Colombia

 

32 políticos firmaron el Acuerdo de Ralito por el que se comprometían con 
los jefes paramilitares a “refundar la patria”

El estado paramilitar

Por Alejandro Gómez
InSurGente / Prensa Latina, 24/02/07

Además de los ocho congresistas detenidos, uno prófugo de la justicia y seis investigados, el escándalo de la Parapolítica –nexos entre políticos y paramilitares– acecha hoy a otros 18 parlamentarios colombianos. Para los expertos, los legisladores vinculados al pacto de Raulito pueden ser acusados del delito de traición a la Patria, porque en ese entonces las AUC eran una organización al margen de la ley, y por ende estaba prohibido cualquier contacto con sus integrantes y menos aún firmar un pacto.

Escándalo Parapolítica acecha a otros congresistas

Desde finales de 2006 están arrestados los legisladores Alvaro García, Jairo Merlano y Erik Morris, y la semana pasada se sumaron Alvaro Araujo –hermano de la renunciante canciller, María Consuelo–, Dieb Maloof, Mauricio Pimiento, Alfonso Campo y Luis Eduardo Vives. De ese último grupo se encuentra prófugo de la justicia el parlamentario José Luis Caballero.

Todas las órdenes de detención fueron dictadas por la Corte Suprema de Justicia, que desde noviembre pasado investiga los presuntos nexos de congresistas con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), lo que aquí denominan el escándalo de la Parapolítica.

Asimismo, los magistrados del Alto Tribunal llamaron a rendir versión libre a otros cinco congresistas por haber participado en un encuentro con cuatro comandantes de las AUC en julio de 2001, cuando ese grupo de extrema derecha se hallaba en la ilegalidad.

Pero lo más grave de ese hecho es que los 32 políticos asistentes, de ellos 12 legisladores, firmaron el llamado Acuerdo de Ralito, en el cual se comprometen "a refundar la Patria".

Para los expertos, esos parlamentarios pueden ser acusados del delito de traición a la Patria, porque en ese entonces las AUC eran una organización al margen de la ley, y por ende estaba prohibido cualquier contacto con sus integrantes y menos aún firmar un pacto.

Por ese hecho, el Alto Tribunal ya escuchó las versiones libres de los congresistas Miguel de la Espriella, Reginaldo Montes, William Montes, José de los Santos Negrete y Juan Manuel López, quienes alegaron la intimidación como el motivo para rubricar ese pacto.

Además, la Corte Suprema investiga al representante Oscar Wilchez, quien aparece relacionado con las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC), con las cuales al menos seis alcaldes firmaron un acta de compromiso a cambio de su respaldo para acceder a sus actuales cargos.

Los llamados a indagatoria por la Fiscalía General son los alcaldes de Monterrey, Aleyder Castañeda; Tauramena, Jorge Eliécer López Barreto; Villanueva, Raúl Cabrera; Maní, Henry Montes; Sabanalarga, Mauricio Esteban Chaparro, y Aguazul, Leonel Roberto Torres.

Esos funcionarios públicos son sindicados del delito de concierto para delinquir, ya que en 2000, cuando eran precandidatos a sus actuales puestos, suscribieron un acta en la que comprometieron sus futuras administraciones a cambio del respaldo de las ACC.

Según el documento de 14 puntos, los alcaldes se comprometieron, entre otras cosas, a entregar un 50 por ciento del presupuesto de cada municipio y un 10 por ciento de cada contratación a ese grupo paramilitar.

También, a respaldar y permitir que miembros de ese grupo ilegal armado orientaran las obras que se realizaran en cada municipio y a afiliarse al nuevo partido de las ACC.

Ahora, estudios independientes y académicos sobre votaciones atípicas en los comicios legislativos de 2002 podrían incluir a otros 18 parlamentarios en el escándalo de la Parapolítica.

A lo anterior se unen además las elevadas votaciones obtenidas en las elecciones legislativas del año pasado por congresistas en zonas de dominio paramilitar, en algunas de las cuales fueron incluso los únicos candidatos a las curules.

