Estados Unidos

 

“Libertad de prensa” 2

La Disney ha vetado la distribución de mi nueva película

Por Michael Moore
Traducido para Rebelión por Belén Martos, 06/05/04

Amigos, habría deseado esta vez no tener que hacer público mi trabajo sin tener que experimentar los profundos obstáculos censores con los que a menudo me encuentro.

Ayer me dijeron que la Disney, la productora propietaria de los estudios Miramax, decidió oficialmente prohibir a nuestro productor, Miramax, que distribuyera mi nueva película, "Fahrenheit 9/11." ¿La razón? Según el New York Times de hoy (5 de mayo), tal cosa podría ¿perjudicar? a los millones de dólares en exención de impuestos que el estado de Florida concede a la Disney, ya que la película podría ¿enfurecer? al gobernador de ese estado, Jeb Bush. La historia aparece en la portada del Times, y allí la podréis encontrar (Disney Forbidding Distribution of Film That Criticizes Bush).

Lo que hay detrás de este intento (y de otros) para acabar con nuestra película se sabrá, con todo tipo de detalles, según los días y las semanas pasen. Durante casi un año, este ataque ha supuesto toda una lección sobre lo difícil que es en este país crear una obra de arte que pueda molestar a los que se encuentran en el poder (bueno, vale, perdón: de hecho SÍ los molestará... bastante. ¿He mencionado que se trata de una comedia?). Todo lo que puedo decir es que doy las gracias a Dios porque Harvey Weinstein y Miramax hayan permanecido a mi lado durante toda la producción de esta película.

Hay mucho más que añadir, pero ahora estoy en el laboratorio trabajando en la edición que llevaré al festival de Cannes la próxima semana (nos han elegido para competir junto a otros 17 filmes). Os diré una cosa: Puede que algunos estén preocupados por lo que esta película mostrará. Pero no hay nada que puedan hacer, porque ya está hecha, es impresionante, y este verano ya veremos si tengo algo que decir. Porque, a pesar de todo, éste es un país libre.

Saludos, Michael Moore


La compañía prohíbe a la filial Miramax distribuir un documental crítico con Bush

La Disney veta a Michael Moore

Por Idoya Noain
Rebelión, 06/05/04

Que Michael Moore sea uno de los personajes más odiados y temidos por los conservadores de Estados Unidos dice mucho sobre su poder. El cineasta y escritor tiene la capacidad de poner el dedo en las más sangrantes llagas de la política nacional, y en un país cuyas altas instancias están hoy mucho más acostumbradas a la censura que a la transparencia y el debate, el autor de Bowling for Columbine es el enemigo público doméstico número uno. El temor a Moore volvió a quedar claro ayer cuando se supo que Disney ha bloqueado la distribución en Estados Unidos de Fahrenheit 9/11. El documental, que competirá en el Festival de Cannes, contiene duras críticas al presidente George Bush.

La noticia de que Disney ha prohibido a su filial Miramax que estrene la película apareció ayer en The New York Times, donde el agente de Moore, Ari Emanuel, denunció las motivaciones políticas que laten tras la decisión. ¿La principal? Que Disney teme que una película de denuncia a la Administración podría poner en peligro los beneficios fiscales que obtiene por sus parques y hoteles en Florida. El gobernador del Estado, como se sabe, es Jeb Bush, hermano del presidente. La compañía negó la acusación y dijo no querer alienar a su público con una cinta política.

Moore colocó ayer en su página web un comunicado sobre el escandaloso veto, recogido por medios de todo el mundo y ya sin duda una dosis vital de publicidad gratuita para su película. En él se refiere a los "profundos obstáculos de censura" con que topa a menudo en su trabajo. "Durante casi un año esta lucha ha sido una lección sobre lo difícil que es en este país crear una pieza de arte que pueda incomodar a los que están en el poder", escribe.

Fahrenheit 9/11 es un repaso de los acontecimientos previos y posteriores a los atentahhhdos del 11 de septiembre del 2001. Es también una mirada a las relaciones financieras que durante tres décadas han mantenido los Bush con destacados saudís, incluyendo la familia Bin Laden, algunos de cuyos miembros fueron evacuados de EEUU justo después de los atentados pese a que el espacio aéreo estaba cerrado. Para colmo de los males conservadores, incluye testimonios de soldados estadounidenses desplegados en Irak mostrando el desencanto con la guerra, la herida que puede ser mortal para Bush en este año electoral.

"Algunas personas pueden estar asustadas de esta película por lo que mostrará. Pero no hay nada que puedan hacer al respecto ahora porque está hecha, es fabulosa y si tengo algo que decir sobre la cuestión, la verán este verano, porque, después de todo, este es un país libre", concluye Moore.

La historia del nuevo documental del hombre que ha disparado contra la industria de armas, empresas como Nike y todo el establishment ha sido compleja desde sus inicios. Primero iba a rodarlo con Icon, la productora de Mel Gibson, que decidió por motivos no determinados abandonar el proyecto. Entonces entró en escena Harvey Weinstein, que ya colaboró con Moore en The big one.

Weinstein puso sobre la mesa la mayor parte de los seis millones de dólares de presupuesto y a cambio se quedó con los derechos de distribución. Pero Weinstein debe rendir cuentas ante Disney, que compró Miramax hace 10 años. Y según esa compra, Disney tiene el derecho de prohibir la distribución de películas en determinadas circunstancias.

Un portavoz de Miramax anunció conversaciones con Disney para intentar resolver el conflicto "amistosamente". Pero las relaciones de Miramax con Eisner son tensas ya desde hace tiempo, y con esta última película no parece que vayan a relajarse. Mientras, la expectación ante el trabajo del exitoso Moore, crece. Probablemente para los conservadores y para Disney haya sido peor el remedio que la enfermedad.

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