Estados Unidos

 

Preparando un ataque a Irán

Luz verde para Sharon

Por Mark Levey
ZNet, noviembre 2004
Traducido por Ricard Boscar y revisado por Belén Martos Selma

La administración Bush instó a los miembros de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) a que aprobaran una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que Irán se sometiera o se enfrentara a sanciones. Bush perdió esa votación. Si la moción hubiera progresado, se habría iniciado la cuenta atrás para una guerra entre Israel e Irán pocos días antes de las elecciones del 2 de noviembre en EE.UU.

Disuadidos por las naciones occidentales en la AIEA, los neoconservadores de Washington y sus aliados en el gobierno del Likud de Sharon han tenido que renunciar a la "sorpresa de octubre", un ataque a las instalaciones nucleares de Irán en la víspera de las elecciones presidenciales de EE.UU. Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos indica que el período previo a la cuarta guerra mundial podría ser de apenas unas semanas si George Bush resultase reelegido.

El programa nuclear de Irán ha estado en el punto de mira desde hace tiempo. En una entrevista con Sharon el 5 de febrero de 2002, el diario londinense The Times escribía que, según el primer ministro israelí, "Irán es el centro del terrorismo mundial, y tan pronto como se concluya el conflicto con Irak {Sharon} presionará para que Irán encabece la 'lista de quehaceres'... Ve a Irán 'detrás de todo el terrorismo del mundo' y como una amenaza directa a Israel".

Dos años y medio después, han concluido los preparativos políticos y militares del ataque, y se nos informa de que la operación está lista para ser lanzada. La edición del 18 de julio de 2004 del Jerusalén Post informaba que, según manifestaban representantes israelíes al Sunday Times de Londres, "Israel ha completado los ensayos militares para un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares de Irán en Bushehr". [JP, 18/7/04, Douglas Davis, "Report: Israel's 'First-Strike' Plan Against Irán Ready"; [http://www.jpost.com/servlet/Satellite?pagename=JPost/JP
Article/Printer&cid=1090121780879&p=1078027574121]

Durante más de un año, el ejército israelí ha estado entrenándose para un ataque combinado de comandos y bombardeos aéreos contra Irán. A principios de 2004 el plan fue aprobado por Sharon. Un documento clasificado sobre la amenaza iraní titulado "El futuro estratégico de Israel" aboga por la acción militar contra "países que desarrollen armas nucleares", describe a Irán como "nación suicida" y recomienda "asesinatos selectivos" de miembros de la elite del país, incluyendo a los principales científicos nucleares. El artículo del Jerusalén Post describía a grandes rasgos las condiciones específicas que desencadenarían el ataque:

"El ataque es probable en caso de que Rusia supla a Irán de barras de combustible para enriquecer uranio. Se espera que dichas barras, actualmente almacenadas en un puerto ruso, se entreguen a finales del próximo año una vez se resuelva la discusión sobre los términos financieros.

"Una fuente de la defensa israelí en Tel Aviv, que confirmó que los ensayos habían tenido lugar, declaró a este periódico: 'Israel no permitirá de ningún modo que los reactores iraníes, especialmente el que se está construyendo en Bushehr con ayuda rusa, lleguen al punto critico'."

Tal escenario ahora parece haber quedado atrás a causa de un nuevo plan para lanzar ataques incluso si Rusia no entrega las barras de combustible al reactor de Bushehr, donde se sabe que pueden ser enriquecidas hasta convertirse en plutonio para armamento. El presidente ruso Vladimir Putin ha comentado recientemente que su país no permitirá "bajo ningún concepto" que Irán proceda con dicho programa de armas, y ha seguido reteniendo la entrega.

De todas maneras, Irán posee medios alternativos para producir uranio enriquecido por el método de centrifugación usando el abundante uranio mineral doméstico y la tecnología aportada por científicos Pakistaníes. Mientras la producción de la bomba atómica está aún a años de distancia, como afirman incluso los israelíes, esta capacidad para producir combustible nuclear ofrece la excusa para un ataque preventivo que puede llegar en cualquier momento.