Al respecto, el diario El Tiempo refiere un estudio de la investigadora Claudia López y la Corporación Nuevo Arcoiris, el cual denuncia la existencia de una especie de circuitos electorales que sirvieron para repartir los votos. Esos sufragios fueron obtenidos por los paramilitares a través de amenazas y fraude, asevera la investigación.

Los 18 congresistas que tendrían que explicar la forma en que llegaron al Legislativo serían Luis Alberto Gil, Juan Carlos Martínez, Ciro Ramírez, Oscar Suárez, Mauricio Parodi, Habib Merheg, Mario Uribe, Manuel Guillermo Mora, Alfonso Riaño y Carlos Emiro Barriga.

Rubén Darío Quintero, Héctor Julio Alfonso, Guillermo León Gaviria, Luis Carlos Torres, Carlos Arturo Clavijo, Fabiola Olaya, José Ignacio Mesa y Carlos Arturo Piedrahita aparecen también en esa lista de los que podrían ser llamados por la Corte Suprema.

Los develados nexos entre congresistas y las AUC sólo vienen a confirmar las aseveraciones del jefe de ese grupo de extrema derecha, Salvatore Mancuso, quien desde 2003 afirma que su organización controla un 35 por ciento del Legislativo colombiano.

Por eso, analistas y observadores locales consultados por Prensa Latina coincidieron en señalar que no resultó extraña la aprobación en el Congreso de la controvertida Ley de Justicia y Paz, que otorga demasiados beneficios a los desmovilizados de las AUC.

Tampoco, añaden las fuentes, la sanción de la reforma constitucional que permitió la reelección presidencial inmediata, la cual le posibilitó al presidente colombiano, Alvaro Uribe, postularse y ganar los comicios generales de 2006.

Desacuerdo en Congreso colombiano por curules de detenidos

La decisión de la Comisión de Etica del Congreso de abstenerse de suspender a los legisladores detenidos la semana anterior por sus presuntos vínculos con el paramilitarismo divide hoy a los parlamentarios colombianos.

En una decisión inusual, los integrantes de esa Comisión adujeron que los congresistas no tienen en su contra una decisión judicial en firme y por ello, de separarlos de sus curules, estarían prevaricando.

Agregaron que la orden de detención dictada por la Corte Suprema de Justicia por sus presuntos nexos con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) –lo que aquí se denomina el escándalo de la Parapolítica– puede ser recusada por los afectados.

De esa forma, la Comisión de Etica declinó suspender las labores congresionales de Dieb Maloof, Luis Eduardo Vives, Mauricio Pimiento y Alvaro Araujo, quienes fueron arrestados el jueves pasado y acusados del delito de concierto para delinquir.

Para su fallo, el presidente de esa Comisión, Luis Elmer Arenas, indicó que se basaron en el Reglamento del Congreso, específicamente en su artículo 277.

El mismo establece que "la suspensión de la condición congresional: puede ser suspendida en virtud de una decisión judicial en firme".

En ese evento, prosigue el texto, "la Comisión de Etica y estatuto del Congresista conocerá tal decisión que contendrá la solicitud de suspensión a la Cámara a la cual pertenezca".

Sin embargo, expertos locales refirieron a la prensa que el mencionado artículo fue declarado inexequible por la Corte Constitucional en agosto de 1996, al no ajustarse a la Carta Magna.

Por ello, estimaron que los miembros de la Comisión de Etica deben revisar su decisión, al tener vacíos que la podrían dejar sin piso jurídico.

Consultada sobre la decisión de esa Comisión, la presidenta del Senado, Dilian Francisca Toro, expresó su respeto por ese fallo, pero añadió que se debe esperar una aclaración judicial que despeje las dudas. No obstante, aseguró que si por ella fuera los hubiera suspendido, porque se puede afectar la actividad legislativa.

Esa misma postura la comparten varios congresistas, quienes además solicitan que los partidos separen a esos legisladores e, incluso, piden les sean retiradas esas curules a esas agrupaciones porque fueron obtenidas de manera irregular.

