Brasil bajo Lula

 

Carta de Belo Horizonte

8 de noviembre de 2003

Nos reunimos en el Foro Social Brasileño, en Belo Horizonte, en Plenaria Nacional para debatir "el desafío de la construcción de un nuevo partido de izquierda en Brasil"; después de realizar numerosas discusiones, debates, plenarias y seminarios por todas las regiones del país.

Muchos de nosotros impulsamos el Manifiesto "Precisamos de un nuevo partido socialista que unifique a la izquierda brasileña" que ya cuenta con mas de 3000 firmas. Somos militantes de movimientos sociales, luchadores y luchadoras de la clase trabajadora y de la juventud brasileña, de diversos orígenes político partidarios, mas unidos en la convicción de que precisamos de un nuevo partido, socialista -superior a las alternativas que tenemos hoy- que pueda ser un instrumento político para la lucha de los trabajadores y para realizar una transformación social en nuestro país.

Estamos realizando esta plenaria sobre los auspicios de la insurrección del pueblo trabajador de Bolivia y acompañando el desenvolvimiento de un escenario de luchas en América Latina, como atestiguan los ejemplos de Ecuador, Argentina, Colombia y Venezuela. El heroísmo de la lucha de los trabajadores y de la juventud latinoamericana nos inspira a continuar y a fortalecer nuestra lucha contra las políticas neoliberales e imperialistas y contra el capitalismo. Mas la ausencia de un partido revolucionario ha sido un obstáculo para que los trabajadores tomen en sus manos el poder y los destinos de sus países. Eso debe fortalecer nuestra convicción y nuestra lucha por construir ese partido aquí en Brasil.

Nuestro país camina, así como la gran mayoría de los países latinoamericanos, hacia una situación de polarización política y radicalización de las luchas sociales. No estamos hablando aquí de plazos y ritmos, mas es una dinámica y tendencia de la lucha de clases, pues en Brasil el gobierno de Lula insiste en profundizar el programa económico aplicado durante los gobiernos anteriores, principalmente en el periodo de FHC.

El nuevo acuerdo con el FMI realizado por el actual gobierno solo nos reserva mas miseria y desempleo. La continuidad de las negociaciones del ALCA por Lula, contrariando la voluntad expresada por millones de brasileños en el Plebiscito Popular, día a día va minando la soberanía del país y, si es firmado, nos conducirá a la recolonización.

Si los banqueros cada año conmemoran los billones que han recibido del gobierno, los trabajadores no tenemos que conmemorar: el desempleo creció, los salarios continúan sufriendo un ataque inédito, el servicio publico continua siendo saqueado, la reforma agraria no anda, los pueblos indígenas siguen atacados, derechos son eliminados con las "reformas" neoliberales como la de la Providencia, la concentración de la renta y lapobreza crecen de forma casi geométrica.

El agravamiento de esta situación apunta al recrudecimiento de luchas sociales que profundicen la lucha de clases en nuestro país. Precisamos de un partido que busque intervenir conscientemente en este proceso de generalización y radicalización de las luchas sociales para que este proceso lleve a una verdadera transformación social, rumbo a una sociedad justa, igualitaria y socialista, para que el pueblo pueda tener una vida digna.

Precisamos de un partido que rescate el socialismo subordinando la critica del capital a la critica marxista del capitalismo. La critica capitalista del capital frecuentemente lleva a la idea de colapso económico. Mas apela a un nuevo curso de bonanza. Rescatar el socialismo incluye hacer la critica marxista del capitalismo e impulsar la lucha que articula las contradicciones económicas y políticas, colocando de hecho al sistema en jaque.

Precisamos de un partido socialista contra el "orden" del FMI y del capital. El actual "Estado Democrático de Derecho" (que de democrático no tiene nada) y el "orden" de los latifundistas, de la propiedad capitalista, de los "contratos" con el FMI y el imperialismo.
Ese "orden" que decreta la prisión de José Rainha, tolera las milicias y los asesinatos de los latifundistas. Ese "orden" garante de más de 500 años de expoliación de la mayoría y protege la riqueza del 1% de la población. Sin romper con ese "orden" no habrá cambio para los trabajadores. No habrá democracia de los trabajadores, de los amplios sectores excluidos de nuestro pueblo, de nuestra clase.

El partido que queremos construir va a luchar en defensa de las libertades democráticas y los derechos sociales, pues son conquistas de nuestra clase, arrancadas al capitalismo con mucha lucha y sacrificio. Mas una "democracia liberal", entendida como el simple acceso al voto y a un proceso electoral transformado en espectáculo por el poder económico y el marketing político, no es un camino para el verdadero gobierno de los trabajadores.