Ahora parece que la acción militar tendrá lugar mucho antes de que el reactor de Bushehr llegue al punto crítico. Irónicamente, hace tan solo un año parecía que la solución diplomática que ofrecían los europeos había esfumado la crisis. En octubre de 2003, una delegación de los ministros de Exteriores de Gran Bretaña, Francia y Alemania consiguió convencer a los líderes de Teherán de que firmaran el protocolo suplementario del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNPN). Ello hubiera dado a los inspectores de la AIEA acceso a las instalaciones nucleares sin anunciarlo previamente. Irán también estuvo de acuerdo entonces en suspender temporalmente las actividades de enriquecimiento de uranio como gesto de buena voluntad.

El grado de cooperación de Irán con los inspectores ha sido variable. No obstante, el director de la AIEA Mohammed al Baradei ha dicho repetidas veces que no hay una prueba fehaciente de que en Teherán estén inmersos en un programa prohibido de armas nucleares: "no somos Dios. No podemos leer las mentes". [Der Spiegel, 13 de septiembre de 2004, "Dancing Around the Bomb"; http://www.spiegel.de/spiegel/english/0,1518,317845,00.html.]

No constituye una violación de los acuerdos para ningún signatario del tratado el producir su propio combustible nuclear u operar reactores con objetivos no militares tales como la producción de energía o la investigación.

Los negociadores han trabajado para evitar que Irán siguiera el ejemplo de Corea del Norte cuando, en octubre de 2002, se retirara totalmente del TNPN, excluyéndose así de las inspecciones internacionales. La semana pasada, después de que EE.UU. presionara a la AIEA durante su encuentro en Viena alegando violaciones al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Irán se atrincheró en su postura. El 21 de septiembre, el presidente iraní Khatami anunció que Irán esta convirtiendo 40 toneladas de óxido de uranio ("pastel amarillo") en gas hexafluorido de uranio (HEU), la materia prima del uranio enriquecido. Por ahora aún no se ha reiniciado el enriquecimiento del gas por medio de la centrifugación.

La discusión sobre el aparente doble rasero que se aplica a Israel e Irán en el tema nuclear ha generado divisiones en el seno de la AIEA. Israel es actualmente la única nación en Próximo Oriente que se conoce que posee armas nucleares. Con varios cientos de cabezas nucleares, no es un signatario del TNPN y jamás ha permitido inspecciones externas.

La AIEA se volverá a reunir el 25 de noviembre para revisar el caso iraní y decidir futuras acciones. Esa decisión está ahora eclipsada por la amenaza de que Israel parece que actuará militarmente tras las elecciones de noviembre. Ello pone seriamente en duda la legalidad de las sanciones contra Irán y la de cualquier acción unilateral que Israel pueda adoptar al respecto. El New York times observa que:

"La semana pasada, la preocupación por el doble rasero retrasó una resolución de la agencia sobre Irán. La agencia finalmente emitió una resolución censurando a Irán el sábado. Pero diversas naciones europeas y en vías de desarrollo leyeron comunicados dejando claro que la resolución, que llamaba a Irán a suspender sus actividades de combustible nuclear, ni era vinculante legalmente ni podía usarse como precedente para acciones similares contra otros miembros, según un diplomático occidental que atendió a las reuniones." [NYT, 23/9/04, "Irán's Plans for Nuclear Fuel Widen Global Rift Over Technology"; http://www.nytimes.com/2004/09/23/international/middleeast
/23Irán.html]

El hecho de que los EE.UU. se hayan vuelto atrás en el compromiso con un régimen internacional de inspección de armas por el que han abogado desde hace tiempo no hace sino aumentar la impresión de injusticia e ilegalidad. En un anuncio que casi pasó inadvertido, el Washington Post del 31 de julio y el Sydney Morning Herald del 2 de agosto informaban de que la administración Bush se oponía a suministrar inspectores y verificación como parte de un tratado internacional para prohibir la producción de materiales de armamento nuclear. Este anuncio surgió en la conferencia de Naciones Unidas sobre Desarme durante una discusión para reforzar el TNPN de 1975.