Para muchos parlamentarios, los votos de esos colegas están manchados de la sangre de muchos compatriotas que no aceptaron las presiones de las AUC en la regiones para sufragar a favor de los hoy detenidos por el escándalo de la Parapolítica.

Asimismo, el Congreso no se pronunció sobre los legisladores Alfonso Campo y Jorge Luis Caballero –el primero detenido y el segundo prófugo de la justicia–, porque la Corte Suprema no ha notificado a la Mesa Directiva de la Cámara de Representantes.

El presidente de la Comisión de Etica de esa corporación, Fernando Tafúr, sostuvo que se encuentran a la espera de dichas notificaciones, para adelantar las suspensiones y que asuman sus cargos quienes les hayan seguido en la votación en sus respectivos partidos.


Llaman a declarar a militares colombianos por masacre que fue atribuida por los falsimedia a la guerrilla

Detenido ex jefe de inteligencia de Uribe por asesinato de sindicalistas

inSurGente / Prensa Latina, 23/02/07

Va siendo hora de revisar las alucinantes historias con las que Falsimedia –en nuestro entorno, como paradigma, el diario El País [de Madrid]– construyó una historia oficial en la que las masacres realizadas por el ejército colombiano y su alter ego, los paramilitares, eran atribuidos impunemente a la guerrilla. Uribe –enfangado, ensangrentado y lucrado, hasta límites que destruyen cualquier posibilidad de calificar como democrático al estado colombiano– fue durante años el paladín latinoamericano de la democracia y la libertad del consenso de Washington. Nuestros calibradores de las virtudes públicas lo opusieron con frecuencia a Chávez, ensalzando al manifiestamente fascista Uribe y contraponiéndolo al calificado como dictador venezolano.

La Fiscalía General llamó hoy a rendir indagatoria a 56 militares colombianos, quienes deberán responder por la masacre de ocho personas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en el departamento de Antioquia, en 2005.

Las primeras investigaciones de la Fiscalía sobre esa masacre apuntaban a fuerzas guerrilleras, pero el curso posterior de las pesquisas desvió la atención hacia los 56 militares de la Brigada 17 del Ejército.

La masacre de los ocho campesinos ocurrió el 21 de febrero de 2005, ocasión en que las fuerzas castrenses culparon a las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Pero fuentes del ente investigador indicaron que con el tiempo se recaudaron pruebas que señalan a los miembros del Ejército como los posibles participantes en el asesinato de esas ocho personas.

Por eso, la Fiscalía llamó a los militares bajo el cargo de homicidio de persona protegida y por terrorismo, a la vez que pidió a los altos mandos del Ejército la ubicación de cada uno de los 56 uniformados.

Con ello, conocerá quienes están retirados o activos y así fijará la fecha de la diligencia.

Apresado ex jefe de inteligencia de presidencia colombiana

La Fiscalía General de Colombia decidió hoy la captura de Jorge Noguera, ex jefe del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), adscrito a la presidencia del país, por los delitos de homicidio y concierto para delinquir agravados.

Noguera fue detenido después de rendir indagatoria ante un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia por el proceso que se le sigue por el presunto ajusticiamiento de sindicalistas, ordenados por el jefe paramilitar Rodrigo Tovar, alias Jorge 40.

Los cargos contra el ex jefe de inteligencia del presidente Alvaro Uribe se basan fundamentalmente en las declaraciones del ex director de Informática del DAS Rafael García, actualmente condenado a 17 años de prisión por borrar el historial delictivo de paramilitares.

En sus declaraciones, García aseguró que Noguera se reunió con Jorge 40 y fue quien le ordenó borrar los historiales delictivos de algunos paramilitares, así como permitió el ingreso de funcionarios al DAS que respondían a esos grupos de extrema derecha.

Noguera fue cuestionado por el fiscal delegado Jesús Marín acerca de los asesinatos de sindicalistas por orden de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en específico del jefe del Bloque Norte, Jorge 40.

