclama con sus bloqueos que las regalías sean del 50%, cifra que para Mesa es "inviable" porque vulnera los contratos con las empresas.

Las trabas en el Congreso para aprobar su proyecto de ley y la persistencia de los cortes de ruta llevaron al presidente Mesa a presentar su renuncia el lunes último, una audaz jugada política que terminó por fortalecerlo y ganarle el apoyo popular. La dimisión fue rechazada por el Parlamento luego de alcanzar un pacto político con el Ejecutivo, que sólo rechazó Morales, líder de la segunda fuerza parlamentaria.

En respuesta, el líder cocalero formó una alianza con dirigentes sindicales, campesinos y vecinales para presionar a favor de su proyecto, y anunció un aumento de los bloqueos.

Tras una marcha multitudinaria convocada por Mesa en La Paz en rechazo de los cortes de ruta, que han saturado a gran parte de la población, el presidente se reunió anteayer con Morales y otros 11 representantes de organizaciones sociales, en un intento por superar sus diferencias sobre la ley de hidrocarburos. Sin embargo, tras más de tres horas de conversaciones, la reunión fracasó y Morales reiteró que volvería a la carga con una intensificación de las protestas. Ayer, desde Cochabamba, Morales no descartó un nuevo intento de diálogo con el gobierno, pero aseguró que se mantendrá firme en su posición. "El diálogo con Mesa siempre está abierto, pero el 50 por ciento no se negocia", dijo a LA NACION.

A la Justicia

Por su parte, el gobierno de Mesa defendió ayer la ley. "Se está haciendo creer que la ley de hidrocarburos no favorece a los ciudadanos, pero no hay en el continente americano una ley con la misma presión impositiva que la que propone el gobierno boliviano", manifestó el ministro de la Presidencia, José Galindo, quien calificó a la legislación de "revolucionaria".

En una conferencia de prensa luego de la reunión que mantuvo ayer el presidente con sus ministros, Galindo reiteró que el gobierno recurrirá a la Justicia para sancionar a quienes realicen bloqueos de caminos.

En un intento por evitar que la pulseada entre el presidente y el líder del MAS derive en nuevos estallidos, varios sectores sociales iniciaron gestiones para acercar a las partes. Representantes de la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo y la Asamblea de los Derechos Humanos se reunieron con los miembros de la Cámara de Diputados, que proponen una posición intermedia.

Esta "tercera vía", que el gobierno aceptaría, propone que las regalías que paguen las empresas petroleras sean del 18%, pero que el impuesto del 32% se cobre en "boca de pozo" y no sobre las ganancias de las compañías luego de los descuentos y las compensaciones.

De esta forma, dicen, se garantizaría el 50% de las ganancias para el Estado. En tanto, el tráfico en las ciudades del oeste del país se normalizó ayer tras varios días de bloqueos, pero aún permanece cortada la principal ruta que une al occidente con el oriente del país, donde se encuentra la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, motor económico de Bolivia. También continuaron los cortes de caminos en el Chapare, en los caminos que van de Cochabamba a Oruro, a La Paz y a Sucre.

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