En octubre de 2001 el presidente Bush retiró a los EE.UU. del tratado anti misiles balísticos de 1972. La activación de la fase inicial de un sistema operacional ABM (Anti Ballistic Missiles) se espera para este octubre. Durante su administración, los EE.UU. también han alterado su postura original de oposición al desarrollo de bombas tácticas útiles que puedan dirigirse a instalaciones subterráneas. Michael R. Gordon observó en el New York Times que "los objetivos pueden estar situados en Irak, Irán, Siria, Libia o Corea del Norte". ["Nuclear Arms for Deterrence or Fighting?" (11 de marzo de 2002)]

En planes recientes se consideró lanzar ataques aéreos estadounidenses o israelíes en Irán tras la votación sobre esta materia en el Consejo General de Naciones Unidas. En su momento, el calendario de esa votación ofrecía la posibilidad de que, tras la aprobación de sanciones contra Irán, se pudiera lanzar un ataque antes de las elecciones de noviembre. La hora cero ahora parece haberse retrasado por lo menos dos meses después de que los países europeos rechazaran imponer el ultimátum del 31 de octubre al que instaba la administración Bush para que la AIEA sancionara a Irán por su supuesto programa de armas nucleares. Ese ultimátum, que se habría anunciado en las últimas 72 horas antes de las elecciones presidenciales de EE.UU., fue rechazado con contundencia por importantes aliados europeos. [NYT, 21/9/02, " Bush Aides Divided on Confronting Iran Over A-Bomb", Steven R.Weisman
http:
//www.nytimes.com/2004/09/21/politics/21diplo.html]

Probabilidad de una intensificación en la guerra de Irak

Si Irán es atacado, y los lideres supervivientes del país consideran que los EE.UU. estaban trabajando con Israel para bombardear sus instalaciones y asesinar a dirigentes y científicos iraníes, las consecuencias podrían ser extremadamente graves. Irán comparte una frontera de 1.500 millas con Irak, así como una población mayoritariamente chiíta. Militarmente, Irán es un adversario mucho más potente que Irak, país que sufrió un régimen de ocho años de sanciones y el desmantelamiento bajo las inspecciones de la ONU de su capacidad de armas de destrucción masiva.

El Centro de Estudios sobre la No Proliferación de Monterrey (CNS, Center of No Proliferation Studies, en sus siglas en inglés), informa de que Irán posee cantidades desconocidas de armas químicas y una nueva generación de mísiles de rango medio que pueden alcanzar objetivos en Israel, así como en las instalaciones militares estadounidenses en Irak, Kuwait y Qatar. Un informe reciente del CNS, "Ataque preventivo en las instalaciones nucleares de Irán: consecuencias posibles", http://cns.miis.edu/research/cbw/possess.htm, avisa de que el ataque preventivo probablemente provocaría que Irán redoblase su programa de armas nucleares, convirtiéndose en un oponente aun más poderoso: "como objetivo de un ataque sin provocación previa, Irán ganaría justificaciones para salirse del marco del TNPN, convirtiéndose en una mayor amenaza para la proliferación. Sin limitaciones, los iraníes tendrían los medios y la tecnología para eventualmente manufacturar centrifugadoras de gas y extraer, almacenar y enriquecer uranio. Incluso bajo las inspecciones intrusivas de la AIEA, Irán ha ensamblado más de 920 centrifugadoras de gas, 120 de las cuales fueron ensambladas en sólo dos meses y medio, entre noviembre de 2003 y mediados de enero de 2004. Enriquecer suficiente HEU como para hacer una bomba nuclear requiere el funcionamiento de 750 centrifugadoras de gas durante un año. Si Irán se sale del TNPN y amplía su programa nuclear será capaz de manufacturar y ensamblar muchas más centrifugadoras de gas, y por lo tanto rápidamente enriquecer uranio. Una vez que se obtiene suficiente material fisible, diseñar una cabeza nuclear básica puede hacerse con facilidad. En ausencia de las inspecciones intrusivas o la amenaza del Consejo General de Naciones Unidas, la única manera de impedir que Irán obtuviera armas nucleares sería ocupando el país, una idea poco probable considerando los serios retos a los que los EE.UU. se enfrentan en el más pequeño y más débil Irak." Irán ya tiene substanciosas cantidades de armas químicas y biológicas que podría querer utilizar si se produjera un conflicto. Ver el informa del CNS "Armas biológicas y químicas: posesión y programas en el presente y en el pasado", Ibid., que cita archivos desclasificados de la CIA que indican que Irán tiene uno de los programas de armas químicas mas extensos de los países en vías de desarrollo, incluyendo "reservas de armas químicas que incluyen agentes cutáneos, hemorrágicos, respiratorios y probablemente nerviosos, así como la artillería capaz de lanzarlos". [http://www.cia.gov/cia/publications/bian/bian_jan_2002.htm].