Solo habrá transformación social si rompemos con esa "democracia" del capital, para instituir un orden verdaderamente democrático, de la clase trabajadora, comprendiendo a todos los que dependen apenas de su trabajo para sobrevivir, y que incluya al conjunto de los asalariados, mas también a los millones de precarios y desecupados.

El nuevo partido que queremos construir debe privilegiar la lucha y la acción directa de los trabajadores y no las elecciones. Desde el punto de vista institucional y electoral, aunque no debe despreciar la disputa política en todos los espacios, debe vacunarse contra los errores que permitieron la degeneración del PT, rechazando alianzas con la clase dominante para tener como estrategia un gobierno de los trabajadores, sin terratenientes, grandes empresarios y banqueros. Debe primar una verdadera democracia interna, con organismos e instancias donde la base militante pueda debatir la política del partido y tener control sobre la dirección y los dirigentes públicos.

Movimiento por un partido socialista de los trabajadores

Aquí desde Belo Horizonte lanzamos formalmente un Movimiento Nacional por la construcción de ese nuevo partido. Lo hacemos porque acreditamos necesario que todos los agrupamientos y militantes que se quieran sumar a este proyecto puedan participar efectivamente de los debates y las decisiones sobre cual debe ser el programa de ese partido, sus concepciones, su forma de funcionamiento. No se trata solo de una cuestión democrática, por si sola de importancia fundamental pues las discusiones no pueden estar suscritas a los agrupamientos organizados y menos aun ser decididas por las dirigencias de los agrupamientos, ignorando a los miles y miles de militantes que buscan una alternativa en este momento. Mas allá de eso, es preciso encarar con seriedad y profundidad la diversidad política existente al interior de los sectores de la izquierda socialista que se esta uniendo para construir ese partido. Es la única forma de poder superar positivamente las diferencias existentes construyendo una base común, que sea superior a todas las estructuras y partidos que tenemos hoy. Eso presupone discusiones francas y fraternas, como corresponde a las discusiones entre revolucionarios, mas también exige tiempo y mucha paciencia.

Acreditamos que todo ese proceso necesariamente debe preceder al lanzamiento de una nueva leyenda partidaria, y el Movimiento debe ser un espacio donde pueda acontecer esa discusión.

El Movimiento también debe constituirse en un espacio donde podamos unir nuestra actuación a las luchas sociales en curso, primero porque no se puede pensar en construir un partido de esa naturaleza ignorando las luchas concretas que están en curso en nuestro país. En segundo lugar, porque una actuación común es muy importante para construir una base de confianza entre todos los que se sumaran a este proyecto, condición importante para garantizar la consistencia del partido que vamos a construir.

Por último es preciso reafirmar que constituir aquí un Movimiento no significa en ningún sentido un ultimátum de discusión o para la participación de más sectores. El Movimiento es amplio, sin centralismo, abierto a todos los que quieran en cualquier momento, sumarse a esta construcción.

Ella operara con decisiones colectivas, desarrollara una agenda de luchas y simultáneamente discutirá el carácter, programa, funcionamiento, bases teóricas y principios del nuevo Partido que queremos construir, basando en esa discusión una posterior decisión. Por eso, esta Plenaria indica la realización de un Encuentro Nacional en el 2004.

Llamamos a los militantes, activistas y dirigentes de movimientos sociales, a los agrupamientos de la izquierda socialista de nuestro país, a tod@s, a construir con nosotros este Movimiento, que pueda desembocar en un nuevo partido socialista en nuestro país. No se trata de nuestra voluntad o de la quien quiera que sea. Se trata de una exigencia de la lucha de clases en Brasil. Los socialistas están llamados a asumir su responsabilidad en este momento histórico que vive nuestro país.

Esta Plenaria Nacional toma, en tanto, las siguientes iniciativas:

1. Lanzar un Movimiento por un partido socialista de los trabajadores;

2. Orientar la realización de encuentros, seminarios y reuniones regulares del Movimiento en los estados, regiones, ciudades, etc., para discutir este nuevo partido y organizar nuestra actuación en las luchas en curso;

3. Constituir una Secretaria Nacional Abierta, para organizar futuras actividades del Movimiento y hacer circular y socializar los materiales producidos;

4. Lanzar el día 9 de noviembre del 2003 un sitio en internet para divulgar los documentos y actividades del Movimiento;

5. Producir una publicación (una revista) para ayudar en la divulgación del movimiento y al mismo tiempo ser un instrumento para alimentar el debate en su interior;

6. Indicar la realización de un Encuentro Nacional del Movimiento para el primer semestre de 2004.

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