Estados Unidos

 

Según encuesta, el apoyo a la guerra en Irak continúa desplomándose

Por David Brooks
Corresponsal La Jornada, México, 21/01/05

Bush, con nivel de aprobación popular más bajo en 50 años de un presidente reelecto

Obtuvo su segundo periodo pese a que la mayoría opina que EU va en dirección equivocada

Washington, 20 de enero. El presidente George W. Bush comenzó hoy su segundo periodo con los niveles de aprobación popular más bajos de un presidente reelecto en 50 años y con un país muy dividido, sino opuesto, a las principales propuestas políticas de su gobierno, desde la guerra en Irak, la privatización del Seguro Social hasta el manejo económico.

Con ello, queda en duda la reiterada afirmación del presidente y su equipo de que la reelección fue un respaldo a sus políticas, y su proclamación de que ahora cuenta con un mandato para los próximos cuatro años parece ser desmentida por la oposición de la mayoría del pueblo estadounidense a varias de sus iniciativas más importantes.

Según la más reciente encuesta de CBS News/New York Times difundida esta semana, Bush tiene un nivel de aprobación de sólo 49 por ciento, más bajo que el 51 por ciento de Richard Nixon al comienzo de su segundo periodo (cuando el escándalo Watergate ya empezaba a florecer), mucho más bajo que el 60 por ciento de Bill Clinton al inicio de su segundo periodo, o el 62 por ciento de Ronald Reagan y el 73 por ciento de Dwight Eisenhower, reportó CBS.

La encuesta también registra el dato paradójico de que Bush fue relecto a pesar de que la mayoría -56 por ciento- opina que el país avanza con su presidencia en dirección equivocada. A la vez, la mayoría es optimista ante los próximos cuatro años, a pesar de serias dudas sobre las propuestas políticas y económicas del mandatario. No sólo eso, porque una pluralidad opina que su presidencia dividirá, no unirá, al país.

Por otro lado, el apoyo para la guerra en Irak se sigue desplomando, de acuerdo con otra encuesta de Los Ángeles Times; sólo 39 por ciento de los estadounidenses cree ahora que valió la pena ir a la guerra en el país árabe (comparado con 44 por ciento en octubre pasado, manteniendo una tendencia de erosión de apoyo para esta aventura bélica).

Pero de nuevo hay contradicciones, más bien confusión, entre la población: muchos están dispuestos a ofrecer el beneficio de la duda a Bush al apoyar la manutención de tropas en ese país para ver si la situación se estabiliza, aunque 47 por ciento desea ver que las tropas sean retiradas en un año.

El politólogo John Mueller declaró al periódico Los Angeles Times que "el apoyo para esta guerra es más bajo ahora que para la agresión en Vietnam durante la ofensiva Tet (en 1968)". Los estadounidenses, señaló, son mucho menos en esta guerra y esa es probablemente la razón de que no haya más presión popular para el retiro de las tropas.

La encuesta también registró que 65 por ciento opinaba que la guerra había dañado la imagen de Estados Unidos en el mundo.

Una encuesta del Washington Post, esta semana, constató que Bush no sólo no tiene un mandato, sino que la población está profundamente dividida sobre la dirección política del país. Se registran dudas sobre sus propuestas de reforma del Seguro Social (58 por ciento desaprueba su manejo en este tema, aunque a la vez una mayoría ya registra la preocupación de que no gozará de sus fondos de jubilación, resultado de la campaña para reformar el sistema), como también de la economía, educación y salud.

A la vez, mayorías señalan que las dos máximas prioridades -mucho más que la economía, la reforma del Seguro Social y otros temas- es la situación en Irak y la guerra contra el "terrorismo".

El Post señala que Bush recién declaró que la elección fue un referendo sobre sus decisiones en torno a Irak, pero la encuesta registró que 58 por ciento desaprueba su manejo contra 40 por ciento que lo apoya.

Aunque hay cierto optimismo en términos de las expectativas de lo que Bush logrará en la lucha contra el terrorismo, hay mayor pesimismo en otros temas, como avances en rubros de seguro social, salud, medio ambiente y el déficit. Sólo 39 por ciento cree que habrá avance real en migración.

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