Para más información sobre el programa y la capacidad iraní de armas de destrucción masiva ver el perfil del país en la página Web del CNS en "Armas de destrucción masiva en Oriente Medio" http://www.cns.miis.edu/research/wmdme/Irán.htm.

Incluso en un conflicto convencional, Irán es un poderoso oponente, particularmente en la guerra terrestre donde el régimen de Teherán contaría con la lealtad de la vasta mayoría de la población. Según el World Factbook de la CIA, Irán hoy podría convocar a doce millones de hombres para el servicio militar. [http://www.cia.gov/cia/publications/factbook/geos/ir.html#Military]

Actualmente, las tropas de EE.UU. en Irak son menos de ciento cincuenta mil, una fuerza que esta sobreexplotada y exhausta tras quince meses de continua guerra de guerrillas. Más de mil soldados americanos han muerto ya y más de 16.000 heridos han sido evacuados de Irak.

Los planificadores militares de EE.UU. han temido siempre que la expansión regional del conflicto iraquí repita el infierno que soportaron sus tropas durante la guerra de Corea. En 1950, China intervino del lado de Corea del Norte con más de un millón de soldados, forzando así un estancamiento de la situación que medio siglo después sigue sin estar resuelto. Para enfrentarse a las bajas de una guerra en Irak que ha durado más de lo anticipado, la Casa Blanca anunció recientemente que estaba reorganizando sus fuerzas militares en todo el mundo. Se espera que si Bush resulta reelegido, movilice 80.000 tropas más en una renovada ofensiva contra la resistencia iraquí, muchas de ellas procedentes de las bases de Corea del Sur.

La gravedad de las presiones se ha reflejado en recientes comunicados desde Teherán. El lunes 23 de agosto Le Monde informó de los comentarios del ministro de defensa iraní Ali Chamkhani, que avisa de que:

"No nos quedaremos sentados con los brazos cruzados esperando a que otros actúen contra nosotros (...). Algunos oficiales militares iraníes opinan que las operaciones preventivas no son ni una invención americana ni una prerrogativa de los EE.UU." [Mouna Naim, Le Monde, "Irán Raises the Stakes"; http://www.truthout.org/docs_04/083004H.shtml ]

El artículo de Le Monde continuaba informando sobre las crecientes tensiones entre Irán e Israel. Durante el verano, se han acrecentado los miedos a que los israelíes puedan llevar a cabo un ataque preventivo contra el reactor nuclear iraní de construcción rusa, como hicieron en 1981 contra una instalación similar en Irak. Los iraníes han jurado responder a Israel si tal ataque se produce:

"En cualquier caso, Israel ha sido avisado desde el 11 de agosto. Ese día, Irán anuncio que había realizado una prueba satisfactoria de la última versión de su misil de medio alcance, Chahab-3, capaz, según las explicaciones del ministerio, de alcanzar territorio israelí. Cuatro días después, el comandante de los Guardianes de la Revolución (cuerpo de Pasdarans), la milicia auxiliar del ejercito, avisaba: "todo el territorio de Israel, incluyendo sus instalaciones militares y reservas nucleares, está ahora dentro del alcance de misiles iraníes y tecnología avanzada".

El editor de UPI, Claud Salhani, describe en su libro "La guerra de los cuatro días: la conflagración entre Irán e Israel" el terrible escenario de una guerra nuclear regional posterior a un ataque contra Irán.

Salhani, que escribe para el gran público, presenta una imagen reveladora en la que los Guardianes de la Revolución iraníes responderían con un asalto sangriento a las fuerzas de EE.UU. en Irak, tal como predice el informe del CNS. La masacre resultante de musulmanes, según escribe, causaría una rebelión general contra los regímenes aliados de EE.UU. de la región, el derrocamiento del general Musharraf y la intervención nuclear de Pakistán con la consecuencia de un intercambio nuclear con Israel que exterminaría a millones. [http://www.amconmag.com/2004_09_13/article.html]

La elección: ataque preventivo o "gran pacto"

Aún en el caso de que un ataque preventivo no provoque una expansión de la guerra, las amenazas de dicho ataque apoyado por EE.UU. hacen dudar sobre la habilidad de Washington para tener un papel estabilizador en la región. Muchos creen que el prestigio y la influencia global de las instituciones estadounidenses han sido severamente dañados a causa de la actuación de la administración Bush en la invasión y el "catastrófico éxito" de la ocupación en Irak. En un esfuerzo por anticiparse a un nuevo desastre en política exterior, se ha presionado fuertemente a la Casa Blanca para que rechace la autorización de un ataque preventivo. El 21 de septiembre, el Washington Post informaba de que:

"Algunos expertos apelan a un 'gran pacto' que implique un acuerdo global donde se negocie un cambio total de actitud de Teherán a cambio de la normalización de las relaciones y las inversiones de Occidente.