Al conocer la decisión de la Fiscalía de ordenar su detención preventiva sin el beneficio de excarcelación, el mandatario colombiano expresó su respeto por la justicia, pero manifestó su preocupación porque haya pasado algo anómalo o delictivo en el DAS.

"Otra de nuestras preocupaciones con las que llegamos al gobierno en el 2002, fue eliminar el narcotráfico, por eso hemos extraditado a más de 530 narcotraficantes, entonces me preocupa que cuando el gobierno llegó con esa determinación allí se hubieran borrado hojas de vida, récord delincuenciales de algunas personas", señaló Uribe.

Paramilitares infiltraron organismo de inteligencia colombiano

La Fiscalía General investiga hoy a Jorge Noguera, ex director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el organismo de inteligencia adscrito a la presidencia colombiana por permitir su infiltración por el paramilitarismo.

Al ordenar su detención tras escucharlo en versión libre, el ente investigador dispone ahora de cinco días hábiles para establecer si es definitivo el arresto de Noguera, la persona más cercana al presidente Alvaro Uribe, de los implicados en la Parapolítica.

Los nexos entre políticos y las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que aquí llaman el escándalo de la Parapolítica, se ha convertido en alud de nieve, que cada vez aumenta más de tamaño y arrastra consigo a más representantes de la oligarquía nacional.

El arresto de Noguera viene a confirmar que ese escándalo sólo comienza y puede llegar a niveles muy altos, como afirman muchos políticos y analistas locales, quienes aseguran que todos los caminos de la Parapolítica concluyen en la Casa de Nariño (Presidencia).

Aunque hoy se indica que el ex jefe de inteligencia del presidente colombiano es investigado sólo por permitir la infiltración paramilitar en el organismo bajo su control, lo cierto es que su abogado, Orlando Perdomo, dijo otra cosa cuando fue detenido.

Este jueves, al conocer la orden contra su defendido indicó a la prensa que los cargos eran los de homicidio y concierto para delinquir agravados. El primero de ellos, relacionado con el asesinato de 15 sindicalistas de la Costa Atlántica por las AUC.

Al respecto, la Fiscalía encontró que Alvaro Pupo Castro fue el emisario de los jefes paramilitares con el ex director del DAS y la persona que les llevó informaciones sobre los 15 sindicalistas asesinados.

Pupo, primo del desmovilizado jefe del Bloque Norte de las AUC, Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, viajaba a Bogotá y se reunía con Noguera en su despacho del DAS, según se constata en los libros de visitas de la entidad de inteligencia.

En la providencia del expediente disciplinario contra Noguera en la Procuraduría se dice que "Pupo Castro, conforme al listado de ingresos de visitantes del DAS, registró nueve visitas al despacho del Director, entre el 21 de agosto del 2003 y octubre del 2005".

El ex jefe de Informática del DAS Rafael García, quien develó los vínculos de Noguera con los paramilitares, aseguró que Pupo le llevó a Jorge 40 información secreta y las listas de 15 sindicalistas que posteriormente fueron asesinados en Barranquilla.

No obstante, contra Noguera no sólo pesan las visitas de Pupo y las declaraciones de García, ya que los investigadores tienen informes que prueban que se reunió en más de 10 oportunidades con líderes de AUC, unas veces Santa Marta y otras en Ralito.

A pesar de que Noguera afirma que esos encuentros fueron en razón de su trabajo, lo cierto es que hasta ahora no existe justificación alguna para que el jefe de inteligencia de la presidencia colombiana dialogará con cabecillas de grupos de extrema derecha.

Asimismo, Noguera podría estar relacionado con Emilio Vence, ex jefe del DAS en Barranquilla, a quien la Fiscalía ordenó detener, sindicado de haber presentado falsos atentados contra el presidente durante sus visitas a esa ciudad.

También, de borrar de los archivos del DAS los antecedentes delictivos de narcotraficantes y paramilitares, así como de haber permitido que las AUC montaran una red de inteligencia en ese organismo estatal.