"Aún así, otros expertos consideran esa visión en extremo ambiciosa y abogan por intentar en primer lugar llegar a 'compromisos selectivos' en algunos asuntos cruciales, incluyendo pasos para estabilizar Irak. Esta visión es compartida por el Council on Foreign Relations dirigido por Zbigniew Brzezinski, el consejero de seguridad nacional del presidente Carter, y Robert M. Gates, un director de la inteligencia central de principios de los años 90." [NYT, Sept. 21, "Bush Aides Divided on Confronting Irán Over A-Bomb", http://www.nytimes.com/2004/09/21/politics/21diplo.html]

Los candidatos demócratas han manifestado preocupaciones y soluciones similares. El 30 de agosto, el Washington Post informaba de que John Edwards, el candidato a vicepresidente de los demócratas, ofrecía a Irán una alternativa a un ataque preventivo. En una entrevista con el diario, Edwards explicaba la alternativa que él denomina "gran pacto":

"Una administración [dirigida por] John Kerry propondría a los iraníes que se permitiría que mantuvieran sus instalaciones nucleares a cambio de que renunciaran al derecho de retener el combustible nuclear que podría utilizarse en la fabricación de bombas." [http://www.washingtonpost
.com/wp-dyn/articles/A45216-2004Aug29.html]

Ese trato con Irán podría ser un asunto consensuado entre los dos partidos. En efecto, el término "gran pacto" parece haber aparecido en este contexto a raíz de un artículo de Geoffrey Kemp para el Nixon Center en 1998:

"[Un] avance inesperado en el proceso de paz árabe-israelí podría permitir que Irán suavizara su retórica anti israelí y, al mismo tiempo, redujera su apoyo a Hezbollah, Hamas y la Jihad Islámica. En caso de que tales avances tuvieran lugar, los EE.UU. e Irán deberían considerar un "gran pacto" que buscaría limitar los programas nucleares y de misiles iraníes y abriría la puerta para la cooperación energética entre ambos países, incluyendo los oleoductos que transportan petróleo y gas desde el mar Caspio a través de Irán." [America and Iran Roadmaps and Realism", Washington, DC (March 1998); http://www.nixoncenter.org/publications/monographs/Irán.htm ]

No obstante, la esperanza de encontrar una solución constructiva a largo plazo para esta crisis es mínima, especialmente si los radicales en los gobiernos de Bush y Sharon continúan en el poder. "Sinceramente soy bastante pesimista respecto al futuro," dijo Patrick Clawson, director regional del Instituto de Políticas de Oriente Medio de Washington. Hablando con un reportero del New York Times, Clawson añadía "no creo que suceda mucho hasta después de las elecciones de EE.UU."

El New York Times y El Washington Post informan de que la crisis actual esta causada por una disputa en el seno de la administración entre los defensores de la línea dura del cambio de régimen, que intentan forzar un derrocamiento del régimen de Teherán, y los moderados relativos, que han propuesto utilizar la diplomacia y el comercio como medio de cambio. Los seguidores de la línea dura sufrieron un revés cuando las engañosas estimaciones de las armas de destrucción masiva de Irak y la resistencia a la ocupación hicieron fracasar los planes de guerra que la administración Bush tenía en Irak. Ello implicó una atención no deseada hacia el papel de la Oficina del Pentágono para los Planes Especiales (OSP, en sus siglas en inglés), dirigida por Douglas Feith y otros compañeros neoconservadores, muchos de los cuales tienen fuertes ligazones con la derecha israelí. Estas mismas cifras, sus estimaciones sobre Irán y sus fuentes de inteligencia extranjeras, ahora se enfrentan a un escrutinio crítico por parte de oficiales de la inteligencia y del ejército cuyos avisos sobre Irak fueron ignorados por la Casa Blanca durante el periodo previo a la invasión de Irak, y quienes sienten que han sido vilipendiados injustamente a causa de los fracasos en las políticas de Bush.

El 23 de agosto, en un acontecimiento relacionado, Lawrence A. Franklin, un especialista sobre Irán de la OSP, fue arrestado por el FBI por suministrar presuntamente documentos clasificados a representantes del Comité Americano Israelí de Acción Política (AIPAC, en sus siglas en inglés). Se ha comunicado en numerosas ocasiones que ello forma parte de una investigación más amplia sobre las relaciones entre los neoconservadores y el Likud y sus redes de inteligencia internacionales. [Para ver mas sobre este incidente, consultar, Levey, August 30, 2004, "Bush Drops the Iran Card: The OSP-AIPAC Scandal"; http://www.williambowles.info/Irán/osp_aipac.html

A pesar de las crecientes acusaciones sobre actividades de inteligencia ilícitas y lealtades dudosas, el New York Times informa de que aparentemente los neoconservadores han ganado por ahora la lucha dentro de la administración Bush por el control sobre la política concerniente a Irán, con miras a un posible segundo mandato:

"Según un articulo del Washington Post, funcionarios de la Administración admitieron que el tema se debatió internamente el año pasado, pero que la idea de ayudar a los disidentes que puedan intentar derrocar el gobierno iraní ha sido descartada por falta de grupos creíbles a los cuales apoyar. Asimismo, según esos mismos funcionarios, se espera que el asunto del cambio de régimen en Irán reviva en caso de que el presidente Bush salga reelegido. Dirigiendo la acusación se encuentra John R. Bolton, el vicesecretario de estado para la no proliferación, quien dio un discurso el mes pasado avisando de que la conducta de Irán no 'auguraba éxito a una solución negociada respecto a este asunto'". [NYT, Sept. 21, Ibid.]

Desde el principio de su presidencia, el señor Bush estableció el patrón para sus subordinados. Puede haber sido uno de los más crédulos e influenciables frente a los diversos agentes interesados. Sharon se encontró con Bush en cinco ocasiones desde enero del 2000. En cada encuentro, Sharon ha incrementado progresivamente su influencia personal así como su poder sobre la política de los EE.UU. a través de los neoconservadores. En abril de 2002, la revista Time eligió a Sharon "el hombre de la semana", recalcando que el primer ministro israelí "parecía tener en sus manos el destino de toda la región, y quizás también el destino de la guerra contra el terrorismo que lleva a cabo EE.UU." [http://www.time.com/time/pow/article/0,8599,227025,00.html]

Tras el 11 de septiembre, Sharon fue capaz de persuadir a Bush para que abandonara definitivamente el lado palestino (una condición previa que había prevalecido en la política estadounidense de apoyar un intercambio de 'tierra por paz' con Israel). Muchas de las razones de la invasión de Irak para destruir las armas de destrucción masiva manejadas por la administración estaban basadas en evidencias detenidamente seleccionadas por elementos ligados al Likud en el Pentágono, que ahora dirigen la política hacia Irán. Envalentonado por sus éxitos, Sharon empezó a presionar a Bush para actuar contra el vilipendiado nuevo objetivo, el archienemigo israelí, la Republica Islámica de Irán.

En Octubre de 2001, una delegación israelí visito Washington con la misión de persuadir a la administración Bush para que autorizase un ataque contra Irán. Inicialmente el plan se vio con buenos ojos, pero tuvo que esperar a que la Casa Blanca se ocupara de Afganistán y luego de Irak. [http://www.spiegel.de/spiegel/english/0,1518,317845,00.html]

Incluso antes del 11 de septiembre, los israelíes habían intentado repetidamente convencer al presidente ruso Putin para que mirara hacia otro lado mientras se tomaban acciones contra los programas nucleares y de misiles iraníes, cuya tecnología en gran parte procedía de Rusia.

El 13 de agosto de 2003, el Washington Post cubría una amplia rueda de prensa en la que Bush apoyaba los planes de Sharon para un ataque preventivo a las instalaciones nucleares de Irán. El periodista Jim Hoagland lo describía como "un siniestro aviso del primer ministro israelí Ariel Sharon al presidente Bush de que Irán está mucho mas cerca de producir armas nucleares de lo que cree la inteligencia estadounidense..." La inteligencia de los EE.UU. había estimado que Irán necesitaría cuatro años para procesar suficiente material utilizable en bombas. Hoagland escribía:

"Según me comentaron fuentes israelíes y estadounidenses, Sharon representó su predicción durante una reunión con Bush en el despacho oval hace dos semanas trayendo consigo al general Yoav Galant, un oficial de tres estrellas que es su secretario militar. Galant mostró a un preocupado Bush fotografías y mapas extraídos de un extenso informe sobre el programa iraní."

Durante su último encuentro en Washington el 14 de abril, se informó de que ambos discutieron de nuevo acerca del programa nuclear de Irán y de los planes israelíes de eliminarlo mediante un ataque preventivo contra las infraestructuras y contra el personal clave. [Haaretz, "Irán is top worry, Sharon to tell Bush" http://www.haaretzdaily.com/hasen/pages/ShArt.jhtml?itemNo=126843&contrassID=
2&subcontrassID=1&sbSubContrassID=0

El 22 de abril, "durante un encuentro en la Casa Blanca, Bush dijo a los líderes republicanos del congreso que era seguro que los terroristas intentarían un ataque de grandes dimensiones en los EE.UU. antes de las elecciones, según un edecán del congreso. Los lideres estaban impresionados por la gravedad y la urgencia de Bush, según dicho edecán..." Washington Post, 22 de abril de 2004)

Los consejos de Sharon a Bush tuvieron el efecto deseado. El 6 de mayo de 2004, el Parlamento aprobó la resolución 398 con una votación de 376 a 3, apremiando al Gobierno de los EE.UU. a que "usara todos los medios apropiados para detener, disuadir y prevenir que Irán adquiera armas nucleares." Si el Senado hubiera pasado una resolución así, Bush tendría ahora las manos libres.

El 1 de junio, el Departamento de Defensa de los EE.UU. anunciaba planes para aprobar ventas de municiones guiadas a Israel del orden de 319 millones de dólares. La mayor parte de este coste será cubierto por la ayuda financiera que Israel recibe de EE.UU. El 21 de septiembre, los israelíes reconocieron que el envío incluiría 500 bombas anti búnker, capaces de penetrar en las instalaciones nucleares y los centros de control subterráneos iraníes. Según Reuters, Israel ya posee reservas de bombas GBU-27 y GBU-28, que pueden penetrar hasta diez metros bajo tierra o cemento y que, guiadas por láser o satélites, se pueden lanzar desde los cazas F-15. [Reuters, 09/21/2004 08:32:09 "Eyeing Irán Reactors, Israel Seeks U.S. Bunker Bombs"; http://www.Iránexpert.
com/2004/israel21september.htm]

El miércoles 2 de junio, Sharon aseguró al Comité de Defensa y de Asuntos Exteriores del Knesset que él y Bush habían llegado a un acuerdo en una serie de puntos estratégicos sobre la postura de Israel en Oriente Próximo. Sharon dijo que a cambio de su comprensión, la administración Bush solicitaba la retirada de Gaza y del norte de Cisjordania. Los informes dicen que los comités entendían que Israel recibía luz verde para finalizar los preparativos para un ataque preventivo contra los objetivos nucleares de Irán. [WorldTribune.com, 3 de junio de 2004, http://www.intelmessages.org/Messages/National_Security/wwwboard/messages_04/8099.html ]

Existe, por supuesto, la posibilidad de que los informes del apoyo estadounidense a los preparativos del ataque israelí sean pura desinformación. A pesar de ello, como observa Claude Salhani, la estrategia de Bush y Sharon de presionar a Irán ha fracasado completamente si intentaba que Teherán renunciara a su programa de armas.

"La invasión de Irak ha servido como medida de disuasión nuclear frente a la acción militar unilateral de la única superpotencia del mundo. Las repetidas amenazas de cambio de régimen por parte de la administración Bush no han hecho sino incrementar el miedo en Irán de que puedan ser los próximos en ser atacados. La promesa de Bush durante la campaña de "acabar el trabajo" si fuera reelegido en noviembre, es un eslogan que debe quitarle el sueño a más de un ayatolá y apremiarle a la disuasión nuclear."

En lugar de proporcionar seguridad real, la estrategia simplista de ataques preventivos que desarrolla la administración Bush ha demostrado los peligros de la provocación, mientras que evidenciaba las limitaciones del poder estadounidense en Oriente Próximo. Ha servido, sobre todo, para demostrar asimismo el peligro real que supone dejar que los EE.UU. sean forzados a actuar en contra de su interés nacional.

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